LOS ABUELOS DEL MIEDO
En lo que va del año se produjeron
1.200 asaltos a jubilados en la región
Por Jorge Joury (De la redacción de Infosur)
Tal vez sea uno de los delitos más infames. Difíciles de comprender, ya que las víctimas son los más desprotegidos. Aquellos que deberían vivir sus últimos años en paz, hoy son los más amenazados. Golpeados despiadadamente, con saña y alevosía, vejados y esquilmados de los pocos ahorros con que cuentan para pasar el resto de sus días, los podríamos denominar los abuelos del miedo. Las estadísticas a las que tuvo acceso Infosur, son por demás dramáticas: en lo que va del año se han producido más de 1.200 asaltos a jubilados en la región, a razón de cinco ataques diarios. Pero lo más escalofriante de destacar, es que un anciano es asesinado cada nueve días, como producto de la violencia desenfrenada de la delincuencia. La investigación que llevó a cabo Infosur, tiene relación con el último hecho ocurrido hace horas en Florencio Varela, donde una abuela de 77 años fue víctima de un brutal asalto. Golpeada, amordazada y atada en el baño de su casa en pleno centro, donde virtualmente permaneció por espacio de tres días, fue sometida casi a un estado de esclavitud incalificable. Sin embargo, logró sobrevivir de milagro.La víctima fue identificada como Estanislada Mari Kenia, de 77 años, quien el sábado por la mañana salió a la vereda de su casa alertada por los ladridos de su perra y fue sorprendida por dos delincuentes que a golpes de puño la introdujeron en su vivienda, ubicada en Mitre, entre Monteagudo y España y la sometieron al más terrible de los calvarios “Me pidieron plata, joyas, oro” dijo la mujer en la denuncia que quedó radicada en la comisaría primera de Varela. Los delincuentes se ensañaron con gran brutalidad para que la abuela delate el lugar donde ellos presuponían que escondía una importante suma de dinero. “Yo tuve que arreglar el auto y gasté dinero en eso, parecía que tenían el dato de que todavía los tenía en casa, no pudieron entenderlo” dijo Kenia.
OTRO CASO
El resurgimiento de estos hechos también tiene otro antecedente ocurrido en las últimas horas con un jubilado de 60 años que fue atacado a golpes en la puerta de su casa de Punta Lara, quien continúa internado en gravísimo estado.
El caso se descubrió a las 9 de la mañana del lunes, cuando Ramón Hilario Ferreyra fue hallado gravemente lesionado en el jardín delantero de su vivienda ubicada en 116 bis y 3.
Una ambulancia lo trasladó de urgencia al hospital Cestino, donde ingresó con severo traumatismo de cráneo y permanece internado en terapia intensiva.
Por el tipo de heridas que presenta, lo habrían atacado más de dos personas, con un elemento contundente. ¿Por qué? Esa pregunta no tiene, por ahora, respuesta. Las llaves de la casa estaban colocadas en la puerta, del lado de afuera, y a simple vista no se detectaron faltantes, aunque los delincuentes no habrían encontrado el dinero que suponían que había en la casa.
LOS MAS DEBILES
La consigna de los delincuentes, en su mayoría menores es, ahora, golpear al más débil, golpear con furia y también matar.
Los distritos más críticos -según los relevamientos oficiales- son la capital, La Plata y la zona sur del conurbano.
La modalidad delictiva de atacar a personas mayores preocupa a las autoridades bonaerenses. Tanto, que se pusieron en marcha jornadas para prevenir ataques contra jubilados, que incluyen representaciones teatrales para defenderse de los delincuentes. En tal sentido, se les enseña dramatizaciones de persuasión para evitar que los delincuentes los ataquen violentamente.
El presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados bonaerense, Clemente Altamirano, ante una consulta de Infosur señaló que "es necesario que el gobernador y el ministro de Seguridad tomen las medidas necesarias para solucionar este problema, que golpea a la gente indefensa. Nosotros pagamos los impuestos; el Estado tiene que darnos seguridad".
LISTA TRAGICA
Otro hecho reciente que sacudió a la zona, se produjo el 18 de noviembre pasado, cuando un matrimonio de ancianos fue asaltado en su casa del partido de Berazategui por ladrones que se llevaron unos 10 mil dólares y 700 pesos.
Los investigadores no descartaron la existencia de un entregador en el entorno familiar o de allegados.
El hecho ocurrió cuando al menos tres ladrones irrumpieron en la casa de la calle 19, al 2800, de Berazategui, y redujeron a Miguel Domingo Castiglia, de 82 años, y su esposa.
Otro crimen que conmovió a Berazategui es el de Juan Testana, un italiano de 82 años que apareció muerto, golpeado, maniatado y amordazado en su casa.
Según los datos obtenidos por Infosur a través de fuentes policiales de la región, hasta el mes pasado se produjeron más de 1200 robos a personas de más de 65 años y es asesinado un anciano cada nueve días.
ALARMA
La luz de alarma gubernamental ante la reiteración de los episodios se encendió cuando se lanzó una campaña de concientización que incluye la llamada teatralización sobre situaciones riesgosas. Así, se muestra a las posibles víctimas, con presentaciones en centros de jubilados, una obra de teatro en la que se les explica cómo actuar ante intentos de robo. La pieza, se titula Tiempos difíciles y es representada por policías y un grupo de teatro.
Pero los robos y ataques a jubilados lamentablemente se ha tornado una modalidad bastante común y habitual por parte de personas dedicadas a la actividad delictiva.Generalmente, los delincuentes, utilizan diversos ardid. Uno de ellos es ganar su confianza haciéndose pasar por prestador de un servicio público o amigo de un familiar. De esta manera sorprenden en su buena fe a nuestros abuelos y no sólo les sustraen sus pertenencias, sino que los sometan de manera tan cruel y violenta que muchas veces ha terminado en la muerte de la víctima.
También en algunos lugares de la zona sur actúan parejas que se manejan con un automóvil y la mujer lleva un niño en brazos, para no despertar sospechas. Cuando advierten que va caminando un anciano, se acercan a él. Tratan de ganarse su confianza y a veces con cualquier excusa, como que el niño necesita ir al baño o tomar un medicamento, logran entrar en el hogar y después terminan saqueando a sus víctimas.
CIFRAS ELOCUENTES
Si tenemos en cuenta las cifras por demás elocuentes de casi cinco ataques diarios en la región, debe ponerse sobre el tapete la necesidad de una respuesta rápida y elocuente de las autoridades responsables del área de seguridad. Si bien todo asunto que tenga que ver con ella es de fundamental importancia - sobre todo en épocas en que la inseguridad aqueja a la mayoría de los habitantes de nuestra provincia -, la modalidad en el proceder de los cacos y el grupo social al que está dirigido el ataque, merecen una atención especial, pues se trata de personas de la tercera edad, de la cual los delincuentes se aprovechan de su idiosincracia y credulidad - fruto de una formación de otra época -, para cometer los hechos más aberrantes que una sociedad pueda padecer: el ataque a los más desvalidos.
Aunque los investigadores descartan un rebrote de robos violentos asaltos, como tuvo lugar el año pasado en la zona, aseguraron que "Se acabaron los códigos del delito. En los últimos años se observa un crecimiento de ataques contra los sectores más vulnerables de la sociedad: los ancianos y los menores", explicó la fuente policial.
En el ministerio de Seguridad tomaron nota del fenómeno y convocaron a la ONG Red de Adultos Mayores para realizar reuniones en los barrios. Hubo varios encuentros de funcionarios y policías . "Se difundió un instructivo con sugerencias para prevenir ataques y la comunidad propuso desarrollar un servicio gratuito y voluntario de acompañantes para jubilados que cobran en bancos", explicó un funcionario a Infosur.
"Es difícil romper pautas culturales de estas personas que viven como hace 50 años. No podemos evitar que salgan a tomar mate en la vereda o que abran la puerta a desconocidos", reconoce una alta fuente del Ministerio de Seguridad. Uno de las trampas más utilizadas es el cuento que comienza así: "Señora, vengo de parte de su hijo a buscar un dinero que me debe y dijo que usted lo tenía...". La frase, aseguran en la Policía, derriba las defensas de los abuelos y abre el camino para el asalto, ya que en la mayoría de los casos los abuelos abren las puertas de su casa sin sospechar siquiera que pueden ir camino a la muerte.
MAS PENAS
Respaldándose en estadísticas policiales que marcan el aumento de los índices de criminalidad en el país y las denuncias de personas mayores que sufrieron esa violencia delictiva en los últimos tiempos, la Federación de Centros y Asociaciones de Jubilados y Pensionados de la Capital Federal (FECAFE) pidió al Congreso de la Nación que dicte una legislación en la que quede claramente establecido que el robo a ancianos en la vía pública o en sus propias casas se considere como delito no excarcelable. La FECAFE anunció que hizo extensivo el pedido a las legislaturas de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires. El objetivo -explicó el titular de la entidad, José Vilchez- es lograr que en cada jurisdicción se adopte un sistema único para castigar los robos a ancianos, sobre todo cuando se trata de asaltos en sus propias casas. En cada caso deberían regir legislaciones específicas, hasta que el Congreso sancione la ley definitiva. El dirigente además reveló que de acuerdo con informes en nuestro poder, el segmento de ancianos afectados por robos y asaltos se ensancha años tras año. Es hasta lógico que esto ocurra, porque en muchos casos las personas de edad están indefensas, con problemas de salud y la experiencia de atravesar una situación de este tipo puede dejarles secuelas irreversibles. Vilches consignó que en forma diaria y permanente recibimos denuncias de personas de edad y de centros de jubilados que nos informan que han sido asaltadas en algunos barrios de la Ciudad y, sobre todo, en algunos partidos del Gran Buenos Aires. Si bien todos somos conscientes de la ola de inseguridad que nos azota, creemos que deben arbitrarse las medidas para endurecer las penas contra los delincuentes en general, pero especialmente cuando cometan delitos contra ancianos.
Aunque los investigadores descartan un rebrote de robos violentos asaltos, como tuvo lugar el año pasado en la zona, aseguraron que "Se acabaron los códigos del delito. En los últimos años se observa un crecimiento de ataques contra los sectores más vulnerables de la sociedad: los ancianos y los menores", explicó la fuente policial.
En el ministerio de Seguridad tomaron nota del fenómeno y convocaron a la ONG Red de Adultos Mayores para realizar reuniones en los barrios. Hubo varios encuentros de funcionarios y policías . "Se difundió un instructivo con sugerencias para prevenir ataques y la comunidad propuso desarrollar un servicio gratuito y voluntario de acompañantes para jubilados que cobran en bancos", explicó un funcionario a Infosur.
"Es difícil romper pautas culturales de estas personas que viven como hace 50 años. No podemos evitar que salgan a tomar mate en la vereda o que abran la puerta a desconocidos", reconoce una alta fuente del Ministerio de Seguridad. Uno de las trampas más utilizadas es el cuento que comienza así: "Señora, vengo de parte de su hijo a buscar un dinero que me debe y dijo que usted lo tenía...". La frase, aseguran en la Policía, derriba las defensas de los abuelos y abre el camino para el asalto, ya que en la mayoría de los casos los abuelos abren las puertas de su casa sin sospechar siquiera que pueden ir camino a la muerte.
MAS PENAS
Respaldándose en estadísticas policiales que marcan el aumento de los índices de criminalidad en el país y las denuncias de personas mayores que sufrieron esa violencia delictiva en los últimos tiempos, la Federación de Centros y Asociaciones de Jubilados y Pensionados de la Capital Federal (FECAFE) pidió al Congreso de la Nación que dicte una legislación en la que quede claramente establecido que el robo a ancianos en la vía pública o en sus propias casas se considere como delito no excarcelable. La FECAFE anunció que hizo extensivo el pedido a las legislaturas de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires. El objetivo -explicó el titular de la entidad, José Vilchez- es lograr que en cada jurisdicción se adopte un sistema único para castigar los robos a ancianos, sobre todo cuando se trata de asaltos en sus propias casas. En cada caso deberían regir legislaciones específicas, hasta que el Congreso sancione la ley definitiva. El dirigente además reveló que de acuerdo con informes en nuestro poder, el segmento de ancianos afectados por robos y asaltos se ensancha años tras año. Es hasta lógico que esto ocurra, porque en muchos casos las personas de edad están indefensas, con problemas de salud y la experiencia de atravesar una situación de este tipo puede dejarles secuelas irreversibles. Vilches consignó que en forma diaria y permanente recibimos denuncias de personas de edad y de centros de jubilados que nos informan que han sido asaltadas en algunos barrios de la Ciudad y, sobre todo, en algunos partidos del Gran Buenos Aires. Si bien todos somos conscientes de la ola de inseguridad que nos azota, creemos que deben arbitrarse las medidas para endurecer las penas contra los delincuentes en general, pero especialmente cuando cometan delitos contra ancianos.
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