Los 2 casos sangrientos, el del joven asesinado en Bernal y el del hijo del empresario
de Lomas, encendieron luces rojas en la región y plantean la necesidad de reforzar el
aparato de seguridad, ya que hay 3.200 policías para cuidar a 4 millones de habitantes.
Debido a la ola de hechos de violencia, entre ellos los sangrientos secuestros de dos jóvenes, que se produjeron durante el último mes, se plantea la necesidad de contar con mayor custodia policial en la región, teniendo en cuenta la baja proporción de uniformados en relación a la población de algunas zonas. Los datos son más que contundentes, hay apenas 3.200 efectivos para cuidar una población estimada en cuatro millones de habitantes. Las últimas estadísticas señalan que en el país se produce un secuestro cada 55 horas. Este flagelo que parecía extinguido ha resurgido en los últimos días con los dos secuestros que sacudieron a la región y derivaron en el asesinato del joven Rodolfo González de 18 años, cuyo cuerpo con un tiro en la cabeza y parcialmente quemado fue hallado en la zona de Bernal, como el del hijo de un chatarrero de Lomas, por el que se pagó un rescate de 50 mil pesos, encendieron luces rojas para los pobladores.
ATEMORIZANTE
¿Volvió la “industria” del secuestro?, se preguntan con preocupación los vecinos de la zona, atemorizados por los dos episodios que causaron conmoción en los últimos días.
Aunque en general se piense en los secuestros extorsivos como una modalidad delictiva casi superada, que genera episodios aislados, lo concreto es que en el país hay un promedio de un rapto con pedido de rescate cada 55 horas, según estadísticas de la Procuración General de la Nación, a las que tuvo acceso Infosur.
En el informe anual que fue preparado especialmente para el Congreso de la Nación, se revela que durante el primer semestre del año pasado se abrieron 78 expedientes en el país bajo la carátula de secuestro extorsivo, lapso en el cual 17 casos fueron elevados a juicio una vez finalizada la instrucción de las fiscalías y 14 culminaron con sentencias condenatorias.
Según este estudio, 25 expedientes por raptos extorsivos se abrieron en el fuero Federal, 1 en el fuero de Menores y 25 en el fuero del Interior. De igual modo, esta situación, al menos la reconocida por las estadísticas para el primer semestre del año pasado, es sensiblemente menos asfixiante que en 2004, cuando se produjo el pico de secuestros extorsivos, con 475 casos.
BUSCADOS
En ese sentido, los números puros sostienen que la modalidad del secuestro extorsivo viene bajando en los últimos años, en base a un fuerte trabajo de los cuerpos policiales y el Ministerio Público, que incluso dispuso desde hace dos años el funcionamiento de una unidad fiscal especializada en este tipo de delitos (UFASE).
Por ejemplo, en todo el 2006 se denunciaron e investigaron 184 casos, o aproximadamente uno cada 48 horas, y para 2007 el promedio del primer semestre indica que la frecuencia fue de uno cada 55 horas.
en la cima de los delincuentes argentinos más buscados por la justicia, por su peligrosidad potencial y pasada, aparecen dos secuestradores, identificados como José Rodolfo Lorhmann Krenz, alias “el Ruso”, y José Horacio Maidana, alias “Potrillo”, dos sujetos que participaron de al menos ocho raptos extorsivos de gran envergadura, y que las fuerzas policiales buscan sin suerte desde hace varios años. Por información que permita capturar al dúo, el Ministerio de justicia ofrece 300.000 pesos de recompensa.
De todas maneras, fuentes policiales consultadas por Infosur, reconocieron que aún existen bandas con estructura y logística para desarrollar estas acciones. Sin embargo, advierten que la delincuencia va mutando cuando se ve cercada por la acción policial. Un investigador dijo que” cuando combatimos con fuerza el secuestro, pasan al robo de autos, bancos, la piratería del asfalto o al negocio de la droga, pero en definitiva son bandas con mucho poder económico que cuentan con lugares para guarecerse y contactos para obtener certera información de los blancos a los que apuntan”.
UNA LUZ ROJA
Las fuentes consultadas por este diario indicaron que “los dos casos de secuestro que se produjeron en la última semana, hay que tenerlos muy en cuenta como un llamado de atención y levantar la guardia. No sería extraño que esta modalidad vuelva a resurgir, ya que se trata de bandas que necesitan de abultadas sumas de dinero para mantenerse en la clandestinidad, así como para obtener armamento”.
Los investigadores indicaron que “hay gente muy pesada dando vuelta por el conurbano, dispuesta a matar con tal de obtener un jugoso botín. Generalmente se mueven en zonas de buen poder adquisitivo, donde eligen a sus víctimas, como ser hijos de empresarios sin custodia o de comerciantes, los cuales son presa fácil sobre todo los fines de semana cuando concurren a lugares bailables”.
El informante reconoció que “hay zonas del conurbano, como Lomas de Zamora, Banfield, Quilmes, Avellaneda y Almirante Brown, que suelen ser las elegidas para los secuestros o los denominados express, ya que viven familias de alto poder adquisitivo y donde harían falta mayor cantidad de efectivos para armar cercos de prevención”. También con idénticas características para las apetencias de los delincuentes se apuntó hacia la región Norte, como San Isidro, Vicente López, San Fernando y Tigre.
LA INSEGURIDADPero no son solo los secuestros los que ocupan la atención de las fuerzas del orden. La inseguridad es un fenómeno que se profundizó notoriamente en los últimos tiempos. Según los datos oficiales del Ministerio de Seguridad bonaerense, a los que tuvo acceso Infosur, en la primera quincena de noviembre en el conurbano aumentaron un 125 por ciento los robos a viviendas. Además, se triplicaron los asesinatos y hubo casi el doble de violaciones.Estas circunstancias generaron una ola de reclamos vecinales y de parte de funcionarios comunales, donde hasta se llegó a pedir, en el caso puntual de Lomas de Zamora, la presencia de la Gendarmería. Inmediatamente desde el gobierno provincial la respuesta no se hizo esperar, principalmente con la entrega de nuevos patrulleros para los distritos en los que se produjeron los hechos que más conmocionaron a la sociedad.EXIGENCIA MAYORNo obstante, según un relevamiento efectuado por Infosur, la principal exigencia de la población sigue siendo para que lleguen más policías. Es que Lomas, Echeverría, Almirante Brown, Lanús, Avellaneda, Presidente Perón y Ezeiza, forman una zona en la que sólo hay 3.200 efectivos para 2.237.657 habitantes, según el censo que se realizó hace 7 años, aunque las estimaciones extraoficiales señalan que la población de la región ya ronda los 4 millones. Es decir que hay 1,44 efectivo cada mil habitantes cuando lo ideal es que haya, según lo manifestado por las propias autoridades policiales, tres policías cada mil. Si bien la inseguridad es un problema que preocupa a los vecinos bonaerenses desde hace varios años, en octubre esta situación se agudizó por la ola de violencia que azotó a la región.
EN LOMASEn Lomas, la gota que rebalsó el vaso fue el asesinato del empresario metalúrgico e integrante del foro vecinal de seguridad, José Guarna, de 64 años.El empresario, como lo señaló en su momento InfoSur, había sido sorprendido el sábado 25 de octubre por un grupo de delincuentes cuando llegaba a su domicilio de la calle Bustos al 100 del barrio Parque Barón. Los ladrones intentaron llevarse una camioneta Ford Ranger y otras pertenencias del hombre, pero Guarna se resistió por lo que fue baleado y murió tres días más tarde, tras una agonía en una clínica de Temperley.Este asesinato conmocionó a la población y llevó a que en la sesión extraordinaria del 30 de octubre el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora resolviera por unanimidad declarar la emergencia en seguridad en el distrito y exigirle al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, el envío de más policías.Según reza el expediente, el proyecto de ordenanza que establece la emergencia en Lomas se basa en que “el distrito se encuentra entre los que registran mayor índice de actividad delictiva pero como contrapartida posee la menor cantidad de policías por cada mil habitantes”.Es que Lomas, que según el censo 2001 tiene 591.345 habitantes, cuenta con 670 policías, es decir 1,13 efectivo cada mil habitantes. NOVIEMBRE ROJO Si octubre fue un mes de altos niveles delictivos, las estadísticas demuestran que la situación en noviembre sigue siendo muy delicada. Según los datos oficiales del Ministerio de Seguridad bonaerense, que fueron aportados por las Jefaturas Departamentales del Gran Buenos Aires a Infosur, en la primera quincena de este mes el robo a viviendas en el conurbano creció un 125 por ciento en comparación a igual período del 2007. Además, se triplicaron los asesinatos y hubo casi el doble de violaciones.Las estadísticas son más que contundentes: mientras en la primera quincena de noviembre de 2007 se produjeron robos en 780 viviendas del Gran Buenos Aires, en igual período de 2008, la cifra subió a 1.870. Asimismo, los asaltos a los comercios pasaron de 830 a 1.992, en tanto que en las calles del conurbano, los atracos crecieron de 2.750 a 5.900.Los asesinatos, a su vez, pasaron de 39 a 119 y las violaciones denunciadas crecieron de 24 a 45.PREOCUPANTEOtra estadística que enciende un llamado de atención en lo que a seguridad se refiere, es la de la cantidad de policías que hay en la región en relación con la población. En una zona que cuenta con 2.237.657 habitantes, según el censo de hace 7 años, sólo hay 3.240 efectivos, es decir que hay uno cada 700 habitantes. El distrito de la región que tiene más policías es Brown (780), luego le siguen Lomas (670), Lanús (570), Avellaneda (550), Echeverría (430), San Vicente (150) y Presidente Perón (90).Según lo manifestado por el nuevo titular de la Jefatura Departamental de Almirante Brown, Carlos Perillo, lo más adecuado es que haya tres policías cada mil habitantes, sin embargo sólo en San Vicente (3,36) se da esa proporción, en el resto de los distritos todavía se está lejos de llegar a esa cifra: Echeverría 1,76; Avellaneda 1,67; Brown 1,51; Presidente Perón 1,49; Lanús 1,25 y Lomas 1,13.
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