martes, 18 de agosto de 2009

19/08/2009

CARTA ABIERTA AL FUTBOL

Por Jorge Joury

Desde que la pelotita no rueda, querido fútbol, cuánto te extraño. Hasta te han interrumpido la tertulia de amigos en los bares. Se te ha privado de ser el protagonista de la discusión cotidiana, aquella en que todos nos disfrazamos de técnicos para armar el equipo perfecto entre comillas.
Hoy el césped no se despeina y el cemento está mudo porque le arrebataron el grito de gol.
La camiseta tampoco transpira. La secaron las discusiones de los hombres que te quieren manipular. Que querés que te diga, querido fútbol, yo te veo triste.
Te han puesto en penitencia. Hasta me imagino que te sacaron la roja, para que no te muevas del banco.
Tiene razón Maradona cuando dice que sin vos, este país es dramático. Es que ahora acentuamos las miradas en las miserias humanas que vos nos haces gambetear. No hacemos otra cosa que desparramar angustias y embarrar más la cancha con estupideces que nos dejan en orsay.
Dale de una vez por todas, pone en pantalla la película del amor a los colores. Dale máquina a la pasión, que nos queremos emocionar de vuelta.
Querido fútbol, volvé a subirte al bondi. Colgate del estribo con la bandera abrazada al cuerpo.
Dale, que me sale del alma aquel estribillo de que yo te sigo a todas partes y cada vez te quiero más.
Metele un centro a los que te organizan. Ponele la pelota en el área, para que la paren de pechito y de media vuelta la claven en la red.
Explotá de una vez por todas con el grito de gol que nos baña de euforia.
No te das cuenta que te dimos piedra libre, porque ya no queremos ser rehenes de una empresa que solo quiere que la red flamee los domingos.
Quedate tranquilo, porque parece que ya no te van a codificar más para unos pocos. Ahora vas a ser todo lo popular que te mereces, como el vino, la pizza y el tango.
Ahora te van a ver los pibes descalzos de La Quiaca y te vas a revolcar por la nieve de Tierra del Fuego.
Vamos carajo, decile a Grondona que se apure, que tiene plazo hasta mañana. No más.
Manda de una vez por todas un pelotazo a las puertas de los despachos. No te das cuenta que ahora tenés la posibilidad de ser libre, para que no pueda manipularte ningún monopolio.
Dale hermano, pegale un grito a todos y que sea de corazón. El pueblo te lo pide la p… que lo parió.
En el nombre de todos, no defraudes a esta hinchada que te quiere ver campeón. No me importa lo que digan, lo que digan los demás, yo te sigo a todas partes, cada vez que quiero más.
Querido fútbol, si esto te parece poco, te pido por Dios que toques pito y la pelota vuelva a rodar vestida de blanco.
Decile a los que te mandaron por un rato a los vestuarios, que es hora de masajearte. Enfilá hacia el túnel, la cabeza bien alta y el cuerpo erguido y volvé a trotar hasta el medio de la cancha en medio de una lluvia de papelitos y serpentinas.
Arrancá de una vez que los argentinos necesitamos corazón y pases cortos o Dieguitos y Mafaldas, como dice Sabina.
Hermano, Dios se sienta al lado tuyo. Dale, devolvenos el domingo.

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