jueves, 29 de enero de 2009

MAL TRAGO

Casi el 50% de los chicos de la zona sur
inician la ingesta de alcohol a los 10 años

Por Jorge Joury (De la redacción de Infosur)

Mercedes tiene 12 años. Llegó al dúplex que su padre alquiló en San Bernardo en compañía de una amiga que la ayudó. Estaba casi el borde de un coma alcohólico. Había mezclado cerveza, luego bebió vodka y terminó con Fernet con coca. Un verdadero coctel letal, que tal vez una persona grande no llegue a soportar. Su padre quedó perplejo y suspendió las vacaciones para retornar a Quilmes, su lugar de residencia. Alberto M. hoy es un hombre preocupado y su angustia lo llevó a transparentar su historia a través de la página web de Infosur. Allí nació esta investigación que decidió encarar el diario, teniendo en cuenta que deben ser miles los padres de la región que pasaron por estas circunstancia dolorosa. Cuando nos pusimos a indagar descubrimos datos oficiales que hielan la sangre. Casi el 50% de de chicos de 10 años se vinculan a las adicciones a esa edad, principalmente el alcohol y la mayoría van a colegios de la zona, es decir que tienen formación cultural y provienen de clase media. Según cifras recogidas en fuentes confiables en algunos colegios públicos de la región pudo establecerse que en el pasado ciclo lectivo 8 de cada diez alumnos de primer año tuvieron dificultades en pasar a segundo año, en una situación atribuida al efecto nocivo de las adicciones que ya se aprecia en alumnos de entre 12 y 13 años de segmentos sociales medios y altos. Los casos se dan más en esta circunstancia en distritos como Quilmes, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y Almirante Brown y en menor escala en Florencio Varela y Berazategui.
PRUEBAS AL CANTOAdemás hay que destacar que otro estudio encarado por una consultora especializada en la temática educativa, pero que focalizó en la educación privada, destacó que el 40 por ciento de los alumnos de séptimo grado y el 98 por ciento de los estudiantes de quinto año consumieron alcohol en el mes anterior a una encuesta encarada por esa entidad.Mientras que para el primero de los estudios la edad de inicio experimenta una variación inquietante en las áreas marginales del Gran Buenos Aires, donde ya a partir de los 10 años hay chicos que se vinculan con las adicciones, para la consultora de temas educativos el “quiebre” hacia la adicción se produce entre los 14 y los 15.El informe sobre los casos de objetivos no alcanzados en la mayoría de los alumnos que asisten a diversos cursos de distintos colegios secundarios de la zona sur, estuvo a cargo de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), que encaróeste estudio en algunos establecimientos educativos de enseñanza secundaria pública.La investigación a la que tuvo acceso Infosur tuvo por objetivo establecer una hipótesis preocupante: el descenso de la edad de inicio en el consumo de drogas y como afecta ese paso en la educación, ya que la asociación atribuye al consumo mayoritariamente al consumo de alcohol y en menor grado a la marihuana, el mal rendimiento escolar.
EL PRIMER PASO La entidad precisó que las drogas de inicio que impactan en los chicos en sus primeros pasos en la adicción son el alcohol y la marihuana, ambas con proyección hacia otra instancia más “dura” del consumo de drogas: la cocaína, que aparece instalada en el futuro adictivo. Claudio Izaguirre, presidente de la AAA señaló a Infosur que ese estudio realizado al concluir el ciclo lectivo 2008, permitió corroborar que hubo establecimientos educativos de la región en los cuales en promedio el 80 por ciento de los alumnos de primer año tuvieron problemas para acceder al nivel siguiente.Entre los factores determinantes, Izaguirre señaló el no haber alcanzado los objetivos básicos que implicó que en los distintos cursos de las escuelas abordadas, un porcentaje de los alumnos con dificultades repitieron de grado y otros terminaron el año adeudandoun número importante de materias.El análisis que hace el titular de AARA es que esa situación es producto de los daños que generan en los adolescentes las adicciones que empiezan a filtrarse ya desde los 12 y 13 años, es decir que afecta “a chicos que pasan de la primaria a la secundaria”.ESQUIZOFRENIAAunque Izaguirre es cauto en dar los nombres de los establecimientos, confesó a Infosur que “una de las escuelas donde hicimos el relevamiento, arrojó como resultado que en nueve cursos de primer año el promedio de los chicos que no lograron pasar a segundo fue del 80 por ciento”.En realidad, en el establecimiento sometido a la investigación de la AARA ese promedio por colegio fluctúa pero en todos los casos, el número de alumnos que no alcanzaron los objetivos trazados en el primer eslabón del ciclo secundario es elevado y para Izaguirre “eso es una de las resultantes de la reducción de la edad de inicio”.Izaguirre pone la mira en que las causas del mal rendimiento en el colegio que después gravita en los aplazos, tiene que ver con los efectos nocivos que las sustancias de mayor consumo en los adolescentes -en mayor medida la marihuana- ejercen sobre la “memoria reciente” y que terminan generando en algunos casos “episodios de esquizofrenia”.“Hay una realidad en esta moda o recreación con que los chicos ingresan a la adicción -puntualizó-: estas drogas afectan a los adolescentes cuando el cerebro aun se está desarrollando y de allí los deterioros a futuro y la entrada a un mundo de autoexpulsiónprogresiva. De la escuela, primero, más tarde de la su casa y luego -concluyó- del sistema social”. El consumo del alcohol en los adolescentes traslada efectos negativos a la escuela.MALDITA CERVEZASegún los datos a los que tuvo acceso Infosur a través de una encuesta realizada en colegios privados por Programar estableció que la cerveza actúa como “disparador” de laadicciones en los adolescentes, que ponen a esa bebida alcohólica a la cabeza de sus preferencias, seguida por la combinación de bebidas blancas con cola.Además, la directora de la consultora, Patricia Haidbauguer, consideró que en ese acercamiento al alcohol los chicos esconden “una gran soledad”.En este caso juegan un rol principal factores sicológicos como la falta de comunicación de la familia con el adolescente. Muchos se despreocupan por lo que hacen sus hijos los fines de semana y hay quienes les festejan cuando beben una copa de alcohol, pero no les brindan el afecto y la contención que ellos necesitan, reveló el destacado psiquiatra Francisco Balmaceda a Infosur. Balmaceda aconsejó a los padres mantener un diálogo fluido con los chicos, para evitar que caigan en la trampa de quienes sostienen que alcohol libera las inhibiciones, ya que hay que destacar que cuando pasa el estado de euforia que produce la ingesta de bebida, se produce el efecto inverso, es decir se cae en estados depresivos que en muchos casos han derivado en suicidios.
Balmaceda aconseja a los padres poner al tanto a los adolescentes acercándoles toda la información posible sobre los efectos nocivos de las adicciones y las precauciones que hay que tomar para evitar las tentaciones de quienes lucran con este negocio letal. También el profesional centra la mira en el rol de los establecimientos educativos, donde los maestros deberían abordar con frecuencia estas problemáticas para monitorear las opiniones de los jóvenes para después transmitir sus impresiones a las familias.”Lamentablemente en nuestro país se invierte poco presupuesto en la prevención, mas bien se busca una efecto mediático por campañas publicitarias, lo cual no significa que sea el remedio para la epidemia que soportamos por estos días, donde la mayoría de los jóvenes creen que es una gracia o una suerte de bautismo de fuego, colocarse en situaciones límites con la ingesta de alcohol, que en algunos casos se convierte en el comienzo del camino hacia las drogas en la búsqueda de nuevas experiencia que –como ellos dicen- peguen más fuerte”.







PARA RECUADRO

El camino de la violencia sin límites

Según losa profesionales consultados por Infosur, uno de los grandes disparadores del abuso en la ingesta de alcohol, es la violencia. Este diario ha venido denunciando hechos de altísima gravedad ocurridos en la zona sur, que en algunos casos han terminado de manera trágica. Un ejemplo reciente de ello es el caso de un joven que el domingo pasado recibió un botellazo en la cabeza cuando caminaba por el centro de Pinamar quien continúa internado con pronóstico reservado por heridas cerebrales en el Hospital Interzonal de Mar del Plata, donde debió ser operado de urgencia.EL joven es José Luis Martín, de 19 años, oriundo de Pinamar, quien caminaba por la avenida Bunge cuando de repente cayó con fuerza sobre su cabeza una botella de cerveza.La policía informó que según el testimonio de testigos la botella fue arrojada desde el balcón de un edificio, donde había un grupo de adolescentes. Martín permanece en "grave estado, con heridas cerebrales. El impacto le provocó hundimiento de cráneo y debió ser intervenido quirúrgicamente".Por su parte el tío del joven, Miguel Martín, dijo que "está grave, en terapia intensiva pero ya no está en coma, reconoció a su madre y a su padre". Añadió que el episodio ocurrió el domingo, alrededor de las 7 de la mañana, "cuando José Luis iba a su trabajo en el corralón municipal". Hasta el momento no hay ningún detenido, aunque la policía está tratando de dar con un grupo de cinco jóvenes cordobeses que estaban de vacaciones en Pinamar y que abandonaron la ciudad el mismo día en que ocurrió el hecho. En este sentido, el hermano de José Luis, José Carlos, dijo que "los agresores fueron cinco cordobeses que apenas se dieron cuenta que se habían mandado una macana grande, juntaron las cosas, se fueron del departamento que alquilaban y le tiraron la llave al dueño por abajo de la puerta".
Es frecuente observar en las madrugadas de los dos boliches principales de Pinamar donde concurren miles de jóvenes, observar verdaderas batallas campales entre grupos que derivan con un saldo de numerosos heridos. En esos lugares la mezcla de alcohol con drogas, tiene vía libre y por el momento resulta incontenible, a juicio de un alto funcionario de la comisaría de Pinamar, que fue consultado por Infosur.”Nosotros no podemos actuar en el interior del boliche, sí en las afueras, pero se supone que deberían ser los dueños quienes deberían poner contención a estos desbordes e impedir la venta de drogas en esos lugares, donde pululan los vendedores. También deberían actuar en los casos en que los adolescentes llegan a la borrachera total y dejarle de vender bebidas. Pero ese es su negocio”, reveló la fuente.
El vocero policial reveló a Infosur que “hace unas semanas llegaron varios jóvenes en un BMW en horas de la madrugada a uno de estos boliches ya bastante cargados de beber en otro sitio. Al grito de !papi llegó¡ bajaron del rodado y tras efectuárseles un control de alcoholemia les retuvimos el auto y les aplicamos la multa referida. Pero estos muchachos no tienen conciencia que durante el trayecto podrían haber causado un grave accidente”.