martes, 29 de septiembre de 2015

Con la silla vacía, Scioli factura frente al naufragio macrista


El debate entre los candidatos presidenciales, sigue siendo el tema más caliente, en el que Montescos y Capuletos hacen crujir sus aceros. Pero a Daniel Scioli los encuestadores de su confianza, le aconsejaron no concurrir. Menos, en momentos en que hay un escenario de un voto volátil del 20%. Es una pena para la democracia, pero son las reglas del juego de la politica. A veces conviene más,  plata en mano, que arriesgar para ir por más. Contrariamente a lo que opina el analista Rosendo Fraga, los asesores del FPV aseguran que la silla vacía no tiene impacto electoral. Sostienen que no es conveniente ocuparla, justo cuando el bonaerense está acariciando con sufrimiento la victoria en primera vuelta. Perder un punto o medio, sería fatal. Cualquier zancadilla de sus oponentes lo podría mandar al balotaje, el escenario más temido por la escuadra naranja. 
La estrategia que le sugirieron a Scioli se enfoca en lo que se conoce como Teorema de Raúl Baglini, enunciado en 1986 por el entonces diputado de la UCR, una de cuyas reglas señala que cuanto más cerca del poder se está, más conservador se vuelve el candidato. La historia dice que nunca hubo en la Argentina un debate entre los candidatos a presidente. Ni en los años de la tele en blanco y negro. Tampoco desde la refundación democrática de 1983. No hubo debate entre Alfonsín y Luder; Menem le dejó la silla vacía a Angeloz; no lo intentaron De la Rúa y Duhalde y los seis presidenciales del 2003 jamás discutieron lo que había pasado en el país en el 2001. Si Cristina Kirchner no dio una sola entrevista en su mandato, mal se podía esperar que aceptara debatir con sus adversarios electorales. Scioli no es la excepción. A esta altura de las circunstancias, no pondrá en juego ninguna moneda de su alcancìa. Un traspié resultaría fatal. 
En su entorno interpretan que la presion de la oposición se irá diluyendo con los dias, en razón de que los argumentos que esgrimen no tienen demasiado soporte. Basta con recordar que Horacio Rodríguez Larreta se negó a debatir con Martín Lousteau en el balotaje porteño. Idéntico fue el caso de Martín Insaurralde y Sergio Massa, cabezas de las listas de diputados nacionales en 2013 por el oficialismo y el Frente Renovador, respectivamente. 
Como buen ex motonauta, el inquilino de la residencia de la calle 6 maneja sus coordenadas al ritmo de las encuestas más frescas, que concuerdan en darle un 4l%. Macri está en el 29 y Massa en el 20%, aunque algunos señalan que se acerca peligrosamente al jefe de Gobierno porteño. El ex presidente de Boca está como en emergencia y ve fantasmas por todos lados, frente a la lluvia ácida del "Niembro gate". Desde su entorno le sugirieron a su mujer, Juliana Awada que lo contenga y le haga de soporte en sus recorridas. Encima, su primo Jorge, intendente de Vicente López y uno de los alfiles bonaerenses, lo abandonó en campaña y se fue a ver a los Pumas al Mundial de Inglaterra. Por si fuera poco, en este escenario se han devaluado también las acciones de su dama bonaerense, María Eugenia Vidal. Algunos sondeos ya colocan a Aníbal Fernández unos puntos arriba.
Bajo los efectos de la nube de pólvora de la campaña sucia, Macri es el único de los tres candidatos que no dio a conocer su propuesta económica. Recién en las últimas horas acercó pistas firmes de su gabinete 
En esa lista de hipotéticos colaboradores, sobresale su socio radical Ernesto Sanz para el Ministerio de Justicia y Esteban Bulrrich para Educación. La ex ministra Graciela Ocaña, cercana a Horacio Rodríguez Larreta sería encargada del área de Salud; el ex presidente de Shell Juan José Aranguren, iría a Energía; Rogelio Frigerio, en Economía; Jorge Triacca, en Trabajo; Mariana Zuvic, en Narcotráfico, y Elisa Carrió, como "embajadora en Europa", según adelantó el propio Macri.
El lìder del PRO en los próximos días intentará remontar vuelo, peronizándose y dando idea de gobernabilidad. Para eso, le han organizado una foto con Hugo Moyano, el titular de la CGT disidente. Algunos se preguntan si lo favorecerá, ya que el dirigente sindical cuenta con un nível muy alto de imagen negativa en la sociedad.
El peronismo aprovecha la flaqueza de su principal oponente y articula el golpe final. La idea madre que se barajó en los últimos encuentros, es que Aníbal tiene que seguir subiendo porque GBA va a jugar un papel clave para que Scioli obtenga el pasaje a la Rosada. En estas últimas semanas el gobernador reforzará sus visitas a ese territorio y se mostrará más con su candidato a gobernador. Los denominados barones del conurbano lo esperan con los brazos abiertos, ya que la movida le saca brillo a sus aparatos y les consolida el voto local. En esa franja Scioli sueña con sumar 3 o 4 puntos para octubre, que le garantizarían dormir bajo techo en la primera vuelta. Ya tiene casi armado su gabinete, en el que no hay rastros de ultrakirchnerismo. Las nóminas aún están en suspenso, pero hay aprestos para darlas a conocer en dos semanas. Se observa en los equipos de campaña la incorporaciòn de Julián Domínguez, el hombre encargado de arar en los sectores productivos, con una gran mano del dirigente ruralista Eduardo Buzzi. 
Bajo la carpa de los gobernadores, los intendentes y la dirigencia polìtica y sindical del peronismo, Scioli tiene la posibidad de poder blindarse para construir su futura autonomía, como lo hizo Kirchner con Duhalde. Los referentes de esas estructuras no ocultan su ánimo de combate para conquistar los resortes del poder después de diciembre. En la entretela de la rosca se comenta que el plan secreto es desplazar a los miles de funcionarios colocados por Cristina y La Cámpora en las bisagras de decisión del aparato estatal. Los que conocen el paño justicialista, donde la regla básica es "el que gana conduce", intuyen que se avecina una interna dura que no se resolvería en menos de un año.
Uno de los pocos que pasaría el filtro, es Wado de Pedro, de excelente relación con el gobernador, cuando otros le daban la espalda.  Entre los que preparan las valijas se encuentra Julio Alak. El ministro de Justicia volvería a La Plata para ocupar esa cartera en un eventual gobierno de Aníbal Fernández. El ministro de Turismo, Enrique Meyer tampoco figura en los borradores naranja.
Un selecto grupo de actuales ministros buscan el 25O una supervivencia post-2016 en una banca. Sueñan con ir al Parlasur Oscar Parrilli (titular de la SI), Teresa Parodi (Cultura) y Agustín Rossi (Defensa). Y pretenden refugiarse en Diputados los camporistas Axel Kicillof (Economía), por la Ciudad, y por la provincia, Eduardo "Wado" De Pedro (Secretario General de la Presidencia) y Julio De Vido (Planificación). La cuñada presidencial, Alicia Kirchner, espera dejar Desarrollo Social para ser gobernadora de Santa Cruz.
En la AFIP, Ricardo Echegaray, tiene mandato hasta diciembre de 2016. En el sciolismo aseguran que lo dejarían un año al mando del ente recaudador, pero le podrían un número dos. Una variante es el actual ARBA Iván Budassi. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada ya tiene sustituto con Oscar Cuartango, su par bonaerense y uno de los pilares de la gestiòn sciolista. Julián Domínguez en tanto podría volver a instalarse en Agricultura, reemplazando a Carlos Casamiquela que volvería al INTA. En Seguridad se da como número puesto a Sergio Berni para reemplzar a la ministra Cecilia Rodriguez. Para los puestos de Alberto Sileoni (Educación) y Lino Barañao (Ciencia), por ahora no suenan reemplazantes fuertes. Diego Bossio también tiene un despacho asegurado. Se ocupará del plan de un millón de viviendas que prometió construir Scioli en cuatro años, en tanto que Miguel Gallucio podría seguir timoneando YPF.  El que no tiene donde aterrizar, es el titular de Aerolìneas, Mariano Recalde, aunque no trascendiò el nombre de su reemplazante. La ruleta ya se puso en marcha, pero la bola todavía está en el aire. Aún nadie puede asegurar que caerá en un pleno naranja. ¡Hagan juego!, señores

lunes, 28 de septiembre de 2015

Más carpetazos, presión alta y Chaco trajo un poco de alivio


A cuarenta días de los comicios generales del 25 de octubre, el kirchnerísmo logró oxigenarse con el amplio triunfo en las elecciones de Chaco y encima le vino como anillo al dedo que la Corte Tucumana convalidara el triunfo de Manzur. No obstante, el cuerpo le pasó factura a Daniel Scioli, quien no estuvo presente para los festejos. Cuentan en su entorno que el viernes pasado el candidato sufrió un pico de presión con desmayo y hubo que llevarlo a una clínica. Los médicos le hicieron exámenes y le recomendaron reposo, algo que seguramente no acatará en este tramo decisivo de la campaña. La noticia se mantuvo en el más absoluto secreto, pero asustó al estado mayor naranja. Todo tiene su explicación. En medio de los rugidos de una campaña feroz pocas veces vista, lo que más altera la presión sanguinea del inquilino de la residencia de la calle 6, es el aliento en la nuca que le pone Cristina en momentos en que está por cruzar la raya. 
Hace pocos días la presidenta le formuló una pregunta que lo paralizó: ¿Quién está estresado?. Tiene que ver con que Scioli acababa de disparar una frase de campaña en su tenaz cacería de independientes: "Yo vengo a desestresar el país". CFK no quiere ensayos que la saquen de caja. Está dispuesta a mantener alineada a la tropa hasta el último día de gestión y reaccionar frente a la mínima mueca de autonomia con que amague su delfín. No quiere que se le anticipe la teorìa del pato rengo.
Otro de los huracanes que inquietó a la brújula del ex motonauta y por lo que también le pasaron factura, tiene que ver con un hecho protagonizado por su amigo, Gustavo Marangoni. El presidente del Banco Provincia se dejó fotografiar en un asado con algunos dirigentes de la oposición que se mostraban sonrientes y la foto se viralizó por las redes sociales. Para Cristina esos actos no encajan con su doctrina. Carlos Zannini entonces fue el encargado de trasladarle a su socio electoral el profundo disgusto de la Presidenta.
En medio de la caldera de Olivos, Scioli se entusisma con las encuestas. Hay alegría en sus filas, porque los efectos del "Niembro gate", han hecho descender a Macri que hoy no logra superar los 28 puntos. Scioli logró saltar los 40, con lo cual está en los umbrales de ganar en primera vuelta. Todo gracias a que Massa está subiendo y restandole puntos al líder de Cambiemos. La nueva estrategia de la Casa Rosada es abrirle las puertas al lider del Frente Renovador para que avance lo que pueda y asfixie a Macri. Cristina hasta disparó órdenes de ponerle a disposición los medios oficialistas.
Además, se habla de nuevos carpetazos en las gateras. Más allá de focalizar en el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, denunciado por la Procelac por lavado de dinero, las versiones mencionan que le apuntarán a la candidata a gobernadora, María Eugenia Vidal, para poner a Anibal Fernández a salvo de cualquier riesgo. Probablemente le peguen por donde más le duele, por el costado de su marido, el concejal Ramiro Tagliaferro que es candidato por Cambiemos a la intendencia de Morón. 
Tagliaferro tiene lugares frágiles para que el enemigo los pueda perforar.  Se le observa pasado con el duhaldismo, al haberse desempeñado como diputado bonaerense. Además tuvo una incursión en el massismo, antes de saltar al PRO de la mano de su mujer. Los trascendidos indican que se le fogonearán  denuncias de mal manejo de fondos porteños. También están en la mira el vocero Miguel De Godoy y empresas contratistas de publicidad y obras públicas, un panorama rico en escándalos y que el oficialismo se encargará de llevar a buen puerto. Encima la torpeza del gobierno porteño le puso en bandeja al al FPV la clausura de los galpones del Canal de cable C5N, algo que no condice con la estela de libertad de prensa que despliega el equipo amarillo.
Pero con tal de no dormir a la intenperie, el peronismo es capaz de dinamitar lo que sea. Otro de los puntos de cañoneo tendrá que ver con multiplicar las voces entre sus lenguas más filosas, con el argumento que un gobierno de Macri "gobernaría solo para los ricos". La perla la encontró la guardia pretoriana de Cristina en una encuesta de Hugo Haime, donde un 44% de los encuestados reveló esa percepción.
Lo cierto es que octubre está a la vuelta de la esquina y el escenario va tomando forma. Los politólogos opinan que una mitad aprueba al Gobierno, la otra le baja el pulgar; el 62%, sin embargo, votó a la oposición y el 38% al oficialismo.Otro 61% prefirió candidatos peronistas y sólo el 39% a los que no lo son. Por último, apenas el 25% quiere cambiar todo lo que hizo este gobierno, mientras el 55% desea transformaciones parciales y el 20% mantener las políticas vigentes.
Algunos en tanto, en medio de esta ensalada de números se hacen la pregunta: ¿Y si Massa supera a Macri y entra en el ballottage?. Desde el cuartel K lo consideran imposible, ya que la distancia con Scioli es muy grande y se ensancha en la medida en que los votos anti K que pierde Macri van directamente al tigrense. El macrismo advirtió el plan y denunció un acuerdo entre Scioli y Massa, pero a esta altura de las circunstancias no resulta creíble, El "Niembro gate" devaluó a Cambiemos y puso sus defensas en riesgo.
Cristina se entusiasma con los primeros números. Un promedio de encuestas que le acercaron le indicó que Scioli tiene 41 puntos, Macri 32 y Massa 17. El viernes se movió: 42, 29 y 19. El massismo esgrime un tracking  de 3000 casos según el cual Macri bajó de 31 a 27% y Massa subió de 17 a 23.
En el Gobierno están convencidos que el votante de Macri le pasó factura porque no tolera la corrupción en un espacio que usó como bandera la transparencia. Massa advirtió que desde Balcarce 50 quieren usarlo y piensa endurecer su discurso. Pero de no suceder algún imponderable, parece como muy tarde para revertir la tendencia que marcan las encuestoras. Si continùa el drenaje, Macri se derrumba: 8 de cada 10 de sus votos son sólo anti K y parte de ellos se están mudando, buscando otra alternativa. La última medición de Ipsos Mora y Araujo que hace horas publicò el diario Perfil dice que Scioli mantiene ferréanente el 38% de intención de voto, pero que bajo estas circunstancias, llega al 42%. No obstante, ganaría por décimas y en caso de que la oposición vuelva a la carga con las denuncias de fraude, esta situación podría deslegitimar su eventual gestión. Al FPV se le hace necesario una victoria amplía, para no tener que atravesar el vía crucis de un gobierno frágil. La película está casi en el final, pero habrá que esperar que se enciendan las luces.

Luces y sombras en torno a los futuros inquilinos de la Rosada


En el tramo final de la campaña de río revuelto que se observa, el pescador más favorecido por ahora es Daniel Scioli. Se le han alineado los planetas y las encuestas en su mayorìa lo dan ganador en primera vuelta. Macri ha quedado paralizado por el rayo del "Niembro gate" y Massa le picotea las migas que va dejando en el camino. No obstante, el bonaerense como buen piloto de tormentas sabe que será su más difícil elección. Más aún si gana por décimas, lo cual podría ser aprovechado por la oposición para agitar las banderas del fraude. El mandatario bonaerense está obligado a ampliar ventajas  y para ello Buenos Aires es la carta donde deberá apostar fuertemente. En ese territorio próspero en votos, abreva el 40% del padrón y lo convierte en  la madre de las batallas. 
Pero en las últmas horas recibió con sorpresa un telegrama de Balcarce 50. Llegò vía Estela de Carlotto. La titular de Abuelas blanqueó con claridad el sueño que abriga el cristinismo. Señaló que un gobierno de Scioli “incluso puede ser una transición muy constructiva a la espera del regreso de Cristina”. Si Scioli accediera al sillón de Rivadavia, ya tiene en su poder el contrato de alquiler hasta el 2019, para que retorne el kirchnerismo a la titularidad.
Lo de Scioli es para el Guines de la resistencia y no hay que subestimarlo, porque siempre encuentra una puerta de salida. Estuvo paralizado casi cuatro semanas por plagas que lo lastimaron. Inundación, viaje a Italia, militante radical asesinado en Jujuy y escándalo en los comicios tucumanos. Pero su estrella lo sacó de la adversidad. Alguien alguna vez lo comparó con un corcho: siempre termina flotando. Tal vez sea la razón que lo marca como el favorito en la gran final de octubre. Macri por el momento no logra salir del corcet que le puso el "Niembro gate" y Massa cuenta los porotos de manera dramática, ya que su itinerario tiene el caracter provisorio que deviene de estar más lejos del resto para poder llegar a la meta.  
Scioli jugo fuerte en las últimas horas y presentó su plan económico en sociedad con la presencia de los gobernadores, una forma de demostrar su poder de fuego en un tramo decisivo de la campaña. La idea de aquí en más que promocionan sus escuderos es dar la sensación de gobernabilidad a futuro. Scioli cuenta con dos regiones seguras para hacer diferencia . En el NEA (Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones) y en el NOA( Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán) está el mayor potencial de votos del oficialismo. Además, su propuesta para el desarrollo, significa una manera cautelosa de señalar a Balcarce 50 que hace falta mejorar la perfomance de estos años kirchneristas. El ex motonauta puso toda la carne en el asador con mensajes claros y un panel de potenciales ministros: Mario Blejer, Miguel Bein, Miguel Peirano, Silvina Batakis, Gustavo Marangoni y Rafael Perelmiter, su contador histórico y hombre de confianza. Cada uno suma un título. Blejer el roce y la gestión con organismos de crédito internacionales. Bein es una mirada técnica a los más cotidiano. Batakis y Perelmiter, los ojos vigilantes del gobernador. Peirano la pieza clave del plan de desarrollo y Marangoni, la muestra clara de la administración del Banco Provincia. Otro de los pasajeros en el colectivo del FPV es el titular de la ANSES, Diego Bossio, una pieza fundamental para el manejo de un ambicioso plan de un millón de viviendas para construir en cuatro años de una eventual gestión.
Scioli fue cuidadoso en no disparar las alarmas de Olivos. Pero quedó claro que sonó a distinto. Admitió implícitamente la inflación, algo que el gobierno no hace y prometiò bajarla a un dígito. Prometió traer inversiones por 30 mil millones de dólares al año. Algo novedoso: devolver el IVA a los jubilados. No faltaron además los guiños a los sectores productivos como el campo y pasó el resaltador sobre las pymes. Todo en un marco con postales del viejo peronismo, con algunos retoques de modernidad.
Le potenció además el efecto cascada de lo politico. La presencia inesperada en el acto del dirigente ruralista Eduardo Buzzii, recientemente eyectado del FR, donde dijo haberse sentido decepcionado por Massa. Esa foto no cayó bien en Olivos, ya que históricamente Buzzi fue un fogonero del antikirchnerísmo durante la batalla con el campo por la 125. Y además exacerbó los ánimos cuando disparó que elegía a Scioli por ser "distinto". Si algo quería el candidato naranja para soltar amarras, sin que salga de su boca, era que alguien de peso como Buzzi y ajeno al oficialismo, lo destacara `por ese perfil. Tal vez esos mensaje subliminales le ayuden a captar al electorado independiente que tanto está buscando para no ir al balotaje.
El gobierno de Cristina Kirchner siguio muy de cerca el repertorio de su candidato y le prestó sus oídos. Se asegura que aprobó en líneas generales el plan de gobierno, aunque persiste la desconfianza hacia el mandatario bonaerense. Lo que buscaría CFK es establecer una suerte de libertad vigilada o auditoría desde el Congreso a través del ministro de Economía, Axel Kicillof, a quien para  el futuro lo ven cumpliendo el rol de presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. En el Senado, esa comisión podría seguir en manos del ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina. En los pasillos de la Casa Rosada se asegura que Kicillof sería el hombre de Cristina, tanto si Scioli es presidente como si lo es Mauricio Macri, de Cambiemos. 
Scioli calienta motoroes.  Aseguran que ya tiene delineado su gabinete, que se mostrará con un perfil federal, ayudado por la presencia de varios gobernadores en lugares clave. El candidato tiene en claro que el primer año es vital para construir confianza y poder, ya que después se vence la garantía.
A pocas cuadas de ese escenario, Massa también lanzó su propuesta. Anunció que trabajará con gabinetes temáticos.Sus cartas fuertes son José Manuel De la Sota, como coordinador del área política y con funciones parecidas a un Jefe de ministros y Roberto Lavagna articulando temas de economía y desarrollo, junto a un grupo de notables como Aldo Pignanelli, Martín Redrado, Guilermo Nielsen y Ricardo Delgado, entre otros. El tigrense se diferencia de sus rivales que aún no hablan de corrupciòn, ratificando que la justicia va a perseguir de por vida a los que le roben al  Estado y les rematará sus bienes. También promete lucha en todos los frentes contra el narcotráfico, eliminar ganancias, ponerle un impuesto al juego, a la renta financiera y a los laboratorios extranjeros, entre otras cuestiones. Su menú es cautivante, aunque muchos especialistas desconfìan de cómo lo hará frente al cuadro actual de la economìa.
Por el lado de Macri, hasta el momento no ha presentado plan, algo que le señaló el ex vicepresidente Julio Cobos, uno de sus socios polìticos, quien le pidió jugar a fondo y mostrar las cartas con los hombres que lo acompañarán. Al jefe del equipo amarillo se lo ve apagado. Como que ha quedado a mitad de camino por su escasa visión de construír polìtica, fundamentalmente cuando Massa lo invitó a armar una gran interna para derrotar al gobierno. Pero el tren ya pasó. Ahora sus asesores le han recomendado no responder a la andanada de denuncias que provocaron el naufragio y hundimiento del periodista Fernando Niembro y a las otras ollas que le van destapando desde el oficialismo. Tampoco se referirá a Sergio Massa, aunque fueron sus principales lugartenientes los que insistieron en la existencia de un "acuerdo" entre el candidato del Frente Renovador y el kirchnerismo. Hay quienes sostienen que café de por medio, Macri y De la Sota acordaron en las últimas horas un alto el fuego para no caer en el juego del oficialismo.
En el estado mayor del PRO están preocupados porque su jefe está estancado en las encuestas. Esta circunstancia, también inmovilizò a María Eugenia Vidal, que ya estaría siendo superada por Aníbal Fernàndez en la provincia de Buenos Aires. A la candidata se le ha observado en esta instancia, poca capacidad para esquivar las balas, lo cual hace pensar si en realidad tiene pulso firme para manejar una provincia como Buenos Aires. En medio del tembladeral,  Macri ya tendría definido su eventual gabinete. La idea es hacer un implante con parte del formato de su gobierno porteño.
Las versiones apuntan a que el  actual Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, ocuparía el mismo cargo en el plano nacional. “Es el único que sabe algo sobre la materia”, señalaron desde el riñón macrista. Para la jefatura de Gabinete es número puesto Marcos Peña, mano derecha del ingeniero en el gobierno porteño. Emilio Monzó ocuparía un sitio en la cartera del interior, que sería dividida y Guillermo Dietrich tomaría las riendas del Ministerio de Transporte. Para María Eugenia Vidal, también habrìa un lugar. Sería la Ministra de Desarrollo Social, siempre y cuando no resulte elegida gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Esteban Bullrich se encargará de la cartera educativa, como ya lo hace en CABA y Jorge Triaca iría al Ministerio de Trabajo.
A cargo de la cartera de Defensa estaría Juan José Gómez Centurión, ex combatiente de Malvinas y actual titular de la Agencia Gubernamental de Control. José Torello, histórico apoderado del PRO, iría a la Secretaría de Legal y Técnica. El Ministerio de Economía es el sector donde más ruido le genera. La cúpula del PRO se inclina por el economista Carlos Melconian, pero su nombre provoca rispideces dentro del partido y hay algunos que prefieren a Rogelio Frigerio, presidente del banco Ciudad. Otra opción es que Frigerio se haga cargo del Banco Central, donde competirá con Federico Sturzenegger, que hace fuerza para anotarse en el primer lugar.
Macri guarda además sillones para negociar con sus aliados políticos. Se estima que Ernesto Sanz podría ocupar un lugar en la cancillería. También se especula que ese lugar puede ser asignado a algún massista, si es que Macri llega al ballotage y el tigrense se encolumna detrás de él. En este caso, Martín Redrado suena con fuerza para ese cargo.
El reloj de arena comenzó a funcionar. Hay algo que caracteriza a los tres candidatos. Deberán enfrentarse a un escenario común y tormentoso : ver la manera de arreglar con los fondos buitre y salir a buscar dinero fresco al mundo, ir destrabando el cepo, bajar la inflación, resolver el déficit energético y poner en marcha un plan efectivo contra la inseguridad. El fantasma de la devaluaciòn, aunque con estilos diferentes, también está sobrevolando el escenario, aunque nadie se atreva a decirlo en voz alta. Habrá que ver quien será el dueño de la lapicera desde el 11 de diciembre para hacer la cirugía que haga falta. Esperemos que lo materialice de la manera menos dolorosa.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Tucumán, el peor escenario ante la inminencia de Chaco


Por Jorge Joury

Para el gobierno, la anulación de las elecciones tucumanas significa lisa y llanamente un “golpe de Estado judicial”. Lo cierto es que se trata de un hecho inédito en la nueva democracia argentina. Nunca, desde 1983, la Justicia anuló ninguna elección, aun cuando hubo denuncias de fraude. Ahora sobrevuela la amenaza de la intervención federal. El fiscal General ante la Cámara federal , Gustavo López, advirtió que esa provincia deberá ser intervenida el 28 de octubre si antes la Justicia no resuelve la situación de fondo de los comicios.
Daniel Scioli está preocupado. Teme que se metabolice la intranquilidad y la oposición planee instalar nuevamente la sospecha del fraude este domingo en el Chaco, la última estación antes de la gran final del 25 de octubre. Frente a este panorama, la piel ciudadana aún esta sensible. Será un test decisivo. Scioli, pide al cielo una primavera tranquila. Beneficiado en las encuestas por el “Niembro gate”, que lo dan ganador en primera vuelta por una diferencia de más de 10 puntos sobre Cambiemos, no quiere que se levanten olas.
Sabe que  al oficialismo le espera un triunfo seguro en las tierras chaqueñas y quiere la foto del lunes limpia de toda duda. Se ve levantandoles las manos a Domingo Peppo y Capitanich, sin objeciones. Desea además que Chaco se convierta en el empujón final para inclinar a su cántaro el voto de los indecisos. Su objetivo es disipar como sea el miedo a que se “tucumanice” la elección nacional y que la oposición desconozca también el resultado que surja del 25 de octubre.
Por estas horas cobra vigencia el alerta que disparò en las últimas horas  el jefe de los intendentes y alcalde de Florencio Varela, Julio Pereyra, al señalar que “hay que ganar en octubre con amplitud para que la oposiciòn no cope las calles”. El jefe comunal que conoce como pocos el paño electoral, añadio que “se están preparando diciendo que va a haber fraude . Ellos están trabajando para hacer lo mismo que hicieron en Tucumán a nivel nacional. Si no ganamos por una diferencia importante estos señores van a tomar la calle”.
En medio de la pirotecnia verbal, en los laboratorios naranja no descansan. Están cocinando acciones para asegurar que Chaco no se convierta en un espejo de Tucumán. Scioli mismo hablò con todo el arco partidario para que se trabaje a fondo, de manera de asegurar una victoria contundente y garantizar toda la transparencia del acto comicial. Pero el pronòstico no es bueno. El partido Vamos Chaco, que cuenta con el apoyo de Mauricio Macri, Sergio Massa y Margarita Stolbizer, denunció que existen  irregularidades en los padrones “con centenares de personas con más de 100 años y muchos muertos que figuran como activos”. Además dispararon que “están pagando 350 pesos por voto”.
No obstante, el oficialismo chaqueño se puso en guardia y alertó que la  oposición “planea generar hechos de violencia” con militantes de otras provincias” durante el desarrollo de las elecciones. El diputado provincial por el peronismo, Juan José Bergia,  detalló que el presunto plan de desestabilización consiste en “tres mil personas de la región que pernoctarán en casas de militantes de Vamos Chaco con el objetivo de generar episodios de violencia en cada escuela donde se vote”.
Intuyendo que esto pueda derivar en episodios escandalosos, Scioli no quiere ser pasto de las fieras en los títulares de los diarios del lunes. Intentará en Chaco cortar de cuajo todo intento que le contamine además el escenario de la gran final del 25 de octubre y que el día después se termine conviertiendo en una batalla dialéctica donde se cuestione la legitimidad del vencedor, lo cual sería el preludio de un gobierno débil por donde se lo mire. Más aún con las cuentas que sacan sus alfiles donde se podría evitar un balotaje por un margen muy justo. El escenario que se maneja es una diferencia de más de 10 puntos sobre Macri, aunque la victoria podria ser por centésimas.
Mientras tanto, en   el macrismo se muestran muy preocupados por el bajón de su lìder a raíz del caso Niembro. Les inquieta el crecimiento de Sergio Massa, que está impidiendo que el jefe de Gobierno porteño puede superar la barrera del 30%. Otro de los problemas es que no logra retener todos los votos de Carrió y Sanz que se estarían yendo a Margarita Stolbizer. Frente a este panorama, en el oficialismo se entusiasman con la posibilidad de que, aun cuando no llegue al 45%, Scioli pueda evitar el ballottage obteniendo el 25 de octubre al menos el 40% y más de diez puntos de ventaja sobre Macri. Para los observadores, difícilmente Massa pueda desplazar a Macri del segundo puesto, pero sí recortar algo su caudal electoral y permitir que el ex motonauta pueda soñar con imponerse por 42 a 31 o 41 a 30. Un resultado tan exiguo que, tras las denuncias que fogoneó la oposición en Tucumán, despertaría toda clase de sospechas.
En este mar encrespado, los votos que pueda perder el lider del PRO ante la sospecha del negocio turbio bajo su carpa,  probablemente emigren hacia otros candidatos opositores, que terminarían siendo funcionales a incrementar la distancia entre Scioli y Macri. Si hay algo que el peronismo guarda en su manual de estilo, es que una elección puede ganarse tanto a partir del crecimiento propio como de la división de los adversarios.

El "Plan Primavera" de Scioli y los fantasmas del Chaco


Las esquirlas de las elecciones en Tucumán todavía le duelen a la democracia. Pocas veces en la historia el sistema electoral mostró una página tan sospechosa. Este domingo llega Chaco, la última estación antes de la gran final del 25 de octubre y la piel ciudadana aún esta sensible. Será un test decisivo. Daniel Scioli, pide al cielo una primavera tranquila. Beneficiado en las encuestas por el "Niembro gate", que lo dan por ahora ganador muy justo en primera vuelta por una diferencia de más de 10 puntos sobre Cambiemos, no quiere que se levanten olas. Sabe que  al oficialismo le espera un triunfo seguro en las tierras chaqueñas y quiere la foto del lunes limpia de toda duda. Se ve l evantandoles las manos a Domingo Peppo y Capitanich, sin objeciones. Desea además que Chaco se convierta en el empujón final para inclinar a su cántaro el voto de los indecisos.Quiere disipar como sea el miedo a que se “tucumanice” la elección nacional y que la oposición desconozca también el resultado que surja del 25 de octubre. 
En los laboratorios naranja no descansan en fogonear acciones. Están cocinando para el lunes próximo el anuncio del "Plan Primavera" . En este borrador están trabajando Alberto Pérez, Miguen Bein, Silvina Batakis, Miguel Peirano, Mario Blejer, Diego Bossio y Rafael Perelmiter. Se trata de una suerte de catapulta para Scioli. Según los trascendidos, el mandatario en un eventual gobierno podría comprometerse entre otras medidas a un millón de créditos hipotecarios. La estrategia  es que desde el lunes 21 se empiece a reforzar la idea de la fortaleza del  candidato. El maquillaje de la presentación será bajo el telón de un "encuentro para el desarrollo" y tendrá como escenario el teatro Coliseo Podestá de La Plata. Allì, Scioli estará rodeado de sus asesores estrella y lanzará parte de las bengalas económicas que aplicaría si llega al sillón de Rivadavia.
Aunque las medidas se guardan bajo siete llaves, entre los anuncios figurarian:  bajar la inflación, fortalecer las economías regionales, generar inversión privada, ir levantando paulatinamente el cepo al dólar en la medida que vuelvan capitales, aumentar el trabajo en blanco y apostar a la ciencia y la tecnología como las llaves del futuro hacia un paìs industralizado y competitivo.
 Lo que no está claro, en cambio, si habrá mención a uno de los temas que más preocupa al candidato: el arreglo con los fondos buitre. Las primeras espadas de la residencia de la calle 6 no quieren correr el riesgo de jugar alguna carta que pueda generar un cortocircuito con la Casa Rosada. Apuntan a ser cautos, pero generando una suerte de golpe de timòn  para despegar al candidato y conseguir los votos que le faltan. Se trata de dar la pauta de que se viene un cambio para reforzar lo que falta por hacer, con un gobierno previsible que dignificará el diálogo con todos los actores.
Por esta razón, Scioli busca asegurar que Chaco no se convierta en un espejo de Tucumán y le empañe el plan de avanzada. Ya hablò con todo el arco partidario para que se trabaje a fondo, de manera de asegurar una victoria contundente y garantizar toda la transparencia del acto comicial. Pero el pronòstico no es bueno. El partido Vamos Chaco, que cuenta con el apoyo de Mauricio Macri, Sergio Massa y Margarita Stolbizer, denunció que existen  irregularidades en los padrones. El apoderado de ese espacio, el radical Adrián Veleff, presentó  una denuncia ante el Tribunal Electoral de la Provincia por la supuesta presencia de personas fallecidas, además de señalar casos de miles de votantes con más de cien años de vida. 
No obstante, el oficialismo chaqueño se puso en guardia y alertó que la  oposición "planea generar hechos de violencia" con militantes de otras provincias" durante el desarrollo de las elecciones. El diputado provincial por el peronismo, Juan José Bergia, dijo que recibió una denuncia anónima y detalló que el presunto plan consiste en "tres mil personas de la región que pernoctarán en casas de militantes de Vamos Chaco con el objetivo de generar episodios de violencia en cada escuela donde se vote". 
A sabiendas de que la oposición espera agazapada, Scioli no quiere ser pasto de las fieras en los títulares de los diarios del lunes. Intentará en Chaco cortar de cuajo todo intento que le contamine además el escenario de la gran final del 25 de octubre y que el día después se termine conviertiendo en una batalla dialéctica donde se cuestione la legitimidad del vencedor, lo cual sería el preludio de un gobierno débil por donde se lo mire. Más aún con las cuentas que sacan sus alfiles donde se podría evitar un balotaje por un margen muy justo. El escenario que se maneja es una diferencia de más de 10 puntos sobre Macri, aunque la victoria podria ser por centésimas.
Mientras tanto, en   el macrismo se muestran muy preocupados por el bajón de su lìder a raíz del caso Niembro y del crecimiento de Sergio Massa, que está impidiendo que el jefe de Gobierno porteño puede superar la barrera del 30%. Otro de los problemas es que no logra retener todos los votos de Carrió y Sanz que se estarían yendo a Margarita Stolbizer. Frente a este panorama, en el oficialismo se entusiasman con la posibilidad de que, aun cuando no llegue al 45%, Scioli pueda evitar el ballottage obteniendo el 25 de octubre al menos el 40% y más de diez puntos de ventaja sobre Macri. Para los observadores, difícilmente Massa pueda desplazar a Macri del segundo puesto, pero sí recortar algo su caudal electoral y permitir que el ex motonauta pueda soñar con imponerse por 42 a 31 o 41 a 30. Un resultado tan exiguo que, tras el escándalo tucumano, despertaría toda clase de sospechas.
En este mar encrespado,  no es improbable que el pescador más favorecido sea Scioli. Los votos que pueda perder Macri ante la sospecha de un negocio turbio bajo su carpa, difícilmente emigren hacia un oficialismo incapaz de aclarar tantos escándalos de corrupción. Pero sí a otros candidatos opositores, que terminarían siendo funcionales a incrementar la distancia entre Scioli y Macri. Si hay algo que el peronismo acaricia en su bola de cristal, es que una elección puede ganarse tanto a partir del crecimiento propio como de la división de los adversarios.

Cae Macri por el “choripán de oro” y se entusiasma Scioli


Por Jorge Joury

El manual dice que cuando se descubre un nicho de corrupción, hay que seguir avanzando porque hay otros. El caso Niembro puede ser la punta de un iceberg, ya que ahora de manera similar a La Usina, apareció la productora Sinergya. Otra firma que mantuvo contrataciones directas con el gobierno porteño por más de 22 millones de pesos. La SRL es propiedad de Avelino Tamargo, un ex legislador del PRO que la creó meses antes de dejar la función pública y comenzar su negocio privado.
Grupo Synergia es una productora que figura como vendedora de arte, pero en realidad se encarga de realizar eventos especiales, en su mayoría con el gobierno porteño. Al igual que La Usina se llevaron a cabo contrataciones directas que no aparecieron en el boletín oficial y están bañadas de sospechas. Parece un calco del “Miembro gate”, ya que pese a sus altos niveles de facturación tiene sólo tres empleados. Para que el lector pueda ubicarse,
la productora es conocida por promover el encuentro en el planetario que trajo a la Argentina al líder espiritual Ravi Shankar en el marco de “Fe Vida” en 2013 y el año pasado realizó en el espectáculo “Las elegidas” en el Teatro Colón donde cantaron artistas populares.
Según su página web, Sinergya nace en el año 2012, como una asociación de empresas vinculada a la producción de entrenamiento y abarca distintas temáticas en su exploración de contenido, entre las cuales se centra principalmente la organización de ferias y congresos, ciclos musicales y teatrales, contenido para TV y radio y la realización de espectáculos deportivos.
El Banco Ciudad, uno de los dos únicos clientes conocidos de La Usina Producciones, también encendió las alarmas y alertó a las autoridades mediante la emisión de tres Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), que entre 2013 y 2015 las cuentas personales de Atilio Meza y de la empresa que fundó junto al candidato de Cambiemos Fernando Niembro, realizaba movimientos de divisas sin justificar el origen de los fondos.
Nuevos dolores de cabeza para Mauricio Macri, que como se observa, perdió la gran la posibilidad de darle fundamento a su frente Cambiemos. Inexplicablemente, el líder del PRO terminó cayendo en la telaraña de lo que él critica del oficialismo. Y además con un costo electoral impredecible que augura pérdidas. El sociólogo y profesor de la UBA, Carlos De Angelis sostiene que por el “Niembro gate”, Macri ha caído en la intención de voto por debajo de los 30 puntos. El que ha crecido es Sergio Massa en 4 o 5 escalones, acercándose al segundo puesto. El premio es para Daniel Scioli, que está en el umbral de los 40, al borde de ganar en primera vuelta. Idéntico criterio comparte el encuestador Raúl Aragón.
La campaña en general puede ser sucia por donde se la mire. Pero lo que no se puede negar es que quienes fogonean las denuncias han encontrado suciedad para sacarle ventaja electoral. Más aún cuando las explicaciones ofrecidas en torno a la contratación de la productora La Usina, no aparecen a primera vista sólidas ni convincentes. La justicia es la que deberá dar ahora la última palabra, pero Niembro perdió su condición de buen candidato. Más allá de ser vulnerable, 21 millones de pesos del presupuesto que financian los porteños es muchísimo dinero.
La impericia empresarial del periodista deportivo es total. El haber configurado una empresa con un solo cliente y sin empleados, para sacar ventaja del Estado es lo más parecido a una grosería. De la misma forma en que la Justicia laboral entiende que un monotributista que brinda servicios a una sola empresa no es un proveedor sino un empleado de esa empresa, Niembro no le vendía servicios al Estado porteño, era un empleado del PRO al que se le pagaba por factura.
Tal vez Niembro para mostrar su limpieza, debería haber devuelto la suma hasta que se aclare la situación. Pero es tarde. La plata es lo primero que vuela. No solo Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta están bajo la lupa, sino cinco ministerios más donde se pusieron los ganchos de las contrataciones. Encima ahora se instaló la sospecha del reino de la mordida: un corredor que va del lavado de dinero a supuestos “retornos” de funcionarios
La tarjeta roja que le sacaron parte de sus votantes a Macri tiene su explicación. El Jefe de Gobierno porteño fue quien rechazó todas las propuestas para bajar a Niembro de la lista. Le dio todo su respaldo y lo alentó desde el vamos a contratacar, cuando asomaban los primeros dedos acusadores. Para coronar, lo llevó en las últimas horas a recorrer zonas del conurbano.
Si hubo una oportunidad para hacer otra cosa, el momento ya pasó, dicen hoy hasta los macristas que empujaron de entrada una actitud diferente. Hasta en las redes sociales algunos usaron con ironía la sigla: PRO CESADO, en directa alusión a Macri por el caso de las escuchas ilegales y la sepultada causa por contrabando. Aquello ocurrió cuando se lo responsabilizó de cobrar reintegros por exportaciones e importaciones de autopartes de la empresa Sevel al Uruguay. Hoy en el propio cuartel amarillo algunos comentan que Macri volvió a ser el caprichoso nene de papá. El mismo que cuando dirigía Boca interrumpía una conferencia de prensa de Bianchi para hacerle reproches o confrontaba públicamente a Maradona.
El líder del PRO, tal vez fatigado por el peso de la campaña, en el trecho final sin querer se la dejó en bandeja a Cristina. Le dio pie para que dispare con ironía la frase que a Niembro le dieron “el choripán de oro”, algo duro de digerir. Desde el espacio Cambiemos también se observan signos de fractura. La propia Elisa Carrió pateó la pelota para arriba, señalando que ella no fue la que eligió a Niembro en la lista. Y en medio de semejante tsunami, en las redes sociales hicieron circular un video del 2 de febrero de 2010, en el programa “Palabras más, Palabras menos” que se emitía en la señal de cable Todo Noticias. Allì Macri aseguraba que esa práctica de beneficiar amigos “es un drama en la política”.
Además, también le reconoció al periodista Ernesto Tenembaun que su partido, el PRO, lo “está haciendo, pero muchísimo menos que los anteriores” jefes de gobierno. Aseguró, entonces, que luchaba todos los días para que sus funcionarios no incurran en esta práctica de “resolver los problemas del entorno de la política y conseguirles trabajo a nuestros amigos”. Los archivos nunca perdonan.
Por lo pronto, en el “Niembro gate”, todo huele mal. No obstante quedaron decenas de expedientes para analizar y unos cuantos meses por delante para estirar el suspenso. Será hasta despuès de la elección, que es lo que busca el PRO.
Mientras tanto, Cristina y Scioli se pasean con Lula repartiéndose elogios. El gobernador bonaerense frente a este regalo que le hizo el macrismo con el “Niembro Gate”, tiene la gran posibilidad de dejar de ser un actor de reparto. ¿Se animará como le piden gobernadores e intendentes a timonear el último tramo de la campaña con la chapa de conductor del peronismo para obtener los puntos que le faltan?. La mesa está servida.

jueves, 10 de septiembre de 2015

El apagón de Don Niembro en “La Usina” millonaria del PRO


Por Jorge Joury

La polìtica siempre da sorpresas . El ” Don Niembro gate” y las denuncias sobre las facturaciones millonarias al Gobierno de la Ciudad, son una prueba de ello. El escándalo tiene sus beneficiarios directos. Aníbal Fernández y Felipe Solá, dos de los principales contendientes en la batalla bonaerense, se frotan las manos. No es para menos, se ha desplegado un telón de sospechas sobre el PRO y Cambiemos, perjudicando no solo a Macri, sino a la candidatura de María Eugenia Vidal, que venía subiendo en las encuestas y hasta superando al propio jefe de Gabinete. Además, la notoriedad del periodista sospechado y su calidad de vocero a nivel bonaerense, han hecho que el tema se ubique en el centro de la escena, desplazando el foco que había puesto la oposición sobre Aníbal Fernández, que venía coleccionando balas con críticas a su falta de compromiso en la lucha contra el narcotráfico y el consumo de drogas. Hoy tanto Macri como Vidal son protagonistas del escándalo. No hay que desviar el foco.Tienen el deber de hacerle frente a las denuncias, ya que como jefe y vicejefa de Gobierno porteño, son quienes autorizaron la contratación de la empresa del relator deporitvo.
El malestar por el caso tiene en vilo al equipo amarillo en momentos críticos de cara a la campaña presidencial cuando falta cada vez menos para el 25 de octubre, período en el que Macri intentará recortar los más de 3 millones de votos con los que se impuso Daniel Scioli en las PASO. Hasta sus voceros se vieron obligados a dar  un golpe de timón en su discurso con respecto a Niembro, luego de varios días de denunciar “una operación”. El propio Mauricio Macri, había dicho que “Fernando es un testimonio honesto, sincero, un peronista que siente que no se puede manipular ni esclavizar la pobreza y la relación con la Ciudad es absolutamente transparente, no tiene nada raro”.
La relación entre Niembro y Macri ganó en confianza con el paso de los años. Alguien cercano al periodista comentò que “Fernando fue uno de los grandes fogoneros de Mauricio cuando puso un pie en la presidencia de Boca.Casi siempre en sus transmisiones, buscaba darle vuelo. Tal vez esa popularidad hizo que llegue a la polìtica”. Por eso hoy sería impensado que el Jefe de Gobierno porteño deje a la intemperie a su “socio mediático”. Es más, en las últimas horas la cúpula del PRO decidió redoblar la apuesta y pasar a la ofensiva, denunciando que todo corresponde a “una campaña sucia pergeñada por Daniel Scioli y Aníbal Fernández”.
Sin embargo, a la luz de los últimos acontecimientos la olla amarilla empezó a hervir y aparecieron en la superficie dirigentes que se desmarcaron del ex secretario de Medios de Carlos Menem. Existen quejas internas por el episodio y hasta se habla de algún tipo de puja que habría originado que se ponga al descubierto la presunta maniobra. Tanto Federico Pinedo, como la candidata a diputada nacional Patricia Bullrich salieron a decir que el tema es para investigar. En parte es ésa la estrategia  PRO, pero se choca con el bloque de la Legislatura porteña, donde el macrismo evitó que un pedido de informes que solicitó el kirchnerismo se debata en el recinto. Lo que se intenta es que el escándalo no tiña la campaña del jefe de Gobierno mientras definen si el periodista deportivo debe renunciar o no a su candidatura.
En ese marco, la que puso el grito en el cielo, fue María Eugenia Vidal. Se quejó en su entorno de tener que pasarse la mitad del tiempo a la defensiva y dando explicaciones, sin poder abocarse al relato de su campaña que en los últimos tiempos mostraba significativos avances en las encuestas. Vidal siente que le entraron profundo y le escoraron el discurso de transparencia. Niembro es uno de los alfiles de la sonriente dama de Morón, el principal vocero y su primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Ahora se verá obligada a cerrarle el micrófono, por lo menos hasta que se calmen las aguas. La guardia pretoriana de Mauricio se lamentan del partido que hoy les toca jugar por la llegada de un famoso, que a diferencia de Miguel Del Sel, esta vez desató la peor de las tormentas. Le abona el terreno al oficialismo y  cierra puertas a futuros acuerdos con el resto de las fuerzas, en caso de un balotaje despuès de las elecciones de octubre.
Algunos se reprochan la llegada de periodista, señalando que no se puede aterrizar en la polìtica con la excusa de Cambiemos, cuando se tiene en la historia personal flancos tan vulnerables para la sospecha. Esto viene a proposito de la empresa relacionada con el periodista,  que segun denuncian recibió más de $ 21 millones en contrataciones directas del gobierno de la Ciudad entre 2012 y 2015.
Se trata de La Usina Producciones, la compañía que paradójicamente hoy le provoca un gran apagón al PRO y que fuera fundada tres años atrás. Así se convirtió en un importante proveedor de servicios del Estado porteño en los más diversos rubros, que van desde repartir volantes en la vía pública hasta la realización de encuestas de satisfacción. El escenario se presenta como grave y deberá determinarlo la justicia. Pero hasta aquí los más de 170 contratos presuntamente fueron ocultados y no figuran en el Boletín Oficial, como tampoco hay registros de las remuneraciones por más de $ 800 mil que recibió uno de los hijos del comentarista de fútbol o los más de $ 7,6 millones cobrados por Alberto Meza, su socio en La Usina Producciones y hasta la ONG que conduce su ex mujer, Mirta Brizuela, la “Fundación para el Bienestar Social de la Gente”, que recibió más de dos millones y medio de pesos  de parte de la administración macrista.
No obstante, el escándalo toma mayor envergadura ya que Atilio Alberto Meza, el ex socio de Fernando Niembro en La Usina, ocupa el lugar número 13 en la lista de candidatos suplentes a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires en el Frente Cambiemos. Meza, quien comparte participaciones accionarias junto a su hija Aldana en La Usina, quedó al frente de la empresa cuando Niembro la vendió, tras los contratos del gobierno porteño con los que obtuvo más de 20 millones de pesos.
Los coletazos del ” Don Niembro gate” obligaron al PRO a correrse del libreto, ya que se ha oscurecido la bandera de la transparencia que se había izado para el cambio.  También hay que decir que en el espacio hay muchos que se miran con desconfianza sobre la filtración de la información de los contratos.
El affaire Niembro es una espina para el PRO. Se da a poco más de un mes y medio de las elecciones del 25 de octubre, en medio de la disputa apretada entre Macri y Daniel Scioli como el eje más atractivo de la campaña. En los laboratorios amarillos se esfuerzan en señalar que las encuestas no sufrieron demasiados cambios en relación a las PASO  de agosto. Pero en Tiwitter sobrevuelan las menciones negativas para Mauricio. Temen que los coletazos puedan impactar también en María Eugenia Vidal, a quien tanto desde el oficialismo como del Frente Renovador con Solá a la cabeza, ya han puesto en la ganchera para iniciar la lluvia de dardos envenenados.
Por lo pronto los artilleros K no ahorran balas. Le tiran a Niembro con el dicccionario de barbarìsmos. De parecerse a  ” una cloaca”. O estar “más sucio que una papa”, deambulan las ofensas. Sergio Massa también se sumo al coro de detractores, señalando que “los corruptos tienen que ir preso y que es malo que alguien que plantea que es el cambio tenga métodos muy ligados al a vieja política como las contrataciones directas”.
Niembro es hijo del sindicalista metalúrgico Paulino Niembro, uno de los mentores y apoyos de Timoteo Vandor, todopoderoso dirigente de la UOM, asesinado en 1969. El comentarista deportivo juró por su madre que no cometió ningún ilicito y que se someterá a la justicia. Lo que llama la atención, es que las lenguas más filosas de la transparencia, como Elisa Carrió y  Graciela Ocaña, aún no hayan salido a defenderlo. Hoy las denuncias están en la esfera investigativa  y Niembro deberá esperar la palabra de la justicia. No obstante, las sospechas corren y le empezaron a facturar en contra al PRO.

martes, 8 de septiembre de 2015

La pesada carga de Scioli para ser la locomotora de los votos


Por Jorge Joury

Daniel Scioli tiene que lograr cuanto antes que el fantasma del fraude en las urnas tucumanas se desactive y deje de ocupar el centro de la escena. No puede darle semejante ventaja a la oposiciòn. Tal vez esa sea una de las causas por las que el candidato oficialista se muestra amesetado en la intenciòn de voto. Hay datos que le preocupan: la imagen de Massa ha comenzado a mejorar y María Eugenia Vidal le ha sacado un pequeño pelito de ventaja a Aníbal Fernández en la provncia de Buenos Aires.
Las calculadoras del oficialismo han trabajado a full después de las Paso y la conclusión es una :  habrá que usar el exprimidor a fondo en la Provincia de Buenos Aires para mejorar la proyección nacional y soñar con una elección sin balotaje.
Los actuales porotos  bonaerenses del FPV son considerados insuficientes. Se logró 39,5 puntos, cuando aspiraban a estar bien por encima de los 40 para asegurar una cifra nacional que colocara a Scioli en zona de improbable segunda vuelta. El registro provincial alimenta la necesidad de poner toda la carne partidaria a la parrilla para mejorar el posicionamiento en  octubre. Unidad y alineamiento, además de señales inequívocas de retono para los dirigentes que se fueron, principalmente hacia el massismo, son algunos de los deberes que le esperan a la dirigencia.
Además, habrá que poner la lupa en grandes ciudades entre ellas  La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca para mejorar la cosecha de votos. Otra de las tareas será poner la lupa barrio por barrio.
Frente a este panorama, se ha puesto el foco en los niveles de compromiso que deberán expresar los intendentes y otros jefes locales, en un clima cruzado aún  por disgustos partidarios de la interna, que se tratarán de zanjar en la cumbre del PJ en Mar del Plata.
Ninguno de esos análisis excluye, por supuesto, el papel y efecto de la candidatura de Aníbal Fernández. El interrogante obvio es si podrá capitalizar o no buena parte del voto que acompañó a su derrotado rival, Julián Domínguez. Pero el dilema es además si le permite crecer a Scioli aún reteniendo el grueso de aquel resultado conjunto.
De todas maneras,  a Scioli le espera la pesada carga de convertirse en la locomotora de los votos, frente a un electorado bonaerense que históricamente en el conurbano se ha mostrado reacio a cortar boleta.
Una de las nuevas estrategias que pasaron por los alambiques de los laboratorios naranja, para empezar a mover las agujas, es “peronizar” al candidato. Y para ello se lanzó un nuevo afiche de campaña con la frase: “Scioli Presidente”, sin el nombre de su compañero de fórmula, Carlos Zannini, y dejando atrás la palabra “victoria”, que reafirmaba a kirchneristas duros y desencantados la verdadera pertenencia del gobernador al movimiento. La decisión, que se tomó en la residencia de la calle 6 luego de mucho debate interno, busca consolidar la imagen de liderazgo del gobernador bonaerense y dejar atrás la que usó para las PASO.
El mensaje se enmarca en un plan que tuvo como primera puntada el respaldo público de varios mandatarios provinciales, como Juan Manuel Urtubey (Salta), Maurice Closs (Misiones) y José Luis Gioja (San Juan), entre otros. Incluso, al pie de la nueva imagen comparten cartel dos sellos, el Partido Justicialista y el Frente para la Victoria; toda una novedad. La explicación que dieron los alfiles del bonaerense es que la idea es dejar en claro la conducción política de Scioli, aunque se aclarò que “el espíritu no es marcar diferencias con nadie”, para no despertar las iras de la Casa Rosada.
El argumento de los creativos es  “mostrar lo que viene; hacia qué país vamos. La gente vota para adelante. De allí la idea del país del desarrollo y la producción que fogonea Daniel”, dijeron.
Será por ello que mostró una primera carta al  poner en vidriera a su economista estrella, Miguel Bein quien lo acompañó al programa Animales Sueltos. Allí Bein mostró parte de sus recetas para levantar el cepo al dólar, la polìtica de precios y la necesidad de negociar de la manera más favorable para el país la deuda con los fondos buitres y de esa manera salir al mundo a buscar dinero fresco a baja tasa de interés. Para despertar mayor confianza en el país, hasta dijo que él se había cansando de “hacer ricos” a muchos de los clientes de su consultora, aconsejándoles comprar títulos argentinos.
Además, para revertir el estancamiento que muestran las últimas encuestas algunos aliados, con Juan Manuel Urtubey a la cabeza, aconsejan a Scioli tomar distancia de Cristina y mostrarse como el conductor de riendas firmes para volver a eyectar la economìa. Por estas horas el candidato se debate en una opción difícil. La repetición de la liturgia oficialista ya dio todo lo que tenía y no queda resto. Pero debe tener cuidado, ya que la tentación de seducir al electorado no kirchnerista puede enfrentarlo con quienes lo catapultaron y convertir su proselitismo en un campo de batalla.
Hoy la mayorìa de las encuestas coinciden en que habrá balotaje entre Scioli y Macri y el suspenso se estirará hacia una posible gran final el domingo 22 de noviembre, con muy pocos votos a favor de uno y de otro. Ello significará que los candidatos terminarán extenuados y será el acierto o no de los consejos de sus asesores, los que jueguen de manera crucial para llevarlos a la victoria.
Un escenario apretado es el que más perjudica a Scioli y le hace temer que la oposiciòn pueda juntarse para derrotar al gobierno. Además, una posible victoria de pocos puntos dejaría al ex motonauta en una situación incómoda, instalando la sospecha de un posible fraude como ocurriò en Tucumán, desligitimando de esta manera su triunfo y por ende debilitando su futuro gobierno.
Las cenizas de la votaciòn en Tucumán han contaminado a todo el escenario político como pocas veces en la historia y las esquirlas aún sobrevuelan por el campo de batalla. Aunque nada tiene que ver con aquella foto, Scioli lleva la pesada carga de desactivar el plan de quienes quieren sentarlo en el tren de las sospechas.

La estrategia de los dos demonios y jugar a fondo de aquí a octubre



Por Jorge Joury

Después de que en Tucumán tropezara la democracia en medio de un escenario oscuro, tanto desde el sciolismo como de la oposición, han germinado nuevas ideas punzantes de cara a octubre. Por el lado del equipo naranja se supo que el plan consistirá en “demonizar” a Macri a los ojos de electorado peronista, radical y socialista, para juntar los votos que faltan y ganar en primera vuelta. De la otra vereda, no se quedan atrás y están pergeñando presentar a Scioli de la misma manera. Lo pintarán como el jefe de “una banda de señores feudales” aliados con La Cámpora, para perpetuarse en el poder. Al estilo de Montescos y Capuletos, se trabaja a full en los laboratorios partidarios para poner en marcha las nuevas técnicas de persuación, que prometen una previa de fuego cruzado pocas veces vista en el campeonato de las urnas.
Por el lado del sciolismo, quien lleva la voz cantante del denominado “operativo susto”, es el jefe de Gabinete Alberto Pérez, quien ya empezó a marcar la cancha, dando a entender que Macri  tiene un discurso apocalíptico sobre el futuro de la Argentina, va a gobernar para las elites, con un dólar de cincuenta pesos y no es materia confiable para los trabajadores y la industria nacional. Además se pondrá énfasis en señalar que se está dando de a poco el retorno de la vieja Alianza que catapultò a Fernando De la Rúa. Lo harán con la excusa de la foto que se sacó toda la oposición en bloque reclamando transparencia en el comicio de octubre. Acentuarán además que lo que buscan fogonear es la imágen de un país en llamas para sacar provecho en las urnas. Los alfiles sciolistas dirán entonces a tambor batiente que el bonaerense es el único que puede garantizar la gobernabilidad.
Alberto Pérez ya adiestró a su guardia pretoriana. Por un lado estarán los dirigentes encargados de gatillar el discurso positivo y de propuestas. En esta línea de ataque se ubicarán el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, el de Entre Ríos, Sergio Uribarri, el tiular de la ANSES, Diego Bossio, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, el titular de la CGT oficialista Antonio Caló y el jefe de la Fundación DAR, José Pepe Scioli. Por lo pronto, Caló ya  tiró la primera señal. Se encargó de difundir que Daniel Scioli le prometió a los gremios que si es ungido presidente, modificará el impuesto a las ganancias, primer paso y regla básica para diferenciarse del discurso kirchnerista.
El otro equipo, tendrá que meterse más en el barro y defender las polìticas naranja. Está compuesto por Jorge Telerman, Carlos Gianella y los legisladores bonaerenses, Alberto De Fazio, Guido Lorenzino y Martín Cosentino. Esta brigada ya hizo su debut con la denuncia de la campaña sucia con los trolls, en la que se responsabilizaron al macrismo de viralizar el descrédito por el drama de las inundacions a través de las redes sociales. A lo que se apunta es que Scioli recupere la agenda propia con anuncios de propuestas y se lo presentará como el líder de un equipo de trabajo que incluye a gobernadores, sindicalistas y especialistas económicos.
Enfocando a los votantes de Stolbizer y Massa , ahora  la idea del sciolismo es obligarlos a repensar su voto, mostrando que sus dirigentes son furgón de cola de Macri y de las estrategias del gurú Durán Barba. Scioli ha hecho  lectura fina de los últimos acontecimientos. Es real que no tiene responsabilidad en las irregularidades vividas en Tucumán. Tampoco en la muerte del joven militante radical en Jujuy. Menos en las innecesarias críticas del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, contra el futbolista Carlos Tevez por sus apreciaciones sobre la pobreza en esa provincia. Pero cada uno de estos hechos se instala como una espina en la agenda de la opinión pública y mina el camino del gobernador, sacándolo de la escena y bajándole la cotización. Ni siquiera Cristina lo favorece, ya que se ha lanzado como la principal artillera de descargar munición gruesa contra la oposición.
Uno de los asesores estrella, que hace base en la Fundación DAR,  asegura que estos acontecimientos le han hecho entender a Scioli que la oposición viene por el peronismo y nadie puede o debe desmarcarse pensando en salvarse solo, porque la intemperie es para todos. Además se le ha insistido que cuanto antes se hace necesario diferenciarse más de Cristina para no quedar tan pegado con el discurso oficialista y sumar independientes. Otro de sus deberes es tomar distancia de algunos señores feudales y sus procedimientos que le auyentan a ese electorado clave. No es una casualidad  que después del capítulo negro en Tucumán, Scioli muestre otra fachada recostándose en uno de sus preferidos, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, dueño de una imágen transparente, distinta a la de otros de sus colegas. Por estas horas, el joven dirigente hace análisis incómodos para la Casa Rosada. Se anima a decir cosas que Scioli piensa, pero que no se atreve a expresar. Una de ellas es sugerir que no negociar con los fondos buitre, nos está costando más caro.  O que Carlos Tévez tiene razón cuando señala que hay pobreza en la Argentina.
Por el lado de la oposición están pergeñando una suerte de “operativo naufragio”. Tiene que ver también con una suerte de demonización de Scioli. La idea del macrismo, casi calcada a la de sus oponentes, es mostrarlo ante la opinión púbica como “El Padrino” y al resto de los gobernadores como ” la banda de los señores feudales” . De esta manera apuntarán a  tabicarle la posibiliad de captar el voto de los independientes, un  terreno que el gobernador se encargó de abonar durante toda su trayectoria polìtica.
En el búnker amarillo están convencidos de que la foto de toda la oposición en bloque terminó por instalar que entre los principales candidatos a la presidencia hay dos campos. Están los que quieren seguir con el kirchnerismo y los que buscan el cambio. Ponderan además la presencia de Margarita Stolbizer, que siempre pregonó que su límite era Macri.
Desde este escenario la estrategia será patentizar un octubre rojo, es decir que lo que pasó en Tucumán se puede repetir primero en el Chaco y luego en la general, sino se cambia el procedimiento electoral. Dejarán en claro que los tropezones que tuvo Scioli en estas semanas, son estructurales y que le van a seguir ocurriendo porque son propios de su pertenencia a ese riñón de la polìtica que representan los caciques del interior.
Por lo que se ve en ambos campamentos, en este último tramo de cara al 25 de octubre, la batalla será a matar o morir. La buena relación que hubo entre Scioli y Macri y la tregua que se juraron, se hizo trizas. Sus esposas, Karina Rabolini y Juliana Awada, ya no se hablan y se mezclaron en la contienda. El infierno tucumano solo dejó cenizas aún humeantes. En ¨La Ñata¨ intuyen  que la campaña que planteará la escuadra amarilla hasta octubre será ¨ensuciar¨ las elecciones con el objetivo de consolidar una polarización entre Macri y el gobernador, encarnando el antioficialismo que busca la transparencia, frente a un gobierno que hace ¨fraude¨.
Faltan poco más de 50 dìas para votar al próximo presidente. De aquí en más, todos están dispuestos a jugar con fuego. Scioli tiene el enorme desafío de dar un salto de calidad discursiva que lo diferencie del envoltorio K. En tanto, la oposición envalentonada por la postal tucumana, empieza los prolegómenos de un entendimiento conjunto. lo cual no es fácil en semejante mezcla ideologica. Pero ello no basta, deberán hacer mucho más para impedir que Scioli no supere el 45 por ciento. En este escenario, la moneda vuelve a estar en el aire.