miércoles, 27 de junio de 2012

Moyano juega con dos damas en su ajedrez político





Moyano se tiznó el rostro. Ya tiene el cuchillo entre los dientes. Está a horas de jugar una de las cartas más bravas de su vida sindical, nada más ni nada menos que contra el poder K. Sabe que si de algo no se vuelve, es del ridículo. Y juega todas sus fichas a la movilización hacia La Plaza de Mayo, teniendo en cuenta a su ejército de afiliados, estimados en más de 200 mil, y a los gremios que puedan aliarse. De allí puede salir robustecido para seguir al frente de la CGT, lograr piernas para llegar al 2013 o más aún, extender su aventura electoralista hacia el 2015.

Pero también sabe que si la jugada le sale mal, puede significar su muerte política. Desde el riñón de sus seguidores, comparan a Hugo, con los históricos líderes sindicales José Ignacio Rucci y Sául Ubaldini. Lo ven como el jefe reivindicativo de la defensa de los trabajadores y el paladín de la lucha contra el ajuste. Pero el perfil de Moyano, dista mucho del marco de austeridad en que vivían sus antecesores. Sus detractores lo comparan con el Lobo Vandor.

Dicen que es dueño de una fortuna incalculable, tanto o más de la que supieron amasar en su momento sus eternos enemigos,"Los Gordos". Los que le soplan en la nuca creen que Hugo la construyó a la luz del gremio más poderoso de la Argentina. Es más, aunque el gobierno siga castigándolo con la no devolución de los 15 mil millones de pesos que adeuda a las obras sociales, tendría espaldas para aguantar por largo tiempo, sin tener que contar las monedas para cubrir sus obligaciones con los afiliados.

Moyano hoy está en la mira de todos. Hasta del juez Norberto Oyarbide, quien ha desempolvado los pedidos de informe del gobierno Suizo que sospecha al camionero por una cuenta de supuesto lavado de dinero por 1.870.000 dólares, suma que estaría a nombre de un director de la empresa Covelia y de su esposa, firma que maneja la recolección de residuos en 12 municipios del conurbano bonaerense y en el Mercado Central.
Los que conocen la intimidad del líder camionero, sostienen que con el crecimiento de las arcas del gremio, mucho tiene que ver su "dama de hierro". Es la mujer que hoy maneja todo lo relacionado con las empresas que viven del sindicato y la obra social. Es la tercera esposa y madre del hijo más pequeño de Moyano. Se trata de Liliana Zulet, nacida el 13 de abril de 1959 en Lomas de Zamora. Es tan influyente en la vida de Moyano que se ha convertido también en una suerte de asesora política. Es más, quienes asistieron a la conferencia de prensa donde Hugo llamó al paro, detectaron un gesto que no pasó desapercibido a los presentes. Cuando Moyano culminó su oratoria, miró hacia la derecha donde estaba ella, levantó el pulgar y recibió como respuesta una sonrisa y un gesto de asentimiento. Los más allegados al camionero, remarcan que Liliana Zulet tiene una frase de cabecera que no escatima en los pasillos de la sede sindical: "el hombre tiene que ser presidente".

Liliana o "la señora", como se la llama en intramuros, hoy es la mujer más poderosa del gremio. Administra la empresa Larai S.A, la gerenciadora de los sanatorios y geriátricos de la obra social y hasta hizo instalar cámaras de video en los quirófanos, para supervisar a médicos y enfermeras. Zulet, además maneja la constructora del gremio, la empresa de seguridad privada y el taller de ropa de trabajo."Ella está en todos lados y Hugo ve por sus ojos", comentan en los pasillos.

Liliana está calificada como la "gran cajera", recaudando más de 6 millones de dólares al año, merced a un gerenciamiento que no conoce de pausas. A tal punto esta mujer es determinante en el tablero estratégico de Hugo, que lo sigue a sol y a sombra a todas partes y él la consulta sobre sus decisiones. Quienes estuvieron en el corazón del canal de noticias TN, la noche en que el camionero se pintó la cara en el programa "A dos voces", dicen que Zulet jugó un papel preponderante. Fue la que le hizo llegar a Moyano los mensajes de respaldo que recibía, mientras era entrevistado. El propio Moyano en determinado momento blanqueó la circunstancia, al admitir que los papers le eran acercados por su secretaria. Y lo dijo con ironía y mirada cómplice.

Esta rubia, al que algunos le ven un parecido físico a Cecilia Boloco, la ex de Menem, oficializó su unión con Moyano en el 2004, aunque algunos dicen que la relación venía de antes. Mientras Zulet, prepara sus uñas y cuida los números, Moyano teje su estrategia política. El camionero apuesta a una alianza política con el escurridizo Daniel Scioli. Sueña con una ruptura de éste con CFK. Pero a la vez observa a algunos peronistas no alienados con la Presidenta. En su grilla está el intendente de Tigre, Sergio Maza. Incluso pretende meter en la misma bolsa a Mauricio Macri. Todos los actores le son útiles en su futura ingeniería política, más los que en su momento recibieron los retos desde el poder. En horas sabremos que tan bien o mal le va con su primera aventura electoralista, que le costará al país 210 millones de pesos, una cifra muy alta como para alquilar por unas horas La Plaza de Mayo.

Paradójicamente, un 27 de junio de 1975 el sindicalismo peronista llenaba la Plaza de Mayo contra las políticas de Isabel y López Rega. ¿Será una coincidencia con el día que eligió Moyano?

No hay comentarios: