Por Jorge Joury ( De la redacción de Infosur)
El esclarecimiento del secuestro de Leonardo Bergara se ha convertido en uno de los mayores desafíos para los investigadores bonaerenses. La investigación avanza lentamente, “pero a paso firme”, reveló ayer una fuente digna de crédito a Infosur.“Estamos frente a un enemigo de temer, que tiene una cadena de lealtades aún dentro de la fuerza, pero creemos que en cualquier momento alguien se va a quebrar”, dijo la fuente.
Mientras tanto, Infosur tuvo acceso al voluminoso expediente secreto de la causa, donde surgen datos relevantes, que permiten sacar algunas jugosas conclusiones, aunque está plagado de enigmas.
Mientras tanto Andrés Vitali abogado de Jorge López, dueño de la casa de El Pato donde fue encontrado encadenado Bergara, señala que “presentamos el recurso de apelación contra el auto de procesamiento. López dice que no tiene nada que ver con el hecho que se le imputa, no tiene responsabilidad alguna. De hecho cuando lo llama su jefe para que se presente, fue de forma urgente hacia la casa de El Pato a ver que pasaba”.
“A LOPEZ LO USARON”
Al ser requerido el letrado si López estaba en un tiroteo cuando liberaron a Bergara, el abogado señaló que “no, a lo que se refiere es una llamada al 911 tipo 12 o 12. 30, donde concurre en apoyo a la calle 630 y 529, en El Pato. Cuando llega al lugar, las patrullas que habían arribado de las cuadriculas le reportan que no hubo ningún tiroteo”. Vitali basa su defensa en que López no vive ahí.” La casa es inhabitable, creo que la luz la van a poner ahora y el baño está sin terminar. El lo que cuenta es que el viernes va a las 13.30 a la casa, a ver si los albañiles les faltaban materiales y para pagarles. Los albañiles se retiraron del lugar entre las 17.30 y las l8 y cierran la casa con el candado y el tornillo pasante. López cuenta que eran las medidas de seguridad en la vivienda. El dice que fue usado en esto”, sostiene el abogado.
En el expediente figura que por Leonardo Bergara se pagó un rescate de179 mil dólares, 107 mil pesos, una caja con relojes y otra con oro y joyas
LAS ESCUCHAS
En el expediente también figura el recorrido de las negociaciones a través de los llamados telefónicos, los que en su mayoría se hicieron desde teléfonos públicos cercanos a comisarías de la zona.
En tal sentido, la primera de las llamadas registradas es del 22 de diciembre a las 10.38, día del secuestro donde habla con la voz desfigurada, un tal Jorge.
- “Estas al tanto de lo que pasó. Tenemos a tu hermano. Queremos un millón de dólares. Te vamos a llamar mañana a las 3 de la tarde. Hiciste muy mal en avisarle a la policía. Si no me lo pagas ahora, te vamos a levantar a un hijo. La plata tiene que estar antes de las fiestas”.
Esta conversación, con el requerimiento de la banda, no fue grabada, pero es lo que declaró ante el juez Armella Gustavo Bergara, hermano de la víctima y el eje central de las negociaciones.
Posteriormente el 23 de diciembre, cuando las agujas del reloj marcaban las 15.55, Gustavo Bergara recibió en su celular otro dramático llamado. Una voz metálica que le advertía en forma terminante: “tenés el millón de dólares, mira que a tu hermano te lo vamos a mandar en una caja de zapatos”.
Al día siguiente, a las 14.30, los secuestradores volvieron a la carga, pero bajando sustancialmente la cifra: “Gustavo junta medio millón, si no te lo devolvemos”
Esto viene a cuenta porque el hermano de Bergara había hecho saber a los raptores que era imposible juntar un millón de dólares.
El martirio continuó el 25 de diciembre a las 19.41, cuando una voz le señaló a Gustavo: “esta todo mal, todo mal” y colgó.
Allí quedó una sensación amarga a ultimátum, que presagiaba que los delincuentes estaban apretando a fondo y podía correr peligro la vida de la víctima.
Pero lo más extraño que figura en el expediente, es que cuatro días después, el 29 diciembre le enviaron a Gustavo Bergara un mensaje de texto a su celular.
- “Gustavo deja de hacerte el pobrecito, júntame lo que quiero o de lo contrario cambio el trato con Leo y prepárate para lo peor. Hoy es mensaje mañana quiero escuchar que tenes los 500 verdes”
UNA PRUEBA DE VIDA
Gustavo Bergara entonces respondió pidiendo una prueba de vida: “Necesito escuchar que mi hermano esta bien de su propia voz. Este no es el mejor medio”, aludiendo al mensaje de texto.
Al día siguiente, a las 20.58 se produjo una nueva llamada de los captores: “Gustavo te va a hablar Leo. Confirmá la plata y hacemos la entrega. No te equivoques no soy Gerez”.
El tal Gerez, a quien aludía uno de los secuestradores, es un siniestro personaje que
secuestró a Gustavo Bergara unos años atrás, en lo que se conoce como una operación delictiva tipo expres.
Hoy los investigadores se preguntan cómo los delincuentes contaban con esta información, lo que los hace pensar en que podría tratarse de la misma banda o de otra íntimamente vinculada a ellos.
El 30 diciembre a las 20.59, según consta en el expediente, llegó la ansiada prueba de vida.
-“Habla Leo, la ultima noticia del día, es que encontraron un galeón en Puerto Madero. Por favor junta la plata que te piden, así pasamos año nuevo”.
FUE DESDE BURZACO
Los investigadores determinaron en este caso, que el llamado fue desde una casa en Burzaco. En el expediente al que tuvo acceso Infosur se indica que dos horas después la policía allanó el lugar, pero con resultados negativos. Se trataba de una vivienda donde alquilaban habitaciones y no pudo hallarse ningún rastro.
Pero al día siguiente, el 31diciembre los captores volvieron a la carga.
- “Cuanto juntaste”
Gustavo Bergara: 287 mil pesos…
Secuestradores: “Nosotros queremos medio millón. Sos un garca, con toda la plata que te robaste con los tachos de mierda que traes”.
Aquí surgen dudas y suspicacias en el marco de la investigación. Los denominados “tachos de mierda” podrían ser aparatos de comunicación, que según rumores, Gustavo Bergara habría vendido a la policía y donde se sospecha que quedó algún vuelto sin pagar. No obstante, aún no existen pruebas y todo pertenece al terreno de las hipótesis.
DIAS DE SILENCIO
Luego, los secuestradores mantuvieron varios días de silencio, generando un marco de incertidumbre por la vida del secuestrado. Hasta que el 4 enero, volvieron a aparecer en escena, con una temeraria amenaza.
El llamado fue cortante: “como va lo mío”…
Gustavo contesta: “junte 106 mil dólares.”
-“Vos sabes lo que tenes que juntar. Tu hermano hoy no come. Te vamos a mandar un dedo”…
Al día siguiente, a las 18.58, otra voz pastosa irrumpió en escena.
- “Cuanto juntaste”…
Gustavo : “tengo 115 mil dólares”…
Secuestradores: “Leonardo no va a tomar la pastilla para la presión. Desde el sábado no come”…
SE ACERCA EL “DIA D”
A partir de ahí viene una serie de negociaciones con los captores en distintos lugares, como en la casa de un amigo de la infancia de Leonardo. Este dato llama poderosamente la atención de los investigadores. ¿ Cómo supieron de este contacto?.
Queda en claro que los delincuentes tenían una radiografía acabada de la familia Bergara.
La agonía de los Bergara duró hasta el 22 enero, cuando llegaron las condiciones para el pago del rescate.
Secuestradores: “te quiero mañana a las 22.30 en el cruce de Etcheverry. Y no quiero policías, por que te lo mato, escuchaste”
Gustavo Bergara: “no, escuche bien”…
Secuestradores: “andá con la camioneta y combustible. no te hablo más. A las 22.30 te voy a llamar”…
El día 23, a la hora señalada y en el lugar indicado, Gustavo recibió la llamada
-“Ya estoy acá”…
Secuestradores: “carga nafta y te voy a decir lo que tenes que hacer”. Esto se produjo cuando Gustavo Bergara llegó a Chascomús, según consta en la causa.
CAMINO A PINAMAR
Posteriormente los secuestradores le manifestaron al hermano del empresario secuestrado que debía dirigirse hacia Pinamar.
Cuando ingresó a la ciudad balnearia, los delincuentes volvieron a comunicarse y le indicaron lo siguiente: “agarrad por la calle Bunge, hasta el parador de MoviStar. Ahí tenes un cartel de Banelco. En ese sitio vas a tener las instrucciones y te van a dejar unas cositas”.
En ese lugar el hermano del secuestrado se puso nervioso porque encontraba nada, hasta que en una maceta, a metros del lugar halló un teléfono con el cual a partir de ese momento se comunicó con los secuestradores.
RUMBO A LA FRONTERA
Gustavo Bergara fue guiado entonces por los captores. El auto que conducía se atasco en la arena y no pudo llegar hasta La Frontera de Pinamar. No obstante ello se pagó en ese sitio el rescate, compuesto por joyas y relojes, además del dinero. Todo fue previamente fotografiado por la policía.
Luego se señala que apareció un cuatriciclo en escena, donde los delincuentes se llevaron el botín. Todo esto fue observado por policías que custodiaron celosamente a Gustavo Bergara, en aquella noche cerrada, donde era dificultosa la visibilidad.
Ahora, según pudo saber Infosur, funcionarios y policías temen que les planten esas joyas para involucrarlos en el secuestro.
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