martes, 29 de octubre de 2019

Poder repartido, sin cheque en blanco

Una vez más ha quedado demostrado que es increíble la capacidad del peronismo para recuperar el poder. No obstante, no se puede pasar por alto que Mauricio Macri incrementó en 2 millones 300 mil votos su mala perfomance en las Paso y achicó la distancia. Con cuarenta puntos en la billetera, sin discusión lo convertirá en el líder de la oposición



Esta elección ha dejado varias lecturas. Una vez más ha quedado demostrado que es increíble la capacidad del peronismo para recuperar el poder. Resalta con nitidez la importancia que tuvo la unidad en esta elección que marca su retorno a la Casa Rosada. Sin ese factor clave, Cristina Kirchner habría corrido serios riesgos de ser derrotada, si insistía en el formato que el kirchnerismo duro pretendía. Y en esta hora de victoria, Alberto Fernández, de quien se dijo que llegaba con el 5 % de los votos a esta fórmula del Frente de Todos, pudo articular el reacercamiento de los gobernadores del PJ y gestionar el regreso de Sergio Massa a la coalición peronista-kirchnerista. La actitud de Cristina dejando la principal candidatura a Alberto ha sido una decisión inteligente y su paso al costado ha sumado con esa unidad, a la que colaboró la ineptitud política del macrismo.  
No obstante, no se puede pasar por alto que Mauricio Macri incrementó en 2 millones 300 mil votos su mala perfomance en las Paso y achicó la distancia. Con cuarenta puntos en la billetera, sin discusión lo convertirá en el líder de la oposición y a futuro habrá que negociar con el, principalmente en la Cámara de Diputados. 
Otra postal del domingo es que las encuestadoras volvieron a ser protagonistas de las elecciones pero no por su precisión a la hora de pronosticar el resultado. Todo lo contrario: ninguna se aproximó al desenlace final que arrojaron las urnas. Algo similar había ocurrido en las primarias cuando ninguna consultora había vaticinado la contundente victoria de Alberto Fernández.
Con el mensaje de los votos, hoy el poder se encuentra más repartido en la Argentina. Macri tiene la lapicera hasta el 10 de diciembre. Pero Alberto Fernández cuenta con el peso del electoral y la urgencia por evitar que el deterioro económico lo encuentre dentro de 40 días con las arcas exhaustas y capacidad de maniobra reducida. 
Pero atención, el resultado nos está marcando que no hubo cheque en blanco para los futuros inquilinos de la Casa Rosada y que la economía en rojo no es un veto político uniforme en la sociedad. Alberto Fernández no cogobernará, pero tiene el peso desde hoy de la opinión sobre las medidas que afectarán el inicio de su gestión. La más urgente, la caída de reservas del Banco Central para no arrancar su gobierno con las arcas pidiendo la hora. En el Frente de Todos se preparan para gobernar desde hace meses, pero el escenario que dibujó el resultado electoral seguramente impondrá algunas modificaciones. No hay que olvidar que Cambiemos mantiene el poder político en la ciudad de Buenos Aires, y los gobernadores, un sector de peso interno, perdió un poco de kilaje. 
Cuando  Macri anunció el encuentro con Alberto F, Macri ya sabía que había ganado la elección en Córdoba, Mendoza, la Capital Federal, Santa Fe, Entre Rios y San Luis. El escrutinio provisorio esta vez había funcionado mejor en cualquier otra elección en la historia argentina, lo que además alejó rumores sobre la empresa Smartmatic,   
Como contrapartida, se fortaleció la influencia de Cristina Fernández y su poderío electoral en el conurbano bonaerense que representó Axel Kicillof. Quedó claro, que el Frente de Todos volvió a tener un desempeño aplastante en el Gran Buenos Aires, donde ganó en la Tercera Sección, que incluye a los grandes distritos de La Matanza y Lomas de Zamora En tierra matancera la diferencia fue de un 40%. En Lomas de Zamora, de un 30%. En Almirante Brown, de un 35% . En la Primera Sección, donde pesan Massa y el intendente de Merlo Gustavo Menéndez, la diferencia fue de un 16%. El peronismo recuperó distritos poderosos como Quilmes, Tres de Febrero y Morón.  También puso un pie firme en la ciudad de Berisso, un bastión histórico, donde Fabián Cagliardi venció al radical Jorge Nedela con más del 60% de los votos. Mario Secco volvió a ratificar su liderazgo en Ensenada, donde opbtuvo otro triunfo arrasador. Y además, un dato a destacar, es el triunfo de Julio Garro en La Plata por casi 8 puntos sobre la ultrakirchnerista Florencia Saintout.
De los 135 municipios de la Provincia, desde el 10 de diciembre, 70 serán gobernados por intendentes peronistas, 62 por jefes comunales de Juntos por el Cambio, 2 por vecinalistas y uno por un alcalde que compitió con la boleta de Consenso Federal. Sólo hubo 22 municipios que cambiaron de color político
Cristina de Kirchner no dudó un momento en adjudicarse por completo el triunfo en la provincia de Buenos Aires. Lo dijo en su discurso en el bunker de Juntos por el Cambio. Sin vueltas: hablo de " mi ex ministro de economía y ahora gobernador. Lo siento como un reconocimiento político, que lo es”. Fue ella la que le pidió a Macri que gobernara hasta el último día de su mandato con responsabilidad, después de haber escuchado el mensaje de Kicillof en el mismo escenario.
De todas formas en este caso también fallaron casi todas las encuestadoras, ya que la diferencia entre Kicillof y María Eugenia Vidal quedó en 14 puntos, cuando los pronósticos anunciaban algo parecido a 20.
Cristina de Kirchner quizás no esté presente en el país durante el armado final del Gabinete de Alberto F. Por estas horas se especula con un nuevo viaje a Cuba entre el primero y el 15 de noviembre, lo que le restaría centralidad en ese proceso.
Hoy en la Argentina tenemos un nuevo mapa, que tiene su correlato en un Congreso donde ningún partido tiene mayoría absoluta. Este es el condicionamiento que tendrá Alberto F. para tomar algunas medidas. El campo nuevamente votó masivamente a Macri y en un porcentaje que anuncia resistencia frente a algunas medidas como una suba de retenciones a las exportaciones, que siempre están disponibles en medio de una crisis. El resultado final también aporta limites: la influencia del voto puro cristinista en el total del Frente de Todos fue mayor a lo esperado y, por lo tanto, le da más juego aún a la ex presidenta.  
El encuentro de las últimas horas entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, representa claramente un acto de civilidad política que buena parte del país y en especial los mercados estaban esperando. 
Alberto Fernández está dispuesto a construir una especie de “transición” financiera hasta el 10 de diciembre, siempre que el actual presidente respete una consigna innegociable: deberá mantener las reservas del Banco Central como eje máximo de la política cambiaria, discutir toda medida de incremento fiscal que el Ejecutivo quiera tomar y renunciar a cualquier tipo de discusión unilateral del manejo de la deuda externa.
El segundo mensaje será hacia dentro de su propia tropa. Señalará que no hay tiempo para los festejos, y se deberán preparar para aceptar muchas medidas impopulares para estabilizar la economía. O, al menos, lejanas al expansionismo económico, fiscal y financiero que, especialmente el sector más kirchnerista y duro de sus votantes, hubieran esperado. 
El temor de muchos albertistas, especialmente de varios de los que esperan tener responsabilidades importantes en eventuales equipos económicos, negociaciones con acreedores internacionales y directorios en el Banco Central, es que desde el kirchnerismo puro y duro se presione por medidas de amplio espectro populista, de las que, en estas épocas, no tienen posibilidades reales de financiamiento ni acompañamiento político. Y que, por el contrario, donde se deberá comenzar a trabajar de manera rápida y concisa sea en lograr una reconciliación lo más rápida y profunda con el sistema financiero como paso previo para un restablecimiento de las relaciones con los acreedores privados y los organismos financieros internacionales. 
Sabe el albertismo que si no se logra rápidamente una estabilización de las variables macroeconómicas financieras será imposible pensar un traspaso de mando en paz cambiaria y sin un mercado de capitales con operadores en fuga. Se comprende, con mayor o menor lamento, que sin un tipo de cambio estable, sostenimiento del superávit comercial, buena relación con el sector agropecuario exportador y la búsqueda siempre esquiva del equilibrio fiscal, no habrá posibilidades de estabilización macro y, en consecuencia, posibilidades próximas de recuperación sólida de la economía.  

El país que viene, pase lo que pase

Pase lo que pase en las elecciones del domingo, la Argentina del día después será un país distinto para la política y la economía. Desde ya que el lunes 28 emergerán los mismos problemas y quizás agudizados por el prolongado proceso de transición.




Pase lo que pase en las elecciones del domingo, la Argentina del día después será un país distinto para la política y la economía. Desde ya que el lunes 28 emergerán los mismos problemas y quizás agudizados por el prolongado proceso de transición. Las grandes dudas por estas horas son el nivel del dólar y  la fortaleza del Banco Central para mantener un esquema ordenado hasta el 10 de diciembre. En el fondo, la agenda cambiará con la misma velocidad con que viene girando el paradigma de país, proceso ahora alimentado también por las nuevas y viejas crisis vecinas.
Con indicadores económicos muy delicados en mano, más o menos se puede empezar a esbozar el país que viene. La radiografía de la crisis se la puede comparar con el diagnóstico de un enfermo terminal. Lo primero que hay que advertirle al próximo gobierno, es que el país no soporta un ajuste más. Y para muestra explosiva, basta con tener en cuenta los saqueos en Chile. A partir del lunes, el sentido común, el diálogo y los grandes acuerdos, serán los que alumbren el camino para superar la peor crisis de las últimas décadas.Cualquier alivio que se logre, por poco que sea, será una caricia. Ni Macri, ya probado, ni Alberto Fernández que está por verse, tienen la varita mágica. Sería un error pensar que el día después comenzarán a resolverse todos nuestros males. Llegar al 10 de diciembre debería preocuparnos más que lo inmediato. Lo primero que hay que observar, es que el país está muy frágil de reservas. Desde Las Paso, el Banco Central perdió 20 mil millones de dólares. Ahora, hay quienes opinan que la restricción para la compra debería bajarse a por lo menos u$s 5.000 mensuales. Otros más drásticos, ya piensan en u$s2.000 o incluso u$s1.000. Por ahora, nadie del Gobierno expresó en público nada distinto a lo que aseguró Lacunza, y de tomarse una medida de este tipo sería probablemente la semana próxima.
El mercado está descontando el triunfo de la oposición, y por ende no hay a primera vista una guía de lo que podría ocurrir. Lo único que está claro es que los dólares son escasos y los pesos abundan.
Al igual que sucedió cuando el stock de Lebac alcanzó el nivel de más de un billón de pesos, el mercado se empezó a preguntar si las Leliq, ya en el mismo escalón estratosférico, no siguen la misma dirección: convertirse en una bomba de tiempo que el Banco Central (BCRA) deberá desactivar.
El próximo gobierno heredará, más allá de los eslónganes electorales, una situación socioeconómica difícil y complicada por demás. El terreno está tan sembrado de minas explosivas, que es peor al del 2015. La deuda, las tarifas, la inflación, el déficit fiscal, controles cambiarios, y otras bombas más, de mayor o menor poder de destrucción masiva, deberán ser desactivadas por la próxima administración. Pero sin duda el tema monetario, noble ausente del debate presidencial como otras grandes cuestiones, puede ser el primer artefacto explosivo que requerirá una manipulación quirúrgica. Y como dice una conocida canción, en estos casos “lo importante es de qué lado de la mecha estás”.
COMO EL DESEMBARCO EN NORMANDIA
Quien aterrice en la Casa Rosada, ya de arranque tropezará con el desafío de tener que recurrir a la emisión monetaria para afrontar compromisos de gastos corrientes como financieros. De modo que cualquier visionario que esté pensando en salir a emitir a tientas y a locas, con una demanda de dinero en franco retroceso, es un kamikaze. La próxima administración tendrá así un artefacto a desactivar con dos cables, si corta el incorrecto, aquellos que hoy dicen no ver riesgos de hiperinflación, la encontrarán a la vuelta de la esquina. 
El requisito para que todo no estalle desde el comienzo, es generar una altísima dosis de confianza en los agentes económicos para que vuelvan a querer tener pesos en sus bolsillos. O sea, si se dan los pasos correctos se podrá aprovechar el círculo virtuoso que brinda el espacio ausente de la demanda de dinero. Porque si se recupera la confianza, este solo hecho ya permitirá inyectar gran parte de los pesos necesarios sin que ello desate nuevas, o acelere, presiones inflacionarias. 
El que arranca este  lunes 28, será un proceso plagado de acechanzas y es necesario bajar el tono de los discursos para no agitar a los mercados. Para el caso que sea Alberto Fernández al que le toque sentarse en el sillón de Rivadavia, ya se empezó a hablar de un “gabinete de emergencia”. Tal vez, la palabra emergencia nos acompañará por mucho tiempo  y los hombres elegidos para timonear el barco, deberán estar dispuestos a tomar las medidas más duras. Por ello, se convertirán en una suerte de fusibles de los primeros 100 días de gobierno.  Es obvio que pagarán un costo y tendrán fecha de vencimiento. 
Algunos lo comparan con los soldados del desembarco en Normandía. Los primeros que bajen a los botes, seguramente no llegarán a tierra firme. Vale la pregunta si  la foto sea similar a la de Jorge Remes Lenicov en la primer etapa de Eduardo Duhalde durante la crisis del 2001. El ex ministro de Economía tuvo que hacer el trabajo sucio de la devaluación y luego llamaron a Roberto Lavagna para navegar por aguas más tranquilas cuando llegó la etapa del crecimiento. Pareciera que esta Argentina muestra muchas similitudes con aquel 2002. Esperemos que esta vez no aparezcan las cuasi monedas, las chimeneas vuelvan a encenderse para que llueva trabajo genuino y se levanten puentes de esperanza.
LA BASURA MARCA QUE SE COME MENOS
Hay quienes ya tienen la confirmación de un lugar clave en el equipo de los Fernández. En esa lista se anotan, entre otros, Matías Kulfas, Santiago Cafiero, Felipe Solá, Eduardo “Wado” De Pedro, Florencio Randazzo, Fernando “Chino” Navarro, Nicolás Trotta, María Eugenia Bielsa, Victoria Donda y Daniel Arroyo. El último asignado es Gustavo Beliz. El ex ministro de Justicia regresará al gobierno con un cargo técnico. Más allá de los lugares que ocuparán, los economistas que rodeaban a Fernández antes de ser candidato también tendrán su espacio. Además de Kulfas, en Economía hacen precalentamiento Cecilia Todesca, Guillermo Nielsen y Emmanuel Alvarez Agis. Kulfas es uno de los principales candidatos a ministro de Economía, aunque para la primera etapa comenzó a sonar también el nombre de Martín  Redrado. 
Pasaron cosas después de Las Paso que agravaron la situación del país. Desde el 11 de agosto hasta estos días la moneda se devaluó un 30%, se implementó un cepo cambiario y se despertó al dólar informal, además de aumentar el riesgo país. También se postergó el pago de ciertos bonos, lo que el Gobierno denominó “reperfilamiento” y los medios especializados llamaron crudamente “default”. También se cambió el ministro de Hacienda, noticia de impacto tan bajo como la capacidad del ex funcionario para evitar la crisis que sumergió a un Macri implacable hasta principios de 2018. 
Mientras tanto, la inflación de agosto fue de 4% y la de septiembre de 5,9%, ascendiendo a la friolera de 53,5% la de los últimos 12 meses, una de las más altas del mundo. Tanto los datos que viene difundiendo el Indec como las pesimistas proyecciones del FMI para 2020 muestran que más allá del voluntarista “¡Sí, se puede!” de Mauricio Macri, las razones centrales del voto no han variado.La economía está estancada y no ayuda a levantar la autoestima del Gobierno. Un dato llamativo que entregó el Instituto de Estadísticas esta semana es que la recolección de residuos decreció este año un 8,7%. Es evidente que se come menos. 
EL GRAN DESAFIO DE ERRADICAR EL HAMBRE
Precisamente, el desafío más urgente, será erradicar el hambre. Matar el hambre no es combatir la pobreza. Tampoco es atacar la desnutrición. El hambre urge porque tiene que ver con lo más básico de la condición humana. Es una de las formas más denigrantes del dolor.
Pero el hambre no es un juego ni un cuento de niños. Son niños reales, y es uno de cada dos el que está debajo de la línea de pobreza. Son 3 millones y medio los argentinos que pasan necesidades extremas. 
La brecha en educación es definitoria. Pesa casi tanto como la alimentaria porque reproduce y garantiza la desigualdad de largo plazo. Uno de cada dos chicos que ingresan al nivel secundario no terminan en tiempo y forma este ciclo. Sin secundaria completa no hay futuro para ellos. Hay 500 mil adolescentes fuera de la escuela. Son carne de cañón de las organizaciones delictivas y la droga. Gane quien gane y pase lo que pase, uno tendrá que ayudar al otro para consolidar un proceso de madurez institucional que garantice la paz social.No hay otra salida al final del túnel.
 
Hasta ahora se conocen algunas definiciones aisladas de lo que debiera ser un plan económico integral. No se habla de reforma laboral, sino de acuerdos laborales que se discutirían en paritarias. Con respecto a lo tributario, se especula con el aumento en Bienes Personales, que no fue bien recibido por los tributaristas. 
Tal vez por la gravedad de la situación, consultados prominentes hombres del sector empresarial y de la CGT, prevalece en ellos una misma definición: “Debemos ser prudentes”. 
EL FANTASMA DEL DEFAULT 
La renegociación de la deuda promete ser otro capítulo intrincado de la serie del próximo gobierno. Lo más difícil de organizar es la secuencia entre las temporadas. ¿Hay que negociar primero con los privados o con el Fondo Monetario?. Si gana Alberto, el renegociador será Daniel Marx, el hombre que cumplió éxito esa misión con Lavagna.
Si la Argentina logra a fines del 2020 volver a tener crédito internacional, crecen las chances de Alberto Fernández de mostrar rápido una recuperación de la economía. Su suerte política está atada a la de la restructuración de la deuda. Sino deberá prepararse a una nueva edición de "vivir con lo nuestro", con todo lo que ello implica.
Mientras tanto, del lado del mostrador productivo, siete de cada diez empresarios encuestados por la Escuela de Negocios de la Universidad Austral atribuyeron la crisis económica a la mala gestión del Gobierno de Mauricio Macri más que a la herencia recibida. Según el mismo sondeo del que participaron hombres de pymes y ejecutivos de grandes compañías, tanto locales como internacionales, la mitad de los advierte que la Argentina caerá en default durante el 2020, el 40% cree que ese escenario no ocurrirá y un 10% optó por no expedirse.
No hay analista que crea que desenredar el nudo de la economía vaya a resultar sencillo. Primero porque la reprogramación de la deuda, de la que Macri todavía no habla y que Fernández propone como una "salida a la uruguaya", requerirá seguramente un esfuerzo mayor: 
Uruguay tuvo que ofrecerles a sus acreedores un programa de diez años seguidos de superávit fiscal (2003-2013) y empezó a pagar vencimientos recién al quinto año del acuerdo (2008). Fue ortodoxia, la palabra prohibida aquí. Pero los sectores que en estos días apuntalan el acuerdo social suponen lo contrario. Su atención está puesta más en la distribución que en la generación de riqueza. 

Último acto: la brisa bolivariana

Cada tanto, los gobiernos que están a punto de despedirse, invitan a instalar el miedo colectivo para llevar agua hacia sus molinos, más aún, en vísperas de una elección. En esa dirección, el macrismo extremó el discurso en la última semana de campaña para polarizar más que nunca contra el kirchnerismo.



La idea es asociarlo directamente con los conflictos sociales que sacuden a otros países de la región. El oficialismo por estas horas intenta encuadrar su eventual derrota contra el peronismo en una suerte de conspiración "bolivariana" que afecta a todos los países de la región. El propio Mauricio Macri deslegitimó al casi 50 % del electorado que votó a  Alberto Fernández al decir en Jujuy que "permitimos que una minoría tome el control del país". "No nos vamos a quedar callados mientras nos roban el futuro", dijo el Presidente, poniendo en duda si aceptará el resultado del próximo domingo. "El domingo se elige si vamos a tener democracia o no", dijo también María Eugenia Vidal en Tigre.
Es evidente que la orquesta amarilla salió a tocar la misma sinfonía. El ejemplo más palpable fue el candidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto, un especialista en pirotecnia. Fue el primero en subirse al escenario para asegurar que existe una estrategia de desestabilización del dictador Nicolás Maduro, con ayuda de Cuba, detrás de las protestas que se están produciendo en Chile, que ya dejaron 15 muertos. Lo que quiere decir Pichetto, es que esa ola de violencia con células terroristas infiltradas. puede llegar en cualquier momento a la Argentina.
“Hay un proceso de desestabilización en la región con injerencia venezolana-cubana”, denunció y aseguró que “la dictadura militar en Venezuela, en sociedad con Cuba, está avanzando en otros países de Latinoamérica”.
Pichetto manifestó su preocupación por los dichos de Diosdado Cabello, el número dos del régimen de Nicolás Maduro, quien confesó estar contento por "la brisa bolivariana que recorre la región”.
Para Pichetto, "hay un tufillo cubano en la Argentina que se percibe en distintos lugares de Latinoamérica y que hay procesos organizados de cierta desestabilización. Hay que seguir atentamente algunos discursos de Cabello y Maduro. Inducen a pensar en un acontecimiento en cadena y organizado”, alertó.
Si esto es de la  gravedad que se pretende asignarle desde la Casa Rosada, los servicios de inteligencia deberían dar cuenta de la información con que cuentan, el Parlamento debería pedir una sesión especial y el Gobierno debería darle estado público de manera pormenorizada para prevenir a la Nación y garantizar la paz social.
"UN CAMPO DE ENTRENAMIENTO EN LA 9 DE JULIO"
Pero detrás de los dichos de Pichetto se esconde una evidente intencionalidad política para ensuciar a sus oponentes. Por ejemplo, cuando sostiene que  "hay hechos que requieren frente al proceso de esta dictadura en Venezuela una definición política de los candidatos a presidente que sea categórica. Estamos frente a una dictadura militar que está en sociedad con Cuba y que están avanzando en procesos de desestabilización en otros países latinoamericanos”.
El canciller argentino, Jorge Faurie, le dio una proyección diplomática, aún más formal a la denuncia. al disparar que existe una acción coordinada promovida por la dictadura venezolana para desestabilizar a los gobiernos de la región. En ese proceso, incluyó las recientes manifestaciones con incidentes producidas en Ecuador, Chile y la Argentina. “Hay gente organizada, métodos calcados para actuar y generar situaciones de extrema violencia y generar un caos institucional para desestabilizar a los procesos políticos”, aseguró Faurie.  
De acuerdo a la visión del ministro de Relaciones Exteriores, la Avenida 9 de Julio se transformó en un campo de entrenamiento para este tipo de grupos violentos. Y lo que sucedió el lunes frente al Consulado de Chile en Buenos Aires demuestra que hay “como un manual” para enfrentar a autoridades y a medios periodísticos de una manera muy peculiar. “Esa misma foto la vimos con una periodista de Buenos Aires que en Quito mostró ese tipo de patadas voladoras que también se utilizaron en Chile. Hay como un manual que alguien lee sobre cómo hacer este tipo de manifestaciones. Nadie aprende cómo hacer una manifestación con esa técnica”, planteó el Canciller.
BRISAS BOLIVARIANAS EN LA REGION
Recientemente, Diosdado Cabello, dos de Nicolás Maduro en Venezuela, habló de una “brisita bolivariana” en la región vinculada a las protestas violentas y a la victoria del Frente de Todos en la Argentina. Esa “brisita” -amenazó- podría convertirse en un “huracán bolivariano”. Según Faurie, “en esa brisita que llaman hay claramente una intención de intervenir y estar presentes en la vida institucional, política y social de nuestros países. Nos amenazan con un huracán bolivariano y el huracán bolivariano nos va a traer hambre, pobreza, falta de libertad y dictadura”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, rápida de reflejos para tramitar cuestiones oscuras, defendió fervientemente la represión ordenada en Chile por el presidente Sebastián Piñera. La funcionaria definió como "insurreción cuasi terrorista" el accionar de los manifestantes chilenos y los comparó con su visión de los movimientos de izquierda locales : "Salen a la calle, rompen todo y después dicen que hubo infiltrados". También puso en duda la responsabilidad del gobierno sobre las víctimas fatales. "Hay que ver si fueron muertos por represión", justificó.
Lo que ocurre en Chile tiene su explicación. SI, la desigualdad es mucha, también es cierto que la desigualdad es menor que hace 20 años. Sin embargo, el problema es que esto no se arregla desde la política. Es algo más antiguo, más profundo y mucho, mucho más difícil de discernir para los políticos, que entienden  el qué pero se desentienden del por qué. No lo saben y porque no lo saben no van a ser capaces de resolverlo. Esto tiene que ver con el previo ascenso y la posterior desilusión de una nueva clase media surgente, que se encontró con asomos de prosperidad y cierto prestigio social incipiente pero no pudo salir de un estatu-quo de fragilidad: sueldos regulares, hiper endeudamiento, pobre atención de salud, costos muy altos en la educación universitaria, jubilaciones insuficientes. Y una inmensa necesidad de reconocimiento y contención. 
EL MODELO QUE SUEÑA MACRI
El de Sebastián Piñera en Chile, es el modelo que sueña Mauricio Macri. Precisamente, uno de los hilos conductores que anudan a Piñera y Macri es la Fundación Libertad, la de Mario Vargas Llosa. En julio último ese centro ultraliberal los reunió para un seminario. “Lo que está haciendo el Presidente Macri es lo que se tiene que hacer”, elogió Piñera. “Va en la dirección correcta y los frutos están a la vuelta de la esquina.” 
También le recomendó que, en caso de reelegir, “haga como Ulises”. El camino correcto sería taparse los oídos y atarse al mástil para no dejarse tentar por el canto de las sirenas. “Hay que resistir”, dijo. “Chile es una referencia”, lo saludó un Macri entusiasmado.
“Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible". Con esas palabras,  Piñera intentó calmar a la ciudadanía la noche del domingo, cuando las manifestaciones y cacerolazos, daban paso a los saqueos, asaltos, vandalismo y destrucción perpetrados por turbas dispuestas a todo. La desafortunada frase del mandatario se sumó a una seguidilla de desaciertos comunicacionales de sus ministros que en vez de calmar los ánimos, han incendiado más la pradera a niveles no vistos desde la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
Afortunadamente la Argentina está lejos de estas acechanzas que hoy se quieren transferir en vísperas de una elección. Aquí hay decenas de miles de planes sociales, cosa que en Chile no existen. También existen dirigentes sociales responsables que negocian con las autoridades y evitan que las calles terminen en el caos. Lo que están fracasando en el continente y cada vez cosechan más resistencia, son los modelos neoliberales.
Alguien dijo: “Nadie puede realizarse en una sociedad que no se realiza”. Manejar un Mercedes Benz es una maravillosa experiencia y, si es propio mejor. Pero en este momento, por las calles de Chile, sería peligroso. En la Argentina, casi obsceno. ¿Tiene sentido seguir repitiendo como una letanía hipnótica el miremos a Chile?

domingo, 20 de octubre de 2019

Algunos gatos viven menos

Antes de subir al escenario montado frente al Obelisco, un cartel partidario le sirvió a Mauricio Macri para levantarle la autoestima . "Los gatos tienen siete vidas", versaba



Antes de subir al escenario montado frente al Obelisco, un cartel partidario le sirvió a Mauricio Macri  para levantarle la autoestima . "Los gatos tienen siete vidas", versaba. Debo reconocer que desde que Raúl Alfonsín cerró aquel acto radical monumental en el advenimiento de la democracia, no se veía ese marco multitudiario en la 9 de Julio.
Pero a diferencia de esta, aquella movilización era por un grito de libertad y para afianzar la democracia después de la larga noche oscura de la dictadura militar. Esta vez, hubo muchísima gente, pero en un escenario muy especial y amigo del poder amarillo, como lo es la capital federal. Un territorio que respira antiperonismo por los poros. Habrá que preguntarse qué pensaban del otro lado de la General Paz, donde millones de argentinos comen salteado,  están sin trabajo, viven en la mayor pobreza y subsisten con el agua hasta la cintura en medio de la inundación. ¿Alcanzará esa expresión que afloró en medio del asfalto porteño, para dar vuelta la elección?, ¿Le sirve a Macri para llegar al 27 con la cantimplora llena?. 
Hoy todas las caricias le sirven al Presidente en esta etapa que lo acerca más a un fin de ciclo que a otra cosa. 
No obstante, la esperanza nunca se pierde, menos en política donde cualquier factor inesperado puede alterar la realidad y dejar tecleando a todos los analistas. Pero Macri debe entender que los números de las encuestas son demasiado contundentes y muestran 20 puntos de ventaja para la fórmula del Frente de Todos, Esto tiene una explicación, Macri llegará al superdomingo del 27 con 53,5% de inflación interanual. Remontar ese barrilete de plomo, sería como encontrar el Arca de Noé  al costado del mismo Obelisco que lo cobijó en vísperas de su despedida del poder. Al Presidente la realidad le pasa factura todos los días y le da de beber su propia medicina. Le avisa que con la heladera vacía, cada vez está más cerca del "no se puede". Las encuestas más recientes en el conurbano, donde la crisis aprieta más fuerte, señalan que el 80% de los entrevistados dijeron que no piensan cambiar el voto. Tanto los Fernández, como Kicillof en Provincia, pasan los 50 puntos y amplían sus diferencias sobre el oficialismo. Algunos de sus aliados lo dejaron solo y otros hasta le juegan en contra. 
Mientras tanto, se percibe en el ambiente un fuerte olor a campaña sucia a través de videos y mensajes en las redes sociales. Por ejemplo en Quilmes, el Frente de Todos denunció que sectores afines a Martiniano Molina, a través de un video señalan: "Acá estamos, compañeros. En vivo y en directo, utilizando la tijera. Martiniano 2019”, dice un militante de Juntos por el Cambio mientras pega un afiche de una tijera sobre una cartelera que llama al voto por Alberto Fernández. El video, luego, muestra cómo el joven hace un gesto de tala sobre la foto de Mayra Mendoza, la candidata del Frente de Todos, y asegura: “A esta señora le cortamos la cabeza”.  
A casi una semana de las elecciones, el peronismo salió a denunciar ante la justicia que le comunicaron que desde la Casa Rosada se pagaría a los fiscales cinco mil pesos "adicional" si el resultado de la mesa de votación es favorable a Juntos por el Cambio. Simultáneamente, la jueza María Servini hizo lugar a un pedido del PJ Ydictó una medida cautelar por la cual ordenó al Gobierno frenar la entrega de 114.000 subsidios a desocupados que planeaban entregar a través de sus punteros..
Estos datos son la expresión de que el termómetro de la fiebre electoral comenzó a recalentarse. Todos se aferran a la ilusión de ganar sea como sea. Pero  los números son irreversibles, pese a la épica de las insistentes y multitudinarias marchas amarillas jubilosamente acompañadas en diversos puntos del país.  
En materia de gastos de campaña, Mauricio Macri tuvo que disponer de $207.707.151, mientras que Alberto Fernández gastó $142.381.075, el 68% de la suma que invirtió el candidato oficialista. Los datos surgen de los informes previos de financiamiento electoral que entregaron a la Justicia Electoral Juntos por el Cambio y el Frente de Todos y que, por ley, deben presentar 10 días antes de las elecciones generales.
Las encuestas difundidas después del primer debate, muestran imágenes casi congeladas con el voto y otras con tendencia a la suba a favor de la oposición. Son una correlación exacta respecto de cómo se votó en las PASO. Acaso la única novedad haya sido un ascenso de José Luis Espert, en algunos estudios. Incluso por encima de la valoración que tuvo un Lavagna muy apagado.
Por unanimidad los ciudadanos consultados vieron ganador al candidato más votado. Aunque, fuera de su imagen confiada, Alberto Fernández tampoco haya transmitido gran cosa. Hasta aquí, la que parece como imbatible y con la capacidad como para seguir ganando elecciones. Es la heladera vacía la que habla, a la que no hay con que darle cuando pasa la cuenta. Los que votan masivamente, no llegan a fin de mes y no se conforman con comer cemento.
Es la muestra de un país famélico que nos enrostra a diario la foto del fracaso económico, con las cifras más letales de la pobreza, el hambre, la desocupación, el cierre de miles de industrias y una inflación galopante que destruye cada vez más la capacidad de compra. 
Desde el año pasado, vengo señalando en mis artículos la hipótesis del castigo a Macri a través del voto bolsillo. Todo parece indicar que esa dirección no se tuerce, Las últimas encuestas, indican que no hay nada que mueva la aguja hacia la vereda del oficialismo, como para que los haga soñar con que "Mauricio lo da vuelta". Suena más a la expresión épica y nostálgica de un un equipo que se está yendo al descenso, pero que tiene el no despreciable caudal de 8 millones de seguidores que le dan fortaleza a futuro para convertirse en una oposición fuerte y respetable. 
Frente a la expresión mayoritaria del enojo social por el rumbo económico, los debates en estas instancias son solo un show para la tribuna y no ayudan a orientar el voto.El contexto en que están planteados y este sistema electoral suenan casi como una extravagancia. Luego, podría repararse en los vicios del formato, que impiden cualquier debate y hasta el despliegue de propuestas. La crítica no sólo involucra a los candidatos a presidente. Sucedió igual con el espectáculo de los aspirantes a jefes para el Gobierno de la Ciudad. Horacio Rodríguez Larreta corrió con la ventaja, a diferencia de lo que padeció Macri, de exhibir ejemplos de gestión local en buena medida ponderados. Pero también arrojó cifras sobre lo hecho imposibles de ser corroboradas. Y promesas para un segundo mandato que jamás explicó cómo cumpliría. Esa condena cayó también sobre sus adversarios. Que ni siquiera tuvieron algo para exhibir en sus vidrieras.
En Santa Fé, cinco de los seis presidenciables contaron con la facilidad de embestir contra Macri desde el lado más sensible: la crisis económico-social. Pero no esbozaron una propuesta alternativa seria. Porque tampoco contaron con el tiempo para ello debido a la rigidez del molde elegido. Fernández solo promete poner a la Argentina de pie, pero aún no dijo cómo porque aún no abrió la caja, pero intuye que no hay nada para repartir.
El problema de los debates en la Argentina no tiene relación sólo con una ley, tal vez inapropiada y además con una dirigencia que establece condiciones estrictas para hacerlos. Condiciones que tienden a protegerlos de cualquier riesgo. Antes que a exponerlos. Como es costumbre, el doble discurso: declaman propuestas y discusiones. Aunque en el fondo, les tengan miedo.  
Mirado de este modo, la postal político-institucional está plagada de ficciones y de fantasías. Hoy los argentinos estamos aguardando una elección que, virtualmente, ya se realizó.Ni la 9 de Julio explotada como se la vio, puede alterar la realidad. Es como ver una carrera de caballos sabiendo cual será el ganador. La distancia que marcaron las urnas, es tan abrumadora, que se la pretende decorar con la expectativa de debates que no son tales y movilizaciones que no suman más que fervor para la propia hinchada. Inducen solo el interés mediático por prolongar el suspenso. Las revoluciones no se forman con pequeñas rebeliones.

La batalla platense con final abierto

La ciudad de las diagonales, con más de 500 mil electores, será testigo de una de las elecciones más polarizadas y reñidas de su historia.



Julio Garro dejó paralizados a varios periodistas cuando con una sonrisa de dos plazas hizo la "V" clásica del peronismo para saludar. Fue durante un agasajo en la sede del Circulo de Periodistas en la calle 48 entre 5 y 6, en respuesta a una presentación en tono de broma, cuando uno de los presentes lo anunció como Julio Alak.De todas maneras, mucho no le costó la ficción al alcalde amarillo, ya que días pasados en uno de sus actos, había practicado  con la marcha peronista. Y por si fuera poco, por estas horas también le hace campaña un grupo de dirigentes de esa cantera. No obstante, al momento de ponerse serio, Garro reconoció que está surfeando como puede en medio de la ola de votos que cree que cosechará su contrincante, la ultrakirchnerista Florencia Saintout.
Saintout fue muy criticada  por Garro en las últimas horas por el faltazo al debate de los candidatos, organizado en el Colegio de Abogados.
“Con su ausencia, muestra el poco interés que tiene por la ciudad”, expresó Garro y criticó “no haber podido escuchar las propuestas” de su contrincante. “No sabemos lo que piensa. Los platenses pueden elegir entre un gobierno que da la cara o la ausencia, un salto al vacío”, señaló. En esa línea, el alcalde platense agregó: “Este debate es una síntesis de las dos opciones que tienen los platenses: un gobierno que da la cara o la ausencia, un salto al vacío. Eso es lo que representamos nosotros y lo que representa La Cámpora”.
En las horas siguientes, Garro se encargó de remarcar la ausencia de Saintout con las fotos que luego divulgó en sus redes sociales, con un fuerte enfoque en el atril correspondiente a la candidata peronista.
Es que, en lugar de asistir al debate, la actual Diputada bonaerense decidió participar de un encuentro con comerciantes de Los Hornos.
Desde su entorno de aclararon que “ Florencia se siente muy cómoda con las encuestas que la favorece, No había forma se siente a debatir con un intendente que miente y ataca con difamaciones a la candidata con más votos”. En ese sentido, agregaron: “Garro defraudó a los platenses y ahora sigue mintiendo”.  
PERONISTAS JUGADOS AL AMARILLO
Garro cuenta con el apoyo del “Frente de Unidad Peronista”, el espacio que representa el concejal Fabián Lugli, quién, abrió una fuerte interna con el peronismo platense.
A casi una semana para las elecciones generales, el lord mayor platense tuvo una caricia cuando este sector del peronismo salió a empapelar la ciudad para militar el corte de boleta a su favor. “Los peronistas cortamos a Florencia Saintout. Votamos a Garro”, se puede ver en el afiche acompañado por el escudo del Partido Justicialista y las imágenes de Perón y Evita.
En plena campaña y con el objetivo de mostrar la gestión municipal, despegándose de la imagen del presidente de la nación, este sector empapeló la ciudad pidiendo por el corte de boleta.
EL CALCULO FINO DE LOS VOTOS
Hace algunos días, Lugli y Garro inauguraron juntos un local en Los Hornos, mostrando el apoyo a la campaña oficialista: “Inauguramos un nuevo local en 66 y 161 de Los Hornos, donde trabajaremos junto al peronismo y a Julio Garro para la ciudad”. Lugli, se sumó al equipo de Garro de la mano de Miguel Ángel Pichetto, compañero de fórmula de Mauricio Macri.  
No obstante, los resultados de Las Paso ubican al kirchnerismo muy cerca de la victoria. La suma de los votos del Frente de Todos aventajan por 10 puntos a Julio Garro, aunque el intendente macrista fue el candidato más votado de la elección local con 143.933 votos.
Por estas horas, son muchos los jefes comunales de Cambiemos que en rueda de amigos reconocen que Macri es un pianta votos y mantienen sus boletas blindadas lo más que pueden de la fórmula presidencial.
LA RESISTENCIA AL PERONISMO K
Estos datos están marcando que la ciudad de las diagonales, con más de 500 mil electores, será testigo de una de las elecciones más polarizadas y reñidas de su historia. Este distrito clave en la geografía bonaerense, Cambiemos se lo arrebató en 2015 al peronismo en manos de Pablo Bruera. El equipo amarillo en las legislativas del 2017 logró un apoyo descomunal al vencer a la oposición por casi 20 puntos de diferencia. Sin embargo, la capital de la provincia no es ajena a la crisis nacional: según los últimos datos del Indec, en el Gran La Plata el desempleo alcanzó el 31,9%. Allí el Frente de Todos obtuvo el 47,2% de los votos superando a Juntos por el Cambio que sacó 37,78% en las PASO.  
El "palazo" de Las Paso, como lo definió el propio Macri, para el equipo amarillo dejó el sabor amargo de que el 27 de octubre será voluminosa la lista de municipios que se perderán en la provincia de Buenos Aires. Las encuestas dicen que al menos una decena pasarían a ser conducidos por el neokirchnerismo. Internamente admiten que la apuesta es conservar 60 de las 69 intendencias y dan por sentado que Quilmes, Berisso, San Vicente, Luján, Brandsen, General Rodríguez y Junín, son batallas casi perdidas. Sin embargo, son conscientes de los territorios donde puede dar pelea y encarar desde allí el camino hacia el postmacrismo que María Eugenia Vidal apunta a liderar en la provincia.
La esperanza del oficialismo está centrada en revertir los resultados de importantes localidades del conurbano. Y allí están La Plata, Lanús, Tres de Febrero, Morón, y Pilar. La idea es convertirlas a futuro en bastiones donde poner en marcha la resistencia al peronismo K.
EL PJ VIENE DE TRES DERROTAS
Frente a este cuadro de situación, los alcaldes que tienen más comprometida su reelección decidieron municipalizar la campaña y desprenderse de la figura de Mauricio Macri promoviendo el corte de boleta. A la luz del balance, el Presidente perdió en 91 de las 135 intendencias y ninguno quiere seguir siendo parte del arrastre negativo de la gestión nacional.
Las sensaciones las sintetizó un legislador bonaerense de Cambiemos: “Por más obras que se hagan, Macri te tira para abajo". “Hoy la campaña está focalizada en fortalecer y mostrar la gestión de los intendentes”, agregó dando por hecho que los jefes comunales son los artífices de su propia campaña.
Si vamos a las estadísticas de La Plata, el kirchnerismo viene de tres derrotas al hilo. Como Frente Para la Victoria cayó en el 2013 y 2015, y como Unidad Ciudadana en el 2017. Siempre con el peronismo fragmentado en dos o más expresiones de menor peso. Este 2019 la consigna “la unidad hasta que duela” se trasladó al resultado obtenido el 11 de agosto, donde en una brutal interna entre cinco candidatos, el Frente de Todos como fuerza obtuvo 198.598 votos, mientras que Juntos por el Cambio, solo con Julio Garro como candidato alcanzó los 155.729 sufragios.
Garro sabe que esa diferencia de 42.869 votos no es imposible de revertir y que el desafío de Florencia Saintout  será absorber y contener todos esos votos de los cinco candidatos que compitieron en la interna. Es cierto que a nivel individual el actual intendente sacó casi 38% de los votos, mientras que la referente de La Cámpora 14,55, pero que entre cinco peronismos saquen 44% habla de un músculo bien trabajado territorialmete que de mantenerse unido puede llevar a Saintout a la victoria.
ROGAR QUE NO HAYA TRAICIONES
Para que eso ocurra, es una carta clave que Saintout reciba los votos logrados por sus contrincantes en la interna. Significa  que no haya traiciones . Por lo pronto,Victoria Tolosa Paz, Guillermo Escudero, Luis Arias y Federico Martelli ya se sacaron la foto de la unidad con la ex decana de la Facultad de Periodismo. Aunque por lo bajo, desde el entorno del intendente macrista hicieron referencia a posibles acuerdos electorales con parte del peronismo que se mantiene díscolo a la candidatura de la actual diputada provincial: “Hablamos con todos, desde referentes de la oposición que han jugado en otras listas pero que no comparten la victoria de Saintout hasta gente de NOS y de Roberto Lavagna".
La que viene será la semana más tensa en los campamentos de ambas fuerzas platenses. En los últimos días circularon dos videos de un sector del peronismo respaldando al actual intendente macrista. Corresponden al Frente de Unidad Peronista que lidera el concejal platense Fabían Lugli. En una filmación se ve a un grupo de militantes cantando la marcha peronista en un acto partidario de Julio Garro. Mientras que el otro material que se difundió es la explicación de cómo cortar boleta para apoyar al Frente de Todos a nivel nacional y provincial, pero cortar a Saintout para reemplazarla por el actual jefe comunal. “El peronismo de La Plata corta boleta”, invita la publicación y agrega: “No importa de que partido político seas, importa tu ciudad”.
Federico Martelli, referente del Grupo Callao, que se enfrentó electoralmente a Saintout en más de una oportunidad, es el que más se anima a dar por definida la elección pese al escenario de paridad que se prevé : “La elección ya está resuelta, Florencia Saintout será la próxima intendenta”, dijo con firmeza.
No obstante, en línea con el discurso oficial, Garro apunta a los que no fueron a votar en las PASO. “En La Plata hay 135 mil personas que no votaron en las Primarias, es un número muy importante; teóricamente hay 105 mil que no votan nunca, pero con que vayan 30 mil...”, sacó números pensando en su reelección.
Garro movilizó a la militancia para que en este tramo de la campaña se trabaje a fondo la perspectiva territorial. La orden que se bajó es caminar todos los barrios de la ciudad y meterse hasta en el último rincón. En cada recorrida apelan a que el mensaje sea contundente: resaltar la gestión local y polarizar con la candidata del Frente de Todos aludiendo a sus estrechos vínculos con La Cámpora.
LA BENDICION DE ALBERTO F.
Mientras tanto, luego de recibir el abrazo de Cristina Kirchner y el apoyo explícito de Axel Kicillof, Florencia Saintout recibió la bendición que le faltaba: la de Alberto Fernández. El candidato a presidente del Frente de Todos no visitó la capital provincial durante su campaña, ni se había pronunciado al respecto de la interna platense. Sin embargo, semanas atrás en sus oficias de San Telmo Fernández recibió a la diputada bonaerense y se fotografió con ella.
En sus redes sociales, Saintout expresó :“Alberto va a ser el presidente que las y los argentinos necesitamos. La ciudad de La Plata tiene que estar integrada a un país que reactive su economía para que podamos salir adelante”, . Fernández le devolvió el gesto en un tuit: “Gracias por el encuentro de hoy. Quienes viven en La Plata necesitan una intendenta como vos, comprometida con una Argentina que integre a todos sus habitantes. Estoy seguro que trabajando juntos vamos a poner de pie a La Plata y a toda la Argentina”, manifestó el candidato presidencial.
En caso de convertirse en la primera intendente mujer de la ciudad, Saintout apunta a universalizar el servicio alimentario en jardín, primaria y secundaria en los establecimientos públicos; implementar un plan de forestación integral que contribuya a mejorar la calidad del aire y el paisaje urbano; desarrollar una inversión en salud que contemple infraestructura, equipamiento, capital humano capacitado y estrategias integrales para el abordaje sanitario de las distintas formas de violencia de género.
OLOR A CAMPAÑA SUCIA
El ritmo de la campaña podría alterarse en la medida que ésta se ensucie. Preocupó en el peronismo la operación en las redes con la que ésta semana se intentó vincular a la candidata con uno de los asesinos de José Luis Cabeza. Creen que esas situaciones se pueden repetir y están atentos para salir a neutralizarlas.
La de La Plata será una elección muy peculiar. Así como un sector del PJ juega con Garro, la ex decana de la Facultad de Periodismo recibió el respaldo de un radical que en el 2015 compitió en la interna de Cambiemos. Se trata de Sergio Panella,  quien le garantizó su apoyo: “No cabe duda que tenemos más coincidencias que discrepancias y eso es muy bueno al momento de trabajar juntos por la ciudad. Estoy seguro que serás una buena intendente”, publicó el dirigente de la UCR platense en sus redes sociales. Curiosidades de la política en la que parte del peronismo y del radicalismo definen alianzas de una ciudad que se debate si será gobernada por un PRO puro o una ultra kirchnerista. La moneda está en el aire.

Final a cara de perro

Hay quienes están convencidos que el último capítulo de la campaña será de alto voltaje político, por lo menos desde lo discursivo y donde abundarán los pases de factura. Antes de que Mauricio Macri y Alberto Fernández lleguen a la gran final con el último debate, habrá dos actos multitudinarios previos para calentar la cancha.



Uno organizado por el oficialismo, denominado "la marcha del millón". Se llevará a cabo el próximo sábado por la tarde en la avenida 9 de Julio .El otro, está previsto para este jueves en La Pampa, en el Día de la Lealtad peronista, Allí hablarán Alberto y Cristina .Tendrá la coloratura del apoyo de la poderosa maquinaria partidaria, compuesta 10 gobernadores y unos 200 intendentes, que prometen la llegada de unos 400 micros. Los dos eventos son para buscar mayor fortaleza de cara a las elecciones del 27.
Macri es el que más asombra en este último tramo. Después del palazo, cambió de estrategia electoral, pasó del escenario circular en lugares reducidos, al “baño” de gente. Este nuevo rumbo se lo señalaron sus votantes, quienes lo fueron a buscar a la Casa Rosada tras la derrota en Las Paso. Lo increíble es que la gente que le marcó esta nueva forma de hacer política, siente un profundo desprecio por el peronismo y estos actos son propios del peronismo. El desafío del Presidente es juntar este sábado un millón de voluntades en el Obelisco, con la ilusión de llegar a un ballotage y presentarse más fortalecido al próximo debate.
No hay que olvidar que Cristina también tuvo su plaza de Mayo desbordada antes de dejar el poder, pero eso no evitó la derrota de Daniel Scioli. Nada de esto parece que vaya a alterar al voto. Todo indica que a esta altura de los acontecimientos, la suerte está echada y que el resultado de Las Paso volverá a repetirse y hasta con la posibilidad de que los Fernández amplíen su diferencia a raíz del descontento generalizado por la marcha de la economía. Lo mismo ocurre en la Provincia, donde María Eugenia Vidal, la más terrenal de las dirigentes del equipo amarillo, ya entendió que la diferencia no se puede dar vuelta y prepara la mudanza para cederle el sillón de dardo Rocha a Axel Kicillof.  
La gran movilización de Juntos por el Cambio, se realizará esta vez con el aporte de una red de militantes y voluntarios que también buscan el apoyo de la gente en todo el país, para que lleguen al Obelisco.
Por lo que se sabe, están proyectados 30 puntos de convocatoria a lo largo de todo el territorio, donde se espera que desde temprano se desplacen por las rutas para llegar a la Ciudad de Buenos Aires, en un movimiento muy parecido al de las protestas del campo contra la Resolución 125, en 2008.
Frente al retorno de las políticas del kirchnerismo, ya se habrían sumado a la movilización, productores de La Pampa, Chaco, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, Salta y Santiago del Estero
En un escenario montado frente al Obelisco, Macri brindará un discurso tratando de darle una inyección de optimismo a sus seguidores. No se trata de un cierre de campaña, ya que el último evento se concretará el jueves 24 en Córdoba en la Plaza Vélez Sarsfield, frente al Patio Olmos.
Pero quizás lo más original que tiene esta convocatoria del Gobierno es que es desorganizada, y se aceptan aportes de todos, para hacer del #190 una experiencia autogestionada, alejada de los dictados de la Casa Rosada y sus estrategas de campaña. Ante el desastroso resultado en las primarias se escucharon ideas por fuera del manual que llevó a Macri a la Presidencia.
El despliegue tiene características excepcionales para el PRO, pero no tanto para la UCR, que lleva en su memoria la monumental manifestación que se realizó el 26 de octubre de 1983, cuando Raúl Alfonsín recitó ante la muchedumbre que colmaba el Obelisco las líneas fundamentales del Preámbulo para explicar “por qué marchamos”, un rezo laico que les dio sentido a miles de argentinos.
En la Avenida 9 de Julio hay una organización destinada a facilitar accesos cómodos y seguros. Y, seis cuadras a la redonda del Obelisco, se instalarán pantallas gigantes que transmitirán todo lo que está sucediendo. Para el ministro Hernán Lombardi, “los protagonistas del día serán Mauricio y la gente, o la gente y Mauricio, que son los que van a hablar a todo el país a través de las cámaras en las transmisiones que se realizarán en la marcha”.
Por su parte, Alberto Fernández al que las encuestas dieron como el más favorecido en el primer debate, ya se siente y se mueve con soltura como un futuro Presidente. También ha cosechado en su haber un nuevo gobernador, Jorge Capitanich en el Chaco. Fernández se apresta a compartir junto a su compañera de fórmula, Cristina de Kirchner, el acto recordatorio del día de Lealtad, mañana en el Club Belgrano de La Pampa. Será una suerte de demostración de poder en la unidad lograda en el peronismo. Según los medios locales, se hace allí porque es, “es un reconocimiento al gobernador Carlos Verna, que enfrentó abiertamente el embate de las políticas neoliberales de Macri y bregó por la unidad del peronismo”. Se prevé que los oradores sean el propio Carlos Verna, y los candidatos que integran la fórmula presidencial.
Macri no se rinde, se cree que tirará con todo con la corrupción kirchnerista y el "ministerio de la venganza". Promete un futuro mejor, pero las mayorías ya le anunciaron que quieren otro modelo. El Presidente tarde plantea que “ahora viene el crecimiento, el empleo, la mejora del salario, que va a mejorar el bolsillo y el fin de mes”. Se trata de propuestas para un segundo mandato, no de medidas de gobierno. Macri reedita el Teorema de Baglini pero al revés. En este caso, cuando más lejos de la posibilidad de ejercer el poder, más generosa es la promesa electoral. El Presidente sigue cazando en el zoológico.  El discurso suena un tanto extraño en el contexto de una crisis vertiginosa que va llevándose todo puesto en cuestión de semanas.
Alberto Fernández, meterá el cuchillo por la herida más sensible del Gobierno, el desastre económico, el cierre de fábricas, la desocupación, el hambre y la deuda externa. Sabe que lo que viene es extremadamente difícil. Por eso solo su discurso consiste en poner la Argentina de pie, aunque no dijo como. Hoy prometer lo que no hay, es una bomba de tiempo con mecha corta. Se puede convertir en el corto plazo enun pase de factura. Quien sea el elegido, para sentarse en el sillón de Rivadavia, la tendrá complicada. No hay plazo de gracia, ni luna de miel en este contexto. Menos aún cuando ambos ya han sido parte del poder.

La apuesta final y el macrismo sin Macri

El equipo amarillo se despertó de la depresión y ahora hablan de un "envión anímico". Sin embargo, hay otro sector más terrenal, ligado al ala política, que cree que la elección está perdida y ya comenzó a fogonear en las sombras el denominado plan "Plan Retirada". Significa lisa y llanamente, un macrismo sin Macri.



"Nadie se muere el día antes", sostiene la guardia pretoriana de la Casa Rosada. Después del "Tucumanazo", el momento en el que a Mauricio Macri se lo vio eufórico por la multitud que fue a vivarlo, la esperanza reeleccionista volvió a tomar ímpetu. El equipo amarillo se despertó de la depresión y ahora hablan de un "envión anímico". Sin embargo, hay otro sector más terrenal, ligado al ala política, que cree que la elección está perdida y ya comenzó a fogonear en las sombras el denominado plan "Plan Retirada". Significa lisa y llanamente, un macrismo sin Macri.
Futbolero como es, el Presidente no pierde las esperanzas y usa la imagen del Liverpool que perdió con Barcelona de local 3 a 0 y de visitante lo dio vuelta con un 4 a 0. No es que esto vaya a pasar, pero Macri apuesta todo a que es posible.
Lo cierto es que después del "palazo", como el mismo lo definió, Macri ha conseguido instalar una campaña y que se hable de ella  con respeto. Para él, tan racional, el partido no está liquidado. María Eugenia Vidal más emocional, da la impresión de que piensa al revés, que la elección ya es cosa juzgada. Macri está pensando en la elección. María Eugenia Vidal en el después. El futuro de Macri depende de cómo le vaya en el presente: nadie sabe qué hará si pierde. Pero Vidal tiene asegurado un lugar en el futuro. Es obvio que seguirá como referente del PRO y en la mesa de la nueva conducción de Cambiemos, si pasa, como parece, a ser principal fuerza de la oposición.
EL SUEÑO DEL BALLOTAGE
Mientras tanto, algunos hacen números finitos con el sueño de ir a un ballotage. En el marco de  la caravana nacional del "Si Se Puede", en las últimas horas comenzó a circular en las redes sociales el hashtag #19OLaMarchadelMillón. La consigna, en apariencia espontánea y nacida de autoconvocados, tiene su origen en el propio equipo de campaña y se pensó con un objetivo clave. Tiene que ver con concentrar un voluminoso apoyo a la reelección de Mauricio Macri en todo el país.
La fecha elegida no es casualidad. Tendrá lugar el 19 de octubre. Será dos días después de la foto que conseguirá el peronismo en La Pampa. Allí los referentes del Frente de Todos celebrarán el Día de la Lealtad.
La idea del equipo amarillo es una pueblada en la 9 de julio en la previa del debate presidencial del domingo 20.
“No aspiramos a que se concentren un millón de personas en el Obelisco, sino que se replique la movilización en las principales plazas de todo el país”, aseguran los más optimista. La imagen que quiere mostrar el oficialismo, es similar a la que tuvo lugar el 24 de agosto, cuando Macri salió al balcón de Casa Rosada para agradecer a los manifestantes que se congregaron en Plaza de Mayo, acto que marcó la puntada inicial en la organización de la peregrinación del “Sí se puede”.
MICROFONOS PARA LOS DUROS
Hoy por hoy, avanza una convocatoria oficial y será el propio jefe de Estado el que la realice a través de las redes sociales. También está previsto que se monte un escenario para que Macri brinde un discurso. La estrategia es que la movilización tenga un carácter de espontaneidad. También el plan es responder de esta manera al pedido del Presidente en cada movilización, que llama a sus votantes a no bajar la guardia en las redes sociales. 
Los organizadores analizan si además se abrirá el micrófono en el Obelisco a Miguel Ángel Pichetto, el compañero de fórmula presidencial, además de la titular de la Coalición Cívica ARI, Elisa Carrió. Ambos funcionarios vienen con vía libre en sus discursos para tratar de captar sectores a los que Macri no llega. 
En Casa Rosada ya piensan además en la frutilla del postre, el acto de cierre de campaña. En esa dirección, el destino que se baraja para la apuesta final, “por cábala”, es Córdoba Capital. Todavía resta confirmar si la modalidad será enmarcarlo dentro de la caravana del “Sí se Puede” o como un evento aparte. “O las dos juntas”, aclaran los informantes.
LA EPICA REBELION DE LOS MANSOS
En un sector de Cambiemos aseguran que las movilizaciones tuvieron un impacto mucho mayor al esperado, en especial la primera de Barrancas de Belgrano y la de Tucumán. Hay quienes argumentan que  "estamos ante la rebelión de los mansos". Son los que estaban adormecidos y ahora quieren salir a "salvar la república". Para algunos politólogos en cambio, el Presidente está ejerciendo una suerte de ficción ordenadora para ir armando el frente opositor para el 2020 y de paso transmitir a la oposición que tienen que respetarlo.
La idea de las marchas, desde el principio, fue llevar a Macri a lugares en los que la boleta nacional de Cambiemos había tenido un buen desempeño en las PASO para darles ánimo a los votantes propios y, sobre todo, incrementar la participación electoral en esas ciudades.
Macri además no deja de mirar al cielo. Confía en una ayuda meteorológica, para que el domingo 27 suba considerablemente el número de votantes respecto de las primarias y avance el sueño de dar vuelta la elección. Algunos pronósticos extendidos a todo el mes, vaticinan que el domingo de las elecciones habrá buen tiempo como desea Cambiemos. Se habla de una media de 24º y una sensación térmica de 26º. Además aseguran que no lloverá y estará soleado, con algo de nubosidad. 
La mayor participación electoral es una de las premisas que levanta Marcos Peña para convencer a propios y ajenos de que Macri tiene chances concretas de ir a una segunda vuelta. 
NUMEROS DESDE LAS DOS ORILLAS
En las PASO votó el 76,4% del padrón, algo más que en las de 2015 (74,98%). En la anterior presidencial el salto fue de seis puntos: votó un 81,07 por ciento en la primera vuelta.
"Hay gente que no votó, cinco o seis puntos que no pasaron por las urnas e implica una reconfiguración del proceso electoral", sostuvo Pichetto. "Además hubo votos que fueron a expresiones minoritarias y ahora tendrán un sentido útil, corriéndose a la figura de Macri", dijo el compañero de fórmula del Presidente.
En el peronismo también observan vigilantes. Hacen cálculos en base a esos 5 ó 6 puntos extra de participación de los que habla el Gobierno y estiman que Alberto sólo necesitará sumar 140.344 votos más para superar el 45% si la asistencia a las urnas alcanza el 81% del padrón. Si la participación es del 82%, Alberto necesitará 282.768 votos y si es del 83%, deberá cosechar 445.191 votos más para llegar al 45% y ganar en primera vuelta.
Los más veteranos del  PJ, repiten que de las Paso a las generales todos los candidatos más importantes aumentan su caudal de votos en mayor o menor medida. Es más recuerdan que Daniel Scioli, en un escenario mucho más desfavorable que el de Alberto, creció 617.917 votos en las generales respecto de las primarias de 2015. 
Desde la orilla amarilla, la otra idea que pergeña Peña, es la de afilar al máximo la fiscalización. En el oficialismo creen que falló en agosto pese a que están en el Gobierno. En ese sentido, sostienen que el día soleado también ayudaría a una mayor afluencia de fiscales a las escuelas.
MARCOS PEÑA PREPARA LAS VALIJAS
En algunos sectores del PRO son más escépticos del efecto que puedan tener en las urnas las marchas en lugares como Tucumán. Allí Macri perdió 60 a 25 en las primarias contra Fernández, más allá de que conserve un importante núcleo de votantes que le permita llenar plazas. La segunda lectura que hacen en el PRO sobre el "Sí se puede" es que el presidente inició la disputa del liderazgo de la eventual oposición contra Horacio Rodríguez Larreta, que puede ser el único sobreviviente del naufragio oficialista en la ciudad de Buenos Aires.
Para el caso de que  Macri pierda en primera vuelta, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, es el primero que hará las valijas para irse al exterior. Hay fuertes rumores que  le habría pedido a Noah Mamet, ex embajador norteamericano en Argentina, que le consiga una maestría en alguna prestigiosa universidad en Estados Unidos. La mano derecha del jefe de Estado, busca  una salida elegante que no se le parezca al gran escape.
Por lo que trascendió, Peña lo contactó antes de las primarias de agosto para que Mamet le allane el camino a una maestría en Estados Unidos. El jefe de gabinete planeaba un retiro temporal de la política argentina cual fuera el resultado de las elecciones, ya que sabía que en un eventual segundo mandato de Macri se impondría un cambio de piezas importante y empezaría a tomar predicamente el ala política.
EL FUTURO POLO DE PODER DE CAMBIEMOS
Peña tiene en claro que vendrán los pases de factura, ya que es uno de los hombres apuntados por la mala elección que Cambiemos hizo en 2019. De confirmarse la derrota en octubre, será uno de los padres del fracaso amarillo, ya que es seriamente cuestionado por Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, futuros timoneles de la oposición en el 2020. 
Los comentarios de pasillo dan cuenta que dentro de la Casa Rosada comenzó a hablarse de un macrismo sin Macri. Esto quiere decir que el sector más político da por descontada la derrota de Cambiemos en nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires. Donde aún quedan esperanzas, es en retener la Ciudad de Buenos Aires.
En ese armado post Macri, algunas de las principales figuras del oficialismo comenzaron conversaciones para la construcción política de cara a las elecciones legislativas de 2021 y las nacionales 2023. Aunque restan pocos días para las generales, en Balcarce 50 no desconocen la existencia de una "nueva mesa" de debate opositor que supone una derrota casi segura de Macri el domingo 27.
Fuentes confiables aseguran que en ese armado, con una mirada más "horizontal", van a estar Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó, Alfredo Cornejo, María Eugenia Vidal, y Martín Lousteau. "No van a ser caciques sino accionistas de un futuro movimiento con mayor cintura política", manifestaron las fuentes consultadas.

Hay fuerte rosca por el reparto de 1.500 cargos en un futuro gobierno de Kicillof

Axel Kiccillof no quiere que le loteen el gabinete, en caso de que le toque ocupar el 10 de diciembre el sillón de Dardo Rocha. Por eso evita definiciones públicas sobre los 1500 cargos que hay para repartir en la Provincia. No obstante, son muchos los que rosquean por un despacho, cueste lo que cueste



Se trata de lugares clave, que quedarán vacantes de concretarse la retirada Vidalista. De esa torta, La Cámpora pretente una porción de 500 lugares. No obstante, Kicillof escuchará solo la voz de Cristina y de su hijo Máximo, aseguran en su entorno.
Hoy  la poderosa alquimia opositora no es fácil de domar. Está conformada por kirchneristas, peronistas más tradicionales, renovadores, aliados ubicados más a la izquierda que lograron ponerse de acuerdo en una coalición que nadie sabe cómo podrá convivir, en caso de que se confirmen los pronósticos. Pero hay que reconocer que no deja de generar asombro sobre todo en las grandes capitales del mundo, que no pueden comprender la sorprendente vigencia y la regeneración que logra el peronismo cuando se une.
Kicillof está dispuesto a repartir algunos ministerios, pero no lo más estratégicos que se los reservará para gente de su extrema confianza. Además, quiere generar una política de austeridad, porque sabe que el déficit que le deja la administración Vidal, es una caja de malas sorpresas.
Las versiones señalan que a fin de este año la provincia de Buenos Aires tendrá que hacer frente a un agujero de 708.028 millones de pesos. Además, la futura gestión tendrá que hacer frente a un pago de deuda de 600 millones de dólares para las primeras semanas del 2020.  
Kicillof le dice a los suyos, que se enteró que la gestión bonaerense tiene la intención de dejar plata para pagar el aguinaldo y los sueldos de enero. "Eso es lo que dicen, pero habría que ver el número. Si dejan las cuentas bien, pero a costa de tomar plata del Banco Provincia sería como desvestir a un santo para vestir a otro", dispara el candidato. 
LOS ESCUDEROS DE AXEL
Kicillof ya tiene en mente a sus futuros colaboradores. Por ejemplo, se cree que el jefe de campaña, Carlos "Carli" Bianco, ex secretario de Relaciones Económicas de Cancillería, pero más conocido por ser el dueño y chofer del "Kicimóvil", el Renault Clio que traslada al ex ministro de Economía en la gira por todos los distritos de la provincia, suena para ocupar el Ministerio de Gobierno.
Bianco, es considerado mano derecha de Kicillof y encargado de conducir los equipos de campaña desde el búnker de la calle Piedras, en el barrio porteño de San Telmo.
Licenciado en Comercio Exterior, dos posgrados y docente de la Universidad Nacional de Quilmes, lidera la estrategia proselitista, pero tiene dos coordinadores generales en quienes delega la gestión de los equipos técnicos. Se trata de los economistas Cristian Girard (ex director de la Comisión Nacional de Valores) y Juan Cuattromo (ex director del Banco Central).
Por debajo de ellos, aparecen una decena de cuadros técnicos profesionales que se reparten los distintos temas, según la especialidad de cada uno.
Por caso, el ex secretario de Comercio Augusto Costa lidera los temas de producción, y es uno de los que más suena para conducir la cartera económica.
Codo a codo con Costa, trabaja otro ex funcionario del Ministerio de Economía como Matías Ginsberg, y a cargo de los asuntos de finanzas está el ex secretario de Estado en ese área Pablo López, junto a Agustín Simone.
Los temas del campo los aborda Javier Rodríguez, ex secretario de Coordinación Política y Emergencia Agropecuaria durante el paso de Kicillof por el Palacio de Hacienda.   .
Los equipos técnicos no se agotan en lo económico, sino que incorporan especialistas en otros rubros, como los abogados Federico Thea y Santiago Pérez Teruel.  Este último es el que suena con más fuerza para la cartera de Seguridad y ya estaría trabajando en un plan con un grupo de especialistas. También en este rubro Sergio Massa pretende sumar a dos de sus hombres.Uno de ellos es Diego Gorgal.
En tanto, Laura Goldberg, Mara Ruiz y Agustina Vila tienen a su cargo la elaboración de diagnósticos y propuestas en temas de educación, ciencia, juventud, género y discapacidad.
La comunicación está a cargo de Jésica Rey, quien podría pasar a tener un nombramiento oficial de llegar al Gobierno.
Fuentes muy cercanas al candidato a gobernador descartaron que Kicillof va a ser quien concentrará las decisiones sobre el armado del Gabinete, según su propio criterio.
"La única que tiene poder de veto es Cristina", aclararon las fuentes consultadas, para terminar con las especulaciones sobre cómo se configurará el equipo de Gobierno en Buenos Aires. 
No obstante, en  el mar de rumores, se asegura que La Cámpora pretende unos 500 cargos. Los motores más fuertes de ese espacio, argumentan que Kicillof carece de estructura político-territorial y en esa dirección, "hay que darle un fuerte soporte a la futura gestión".
LA FUTURA RELACION CON LOS MEDIOS
También existen versiones que Cristina Kirchner le ha pedido que nombre a una de sus espadas como Secretario de Medios. La ex presidente quiere que la relación con la prensa, la maneje su vocero Hernán Reibel Maier, una de las cabezas pensantes del Instituto Patria. Además, es uno de los más poderosos miembros de La Cámpora y de los menos conocidos. Su ascenso dentro de la agrupación se terminó de oficializar durante el gobierno de Cristina Kirchner, cuando lo designaron subsecretario de Comunicación Pública y pasó a manejar con su firma la gigantesca caja de la publicidad partidaria, que.antes la controlaba en los hechos, pero se mantenía en las sombras.
Reibel Maier arrancó en la función pública en 2010, en Aerolíneas Argentinas, bajo la gestión del también entonces joven K Mariano Recalde. En 2012 pasó a desempeñarse en la estructura de la Jefatura de Gabinete hasta el final del mandato de Cristina.
Fuera del poder, el camporista continuó asesorando a la ex Presidente en cuestiones de medios. Un vocero sin designación -ni sueldo, al menos registrado- que orquestó reuniones de la candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires con periodistas en el Instituto Patria e hiló fino en los detalles de las entrevistas que CFK decidió conceder en campaña. Se comenta, que como asesor de CFK en el Senado, Reibel ostenta la categoría A-2, con un sueldo mínimo de $61.000 mensuales.
UN AMIGO INCONDICIONAL DE MAXIMO
Reibel es amigo y hombre de confianza de Máximo Kirchner. Es más, se dice que juntos compartieron la infancia en Río Gallegos. Muchos lo señalan como el gran cajero de La Cámpora. Cuando contaba con despacho en la Casa Rosada, se encarga de repartir a discreción los 731 millones de pesos que el Gobierno destinaba en pauta oficial. “Todo lo decidía con Máximo, consultaba cualquier movimiento y aún lo hace hoy”, comentan en su círculo cercano.
También ejercía la función de llamar en persona a los canales y radios amigas para marcarles la línea editorial y hasta para retarlos cuando deslizaban una crítica inapropiada.
Con el apoyo de Máximo fue ganando poder. Aseguran, que hasta se involucró en el Fútbol Para Todos (FPT) y fue el encargado de pelearse con Marcelo Tinelli y sacarlo del proyecto para renovar las transmisiones.Uno de sus últimas batallas, fue el duelo con Tinelli, el hombre más poderosos de la televisión. Reibel Maier entonces, participó de todas las reuniones en las que se discutió la fallida renovación del Fútbol Para Todos con los productores del conductor televisivo.
No solo se encargó de objetar el logo que habían presentado los “Tinelli boys”, como los llamaban los camporistas. También se encargó de vetar los videos que habían presentado los productores de Tinelli en los que varios jugadores emblema de los clubes de fútbol hablaban a cámara.
El camporista le informó minuto a minuto todos los detalles de la negociación a Máximo. Y fue el encargado de decirles a los “Tinelli boys” que estaban afuera del Fútbol.  
Fue vocero oficial de La Cámpora y también desempeñó tareas en Aerolíneas. Estudió periodismo, tiene una radiografía pormenorizada de los medios y hasta del Grupo Clarín, para quien escribió en su momento. 
Los que lo conocen cuentan que nació en Río Gallegos y se hizo amigo de Máximo gracias a su hermano mayor Martín, quien iba a la misma escuela que el hijo K, el Colegio Nacional República de Guatemala. 
Reibel Maier tuvo durante el gobierno de Crtistina, despacho en la Casa Rosada. De estilo parco, sus enemigos lo definen como “un soldadito”.
Todo indica que La Cámpora va a tener un rol importante en la provincia de Buenos Aires. Ello surgirá de lo que decidan Kicillof y el hijo de la ex presidenta. Los intendentes también ocuparán su lugar en esa estructura de poder, probablemente Kicillof les entregue el Ministerio de Obras Públicas.Un posible interlocutor de los alcaldes con la gobernación, va a ser Martín Insaurralde, quien viene hablando y negociando con Máximo Kirchner. Pero el escenario por ahora está vestido de especulaciones. La verdad comenzará a apurar el paso después del 27 de octubre.