miércoles, 3 de octubre de 2012
Pedirán juicio político a Scioli y Casal, por el Caso Candela
Por Jorge Joury
El abogado Marcelo Mazzeo frunce el ceño, respira hondo y exclama: "el lunes próximo, presento ante la Cámara de Diputados bonaerense, el pedido de juicio político contra el gobernador Scioli y su ministro de Seguridad, Ricardo Casal". Uno puede presumir entonces, que el Caso Candela, vuelve a tomar el punto más alto de ebullición. Esto pasa a las pocas horas, de que cercado por las presiones, el ministro Casal anunciara públicamente, que se analizará la conducta de todos los efectivos cuestionados en la investigación.
Es la primera reacción institucional, desde que se conoció el crítico informe de la Comisión Investigadora del Senado. El abogado Mazzeo afina la puntería y dice : "Casal no podía desconocer lo que pasaba. Es lo mismo que yo vaya a asaltar un banco con 5 amigos, nos detienen y diga, pregúntenle a ellos, porque yo no sé nada".
La pelota que amasa Mazzeo en su estudio y que piensa hacer rodar en la Cámara Baja, es muy pesada. Tiene que ver con el crimen organizado, la droga, la trata de personas, el juego clandestino, la prostitución y el sistema de corrupción en las cárceles. Todo, confluye en un embudo inexorable: el Ministerio de Seguridad.
Mazzeo sabe que Casal, es la espada más filosa del gobernador y que el camino será duro. Conoce que Scioli lo defendió hasta de los propios embates que vinieron desde la Casa Rosada. El abogado, además es consciente, de que está tocando el bolsillo de la cúpula de la Bonaerense, que según él, es multimillonario. "Cada DDI recauda al mes entre 100 y 150 mil dólares, producto de la droga". Entiende además, que hay "millones de razones" para recibir palos en la rueda. Pero cree que en Diputados, pruebas al canto, las del Informe del Senado y las que piensa aportar, "hay elementos suficientes para desenmascarar lo más fétido de la Bonaerense".
Las conclusiones que existen, trascurrido un año del crimen más aberrante de las últimas décadas, marcan que institucionalmente nadie se puede despegar de las denuncias, por más distraídos que pretendan hacerse. El Comité de Crisis que se armó en el momento del secuestro de la pequeña, fue por orden de arriba y el peor de sus dislates, apareció cuando la primera hipótesis que se esgrimió, fue "averiguación de paradero". Ese fue el comienzo de la pérdida de un tiempo precioso, ya que las primeras 48 horas son determinantes para hallar a una persona secuestrada. Después recalaron las pistas y las pruebas de ADN, falsas, testigos de identidad reservada "truchos", la detención de "perejiles" , un juzgado y una fiscalía al servicio de los disparates y el tiempo se fue, alejando una verdad que hasta hoy aparece como irrecuperable, en el afán de hacer justicia.
En este marco, por lo menos la falta de conducción del Ministerio de Seguridad para controlar a la policía en esa instancia, es al menos, flagrante. Y en lo que tiene que ver con la cúpula uniformada, la "negligencia" es tan grosera, que no lleva hacia otro camino que el de la supuesta connivencia con el narcotráfico.
En los gestos y en las declaraciones públicas, hasta el momento el gobierno provincial había eludido definiciones y el propio Scioli se había fotografiado con algunos de los sospechados, como el jefe máximo, Hugo Matzkin, de quien se cree, será ahora la primer cabeza que ofrecerá el gobernador, por lo menos para calmar la tormenta y preservar a Casal.
Hay quienes aseveran que en este intento de calmar la fiebre, no se puede investigar a la policía con Asuntos Internos, ya que nadie se atrevería a "escupir el asado".
El abogado Mazzeo sostiene que la única forma de transparentar todo y destapar definitivamente el escándalo, es que el caso vaya a la justicia federal. De otra manera, no surge el marco adecuado de garantías, ya que "hay mucha gente que puso la pata sobre la olla, para evitar que el líquido salpique hacia lo más alto".
Los observadores de paladar negro, estiman que hay voluntad política a nivel legislativo. Lo mismo ocurre, en la Suprema Corte de Justicia, donde su presidente, el doctor De Lázzari, ya tomó nota y dio orden de meter bisturí a fondo. Lo que resta saber, es si la onda expansiva impactará sobre los muros blindados del P.E.
Si bien es cierto, que se está lejos de la verdad, para saber quienes fueron los responsables del crimen de la pequeña Candela, el sol ya no se puede tapar con una mano.
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