Por Jorge Joury
Finalmente, luego del clima de tensión y el fuego cruzado por la crisis económica en la provincia de Buenos Aires, el gobierno nacional abrió una ventana y le dio un poco de aire fresco a Daniel Scioli. La noticia llegó del cielo con otros 600 millones de pesos para que el gobernador complete el pago del medio aguinaldo. La "bendición" de Cristina, cayó después de un mes de tironeos, con retos públicos y reiterados pedidos de auxilio de parte de Scioli.
La foto que todos esperaban, llegó en las últimas horas. Cristina y el ex motonauta, luego de hablar durante un rato largo en la Casa Rosada, se mostraron frente a la prensa en el primer signo de paz.
La propia presidenta, le quitó el hielo a la situación y señaló con ironía: "bueno chicos, pareciera que estuvieramos firmando la paz con Siria". El humo de artillería, parece haber quedado atrás, frente a esta buena señal de convivencia, aunque muchos no apuestan demasiado cuánto durará la armonía.
Tal es así, que algunos de los conspicuos lectores de la realidad hablaban en voz alta, señalando que a Scioli lo había tocado la "mano de Dios". Y en esto, tiene que ver la aparición pública de Diego Armando Maradona, quien horas antes había irrumpido en el escenario con frases muy polémicas, que tal vez sirvieron para llamar a la reflexión a Montescos y Capuletos.
Como en el memorable partido frente a los ingleses, el verborrágico astro surgido de las entrañas de Villa Fiorito, gambeteó a todos y dibujó frases para la lectura fina. Dijo estar preocupado por Scioli y a Mariotto, lo apodó Craviotto, aludiendo al ex defensor argentino y hoy técnico de fútbol. "Banco a Cristina a muerte, pero Scioli es un amigo", dijo, en abierto desafío al coro de posibles detractores que se le puedan venir. "Estoy preocupado por Scioli. Fidel (por el líder cubano) me decía, que se rompan la cabeza, pero que no sufra la gente. Que se encierren en la Casa Rosada y jugale al ping- pong, cáguense a trompadas, pero no perjudiquen a la gente".
Y a reglón seguido, después de esta jugada maestra, el ídolo se ocupó de ningunear a Mariotto: "si el tipo esperaba el aguinaldo y vos sacás a hablar a Craviotto (por el vice), lo termina pagando la gente", disparó.
El astro madre de todos los tiempos, se subió al tren de la polémica, salvó la ropa de la presidenta y de Scioli y le dijo al resto de los jugadores, en su lenguaje claro y conciso, que en ese ping-pong, no están invitados. Habrá que ver si alguien se atreve a contestarle, especialmente "Pepe Galleta", como se definió Mariotto, ante la tapa de la revista Noticias que lo calificó de "El matón de Cristina".
Por lo que se ve, ya van apareciendo algunos heridos en la incipiente pulseada contra el gobernador de Buenos Aires. Y en este fuego cruzado de los apuros por posicionarse de uno y otro lado, una ambulancia pasó por Lanús para brindarle atención a uno de los averiados en el camino de las lenguas vivas, el intendente Darío Díaz Pérez.
El diccionario de la Real Academia define a la palabra torpeza, como falta de agilidad en los movimientos, acción o dichos poco oportunos. Ese traje parece ser el apropiado para Díaz Pérez, quien ha caído en desgracia en la Casa Rosada.
¿A qué viene esto?, muchos de preguntarán. No era que el lord de Lanús transmitió en su momento que Cristina había calificado de inútil a Scioli. Y hasta había sugerido que el gobernador debía renunciar. Parece ser que el pez por la boca muere y que esta actitud cayó muy mal en Balcarce 54, ya que según leyeron los mosqueteros K, a lo que apuntó el "gran Darío" fue sacar chapa de hombre cercano a la "mesa chica" de Cristina y lo que logró con su desmesura, fue victimizar a la figura de Scioli.
El hombre de "sangre caliente" de la avenida Pavón, no hizo otra cosa que despertar el enojo de la presidenta, por su onda expansiva ante más de un centenar de acólitos que le escucharon semejante dislate, con el objetivo de darse una importancia que no tiene en el escenario político.
Comentan en los pasillos de la Rosada, que hasta el propio Máximo Kirchner, dio orden de mandar un caballo de Troya para que se haga cargo de Díaz Pérez en el plazo perentorio. Y en tal sentido, el as de espadas de Cristina le bajó línea a Alejandro Julián Alvarez, dirigente con cargo más alto dentro de La Cámpora, para que desembarque en Lanús y construya su propio espacio político.
Tal es así, que Julián Alvarez ya inauguró un nuevo local de su agrupación en Monte Chingolo. Y se apresta a hacer lo mismo con otro, que estará ubicado en Valentín Alsina, pleno corazón de Lanús, donde Quindimil solía festejar sus cumpleaños con toda la retórica peronista.
Por lo que se ve, los desaciertos en política se pagan caro y las facturas llegan en tiempo y forma. Díaz Pérez, el hombre que en el 2007, con respaldo del kirchnerismo desplazó del trono al decano de los intendentes, Manuel Quindimil, de aquí en más también tiene fecha de vencimiento.
En estas cuestiones, los barones del conurbano más pensantes toman por los caminos del perfil bajo, cosa que no hizo Díaz Pérez, quien obligó a los memoriosos de la Rosada a ir a los manuales. Al recorrer su foja, observaron que durante el 2011, el jefe comunal fue reelecto con el 40,7% de los votos, uno de los porcentajes más pobres, frente a la cosecha de votos que obtuvieron sus pares para traccionar el contundente triunfo de Cristina.
Nadie resiste un archivo, menos el desmemoriado hombre de Lanús, quien días atrás también pegó el faltazo a un encuentro de intendentes de la Tercera Sección en La Matanza. Comentan que allí lo estaban esperando, no precisamente para saludarlo.
Y como las noticias vuelan, ni qué decir como lo festejaron en la gobernación. Uno de los espadachines de Scioli comentó que en su momento Díaz Pérez había sido muy favorecido con obras para Lanús. Y también dijo que "era uno de los aplaudidores más grandes que tenía Daniel en los actos". No se explicaban además, la forma en que "se le había salido la cadena".
En el marco de este escenario, hay que decir que hoy se vive un clima más descomprimido en el viejo edificio de la calle 6 entre 51 y 53. Sobre todo después del llamado telefónico desde la Rosada, donde la presidenta mandó a avisar que quería la presencia de Scioli en el acto en el Mercado Central en La Matanza. Allí la jefa de Estado no tuvo retos ni reproches, muy por el contrario, el gobernador encontró un marco adecuado a su investidura. Y más aún, después del encuentro en la Casa Rosada, donde llegaron los 600 millones para poder cumplir con el pago del medio aguinaldo.
Pero en la ciudadela Sciolista saben que la distensión, no es firmar la paz. Mientras tanto, el ex motonauta prepara uno de sus viajes más complicados, hacia las entrañas de los BINGOS, de donde piensa obtener entre mil quinientos y dos mil millones de pesos para renovar de manera automática y por decreto las concesiones, única vía para prolongar las existencias de oxígeno. Mientras se construye el camino del salvataje financiero, los asesores sciolistas miran de reojo hacia la legislatura. Saben que allí está la mirada atenta de Gabriel Mariotto. El juego es uno de los "items" más sensibles, sobre los que se propuso avanzar el vice cuando hizo su desembarco. El "piloto" de Lomas de Zamora tiene tres mil millones de "razones" por año para observar, que es lo que se recauda desde el rubro tragamonedas. Más aún, cuando los cristinistas creen ver en este negocio a personajes con oscuras intenciones políticas.
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