miércoles, 3 de octubre de 2012
El impuestazo de Scioli viene con frente de tormenta
Por Jorge Joury
No la pasa nada bien Daniel Scioli por estas horas. Tiene a su provincia movilizada. Trabajadores estatales, de la salud y la educación, con pintura de guerra y al borde de un ataque de nervios por el ajuste en esas áreas y la falta de presupuesto. Los efectos negativos de la última inundación, también suman nubes al panorama oscuro. Los funcionarios dicen que no hay un peso partido por la mitad, pero los profesionales nucleados en la CICOP denuncian que el gobernador gasta un millón y medio de pesos por día en publicidad, para sostener su imagen.
Quienes recorren los pasillos de la casa de gobierno en La Plata, señalan que los ministros caminan por las paredes, porque ya no saben donde más ajustar el cinturón para reducir gastos.
Como si fuera una rémora de lo que fue el peor momento de la pelea con el kirchnerismo, el gobernador hoy se encuentra frente a una encrucijada, que tiene paralelismos con aquella. Encuentra por delante el desafío de que la Legislatura le vote el presupuesto 2013, que encima viene con el salvavidas de plomo de un impuestazo. Todo el Inmobiliario Urbano, Patentes de automóviles y en el rubro de industrias, en Ingresos Brutos, conforman la frutilla de un postre que nadie se anima a hornear, menos teniendo en foco que se viene un año electoral, donde habrá que poner toda la carne en el asador. Es que la mayoría de los legisladores no quieren pagar el costo político de estas medidas, que provocarán un enorme rechazo, sobre todo en la clase media, que hoy ya ve licuar sus ingresos por los efectos perniciosos de la inflación.
La situación es por demás traumática para Scioli, toda vez que necesita, al menos en Diputados, lograr algunos acuerdos con las bancadas opositoras para aprobar el presupuesto.
El plan del gobernador es seducir a los representantes de otros espacios políticos, con la idea de lograr la herramienta que le permita al gobierno provincial no depender de los fondos nacionales. Aunque esa hipótesis cae bien en las bancadas opositoras, choca de plano con la soledad de sus legisladores en ambas cámaras, en donde todo es dominado por el kirchnerismo.
Por lo que ha trascendido, en el proyecto de Presupuesto se prevé un gasto total de 139 mil millones de pesos. Un nivel que implica un aumento del 22%, con relación a los 113 mil millones pautados para este año. En la práctica ese nivel significa que no habrá aumento real de las erogaciones, en la medida que, según estimaciones privadas coincidentes, la inflación se ubique encima del 22%.
En el marco del "Operativo Hiperausteridad", como se lo denomina en el Ejecutivo, los aumentos relativos mayores de gastos serán, por pedido del gobernador, para el área de Niñez y en menor medida, para las de Seguridad, Asistencia Social y Educación.
Con estas medidas el Ejecutivo prevé una diferencia positiva de 1.700 millones de pesos, entre gastos, los que hacen al funcionamiento del Estado provincial y los ingresos corrientes. Un saldo favorable que según apuntan los observadores, se achica a 500 millones, al descontar los pagos por vencimientos de intereses de deudas. Pero atención, porque los vencimientos de capital de deudas y los gastos de capital por la obra pública, invierten diametralmente el resultado y marcan un déficit financiero que obligará al endeudamiento de 13 mil millones de pesos, para afrontar esos items. A ese déficit, habrá que sumarle el aumento salarial, que si fuera del 20%, por ejemplo, sumaría otros 13 mil millones de pesos.
En cuanto a la reforma de la Ley Impositiva, los cambios más fuertes tienen que ver con el impuesto Inmobiliario Urbano. Lo que se proyecta es un aumento general, que surgirá de elevar 20 puntos el porcentaje de las valuaciones, es decir del 65% al 85%, que se toma como base imponible para calcular el gravamen. También se prevé el cobro de un adicional a quienes sean propietarios de más de un inmueble urbano. Para countries regirá plenamente el aumento de las valuaciones que se dispuso últimamente y no habrá ajustes en cambio, en el Inmobiliario Rural.
En lo atinente al rubro cobro de patentes automotores, se actualizará como todos los años la base imponible, según el valor de venta de mercado de cada modelo. Se creará además un Fondo Vial con ingresos por los impuestos Inmobiliario y Patentes, cuyo impacto en los contribuyentes no está totalmente definido.
Más allá de todas estas cuestiones, que serán motivo de tratamiento en ásperos debates legislativos, antes de fin de año habrá novedades de impacto en el bolsillo. Así se crearán sendas cuotas adicionales para los contribuyentes del Inmobiliario Urbano, que posean unidades valuadas en más de 350 mil pesos y para los de Patentes que tengan vehículos valuados en más de 110 mil pesos.
¿Donde hay un peso, viejo Gómez?, esa es la frase de ayer, que hoy acompaña la suerte de los que tiran de la cuerda del desgastado Estado bonaerense. La provincia más rica del país está en el fondo del mar, a un año de las elecciones legislativas. Todos se preguntan que pasó en estos años y por qué de la prosperidad y las obras, se cayó en este escenario. Al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
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