martes, 24 de febrero de 2009

LA ULTIMA VEZ FUE VISTO EN WILDE. OFRECEN CIEN MIL DOLARES POR SU CABEZA.

MAESTRO DEL SECUESTRO OCULTO EN LA ZONA

Es uno de los más temibles delincuentes en la historia del secuestro. Tal es así que el Gobierno ofrece por su cabeza, cien mil dólares de recompensa. Pero lo que más mete miedo, es que estaría oculto en la zona sur, al amparo de policías que lo encubren. Se trata de Rodolfo José Lorhman, conocido en el ambiente delictivo como el "Polaco, el "Ruso" o el "Alemán". En el mundo del hampa, se lo conoce como el “maestro de secuestradores”. La última vez que se lo vio, fue en Wilde, pero se escurrió al ser alertado por miembros de la policía de la zona, que actuarían en complicidad con él.
La suma que han puesto a la cabeza de Lorhman, es la más alta ofrecida para quien aporte datos sobre un prófugo en nuestro país. Pero a pesar de ello y de que las policías Federal, bonaerense y correntina lo buscan por su presunta participación en el secuestro del estudiante Cristián Schaerer, Rodolfo José Lorhman se mueve con tranquilidad por la región, según pudo saber Infosur en fuentes confiables. Es más, ha apelado a varias cirugías para cambiar de rostro, por lo que lo llaman, “el hombre de las mil caras”.
CASOS RESONANTES
Entre los hechos en que se cree que está involucrado Lorhman, es en el secuestro de Rodolfo González, el joven que fue secuestrado en Saavedra y apareció ejecutado de un tiro en la cabeza y parte de su cuerpo quemado, en un desolado paraje de la zona de Bernal.
Por los datos con que se cuenta, Lorhman “es un planificador nato en la industria del secuestro”, además de contar con dinero y logística suficiente como para mantener a una víctima lejos del alcance de las autoridades. También participó en el rapto de Patricia Nine, la hija del dueño de un Shopping de la zona de Moreno, otro hecho que conmocionó a la opinión pública. Se le adjudica entre otros episodios, el secuestro de la hija de un ex presidente paraguayo.
SIGUE ACTIVO
Hace más de 15 días días, el mismo día que Lorhman cumplió 44 años, detectives de la policía bonaerense recibieron un dato que indicaba que el prófugo estaba en Wilde. Pero alguien le avisó al presunto secuestrador de Schaerer que lo habían ubicado y huyó otra vez.
Fuentes dignas de crédito indicaron a Infosur que desde la clandestinidad, Lorhman sigue tanto o más activo, que cuando nadie ofrecía ninguna recompensa por capturarlo.
"Lorhman aparecería como el jefe de una gran banda integrada por policías y ex policías que se dedican a buscar jóvenes recién salidos de la cárcel, con no más de 30 años, a quienes enseñan los secretos de la industria del secuestro, doblaje de automóviles robados y piratería del asfalto", explicó uno de los investigadores que conoce muy bien la metodología del prófugo.
PASADO SINIESTRO
Lorhman tiene un pasado siniestro. Habría formado las bandas que secuestraron al empresario Franco Andreola, Ariel Perretta y Rodolfo González. En el último caso, que en su momento ocupó la portada de Infosur, la víctima fue raptada en Saavedra y asesinada en un descampado de Bernal, donde virtualmente fue fusilado y luego quemado parte de su cuerpo, de lo cual se informa en lugar aparte. Fuentes policiales revelaron a este diario, que al menos dos de los prófugos de esta causa serían delincuentes reclutados Lorhman.
En la resolución 1803 del Ministerio del Interior de septiembre de 2006, en la que se ofrecía en principio 200 mil pesos de recompensa por datos sobre Lorhman, éste aparecía con seis nombres distintos. Una de esas identidades había sido robada a un empleado del Automóvil Club Argentino de Lima, en el norte bonaerense.
"La única forma de permanecer prófugo durante tanto tiempo es porque cuenta con la complicidad policial, y Lorhman incorporó en su banda a policías bonaerenses y ex uniformados de esa fuerza de seguridad”, sostienen los investigadores consultados por este medio, quienes le vienen pisando los talones desde hace un tiempo.
“El Ruso”, se mueve dentro de la zona Sur. Tiene paraguas policial y permanentemente cambia de domicilio. Es un hombre de fuerte billetera, tan robusta, como para comprar voluntades .Cualquier negocio sucio que le acerque dinero, le cae bien”, señaló otra de las fuentes consultadas por Infosur.
UN INFILTRADO
Entre otras cosas, Lorhman logró infiltrar a un familiar suyo en la policía bonaerense", explicó una fuente judicial.
A estar de los trascendidos, se trataría de un sobrino del prófugo que se desempeñaba en el área de Comunicaciones de la policía bonaerense. Cuando en el Ministerio de Seguridad advirtieron la irregularidad, pasaron a disponibilidad al familiar del presunto secuestrador. Pero la jueza del Juzgado en lo Contencioso Administrativo N° 2, de La Plata, Cristina Logar, ordenó que fuera restituido en el mismo puesto.
En 2007, el gobierno nacional, por medio de un decreto, aumentó la recompensa a 100 mil dólares. En ambos pedidos, además de Lorhman también figuraba José Horacio Maidana, alias "Potrillo".
Maidana y Lorhman tienen un pedido de captura solicitado por el fiscal federal de Corrientes Oscar Resoagli, por su presunta participación en el secuestro del estudiante correntino, Cristian Schaerer, ocurrido el 21 de septiembre de 2003.
En la actualidad, nueve imputados, integrantes de la denominada banda de "Los Caniches", y Cristián Carro Córdoba son juzgados en el Tribunal Oral Federal de Corrientes por el secuestro de Schaerer, quien aún no ha sido hallado.
A pesar de que la policía lo buscaba por el secuestro de Schaerer, en septiembre de 2004, su lugarteniente Carro Córdoba integró la banda que raptó a Patricia Nine, hija del propietario de un shopping en la zona de Moreno.
TRIO DE TEMER
Lorhman, Carro Córdoba y Maidana formaron una banda que se dedicaba a cometer secuestros en la Argentina, Paraguay y Brasil. Uno de los hechos que la policía le adjudicó al grupo fue el secuestro de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas.
Según consta en distintos informes de inteligencia del Servicio Penitenciario Bonaerense, Lorhman y Carro Córdoba se conocieron en la cárcel, en la segunda mitad de la década del 90. Allí, Lorhman rancheaba con dos ex jefes de la superbanda de asaltantes de bancos y blindados: Oscar Hugo Sosa Aguirre, alias "Garza", también ligado a la banda del “Gordo” Valor; Santos Abdón Chávez, alias "Quico", y Rodolfo Pereyra Gallardo, alias "Bomba".
Por entonces, Lorhman y sus cómplices buscaban entre el "moscardaje" a aquellos "soldados" que reclutaban para concretar los asaltos. Daban vueltas y les molestaban como moscas, pero los necesitaba como mano de obra.
Así fue como Cristián Muñoz ("Hígado"); Horario López ("Lala"), y Sergio Leiva, alias "Negro Sombra", fueron incorporados por Lorhman a su séquito y dejaron de ser "moscas", para convertirse en "soldados". Pasaron así, de robar bancos a cometer secuestros.
Un sospechoso prófugo en la causa en la que se investiga el secuestro y homicidio de González -el muchacho raptado en Saavedra y asesinado en Bernal- es conocido sólo por su nombre, Ezequiel, y sería uno de los "soldados" de Lorhman.
Activo practicante de ritos umbanda, capaz de colocarse una peluca y pintarse con rouge para escapar de la policía, Lorhman sigue tan activo como siempre, a pesar de los cien mil dólares de recompensa y hoy es un fantasma que sobrevuela por la zona sur.

El Dato

A “El Ruso” Lorhman, quienes lo vienen siguiendo desde hace varios años, lo denominan “El hombre de las mil caras”.Creen que se ha hecho varias cirugías para transformar su rostro y así burlar a las autoridades. Es probable que hoy esté caminando por las calles de la zona sur, bajo una fisonomía más juvenil. Tal vez con un gorro, sin la barba que lo caracteriza en la foto con el pedido de recompensa. “Lorhman es un águila para escurrirse. Maneja negocios de desarmaderos, drogas, robo de autos, prostitución, pero su especialidad es el secuestro. Lo llaman maestro de secuestradores, ya que se dedica a preparar delincuentes que salen de la cárcel, no mayores de 30 años y a quienes adoctrina en el amplio abanico de las técnicas más sofisticadas en este tipo de delitos”, señaló una de las fuentes consultadas por Infosur. Encontrarlo es como buscar una aguja en un pajar, ya que cuenta con una cadena de cómplices, dentro de la propia policía, que trabajan para él y obtienen como beneficio, jugosos dividendos por sus servicios.

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