viernes, 23 de agosto de 2013

La inseguridad y un Tigre en el tanque camino a Octubre





Por Jorge Joury


Massa inunda el Tigre de botones antipánico y la presidenta de la Nación piensa en enviar otro ejército de gendarmes al conurbano bonaerense. Todos corren detrás de la inseguridad, hoy la llave maestra para entender de que manera se comportó el electorado en las últimas elecciones internas.Para interpretar esas señales, hay que entrar en el mundo de los principales protagonistas: la gente que siente en carne propia el rigor de la violencia. .Y para ello, hay que recoger sus opiniones. Allí veremos con claridad como todos los caminos conducen al núcleo más sensible del comportamiento humano, el que pone en riesgo nuestras vidas. Y nada mejor que las encuestas, cuando vienen de vertientes confiables.

En este caso el sociólogo y especialista en temas electorales, además de profesor de la Universidad de Buenos Aires, Carlos De Angelis comentaba en mi programa radial que la seguridad continúa siendo la principal preocupación de los ciudadanos de la Capital y del Gran Buenos Aires, seguida a no mucha distancia por la educación. Pero además, de un estudio de cuyas conclusiones daremos cuenta, surge que la gran mayoría de los votantes admite que los medios de comunicación constituyen el sector que más poder tiene hoy frente al gobierno nacional y de alguna manera, son los que inclinan la balanza hacia costados afines, tanto a sus intereses económicos como ideológicos..

Los datos a que hace referencia De Angelis pertenecen al marco de conclusiones a las que arribó el Centro de Estudios de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, después de llevar a cabo una boca de urna sobre un total de 1203 casos en toda la Capital y 23 partidos del conurbano bonaerense.Consultados sobre una gran variedad de opciones temáticas, el 28,9 por ciento de los votantes en capital federal y GBA señalaron la seguridad como el principal tema del que se tiene que ocupar el Estado (34 en el GBA) seguido por la educación (23,7), una cuestión prácticamente ausente en la campaña de todas las fuerzas. En los siguientes tres lugares (con similar distribución entre Capital y GBA) aparecen tres temas relacionados, pero que tienen diferentes perspectivas. La cuestión económica (11,0 por ciento) (a la que se le podría sumar la inflación, 4,2) es una preocupación sustantiva, pero la distribución del ingreso, propósito explícito por excelencia del Gobierno, reúne sólo el 10,4 por ciento de los encuestados. La poca preocupación acerca de las libertades individuales (3,0) podría leerse positivamente en el sentido de que la ciudadanía considera que se trata de un valor ya incorporado a la vida de los argentinos.

Otro dato isustantivo para comprender los caminos de estas primarias surge de que tanto en la capital federal como en GBA casi el 20 por ciento de las personas decidió su voto el mismo día de los comicios, mientras que el 10 por ciento lo hizo la semana anterior. Para los especialistas, esto indica que si tres de cada diez votantes dejan para los últimos días su decisión, los resultados de las elecciones podrían resultar sorpresivos y en la determinación final entrar en consideración incidentes o elementos que no forman parte de los debates políticos.
Tanto en Capital como en el GBA se observa que el Frente para la Victoria tiene un voto consolidado: siete de cada diez votantes (74,7 por ciento) lo tenía decidido antes de la campaña electoral. También el PRO muestra un voto medianamente consolidado en la ciudad de Buenos Aires (66,4 lo decidió antes de la campaña).En el otro extremo, los más favorecidos del voto “a último momento” fueron Martín Lousteau y Jorge Altamira. Si bien lejanos en términos ideológicos, obtuvieron el 32,6 y 34,4 por ciento respectivamente de votos entre la última semana de campaña y el día de la elección, lo que pondría en duda si se trata de un voto consolidado o presto a migrar. Por el lado del Gran Buenos Aires, se observa un comportamiento relativamente parecido por parte de los votantes, donde Massa se ve fuertemente beneficiado del “sufragio de último minuto” con el 21,3 por ciento de decisión dentro del cuarto oscuro.

Además hay que destacar en el trazo grueso otros dos items interesantes que surgen del trabajo realizado por el CEDOP y que se refieren a los sectores a quienes los votantes les atribuyen mayor poder frente al gobierno nacional y, por otra parte, las consideraciones de los ciudadanos acerca de las razones por las cuales es escasa la participación en política.

Los medios de comunicación son abrumadoramente considerados (42,9 por ciento de los encuestados) como el sector que mayor poder tiene frente al Gobierno, seguido de los sindicatos (14,5) y los empresarios (13,7). “El pueblo” fue señalado como influyente por el 10,2 y por encima de la Justicia (4,4), el campo (4,1) y el Congreso (3,9). En último lugar del ranking quedó ubicada la Iglesia, a quien sólo el 2,4 por ciento de los sufragantes le adjudica poder sobre el Gobierno (ver gráfico 4). Entre los que consideran que los medios de comunicación tienen gran poder se ubican, el 69,2 por ciento de quienes apoyaron a Ricardo Gil Lavedra (Unen), el 61,5 de los votantes del FpV en la Capital, el 42,0 de los que votaron a Carrió y el 38,9 de los que se inclinaron por Altamira.

En lo que tiene que ver con las razones que fundamentan la escasa participación en política, los votantes de Capital y CBA aseguran que la política “no interesa” (31,2 por ciento) y “es inútil” (20,0), sumando entre ambos grupos más de la mitad de los votantes (ver gráfico 3). El 63,7 por ciento de los votantes de los candidatos de Unen en la Capital considera que la política “es inútil” y lo mismo piensan el 28,6 de quienes apoyaron a Zamora y el 27,8 de quienes se inclinaron por Altamira. El 17,2 por ciento (15,2 en Capital y 18,6 en GBA) argumentan que “ningún partido nos representa”, el 9,3 señala la “falta de tiempo” como razón, pero el 6,0 sostiene que “no hay dónde participar”. La “deshonestidad política” a veces indicada como causa de desinterés por los medios de comunicación sólo es referida por el 4 por ciento de los votantes.

Para otros encuestadores que entrevisté en mi programa, como Celia Kleiman, la especialista en temas electorales señaló que "en la gente también pegó fuerte la tragedia ferroviaria de Once, que dejó al descubierto la corrupción existente en el sistema de subsidios que otorga el gobierno.Pese a la actuación de Florencio Randazzo, el gobierno aquí no supo dar respuesta a los reclamos ciudadanos.Tal vez lo mejor hubiera sido que el Estado se hiciera cargo del servicio y extirpar de cuajo el cáncer de los negociados del grupo que regentea el servicio ferroviario".

Para Celia Kleiman además "la inflación está desgastando el bolsillo popular y esto ha influido sobremanera en el malhumor social, lo mismo que el impuesto a las ganancias que cada vez más alcanza a los núcleos más bajos de trabajadores.El gobierno tendría que ir achicando el gasto público, disminuir la emisión monetaria y atenuar un poco la presión impositiva, si quiere amortiguar el impacto de lo que viene en octubre". Según la especialista, "si Massa no hace olas y ninguna situación imprevista modifica el escenario, en las legislativas el tigrense podría estar ampliando su ventaja sobre Insaurralde en más de 10 puntos. No hay Scioli que pueda salvar al lomense, porque de resultas de esta contienda, hasta el propio gobernador de Buenos Aires puede resultar lastimado en su sueño presidencial y su fotografía corre peligro de volverse amarilla".

Atento a este escenario, ni lerdos ni perezosos, los caciques del conurbano que ya no saben de que manera harán para traccionar más votos para Insaurralde, ya le mandaron un telegrama a Scioli con aviso también a Balcarce 54, para que haya anuncios que alienten la esperanza de que el modelo aún goza de buena salud y el sueño de la reactivación todavía está a la vuelta de la esquina. Caso contrario, en una provincia de Buenos Aires peronizada, con más del 70% de intención de voto en esa franja y con los mismos colores en la camiseta, algunos barones del conurbano ya analizarían en poner todas sus energías en mantener la mayoría en los concejos deliberantes, y sino llega la rueda de auxilio del Cristinismo, no les quedará otra alternativa, como otras veces, que dar el salto, pero el del Tigre.

A todo esto otro tema a tener en cuenta en el complicado escenario es lo que marca un trabajo reciente de la consultora OPSM, que dirige Enrique Zuleta Puceiro, donde se revela que el 71% de los consultados considera que la Presidenta debería hacer cambios en su gabinete de cara a las legislativas de octubre. El 20,7% respondió que no cree necesario esos retoques y un 7,5% dijo que no sabe o no contesta. Fueron 1.100 casos, encuestados entre el lunes 12, un día después de la derrota del FpV, y el último sábado.

El caso de acoso escolar ocurrido en Wilde obliga al Estado a actuar en grande





Por Jorge Joury

La historia que vamos a contar nos llena de indignación, nos averguenza como sociedad y hiela la sangre el solo pensar que le pueda pasar a uno de nuestros hijos. Es el caso de Agustín, un joven que sufre retraso mental y al cual, algunos de sus compañeros de la escuela Básica número 23 de Wilde, lo someten a diario a un brutal castigo corporal. Las imágenes de este bochorno nacional por estas horas recorren el mundo a través de Youtube, ya que un chico que defiende a la víctima, las subió para generar una respuesta de las autoridades.

Es tanta la impiedad con este discapacitado, que en el video se observa claramente como una compañera se suma a la golpiza y disfruta de la misma, con alaridos propios del circo romano. Quienes participan de este "festín macabro", son claramente identificables, por lo que se espera que las autoridades tomen cartas en el asunto, mínimamente expulsándolos del colegio. Y lo peor, es que este disparate viene de mucho tiempo atrás, ya que cambiaron cinco directores, pero aún nadie pudo detener a las fieras.

Si analizamos los números fríos en torno al acoso escolar que afecta a los más pequeños, pero que obliga de una vez por todas a actuar en grande, nos vamos a encontrar con que en el primer semestre del año hubo setecientos casos, muchos ocurridos en la zona Sur, como el viacrucis que le toca vivir a Agustín. Y lo más dramático es que los especialistas que fui consultando durante el año en mi programa radial, me señalaron de manera coincidente que el 87% de los chicos alguna vez sufrieron esta forma de violencia en las escuelas.

También a esta suerte de pesadilla se lo denomina bullying, y se trata ni mas ni menos que de una forma común de violencia contra los niños. Para el lector tenga noción sobre esta suerte de nueva pandemia del Siglo XXI, Unicef estableció que entre el 50% y el 70% de los estudiantes en América Latina fueron acosados o bien testigos de incidentes de estas características. Quienes analizan el trazo fino de los comportamientos humanos, coinciden que si bien el maltrato escolar no es un fenómeno nuevo, han sido en los últimos tiempos la tecnología y las redes sociales, quienes multiplicaron de manera exponencial su alcance y el impacto del problema.Además hay que decir, que el acoso cibernético (o cyberbullying) se lleva a cabo en internet y con teléfonos celulares y puede tener consecuencias negativas en la salud mental: el abuso de sustancias y hasta generar el suicidio de algunas de las víctimas, es decir quienes más bajas sus defensas.




La doctora Paola Spátola, especialista en temas de seguridad y presidente del Centro de Estudios para la Convergencia Ciudadana sostiene que en nuestro país se calcula que el 15% de los niños y adolescentes está vinculado a casos de acoso escolar, ya sea como agresores o como víctimas. Al menos 240 mil niños y adolescentes argentinos son víctimas del bullying. "El 17% de ellos suele faltar a la escuela para evitar el maltrato, otro 10% sufre lesiones graves, y 7% intentó suicidarse a causa de la persecución permanente", manifestó.

Poniendo en valor el caso ocurrido en Wilde, la profesional consignó que "se llega a este nivel creciente de bullying y acoso escolar porque los jóvenes van probando qué límites hay, y evidentemente tanto las autoridades de los colegios como los padres de los alumnos no están siendo claros y contundentes en esta materia. No hay educación sin sanción, ni sanción sin educación".

Como señaláramos al comienzo de la nota, sólo en los últimos seis meses de 2013, en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense se denunciaron más de 780 casos de bullying, por lo que crece la preocupación por el aumento de esta forma de hostigamiento.Así lo reveló un estudio de la recientemente creada ONG Bullying Sin Fronteras dirigida por el abogado Javier Miglino, otro de los profesionales que desfilaron abordando esta problemática en mi programa radial. Miglino asegura que "las denuncias que llegan a los juzgados vienen creciendo a un ritmo anual del 30%, y no sorprende para nada, porque en la Argentina estamos observando que hay un problema gravísimo con la violencia en los espacios educativos".

"En los últimos cuatro años, hubo seis casos de nenes fallecidos a partir de casos concretos de bullying. Dos hechos ocurrieron en este 2013, en Corrientes y Misiones. Lo que se visualiza es una mayor presencia de violencia física en las denuncias que llegan a la Justicia. Por eso, hay hechos gravísimos con niños lastimados, con consecuencias tremendas en sus vidas", insistió Miglino.Del total de los casos denunciados según la ONG, 460 ocurrieron en la Ciudad de Buenos Aires y 320 en el Conurbano. El año pasado fueron más de 600 los episodios. Y vaticinan que "este año las cifras terminarán por encima de los 800 casos".Por su parte Paola Spátola agregó que "pocas son las escuelas que se comprometen directamente con este fenómeno del bullying. Claramente la sociedad argentina tiende a miniminzarlo. Los padres y la sociedad en su conjunto deberían apostar por una educación democrática y no autoritaria, pero con reglas claras y límites justos. Debemos apelar a la sensatez y la responsabilidad de los medios de comunicación para avanzar en la autorregulación de ciertos contenidos. Esta es la prevención primaria, que constituye el primer dique de contención de los abusos escolares". A su turno el doctor Miglino acota que "la Justicia pone muchísima voluntad en las denuncias, se involucra con los chicos y sus familias; sin embargo, los tiempos de respuesta son lentos en función de lo que requieren los denunciantes".

La licenciada Andrea Baldantoni, quien es especialista en niños, adolescentes y familias de Hémera, centro de estudios del estrés y la ansiedad, agregó: que "un niño que se siente intimidado y maltratado por sus compañeros de forma repetida y sostenida, expuesto a agresiones físicas, verbales o sociales, es un niño en riesgo. El bullying es inaceptable, afecta al niño acosado, al acosador y al espectador".

La doctora Spátola hizo hincapié que "los Estados actúan exactamente igual que la sociedad:minimizan el tema, y la realidad es que esta problemática traspasó todas las clases sociales, es un fenómeno global.En el esfuerzo por detener al bullying, es importante "fortalecer" emocionalmente a los chicos y prepararlos para que puedan resolver conflictos sin violencia y no ser "presa fácil" del maltrato".

El doctor Miglino se remite a las estadísticas y sostiene que "en los últimos cuatro años hubo seis casos de pibes fallecidos a partir de casos concretos de bullying. Dos hechos ocurrieron en este 2013, en Corrientes y Misiones. Lo que se visualiza es una mayor presencia de violencia física en las denuncias que llegan a la Justicia. Por eso, hay hechos gravísimos con niños lastimados, con consecuencias tremendas en sus vidas.La Justicia pone muchísima voluntad en las denuncias, se involucra con los chicos y sus familias; sin embargo, los tiempos de respuesta son lentos en función de lo que requieren los denunciantes".

Los especialistas en la materia llegaron a la conclusión de que los niños deben saber que a cualquier lado que vayan es factible encontrarse con otros pequeños y personas que pueden ser crueles con ellos. Entonces viene al caso recomendar que es importante enseñar a nuestros hijos a "filtrar" las conductas de los otros, a discriminar entre lo que está bien y mal y no creer siempre en lo que los demás niños dicen. Un chico que está emocionalmente preparado y ajustado puede ponerse en el lugar del otro, registrar la "crueldad o el abuso" como algo externo y perjudicial y hacer algo al respecto.

jueves, 8 de agosto de 2013

La adicción al juego creció en un 150% en la zona Sur del conurbano





Por Jorge Joury


Más de cien personas por mes llaman para pedir ayuda por su adicción al juego en la provincia de Buenos Aires. Este dato, que tiene una alta proporción de ludópatas de la zona Sur, surge del último informe del programa de atención al juego compulsivo bonaerense.

La médica psiquiatra Graciela Peyrú, presidenta de la Fundación Para la Salud Mental, a quien entrevisté en mi programa radial, señaló que "las mujeres son quienes juegan de manera más constante que los hombres. Y aunque no arriesgan sumas importantes de dinero, son quienes concurren más asiduamente a los Bingos, porque tienen debilidad por las máquinas tragamonedas. Es extraño el comportamiento. Ellas tratan de emerger de cierta impotencia hacia lo cotidiano. Es decir, juegan buscando recuperar algo de su potencia psicológica y aunque ahorran moneditas, luego se descargan en las salas de juego, tratando de salir de pobres, como comúnmente se dice". La doctora Peyrú comentó además que "en los últimos meses son cientos las personas que llaman telefónicamente al número de la Fundación, que es el 4831-2121, a quienes nuestros especialistas asesoran de manera gratuita, pero lo que nos damos cuenta a través de las consultas, que la gran mayoría son parientes, esposos o hijos de los adictos al juego, quienes preocupados por la fractura familiar buscan un camino de salida y créame que lo hay y generalmente encontramos la solución. No nos olvidemos que la ludopatía es partir de una ilusión renovada, es decir el adicto dice esta vez voy a poder y vuelve a apostar".

Para poner en valor los daños colaterales que ocasiona el juego, la médica psiquiatra detacó que "hay gente que ha perdido casas o departamentos o estás quien vendió el auto cero kilómetro en las cuevas que hay cerca del casino de Mar del Plata porque perdió todo y volvió a buscar revancha. El juego ha llevado a la ruina a miles de familias en la Argentina y debe ser tratado como una patología que genera graves consecuencias sociales.

Otros profesionales que asisten este tipo de adicciones subrayan que es una verdad matemática, la que señala que el jugador compulsivo siempre termina con las manos vacías. Algunos no entienden esta regla del juego y otros pueden salir del laberinto antes de perderlo todo. En los últimos tres años, aumentó casi un 150% la cantidad de pacientes asistidos por el Programa de Atención al Ludópata que funciona en la provincia de Buenos Aires. La dependencia al juego según el sexo en la provincia de Buenos Aires señala según los últimos estudios, que el 48% son mujeres y el 52% hombres. Pero con el tiempo las mujeres son las que van ganando espacio por disponer de tiempo a toda hora para asistir a una sala de juego y después engañar a los maridos señalando que estuvieron haciendo las compras," caminando y buscando buenos precios". Los especialistas sostienen que en las zonas más pobres del conurbano bonaerense donde funcionan salas de Bingo, son los lugares más prósperos para los propietarios de las mismas, "ya que todos quieren salvarse con un toque de suerte, pero terminan hundidos o endeudados".

También hay que decir que la mayoría de los adictos tienen entre 40 y 50 años. Pero el dato curioso para poner en valor es que el juego que más dependencia genera es el tragamonedas. Un ejemplo de ello es ver por las mañanas a muchas mujeres que con su bolsas de hacer las compras, o con sus changuitos, como quien quiere la cosa y haciéndose las distraídas, se introducen a jugar en las salas de los bingos, tanto de Varela, Quilmes o Avellaneda. Una de las personas consultadas en esta investigación, señaló para dar una real dimensión al caso, que " juntas conformarían un ejército". Mucho tiene que ver en toda esta problemática, la proliferación de bingos y casinos y el fácil acceso a los juegos online, los que atraen a mucha gente que sin ese estímulo no se habrían interesado por el juego.

Los profesionales que asisten este tipo de adicciones subrayan que es una verdad matemática, la que señala que el jugador compulsivo siempre termina con las manos vacías. Algunos no entienden esta regla del juego y otros pueden salir del laberinto antes de perderlo todo. En los últimos tres años, aumentó casi un 150% la cantidad de pacientes asistidos por el Programa de Atención al Ludópata que funciona en la provincia de Buenos Aires. La dependencia al juego según el sexo en la provincia de Buenos Aires señala según los últimos estudios, que el 48% son mujeres y el 52% hombres. Pero con el tiempo las mujeres son las que van ganando espacio por disponer de tiempo a toda hora para asistir a una sala de juego y después engañar a los maridos señalando que estuvieron haciendo las compras," caminando y buscando buenos precios". Los especialistas sostienen que en las zonas más pobres del conurbano bonaerense donde funcionan salas de Bingo, son los lugares más prósperos para los propietarios de las mismas, "ya que todos quieren salvarse con un toque de suerte, pero terminan hundidos o endeudados".

Si recorremos las estadísticas, observaremos que el juego más predominante o el que más adeptos gana, es el tragamonedas en un 64%, ya que se puede jugar con poca cantidad de plata y por ahí la máquina sacude una lluvia de fichas..Después le sigue la ruleta con el 9%, el Bingo 5%, el pocker 1,3%, el black jack 1,2%, punto y banca 1%, el hipódromo 1%, la quiniela el 2,7%, la Lotería el 0,3% y otros 5%.Por su parte, el lugar de juego de mayor concurrencia es el Bingo, con el 80%, seguido por el casino, 15%, el hipódromo 2% y las agencias de apuestas que se llevan el 3% del parque de ludópatas.

Para conocer las caras de la tentación, se pueden citar los siguientes formatos: en Buenos Aires están habilitadas 3.070 agencias oficiales de lotería, 46 bingos, 46 oficinas de apuestas hípicas, 11 casinos y 5 hipódromos. Una oferta variada a la que adhiere por lo menos el 28% de la población de Capital Federal y el conurbano, según una encuesta realizada por la consultora Ibarómetro. El 42% cree que el aumento de la oferta de lugares de juego fomenta la adicción y el 15,5% que atenta contra la cultura del trabajo.

El plan de ayuda al jugador compulsivo, del Instituto de Loterías y Casinos bonaerense, tiene 7 centros en la Provincia (Morón; Villa Dominico; La Plata, Mar del Plata, Vicente López, Tandil, Pergamino y Mar de Ajó) y también habilitó una línea gratuita que es atendida entre las 8 y las 20 por cuatro psicólogos. El teléfono recibe entre 13 y 15 consultas por día. También existe una línea gratuita del programa de prevención y asistencia al juego compulsivo: se puede llamar para pedir ayuda al 0800-444-4000.

De acuerdo con las estadísticas, el 61% de los afectados pidió ayuda porque no podía alejarse de las máquinas tragamonedas. El 12% hizo tratamientos por su afición incontenible a la ruleta; el 11% por adicción a otros juegos electrónicos; el 7% por los bingos o por black jack y el 2% por la quiniela.El 59% son hombres y el 31% tiene entre 41 y 50 años.

Los especialistas consultados para esta investigación sostienen que el ludópata desarrolla una incontrolable necesidad de desafiar al azar. Es una suerte de droga sin fármaco. "Estás solo pero atento, concentrado, fuera de la realidad cotidiana. Es un mundo con sus propias leyes, sus trampas y su dolor", reconoció G. M (51 años), vecino de Florencio Varela que hace cinco años ingresó al programa. "Me voy a curar en algún momento. Ya no voy más al casino. Pero por ahora sigo con el tratamiento", aseguró el hombre que llegó empujado por su esposa, después de perder el taller, su casa y el afecto de sus hijos. "Cuando vino, sólo tenía deudas", dijo el psiquiatra que lo atendió.

"Esta patología afecta a quienes son vulnerables y tienen la creencia de que le pueden ganar al azar. Ingresan empujados por una sociedad de consumo que exige obtener bienes que un sueldo o un trabajo no les da. Entonces, aquello que puede ser para muchos una salida familiar, una diversión, se convierte en un negocio íntimo y privado que los lleva a jugar para ganar, hasta perderlo todo", agregó el especialista. De acuerdo a los relevamientos de organismos sanitarios, entre el 1 y el 2% de la población está predispuesta a la ludopatía.

Luz Mariela Coletti, de la ONG Entrelazar -de ayuda a adictos al juego- coincide en el diagnóstico: "En un contexto de crisis económica, la oferta de juego para ganar dinero es sumamente tentadora. Las variables sociales y económicas se conjugan alrededor del negocio del juego como un campo fértil, y se abonan con personas que creen encontrar allí una salida a su problema. Los ludópatas no son sin embargo sólo fruto de la instalación de casinos. Encontramos en cada uno de ellos una adicción particular: a perder", aseguró la licenciada en psicología.

Para poder brindar ayuda a este tipo de adictos al juego, la contención de familiares y amigos es clave para llevar a las personas afectadas a un centro de ayuda. En el programa provincial el primer paso consiste en una serie de entre 4 y 6 entrevistas personales para la elaboración del diagnóstico. Luego comienza un proceso de tratamiento grupal, que puede demandar varios años. Allí se inicia el alejamiento de las salas de juego. "Pueden tener patologías de base como depresión o trastornos de la personalidad y a veces se recetan fármacos. El ludópata tiene un impulso inconsciente a quedarse sin nada. Nuestra tarea es detenerlo a tiempo", sostuvo uno de los especialistas que integran los grupos de ayuda.

Desde Entrelazar, que es una de las ONG abocadas a la lucha de estas adicciones, se sostiene que la oferta de Bingos, máquinas tragamonedas y lotería, se multiplicó a niveles que escandalizan, a tal punto, que ponen al descubierto una doble moral por parte del Estado. En tal sentido las críticas se centran en que por un lado se lanzan programas para ayudar al ludópata y su familia y por el otro se promueve que las salas de juego se sigan expandiendo por toda la provincia de Buenos Aires, como un negocio millonario para pocos que no hace otra cosa que empobrecer a muchos.