jueves, 29 de octubre de 2015

Cuando los gritos de Anibal llegaron hasta La Plata


El peronismo ha implosionado, a la manera de un boxeador al que lo aturdieron con un golpe de nocaut. Aún no asimila la derrota y se mantiene en estado deliberativo buscando culpables, (algunos hablan de traidores) y como salir del trance. El peor escenario para Scioli era el balotaje. En ese ring impredecible ahora tendrá que lidiar principalmente con el voto anti K. No obstante, empujado por su espíritu deportivo, el gobernador no piensa tirar la toalla. En las últimas horas hubo operaciones de prensa dando cuenta de que bajaba su candidatura, lo cual fue desmentido de manera terminante. También se hablò que se buscaba un vice para aliviar la carga kirhnerista de Zannini y captar el voto del massismo. Scioli sabe que lo que viene es difícil, pero no imposible de revertir. Ahora depende de él. Ya no habrá contrapesos como el de Aníbal Fernández, para algunos, el nuevo Herminio Iglesias del siglo XXI. Sacó menos votos que el dirigente de Avellaneda que en 1983 quemó el cajón en la 9 de Julio. 
La Presidenta recién reaparecerá en escena este jueves y habrá que ver las señales que manda. Hay quienes hablan de una batería de anuncios, entre ellos anular el impuesto a las ganancias. Nada es seguro, en medio de este tembladeral de rumores. El empresario de la carne Alberto Samid, sostiene que cada vez que habla Cristina se pierden 700 mil votos. Por ahora, el estado mayor naranja está expectante. Las movidas de Massa y de Rodríguez Saa no son buenas para alentar esperanzas de cosechar votos en esa cantera. Parecen ir más por la diagonal amarilla. El tigrense hablò que " el 65% de la gente quiere el cambio". De todas maneras, será la gente y no los dirigentes, la que decida. Si bien es cierto que hay allì muchos peronistas que quieren un tiempo nuevo, la mayorìa de ellos no comulgan con el macrismo. Se trata 5 millones de votos cruciales para una victoria el próximo 22 de noviembre, frente a un Macri exultante y que se muestra sereno, probándose frente a los medios el atuendo de futuro presidente. Las nuevas encuestas que se conocieron en las últimas horas no son alentadoras para el equipo naranja, pero dan cuenta que aún hay muchos indecisos que pueden dar vuelta la historia.
Scioli tendrá que resetearse junto a todo el peronismo y buscar una propuesta superadora, lo más alejada posible del discurso kirchnerista del cual la ciudadanía ha dado muestras de hartazgo.
El ex motonauta por estas horas atraviesa por un campo minado, con estallidos que provienen de su propio espacio a través de las heridas sangrantes de dos de los grandes perdedores: Aníbal Fernández y el ejército camporista. 
El jefe de Gabinete, que debería someterse a una fuerte autocrítica, mandó señales envenenadas. Si bien es cierto que saludó a María Eugenia Vidal por el triunfo, adjudicó gran parte de su funeral electoral  "al fuego amigo". Las balas del quilmeño perforaron las murallas de La Plata, donde el macrista Julio Garro le arrebató el sillón del palacio municipal a Pablo Bruera. Comentan que a los gritos y ante sus cortesanos, Aníbal responsabilizó al sciolismo de no haber encontrado la manera de recuperarse de la trágica inundación del 2 de abril del 2013. 
Además acusó  a Scioli de tener una pésima idea en subirse a un avión después de ganar las PASO, cuando Buenos Aires estaba inundada de nuevo. Justamente, las estadísticas demostraron que  en esas zonas el oficialismo perdió sus bastiones con el voto castigo, algo similar a lo que ocurriò en La Plata.
También sospecha que el ministro de Justicia, Ricardo Casal  dio la orden de abrirle las puertas de la cárcel de San Nicolás al periodista Jorge Lanata para que artillara desde allí con uno de los presos, la denuncia por el tráfico de efedrina, que le jugó de manera letal frente a la opinión pública. Fuentes dignas de crédito aseguran que a Aníbal se le escuchó decir durante la campaña que "la estación Presidencia tiene para Scioli una escala previa que es la gobernación de Buenos Aires. Si yo pierdo, él también".
Además, el  kirchnerismo paladar negro está molesto con Scioli por el abandono que dicen hizo de candidatos históricamente identificados con ellos, como Hugo Curto. En las últimas horas, no por casualidad Julio de Vido se mostró con el fallido intendente de Tres de Febrero en un gesto inequívoco de que, según explican, "hay que estar con la gente en todo momento. No solo cuando te sirven para un foto".
Los palos de Anibal también volaron contra Florencio Randazzo, el ministro de Interior y Transporte, Julián Domínguez, el titular de la Cámara de Diputados y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. El quilmeño cree que todos le jugaron en contra, sin digerir aún que su propio candidato a vice, Martín Sabbatella, lo arrastró hasta el fondo del mar. Cristina lo puso, sabiendo que era el más odiado por los intendentes, que nunca le perdonaron el sabotaje territorial con las colectoras de Nuevo Encuentro. Para muestra sobra un botón: Sabbatella, además mordió el polvo en Morón, su propio feudo por otro de los grandes ganadores, el marido de María Eugenia Vidal.
Otra de las lecturas que Aníbal no hizo, es que perdió en Mercedes. Allí ganó el hermano del dirigente camporista Eduardo Wado De Pedro, quien para quedarse con la intendencia, debió permitir el corte de la boleta a gobernador, favoreciendo a María Eugenia Vidal.
La mirada de la Casa Rosada, es que Scioli falló en no haberse garantizado un triunfo propio en la provincia de Buenos Aires, donde apenas alcanzó el 37,13 por ciento de los votos en la categoría presidencial. Fue sólo dos puntos más que los que terminó sacando el actual jefe de Gabinete como candidato a gobernador. "Aníbal tenía una imagen negativa muy alta, pero históricamente al gobernador lo pone el arrastre del presidente", reflexionó un dirigente bonaerense del ala más dura del cristinismo. Como ejemplo, recordaban que la Presidenta había sacado en 2007 el 45,91% en la provincia.
En La Cámpora le imputan a Scioli la falta de propuestas claras. Creen que le faltó más presencia territorial, peleando cuerpo a cuerpo en el conurbano. Le achacan haberse  paseado por los programas de TV y mostrarse hasta con Marcelo Tinelli. En lo que tiene que ver con el balotaje, el pronòstico no es bueno. En el Gobierno ya se instaló la idea de que un triunfo de Scioli sería una hazaña titánica y el escepticismo sobre una victoria se instaló en la mayoría de los funcionarios. A la hora de plantear culpas, en el Gobierno apuntan a Scioli. Nadie dirá, en definitiva, que fue Cristina la que lo eligió como candidato. "El techo lo puso el propio Scioli", remarcó un funcionario, más allá de la mala imagen del jefe de Gabinete, que terminó arrastrando a la derrota a varios candidatos a intendentes.
En la Casa Rosada preparan la última bateria de anuncios. Temen que Macri apueste a salir de campaña con María Eugenia Vidal disparando los dardos a la gestión de Scioli, lo que podría terminar de sellar la suerte del gobernador. Otro de los dilemas, es la la fiscalización de la segunda vuelta. Nadie puede afirmar con certeza que intendentes y gobernadores, ya jugados en sus territorios muevan a sus militantes para controlar la elección. El reloj de arena  empezó la cuenta regresiva.Scioli espera el milagro en el debate con Macri. Allì asegurán que pondrá toda la carne al asador. Pero deberá tener cuidado. En esas instancias, el que se equivoca pierde y sella su propio destino. Es cierto que el gobernador corre un poco más aliviado, después de haberse sacado el contrapeso de Aníbal Fernández. Pero en la mochila sigue cargando con Cristina, que además le estampó de vice a Zannini y le clavó como cabezas de lista en Capital y Provincia a los camporistas Axel Kicillof y Eduardo Wado de Pedro. Macri, tiene el desafío de no subirse a caballo de la soberbia del que cree que ganó antes de jugar. Hasta ahora está cumpliendo con el libreto del dirigente que, con humildad, acepta sus límites y convoca a los que no son propios. Además, reconoció públicamente que muchos lo votan sin otro argumento que el de desplazar al kirchnerismo del poder. Esa fotografía no es la adecuada. La vimos con la Alianza frente al menemismo y la pelìcula terminó mal.  Para un futuro mejor, hay que empujar en el cuarto oscuro con fundamentos de mayor peso.

martes, 27 de octubre de 2015

Después del terremoto, Scioli está obligado a matar o morir


Por Jorge Joury

Lo que ocurrió en las urnas el domingo, fue lo más parecido a un terremoto polìtico que dejó en ruinas una parte importante de la dirigencia. La sociedad se sacó abruptamente la modorra, salió a la cancha con los tapones de punta y dio un golpe de timón impensado, modificando principalmente el mapa del conurbano. En ese territorio quedaron los girones de intendentes históricos como Hugo Curto, de Tres de Febrero, Raúl Othacehé de Merlo, Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, Francisco “Barba” Gutiérrez, en Quilmes, Pablo Bruera de La Plata, Luis Acuña, de Hurlingham y Humberto Zúccaro en Pilar, entre otros. En Morón también acabó el sueño de Hernán Sabbatella, hermano del candidato a vice de Aníbal. No obstante, la gente premió con el voto extendiéndole el crédito a otros caudillos históricos como Julio Pereyra en Varela, Juan Patricio Mussi, en Berazategui, Jorge Ferraresi, en Avellaneda y Martín Insaurralde, en Lomas.
Hasta las encuestadoras que sostenían a rajatabla que en el conurbano históricamente no existía el corte de boleta, quedaron en orsay. La reacción de la estratégica provincia de Buenos Aires fue crucial para robustecer el sueño de un Macri que ni el mismo podìa creer lo que le estaba pasando. Tuvo que salir nuevamente a la medianoche al escenario de Costa Salguero para levantar la mano de María Eugenia Vidal, su nave insignia, después de certificar que había llegado al puerto de la victoria con cinco puntos de ventaja sobre Aníbal Fernández.
En el territorio donde habitualmente se disputa la madre de las batallas, apareció una nueva estrella en el firmamento. La moronense Vidal ya hace historia. Después de 28 años de peronismo, se convertirá en la primer mujer gobernadora. Vidal, se llevó por delante al tanque de guerra de Cristina, Aníbal Fernández y a algunos de los barones del conurbano que enumeramos . Además arrastró a la victoria amarilla a ciudades clave, entre ellas La Plata, Olavarría, Junín y Mar del Plata. Encima, pegó un fuerte golpe en Berisso, cuna del peronismo y de la movilización histórica del 17 de octubre. haciéndole realidad el sueño del sillón municipal al radical Jorge Nedela.
El amplio triunfo del macrista Julio Garro en La Plata, era algo que se veía venir. Se percibía en el ambiente el descontento con Pablo Bruera (FpV) y hasta con algunos panqueques que se le acercaron a último momento y que le jugaron en contra. La memoria escribió una pàgina histórica en la ciudad de las diagonales. El voto castigo al Pablo que se escondió detrás del apellido Bruera por temor al fracaso, se lo propinaron en parte con tijera en mano los inundados del trágico 2 de abril del 2011. Le cortaron en pedazos el sueño de perpetuarse . La gente apostó por una fuerza nueva y oxidó definitivamente las pretensiones del alcalde.
En la mayoría de las escuelas bonaerense se percibió desde temprano que se venía un gran corte de boleta. Una de las claves, fue el rechazo que generó la candidatura de Aníbal Fernández, que terminó siendo un salvavidas de plomo para las apiraciones de Daniel Scioli.
El impetuoso funcionario, perdió hasta en Quilmes, su propio terruño. Allí Macri cocinó a fuego lento una gran victoria con el chef Martiniano Molina, al cual sacó de la galera a último momento, después que se bajara de la candidatura el modelo publicitario Tomy Dunster.
El actual jefe de Gabinete, que prometió dar un paso al costado, desparramó culpas de su fracaso en el periodista Jorge Lanata, Canal 13, Clarín y sobre algunos integrantes de su propio equipo, que según dijo le jugaron en contra, propiciando el corte de boleta para salvar sus intendencias. No obstante, es evidente que la frase que utilizó la oposición para meter miedo sobre el candidato a gobernador, surtió efecto. Ninguna madre quiso dejarle a Fernández el cuidado de sus hijos.
Frente a este escenario, Mauricio Macri tendrá una chance de convertirse en presidente el 22 de noviembre. El jefe de Gobierno porteño supo volver de su error cuando no armó una coalición más amplia junto al espacio de Sergio Massa y tuvo la virtud de constituirse en opositor puro. Además, logró salir rápido del encapsulamiento que le impidió ganar a Miguel Del Sel en Santa Fe y del baldazo de agua fría del escándalo Niembro. Con inteligencia, volvió a enganchar en su tren el inmenso vagón de un electorado que apostaba al cammbio. Scioli en cambio no pudo desmarcarse de su pasado cristinista.
Macri, tuvo la picardía de robarle más sufragios a Scioli y a Margarita Stolbizer, que a un Sergio Massa que resistió dignamente sobre el piso resbaladizo del 20%.
La pregunta que hoy circua en los pasillos del poder es muy simple. ¿Qué le pasó a Scioli?. Su fidelidad a Cristina le aseguró un 28%, pero es evidente que lo privó de ganar en primera vuelta. Con 9 millones de votos, que no es poco, ahora deberá salir rápido del aturdimiento por el golpe, si pretende que el 22 de noviembre lo encuentre con chances firmes de llegar a la Casa Rosada. El líder naranja está predestinado a soportar un nuevo via crucis, frente a un Macri que aparece como el nuevo líder de la oposición y con más posibilidades de tejer acuerdos con fuerzas polìticas rezagadas que sueñan con asientos en un futuro gabinete amarillo.
Scioli en cambio, a partir de ahora tendrá que pegar un volantazo y apuntarle al votante de clase media, el que en la primera vuelta acompañó a Massa y que mira con desconfianza al líder de Cambiemos por temor al retorno de las polìticas neoliberales y un eventual ajuste abrupto.
En la nueva etapa que comienza, con el histórico nacimiento del balotaje en la geografia polìtica del paìs, Scioli se encontrará frente al desafío de quebrar la maldición de la residencia de la calle 6, en donde ningùn gobernador bonaerense logró llegar al sillón de Rivadavia mediante el voto popular. Solo Eduardo Duhalde lo consiguió, pero con la ayuda de la Asamblea Legislativa.
El ex motonauta tendrá que dejar de lado gran parte del equilibrio que siempre mantuvo entre el kirchnerismo y el peronismo. Sus primeras espadas aseguran que “será más Scioli que nunca”. En términos partidarios significa que se peronizará un poco más para que el poderoso aparato de PJ le extienda el crédito. En lo que tiene que ver con la
estrategia discursiva, sacará el látigo para castigar con más fuerza las contradicciones de Macri, reforzará su mensaje y avanzará con las definiciones pendientes. Además, realizará nuevos anuncios, como el que hizo en el cierre de la campaña para las elecciones con el impuesto a las ganancias. Algo de esto ensayó el domingo en el Luna Park, en el que fue el primer discurso de campaña de cara a la pelea en segunda vuelta.
El saldo de la contienda deja retazos para la lectura fina. Uno de ellos pone a cielo abierto que el gobernador y su equipo de campaña no lograron detectar las señales de los sismógrafos que anunciaban la llegada de un terremoto electoral. Tampoco fueron lo sufientemente perceptivos los encuestadores, que no observaron la pisada firme y silenciosa de Vidal en las arena movedizas del conurbano profundo. Ahora viene otra pelìcula, la que se gana con algo más que “con fe, esperanza y humildad”. Puntualmente, Scioli tiene que dejar de hablar como un segundo, porque fue el que más votos sacó. De aquí al 22 de noviembre tiene un trecho corto para dar vuelta la historia. Apuntará a captar al voto massista y de Rodríguez Saa que son peronistas y difícilmente se coloquen la camiseta amarilla. Si aún sueña con ser campeón, el 9 de Villa La Ñata tendrá que hacer un gol de media cancha para llegar a Balcarce 50. Por lo pronto, ya dio un paso trascendental. Se comprometió a debatir con Macri el 15 de noviembre por TV y con señal abierta a todo el país. Es auspicioso para la democracia y una señal indiscutible que el candidato comprendió que la moneda vuelve a estar en el aire, pero por última vez.

viernes, 23 de octubre de 2015

Después de todo, el próximo presidente viene con fórceps


Por Jorge Joury

Comenzó la veda y llegó un poco de alivio. Sirve para ir meditando el voto. La campaña fue interminable para los candidatos y para la sociedad, apabullada por una andanada de spots publicitarios. El balance general, es que hubo más descalificaciones hacia los rivales, que propuestas superadoras. Por ende, la contienda dejó un glosario casi inédito. En la selva de adjetivaciones, abundaron términos como garrocheros, panqueques, borocotizaciones, choripán de oro, gorilas, borrachos de última copa, traidorzuelos, ñoquis, circulo rojo, tránsfugas,carpetazos, tucumanazo, cepo, cadenazos, aguantadero, curro, fraude, gradualismo y sobre el cierre, la frutilla de la torta, con la denuncia de espionaje a polìticos, jueces, periodistas y famosos. En la guerra del todo vale, los elementos mencionados fueron útiles para rapiñar un título en los medios y lograr una cuota fugaz de notoriedad. Pero de propuestas, hay poco para destacar. La oferta electoral de los tres principales competidores, salvo algunos matices, fue muy similar. Sorprendió Scioli sobre la hora, al anunciar que el impuesto a las ganancias lo pagarán aquellos que ganen un sueldo neto de treinta mil pesos.
En este escenario, trataremos de imaginarnos la tapa del diario del lunes. Para ello, entraremos en la entretela de lo que fue la campaña. Respetando los límites que impone la veda electoral, podríamos pasar el resaltador en la carencia de figuras aglutinantes. No hay un Alfonsín, un Ménem o un Kirchner. De haber sido así, el escenario sería más sencillo para aventurar un pronóstico. Es evidente, que la elección del próximo presidente será un parto que viene con la ayuda de fórceps, en medio de números ajustados y pronóstico de balotaje, según la mayoría de los encuestadores. Recién a la medianoche del domingo, o más certeramente el lunes, habrá una pista sobre el desenlace, lo cual aumentará la dósis de Rivotril en los candidatos
Por ahora, hay que decir en materia de aprestos que Scioli y Massa ya han definido gran parte de sus gabinetes si aterrizan en Balce 50. Macri en tanto, juega al misterio, pero obligadamente. El candidato de Cambiemos se juega a un balotaje . Y si eso ocurre, recién allí podrá conformar su elenco de colaboradores en base a las alianzas que construya. Es la carta que el jefe de Gobierno porteño tirará sobre la mesa de negociación tras las elecciones del domingo para seducir al resto de los postulantes presidenciales y dirigentes opositores, si es que logra forzar la segunda vuelta.
Además habrá que tener en cuenta a otro protagonista que aguarda expectante para empezar a tallar en el futuro gobierno. Se trata de la economía, que en los últimos tiempos se viene moviendo al ritmo de la polìtica y que seguramente fogoneará lo suyo para que el voto bolsillo se meta en la pelea. Mientras tanto, los economistas de los candidatos hacen sus cuentas frente a un eventual gobierno. Calculan que hay entre US$ 5.000 y 7.600 millones retenidos por productores y exportadores agropecuarios aguardando definiciones sobre el futuro cambiario.
Apuestan a esas liquidaciones, en el entendimiento de que ese dinero les dará margen para sostener el precio del dólar hasta que avance una negociación con los fondos buitre que permita, sea cual fuese el ganador de las elecciones, salir al mercado de capitales a buscar dólares. El único aliciente que encuentran todos para buscar el rumbo, es el bajo nivel de endeudamiento “flotante y en dólares” con que arrancará la próxima gestión.
Todos los ojos están posados en la Presidenta y la expectativa de que pueda cerrar aún más el cepo para cuidar las pocas divisas que le quedan al Banco Central. Esa hipótesis se basa en que Cristina seguramente no se querrá ir devaluando y con el riesgo de tener algun dolor de cabeza en materia inflacionaria.
Si el escenario de balotaje se hace realidad, debemos preparnos para un capítulo distintos de aquí al 22 de noviembre. La segunda vuelta no será la continuación de la primera. Vendrá otra elección que encontrará a los candidatos fatigados. El principal problema lo tendrá Daniel Scioli, frente a la amenaza de que gobernadores e intendentes busquen otro destino para no dormir a la intemperie. Además, probablemente los reproches entre Scioli y la Casa Rosada se vuelvan más estridentes
Otro de los temores de la jornada del domingo, es que no se repita el escándalo electoral de Tucumán . A ninguno de los candidatos le conviene, aunque Carrio, con su habitual estilo pirotécnico ya se encargó de agitar la bandera del fraude. Hay equipos de campaña que se pintaron la cara para lo peor. Es decir, un escenario en el que un puñado de votos, apenas décimas, pueda decidirlo todo. Y para eso refuerzan sus equipos. Movilizan fiscales adicionales, veedores a cada uno de los centros del Correo, lanzarán aplicaciones para teléfonos celulares y mucho más, confiaron referentes de las campañas.
Desde el Gobierno quieren evitar una jornada electoral con denuncias y una noche del domingo y madrugada del lunes con acusaciones cruzadas e impugnaciones. Confían en que los esfuerzos propios y las 30 medidas que dispuso la Cámara Nacional Electoral ayudarán a reducir los riesgos, a la luz de las lecciones aprendidas durante las internas de agosto pasado, cuando cada equipo de campaña detectó flancos débiles en la fiscalización.
En la justicia electoral aguardan confiados un desarrollo en paz. Los temores que abrigan tienen que ver con que se dé un escenario que sería detonante. El gran riesgo es si se da extrema paridad, ya sea entre Aníbal Fernández y María Eugenia Vidal. teniendo en cuenta que el próximo gobernador se define por un voto y en la Provincia no hay balotaje. O que Daniel Scioli quede a sólo unas décimas de las cifras necesarias para evitar la segunda vuelta, confió una fuente responsable.
Otro dato inédito para mencionar, es que por primera vez en 24 años, el kirchnerismo arriesga el honor en Santa Cruz. No sólo discute poder con el frente opositor liderado por el radical Eduardo Costa, sino que libra una batalla interna con el gobernador Daniel Peralta. El mandatario y Alicia Kirchner son candidatos a la gobernación por el FPV, ventaja que habilitó la ley de lemas, de este modo peronistas y kirchneristas sumarán sus votos. Habrá 329 sublemas y 2803 candidatos. El Frente Unión para Vivir Mejor reunió a la mayoría de la oposición detrás de Costa, que también tiene un aliado que le suma votos, el candidato a gobernador por UNA, Osvaldo Pérez.
El gran desafío de la jornada dominical es para Daniel Scioli, que numéricamente corre con ventaja sobre el resto. No obstante está obligado a superar el 45% de los votos, o alcanzar el 40%, pero con una diferencia mayor a diez para consagrarse en primera vuelta. Las espadas naranja más filosas ya han evaluado como reaccionar frente a los posibles escenarios. Si Scioli gana en primera vuela, centrará su arenga en la contundencia de la “voluntad popular” que lo acompañó.
Frente a la circunstancia que la oposición instale la sospecha de fraude, dejará para el lunes las respuestas a las acusaciones y luego saldrá con los tapones de punta a decir que no respetan los gobiernos populares, ni la voluntad del pueblo.
En caso de tener que ponerle el pecho al balotaje , demorará al máximo su aparición, que puede llegar a ser a la medianoche. En este escenario, también buscará mostrarse ganador, ya no de la presidencia, sino de la elección. Para ese caso, sus asesores han previsto que lo haga marcando la diferencia de sufragios con sus competidores y mostrándose como el más votado.
Por la vereda amarilla, en el búnker macrista la idea que barajan es no apurarse a cantar ningún resultado hasta pasadas las 22. Y en caso de enfrentar números adversos, esperar a que sea por una diferencia contundente, mayor a dos puntos, que no amerite dudas.
Los massistas en tanto, esperan el milagro de poder meterse en el balotaje. Sin embargo, se preparan para una avanzada más dura. El tigrense cree atinado aguardar al 60% de los votos escrutados para subirse al escenario y dar su discurso. Si es necesario, un batallón de 170 abogados en todo el país, espera la orden para las denuncias en votos discutidos. Además pedirán apertura de urnas en las escuelas y están con el cuchillo apretado entre los dientes no sólo para denunciar a los fiscales, sino también a las autoridades de mesa si hay irregularidades. El sueño de Massa es acortar al máximo la diferencia con Macri y asegurarse no perder por un solo voto la mayor cantidad de bancas en el Congreso, Legislaturas provinciales y concejos deliberantes.
Más allá de los resultados, es de esperar que haya madurez polìtica para aceptar el veredicto. No obstante, el título del diario del lunes correrá por cuenta del pueblo, el gran árbitro para definir o prolongar el suspenso.

El 9 de La Ñata, empujado por vientos de victoria en la difícil cancha del Conurbano


El número nueve de Villa La Ñata soñó que el domingo próximo va a dar la vuelta olímpica en el campeonato más sufrido de su vida. Después de un via crucis interminable, está a pocas cuadras de despertar en Balcarce 50. En medio de una campaña larguísima, plagada de borocotizaciones, panquequeadas, garrocheros y spots de todos los colores, hoy surgen algunas pistas para plantear una eventual hipótesis sobre el futuro escenario electoral. El paso del reloj dirá si la información califica a pleno, pero  entre los denominados barones del conurbano de buen olfato, soplan vientos de victoria. Con los números ajustados, como no ocurría en décadas, la provincia de Buenos Aires volverá a convertirse en la madre de las batallas. Allí estarán atrincherados todos los ojos.No es para menos, con casi 12 millones de ciudadanos, el 40% del padrón nacional, los resultados de ese distrito terminarán bajando el martillo en la contienda. 
Los politólogos están ultra cautos. Sostienen que aún hay un 20% de la población que puede cambiar su voto. Otro detalle clave, es que frente a una campaña estancada por la saturación  de tánta publicidad proselitista, los candidatos están mareados por los números. Por estas horas, han puesto la mirada en las ocho millones de personas que en agosto no fueron a votar. Además apuestan a los casi 3,5 millones que lo hicieron por candidatos que ya no están y el millón y medio que votó en blanco o impugnó. Ni que hablar, de los que a última hora apuestan al voto ganador. Son todos blancos apetecibles de un final abierto cargado de expectativas. La del domingo pasará a la historia como la más larga noche de las urnas que se tenga memoria. Habrá entonces que exigirles a los máximos dirigentes de la Argentina, la responsabilidad de esperar, procesar y asumir el resultado. Más aún si es muy estrecho y la diferencia entre la posibilidad de que haya un ganador en primera vuelta o se defina en una segunda instancia depende ya no de pocos puntos, sino de décimas de ese porcentaje. 
No olvidemos además, que según palabra oficial, habrá que esperar una semana para conocer los resultados definitivos, para lo cual la cuota de incertidumbre no tendrá techo. Frente a este escenario, parte de las respuestas pueden encontrarse en los rincones de la geografía polìtica del conurbano. Allí, donde se amasan con paciencia y sudor las victorias."No cabe la menor duda que Scioli será el pròximo presidente de la Argentina", sostuvo Julio Pereyra, intendente de Florencio Varela,  hombre curtido en mil batallas y además presidente de la Federación Argentina de Municipio. Como jefe de los alcaldes, Pereyra descorrió con suspenso, como se hace con una baraja de peso, los últimos números cosechados en el territorio más codiciado por los polìticos. 
A esta altura de los acontecimientos, todos sus pares han pasado las redes para pescar los últimos votos y se animan a jugar fuerte. A tal punto que aseguran que  " AnÍbal Fernández se convertirá en el pròximo gobernador, ya que además le está traccionando votos a Scioli. Para nosotros, Solá está segundo y Vidal en el tercer lugar", dijo Pereyra. Confesó que en su distrito él está arriba de los 45 puntos y  Scioli supera los 50. No obstante, denunció "golpes bajos de parte de quienes perdieron la interna con Nuevo Encuentro y deberían acompañarnos". 
El intendente mostró una publicidad que desde el espacio de Sabbatella reparten en la peatonal Monteguado de Varela. Allí figuran los candidatos del FPV a presidente y gobernador, pero en la franja de jefe comunal hay una silueta en blanco y sin nombre, fogoneando el voto en blanco."Tampoco se menciona a nuestros candidatos a concejales y eso que llevamos dos de ellos", agregó Pereyra.  
El jefe comunal mantiene una vieja disputa con Martín Sabbatella, el jefe de Nueno Encuentro y el candidato a vicegobernador de Aníbal. Al igual que varios caciques territoriales, siempre manifestaron su disgusto por las colectoras y consideran al titular del AFSCA como una piedra en el zapato, "alguien que se coló en el tren del peronismo sin pàsaje, ni historia, empujado por La Cámpora". Pereyra durante el diálogo no le rehuyó a la pelea que se desencadenará en el peronismo para ver quien empuñará la vara más alta . El jefe comunal disparó sin rodeos una frase que factura a futuro : "Scioli al gobierno y también al poder". Así de sencillo, si el ex motonauta accede al sillón de Rivadavia, el peronismo histórico se encolumnará detrás suyo para recuperar sus banderas. Pereyra destacó que " más allá de nuestro aporte desde el Gran Buenos Aires,  Córdoba esta vez sumará más puntos por el trabajo de Karina Rabolini, quien sedujo a una treintena de intendentes radicales a darle el apoyo a su marido. Otro tanto hará Mendoza. Y en el peor de los casos, si hubiera balotaje, todos terminarán convergiendo en el FPV porque saben que con Macri viene un ajuste despiadado. De cualquier manera, Scioli será presidente", aseguró. 
En la misma dirección, un funcionario muy involucrado al estado mayor naranja, señaló que "hay confianza en que ganamos. Ya estamos arriba del 40% y sacamos diez puntos de diferencia sobre el segundo, para asegurar un triunfo en primera vuelta. Pero, estamos poniendo todo para llegar a 42 o 43%, para que la oposición  no nos venga a embarrar la cancha con denuncias de fraude a la medianoche del domingo".
Las primeras espadas de la residencia de la calle 6, admiten que La Matanza, Avellaneda, San Martín y Lanús, en ese orden, son los municipios en los que más expectativas tienen puestas. “La interna para gobernador nos complicó mucho en algunos distritos. Ahora está todo más ordenado". Y agregaron que “según las últimas encuestas Scioli está cuatro puntos más arriba” en la provincia, lo que equivale a cerca de 1,6% en la nacional. En la Tercera Sección, donde el ex motonauta realizó una muy buena elección se buscará sumar un par de puntos más. Por ejemplo, en La Matanza se logró el 51,6% y se espera sumar 4 puntitos más que implican aproximadamente 30 mil votos. En Lanús, se espera superar el escaso 38% en tres o cuatro puntos más. También se les pidió a los intendentes que hicieron una buena elección en Lomas de Zamora, Quilmes, Berazategui, Varela Ezeiza y Avellaneda que redoblen el esfuerzo para darle un par de puntos más a la fórmula del FpV.
En la Primera Sección se intentará continuar sumando votos en aquellos distritos que maneja UNA o Cambiemos como San Isidro, Vicente López, San Fernando, Tigre, San Miguel y Hurlingham En este último se espera que el candidato del FPV Juanchi Zabaleta gane las elecciones. Después se apunta a mejorar en Pilar, Tres de Febrero y en San Martín, donde Gabriel Katopodis sumó el 38,2% muy por abajo del 54% del 2011. Más allá de la Primera y la Tercera, el oficialismo buscará superar el 31,4 de Mar del Plata y el 30,4% en La Plata. Además, hay esperanza de incrementar caudal en las ciudades del interior como Bahía Blanca, Olavarría, San Nicolás y Pergamino.
Para la mayorìa de los intendentes del FPV, la candidata a gobernadora por Cambiemos, María Eugenia Vidal, no tiene chapa de bonaerense para imponerse en el conurbano. Sostienen que "le falta barro y eso la gente lo percibe". La escritora Beatriz Sarlo, opositora al gobierno, disparó que según su olfato, la dama de amarillo carece de mano firme para manejar semejante territorio. Y el empresario de la carne, el explosivo Alberto Samid, perteneciente a la fauna de los exagerados,  señaló que "duraría tres minutos en el poder". 
Otro de los datos a tener en cuenta, es que en el conurbano no hay cultura de corte de boleta y el “efecto arrastre” jugará un papel fundamental para Aníbal Fernández, con lo cual las chances de Vidal se esfuman. También hay que subrayar que en la Provincia no hay segunda vuelta y se gana por un voto. La mesa está servida. En el sciolismo quieren liquidar la elección el domingo y darle pasaje de primera al candidato. Apuntan a la suma de tres factores. El principal es la recuperación de voto peronista en el Gran Buenos Aires. Luego, el voto anti-Macri que suponen aflorará en la primera vuelta. Finalmente, apuestan obtener otra porción con el voto a ganador del electorado menos informado, que muchas veces decide sobre la hora a quién apoyar.  No es lo que se dice tirar manteca al techo, pero para el equipo naranja, alcanza para llegar a Balcarce 50 sin escalas. ¡Hagan juego!, señores.

martes, 20 de octubre de 2015

La sensación que Scioli ya ganó, con un plan económico y gabinete naranja


Daniel Scioli se obstina en instalar la sensación que ya ganó. Apunta al voto de los últimos indecisos. Hizo todos los deberes que le marcaron sus asesores. Tiene gran parte de la superestructura de su gabinete con perfil federal. Se lo garantiza la presencia de los gobernadores. Son todos hombres de su mayor confianza, que se colocaron la camiseta naranja y le aportan coloratura de gobernabilidad. Y ahora sumó a Silvina Batakis, que será su ministra de Economía. La "griega", como la llaman en la mesa chica, fue la mujer que equilibró las finanzas en el peor momento de crisis polìtica bonarense, cuando el gobernador castigado por Cristina, sufrió en recorte de fondos coparticipables  y estuvo al borde de no poder pagar el medio aguinaldo. Junto con Rafael Perelmiter, el histórico contador de la familia Scioli, el ex motonauta cree tener a los dos guardianes de los números finos. Además, el economista Miguel Bein hizo lo suyo y dejó trascender los 10 puntos de un futuro plan económico, enviando un telegrama de que está todo listo para tomar el comando de la Rosada el 10 de diciembre. Mientras tanto, en el estado mayor sciolista, a contra pelo de lo que marcan las encuestas, apuran el lanzamiento de las últimas bengalas, dado que aseguran estar cerca de un triunfo en primera vuelta. 
Por los números que se manejan en la residencia de la calle 6, el candidato necesita dos puntos para superar el 40%. La radiografía muestra que Macri se encuentra estancado después del caso Niembro y está a 3 de los 30 . Se cree que Margarita Stolbizer le picoteó un  par. Y finalmente, a Massa, que puso todo su esfuerzo en este último tramo, le faltarían 7 u 8 puntos para desbancar al lìder del PRO, algo que hoy parece improbable.
Frente a este escenario, Scioli ya mandó señales de previsibilidad. Su guardia pretoriana está confiada que el candidato llegará a sacar 43 puntos en las generales. Con ese impulso, asumirá en diciembre con un 60% de aprobación y la suficiente fortaleza de liderazgo para garantizar una transición en paz. Aunque no lo digan en voz alta, la futura "deskirchnerización" es la otra carta que en su momento jugarán a fondo para la disputa del poder. Para los que quieran ir reservando plateas en primera fila, se anticipa un divorcio contradictorio  y a cara de perro, similar al que utilizó Néstor para desalojar a Duhalde. Pero para ese capítulo, aún falta un trecho y prever su final, sería hacer futurología en vano.
Mientras tanto, las primeras espadas del gobernador aseguran que si Scioli si triunfa en primera vueta, llamará a la oposición al diálogo para hilvanar polìticas de Estado. Será un tiempo nuevo y  en esa dirección se trabaja sin respiro, para adelantar señales positivas que permitan el despegue de la economìa y la producciòn. No olvidemos que cada punto de crecimiento significan unos 5 mil millones de dólares. Luego, vendría la etapa de avanzar hacia el desarrollo tecnológico. Se da por hecho también, el armado de una mesa social integrada por los sectores gremiales, empresarios y la propia Iglesia, algo que pidió el Papa Francisco para avanzar en la erradicación definitiva de la pobreza.
En el interín, los mosqueteros sciolistas empezarán cada vez más a marcar diferencias con el discurso K. Los cortocircuitos con los Fondos Buitre, amplificados desde Estados Unidos por la declaración del vocero informal de campaña, Juan Manuel Urtubey, fue apenas un prólogo. Las palabras del salteño, suenan más a un hipotético canciller sciolista, que al gobernador de Salta. Se trata de un hombre que por la distancia, su juventud y sus aspiraciones, nunca dudó en salirse del libreto de la Casa Rosada. Otro de los que tomó por el mismo sendero, es el mandatario entrerriano, Sergio Uribarri, de quien Scioli dijo que será su ministro del Interior y Transporte. El economista Mario Blejer, fue un poco más allá del libreto, al sostener que "no hay que perderse la fiesta". Lo hizo en directa alusión a las oportunidades que hoy existen para obtener créditos a bajas tasas en los organismos financieros internacionales. Estas cuestiones dispararon las alarmas de la Casa Rosada y generaron reacciones inmediatas en el entorno presidencial.
En los laboratorios naranja lo esperaban y no se inmutaron. Sostienen en voz baja que son los últimos pataleos del fin de ciclo. La movida forma parte de un plan que irá avanzando a medida que se acerque el 25. La "rebeldía" también quedó explìcita a través de otras señales. Gustavo Marangoni, el presidente del Banco Provincia se sumó para colocar su ficha. Señaló que "es una necesidad por cuestiones prácticas para la economía" un billete de $ 500. Se trata de una idea que en su momento agitó las aguas, pero que ahora llega justo cuando el kirchnerismo, que oculta bajo la alfombra la palabra "inflación", aceptó debatir la posibilidad de apenas duplicar el papel de mayor denominación actual con uno nuevo de $ 200. 
Mientras tanto, los economistas naranja, con Miguel Bein a la cabeza, además de Mario Blejer y Miguel Peirano, están articulando un plan económico con diez medidas. Parte de esa estrategia se encargaron que tomara estado público, antes del coloquio empresario de IDEA en Mar del Plata. En el paper se habla de acelerar el ritmo de minidevaluaciones del Banco Central. Generar un amplísimo blanqueo de capitales que permita repatriar fondos en el exterior o sacar los dólares del colchón sin ninguna penalidad de la AFIP. Otra de las movidas, sería complementar la suba del dólar oficial a un ritmo gradual, pero más acelerado que el actual, con una devaluación fiscal, eliminando retenciones para las economías regionales, trigo y maíz, y reducción para pequeños productores sojeros. 
En los bancos de prueba se pronostican dólares de $ 13 o $ 14 para febrero y se combinan con una baja fuerte o eliminación de retenciones (trigo, maíz, etc), en el intento de que productores y comercializadores liquiden rápido los US$ 5.000/6.000 millones que estarían retenidos a la espera de un tipo de cambio mayor.
Tambien apuntarían a privilegiar los dólares disponibles para las importaciones, liberando el cepo para la industria y otros sectores clave en la formación de precios. Otro de los frentes, sería levantar las barreras para la inversión extranjera directa, abriendo el cepo al flujo de utlidades y dividendos al exterior contra el compromiso de inversiones y empleo. La restricción a la venta de dólares ahorro y turismo, también figura entre los objetivos, con el fin de reorientar las divisas disponibles a la producción y la inversión. Además, en el corto plazo redefinirían el cepo, es decir menos dólares para el colchón y Miami, y más para la industria. Se prevén además, recortes de subsidios a la energía con descongelamiento de tarifas al consumo de sectores medios y altos, cuidando la gradualidad para los de menores ingresos. Y se revisarían también subsidios al transporte. 
La devaluación deberá ser mayor a la inflación, por ejemplo, si el año próximo es del 25%, la suba del dólar sería de 30% para recobrar competitividad. Se apuntará también a que el gasto público sea menor que la recaudación, para recuperar el equilibrio fiscal. 
En lo que tiene qie ver con la tasa de interés, los especialistas prevén que deberá ser mayor que la inflación y la devaluación, para premiar al ahorrista en pesos e incentivar a una vuelta gradual a la moneda local. Con estas armas circulando por los espacios de poder económico, Scioli se puso el traje de futuro presidente y se mostró con singular independencia ante los 900 empresarios que se dieron cita en el coloquio de IDEA en Mar del Plata. Allì se comprometió a generar "las condiciones inmejorables para que podamos exportar cada vez más, traer dólares y generar incentivos para la repatriación de capitales. No se preocupen por las reservas. No habrá ningíun problema de falta de dólares", señaló. 
Una encuesta realizada entre asistentes a ese evento reveló que existen grandes expectativas frente al nuevo gobierno, que tienen que ver con la eliminación de impuestos distorsivos, clarificación de reglas de juego y una política fiscal pro inversión, que serán determinantes para aumentar la inversión en 2016. No obstante, un 35 % de los consultados sostuvo que la situación económica se mantendrá igual.
 Mientras las piezas del rompecabezas se van armando, hoy las diferencias entre La Plata y Balcarce 50 no sólo tienen que ver con las finanzas. En la guardia imperial sciolista la estrategia es que vaya instalándose en la sociedad la idea el "estilo Scioli". Se trata de una manera de hacer polìtica dejando de lado la confrontación y apuntando al diálogo permanente para generar confianza. Las señales apuntan directamente hacia el mercado externo, para que las inversiones regresen al paìs.
Los voceros del gobernador reconocen que el candidato pasa sus últimos días previos a la elección a ritmo acelerado. Está confiado en una victoria más holgada. Cree que mejorará la recaudaciòn de votos en el conurbano, ya que los intendentes estarán con manos libres para jugar más fuerte que en las primarias. El efecto arrastre, además beneficiaría a Aníbal Fernández . Le permitiría proyectarse con mayor firmeza para llegar al sillòn de Dardo Rocha. Scioli no quiere olas, ni que broten aires demasiado triunfalistas desde su tropa. Sólo la porción necesaria, para que aquellos indecisos que van detrás del voto ganador, se definan y le sumen más porotos. El gobernador le recomendó a los más íntimos que mantengan la prudencia y trabajen para no dar un metro de ventaja a los adversarios. Quiere llegar al 25 a paso redoblado. Ya envió todas las señales y propuestas. Dio a conocer su gabinete ultra naranja. Tiene plan económico y ahora espera el ritmo del tic-tac que le haga realidad de una vez por todas, el sueño de sentarse en el sillón de Rivadavia. No obstante, la moneda aún está en el aire.

viernes, 16 de octubre de 2015

El voto mojado y el temor de Bruera frente a la ola amarilla


En los pasillos del Palacio comunal se comenta que Pablo Bruera está intranquilo por su futuro electoral. En una ciudad que racionaliza puntillosamente el voto, su pasado lo condena. La campaña a nivel local, también pasará a la historia por sus aristas vengonzantes, como las "borocotizaciones" y el despilfarro de los valores ideológicos. En medio de semejante escenario, que avergonzaría el espíritu honorable de la  antigua polìtica, el actual intendente no tiene otra salida que guarecerse detrás del nombre de Pablo, por ser portador de un apellido que aglutina un torrente de críticas justificadas que le recuerdan de manera permanente la fotografía de los inundados del 2013. Hoy el jefe comunal se redime con la vuelta de dirigentes como Alberto Delgado, quien cuando todavìa estaba en el FpV y era candidato a intendente de Julio Alak, disparò una de sus frases cèlebres: “Si Evita viviera lincharía a los hermanos Bruera, que han dejado sin obras y servicios a la periferia”. Cosas del destino o la conveniencia electoral,  como se llame, el tiempo hizo que Delgado primero se mudara al massismo en su etapa triunfalista y hace poco volviera con el caballo cansado al FPV para apoyar a Bruera, olvidándose que Evita desde la eternidad, algún día lo puede someter a juicio en el tribunal celestial del PJ. 
Si bien es cierto que Bruera ganó la interna de la mano del poderoso aparato oficialista y de su protección mediática derrotando a la ultra kirchnerista Florencia Saintout, difícilmente gran parte de esos  50 mil votos provenientes de espacios progre y de la  izquierda rosa,  vayan a parar a sus alforjas. Esta vez, el alcalde tendrá su partido más difícil. Deberá aceptar el desafío de ponerle el pecho al voto pasado por agua de miles de platenses que lo perdieron todo en aquella fatídica inundación del 2 de abril del 2013 . Se enfrentará además, a los fantasmas itinerantes de aquellos más de cien muertos nunca oficializados, pero que pululan aún por los pasillos del  "Ministerio de las Sospechas". 
Es evidente que el agua perseguirá a Pablo donde vaya. Hoy su máximo temor es que la ola amarilla que representa Julio Garro, el candidato de Cambiemos se lo lleve puesto a caballo de la memoria de los inundados en la jornada del 25. Para Garro, La Plata es "una ciudad que en este último tiempo ha perdido su brillo", que ha pasado un momento muy complejo hace dos años y medio, las inundaciones, y que ha quedado "golpeada". También, "ha crecido mucho y ha crecido mal, de manera ineficiente: sin agua, sin cloacas, sin calles, sin salud, sin seguridad, sin gas, sin luz". "Pero es una ciudad con un potencial. El desafío es que sea el faro de la Provincia", sostiene. El ex diputado provincial y abogado de 43 años, se impuso en la interna de Cambiemos y ahora jugará sus pergaminos ante el intendente kirchnerista Pablo Bruera. Sumados todos los precandidatos, Cambiemos quedó 0,22% arriba del Frente para la Victoria, por lo que los números vaticinan una contienda voto a voto y con final abierto.
Si hubiera que enumerar logros, difícilmente las marquesinas de las plazas, parques, paseos, sus juegos y hasta el agua mineral que reparte, le alcancen a Bruera para disimular el deterioro que le provocó a la ciudad. Baste con mencionar, la siembra indiscriminada de edificios que borraron de manera demoledora la fisonomìa de barrios tradicionales y los hicieron colapsar. Difícilmente sus padrinos mediáticos, aquellos que beneficiados por las regalìas publicitarias se encargaron de poner bajo la alfombra cada una de las marchas de protesta de los inundados, hoy puedan disparar con efectividad sus baterías de papel y tinta para persuadir al electorado de que hay que apostar por un Pablo para otro período.
A pesar de multiplicarse para estar entre dos y tres cenas por noche, para poner en valor sus tardías propuestas frente a  las instituciones locales y las militancia, Bruera y su sonrisa están encadenados a un pasado húmedo que le sigue pasando factura. No obstante, estos encuentros de más de dos mil personas cada uno, seguirán hasta el próximo domingo. El plan es un calco de la lógica de acumulación que se planteó Daniel Scioli. No apunta tanto a producir un daño político al Frente Renovador, sino a captar todo voto peronista que ande suelto por los barrios. La operatoria desnuda la intenciòn de pasar a buscar con las ambulancias a los heridos del massismo. De allí el acuerdo con Carlos Melzi, uno de los dirigentes que quedó fuera de combate en las pimarias de agosto bajo la carpa massista. Luego las espadas naranja aparecieron en escena e hicieron lo suyo. El diputado Guido Lorenzino, el secretario General de la Gobernación, Martín Ferré, y el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, se encargaron de colgar de la telaraña sciolista a Marcelo Leguizamón, Javier Pacharotti y Alberto Delgado. Estos dirigentes, también servirán para empujar el plan de reelecciòn de Buera, aún cuando mantengan como dijeron, su individualidad en el plano local.
Buera también se ve beneficiado por la apuesta de Scioli que quiere recuperar en La Plata parte de los votos que le faltan para evitar el balotaje. Una prueba de ello, fue la inauguración de un tramo de las obras hidráulicas que se vienen desarrollando en la cuenca del arroyo El Gato, que volvió a mostrar juntos, al candidato presidencial y  al jefe comunal. Pablo además, como es su estilo de poner huevos en diversas canastas, sigue enviando señales hacia el torrente sanguineo del FPV con recorridas y fotos junto a sectores ultra K que lo enfrentaron en agosto y que ahora resolvieron trabajar para su reelección. 
En la orilla del arco opositor, Bruera sabe que la candidatura de Julio Garro esta vez le puede quitar la linea de flotación y hundirlo para siempre. El alfil macrista recibió en los últimos días el respaldo de la máxima dirigencia de Cambiemos, con el desembarcó en La Plata del titular de la UCR, Ernesto Sanz en tren de sumarle votos radicales. También aportaron sus fichas durante un multitudinario acto en el Club Platense,María Eugenia Vidal y Gabriela Michetti. 
El caso Vidal es para ser seguido con suma atención. Las primeras espadas de Garro recibieron a través de Jorge Macri, primo del jefe de Gobierno porteño, números que indicarían que la bonaerense,  estaría cerca de los 40 puntos en La Plata, producto del rechazo que genera la candidatura de Aníbal Fernández. Esta suerte de "fiebre amarilla", como la llaman los seguidores de ingeniero, podría provocar un interesante efecto arrastre para eyectar a Garro hacia el trono del palacio de la calle 12.
Mientras tanto, en los hoy sacudidos cuarteles massistas, donde los garrochazos dejaron sus dolorosas huellas, el candidato a intendente José Ramón Arteaga, se mantiene con la guardia alta, profundizando los contactos con sectores sociales y las recorridas barriales en procura de mostrarse como alternativa de aire fresco. Desde el espacio Progresistas, que también se siente vivo, el aspirante a la Intendencia, Gastón Crespo, rema denodadamente. Los “margaritos” sueñan con captar votos radicales que se tapan la nariz frente Macri y se aferran a datos de un crecimiento que viene experimentando a nivel local Stolbizer.
Frente a este cuadro de situación, los platenses seremos protagonistas de una elección histórica, las más reñida de las últimas décadas, en una ciudad que se caracteriza por su singular destreza en el oficio de cortar boleta. Pero algunos sostienen que la memoria será también la gran protagonista. No hay que olvidar que mientras la ciudad empezaba a contar a sus muertos aquel 2 de abril del 2013, Pablo Bruera engañaba a la sociedad local a través de su cuenta de Twitter señalando que andaba por los barrios realizando tareas de asistencia y adjuntaba una foto de su archivo, repartiendo bidones de agua. Pero la realidad es que el lord mayor estaba disfrutando de sus vacaciones en un coqueto club de playa brasileño. Si de algo no se vuelve, es del ridículo. Ahora habrá que ver que tan vivo está ese recuerdo en la sociedad platense.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Después del debate, el momento histórico de reparar la grieta


Quedó claro que el pueblo aún quiere saber de qué se trata. Tras el debate de los cinco candidatos presidenciales, se pueden abrigar expectativas por la eventual llegada de un nuevo tiempo polìtico. Recién en la medianoche del 25 de octubre, sabremos  si alguna porción del electorado le pasará factura o nó a Daniel Scioli por haber dejado su atril mudo.
Por lo que se observó a través de la televisación, primó la formalidad entre los participantes, suficiente para que no surgieran ni vencedores, ni vencidos. Tampoco hicieron falta las ambulancias para asistir a los heridos. Lo ponderable, es que más allá de las chicanas, en la muestra de respeto de los lìderes polìticos, ganó la democracia, transparentando una postal de consenso casi inédita en la última década. 
Viene bien, después de tanta crispaciòn dialéctica y campaña sucia. A menos de dos semanas de las elecciones, este aire fresco resulta alentador.  Si algo dejó la contienda para tomar nota, es la imperdible oportunidad de empezar a trabajar en reparar la tan sonada grieta. Es una buena oportunidad para que los argentinos nos reencontremos en la discusiòn franca, dejando de lado el falso concepto de que aquel que piensa distinto es el enemigo.
Lo más destacado, es que pese a la imagen casi constante del atril vacío de Scioli, el evento alcanzó un rating de 14,5 puntos. Significa que más de dos millones y pico de personas se interesaron por verlo. La cifra da por sentado que en una buena parte del electorado había una demanda por despejar dudas.  
Tal vez faltó pirotecnia verbal para mantener en vilo a la audiencia y fue inocultable, que por tratarse de la primera vez,  la moderación extrema apabullo a los candidatos. Todos se ajustaron demasiado al libreto de campaña. Si Scioli hubiera participado, seguramente se habría convertido en  el blanco de las criticas y el olor a pólvora habría llegado hasta la platea. Su faltazo lo justificó con la verdad irreprochable de que la andanada de críticas al Gobierno lo habría perjudicado. Lo que el candidato no puede decir, es que está incómodo por no lograr salir del estuche K para mostrarse distinto de Cristina. Por ahora los encuestadores no observan costo polìtico por su sonoro silencio. Creen que por el tipo de votante que sigue a Scioli, está fidelizado e inamovible. El dilema es de dónde va a sacar los porotos que le faltan para ganar en primera vuelta. Haber dejado pasar el tren del debate fue una oportunidad imperdible para apuntalar a un peronismo que no quiere dormir a la itemperie.
Es probable que si el gobernador se hubiera diferenciado de CFK con cierto énfasis, hoy estaría más cerca de Balcarce 50. No obstante, por alguna razón evitó el conflicto y dejó su estrategia para apostar a la dispersiòn de la oposición como factor clave para hacer la diferencia el 25 en las urnas. 
En el ida y vuelta de los candidatos, sólo Sergio Massa se salió del molde y aportó una pincelada de color. Fue cuando en tono irónico invitó a usar los 20 segundos que quedaron repartidos por la ausencia de Daniel Scioli, para pedir silencio en homenaje al protagonista del faltazo.
El tigrense sacó una pequeña luz de ventaja, sobre todo cuando tuvo que exponer en seguridad. Allì apabulló al resto con una batería de propuestas muy concretas y sin temor a la polémica, para combatir al delito. Es cierto, que es el que menos tenía que perder por su condiciòn de tercero, pero puso toda la carne en el asador con la esperanza de llegar al  balotaje.
En el balance, podría decirse que tanto Macri como Massa, salieron bien posicionados. Margarita Stolbizer fue sólida, pero sus argumentos, no alzanzaron para sacar una luz de ventaja sobre los demás. Los desdibujados de la noche terminaron siendo el veteranos Adolfo Rodríguez Saá y  el aún verde Nicolás del Caño. 
Hay retazos para destacar, sobre todo de los pasos en falso que dieron los candidatos. Por ejemplo, lo que sonó a engañoso de parte de Macri fue que en 8 años de gestión al frente del Gobierno de la Ciudad no tiene una denuncia de corrupción. Desde que asumió en diciembre de 2007, la administración del PRO recibió varias denuncias penales en diversas áreas de gestión, aunque ninguna tuvo avances claros en el plano judicial. Eso sin contar la seguidilla de imputaciones que el propio Macri reconoció que se dispararon en los "últimos 20 días" de campaña y por las que acusó al kirchnerismo, con el caso de Fernando Niembro como el de mayor impacto. 
Otro de los temas que resulta insostenible a la realidad, fue planteado por la candidata de Progresistas, Margarita Stolbizer cuando señaló que "100 de las 650 toneladas de cocaína producidas en el mundo salen por Argentina".
Las estadisticas la dejaron en orsay, ya que no existen datos para sostener semejantes números. El Informe Anual de las Drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) del 2013, señala que la Argentina ocupa el 3º puesto entre los países más mencionados como lugar de origen de la cocaína cuando se realiza una incautación. Sin embargo, en el anexo metodológico se da cuenta que los datos conciernen solamente a 177 mil incautaciones producidas en 129 países entre 1997 y 2012, por lo cual el alcance de la información es limitado.
Además, Marcelo Bergman, director del Centro de Estudios Latinoamericanos de Inseguridad y Violencia (CELIV) puntualiza que  "la cocaína pura se produce en Perú, en Bolivia y en Colombia. En la Argentina se fabrica paco y cocaína cortada, pero a nivel de la cocaína pura, la producción no es masiva, puede ser de una o dos toneladas por año".
Stolbizer se mostró como lo que es: una dirigente formada y transparente, demasiado preocupada por exaltar su progresismo. Del Caño lució como un trotskista moderado y Rodríguez Saá a la antigua, sin demasiada preparación frente a otros que habían tomado todos los recaudos para no mostrarse vulnerables.
Para los encuestadores, existe una coincidencia general, ya que la presentación organizada por Argentina Debate difícilmente pueda provocar una movilización significativa en la intención de voto. Más allá de reconocer y destacar el valor democrático del encuentro entre los cinco candidatos, hubo pocas sorpresas y los discursos tuvieron mucho respeto por un libreto previo a la espontaneidad de la confrontación de ideas entre dirigentes que compiten por el poder máximo.
En lo que tiene que ver con la ausencia de Scioli, los encuestadores coinciden en que el voto del oficialismo es el menos sensible a los cambios. El faltazo puede impactar en los indecisos e independientes, pero el oficialismo tiene mucha capacidad de recuperación. No olvidemos que con la muerte del fiscal Alberto Nisman, el kirchnerismo perdió dos puntos y a los dos meses estaba cuatro por arriba. Más allá del debate, los candidatos dejaron claras señales de convivencia. Quedó claro que a quien le toque ser el futuro inqulino de la Casa Rosada, para construir el país que viene, necesitará  de la ayuda de todas las fuerzas.Tal vez sea el primer paso para ir cerrando la grieta.

La frase que más le impactó a Scioli para poner fin al poder K


A dos semanas de las elecciones generales, aún hay dudas entre cierto electorado que mirá a Daniel Scioli con desconfianza. La preguntas que más resuenan son : ¿Se animará si es elegido presidente de la Nación a dejar de ser el Chirolita de Cristina. ¿Repetirá la pelìcula de Néstor Kirchner, que en su momento sacrificó a Duhalde para construir poder propio?. Hay quienes sostienen que la personalidad del ex motonauta, hoy no deja margen  para hacer una gran apuesta sobre un cambio rotundo. No obstante, en la mesa chica naranja aseguran que "la sociedad todavía no conoce al verdadero Daniel, el hombre obstinado que se fija metas y las consigue. Si se preparó tánto tiempo para conducir el país, seguramente no va a dejar de lado la oportunidad de tomar el timón con mano firme", señaló uno de sus mosqueteros. El informante agregó que "hoy Scioli está obligado a ajustarse al discurso K para no perder ese voto cautivo que orilla el 28%. Pero si gana el 25, la foto para el futuro va a ser otra". 
La mayoría de los politólogos van en esa dirección. Sostienen que es habitual, que el candidato termine siendo el verdugo de quien lo eligió. Además, en el peronismo la frase que históricamente domina el escenario de los triunfadores es: "el que gana conduce y los demás acompañan". Por estas cuestiones, es de esperar que el gobernador construya su propio liderazgo, apuntando a quedarse dos perìodos en el sillòn de Rivadavia. En el PJ tradicional ya hay quienes se entusiasman con pintarse la cara frente a una eventual batalla con los comisarios ideològicos del cristinismo ortodoxo. Consideran que es la única manera para blindar al candidato y darle manos libres después del 10 de diciembre. Por lo pronto, Scioli ya mostró las uñas blanqueando parte de su futuro gabinete con hombres de su más absoluta confianza, como Alberto Pérez, quien será el jefe de ministros.También envió señales de autonomía y cambio con Julián Domínguez, Miguel Bein y Juan Manuel Urtubey, quien sigue gritando a viva voz que "hay que arreglar con los fondos buitre, porque algunos se van en dos meses".
Scioli  hoy está calentando motores, atado al discurso K . Aún no puede mostrar las cartas que quisiera a los votantes independientes y cosechar los votos que le faltan, Tiene que seguir haciendo equilibrio para no desatar las iras de la Casa Rosada. Lo demostró en las últimos días cuando debió despegarse de una eventual vuelta de la Argentina al Fondo Monetario Internacional, luego de que Mario Blejer, uno de sus asesores, considerara públicamente que retornar al organismo y permitir una auditoría técnica anual podría ser beneficio para el país. 
Hay quienes aseguran que apuntará a realinear al PJ, siempre rechazado y ninguneado por Cristina, quien en vida de Kirchner, solía decir con altanería que "con ellos yo no hablo, se encarga Néstor". La presidenta no quiere saber nada con los denominados barones del conurbano y ha basado su fortaleza polìtica en los jóvenes militantes de La Cámpora, siempre bien atendidos salarialmente por la generosa billetera oficial.
Lo que se comenta en el entorno del gobernador, es que está empeñado en alentar la  idea de un Presidente peronista como continuidad de Cristina, pero “con poder real” . Para ello, necesitará aliados. Ya se han sumado algunos dirigentes que han defendido con uñas y dientes al kirchnerismo, como Edgardo De Petri o Fernando “Chino” Navarro. Scioli sabe que hoy La Campora, comandada por Máximo, a quien sus seguidores llaman "el otro", está en estado deliberativo, entre "sciolizados" y duros. No avizora todavía el final de la pelìcula. Está expectante, ya que hay dirigentes como  “Wado” De Pedro, Mariano Recalde y Julián Álvarez, que apuestan a la supervivencia y son los más permeables al cambio para ponerse la camiseta naranja. 
Pero la mano viene dura bajo el cielo tormentoso de los jovenes militantes K, ya que muchos han manifestado su preocupación por quedarse sin espacios, ni nombramientos para sus cuadros en una eventual gestión sciolista. Los más alterados, quieren formar un bloque similar a un comisariato. Colocarse atentos y vigilantes para monitorear a Scioli desde Diputados. El listado de figuras kirchneristas en el Parlamento es algo que genera  marcada  preocupación en la residencia de la calle 6. Ahí  estará Zannini y ocuparán un escaño el hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, hoy el funcionario más cercano a la jefa del Estado, entre otros. En total, La Cámpora aspira a tener unos 20 diputados y dos representantes en la Cámara alta. 
Al que le tocará la delicada tarea de administrar la relación con el sector juvenil, será al jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, el hombre de más cintura. En el sciolismo creen que se mantendrán los actuales interlocutores. Ellos son el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" De Pedro, y Kicillof. Pero existen temores con los otros miembros de la guardia pretoriana ultra K, como Andrés Larroque y Juan Cabandié, que se muestran distantes con Scioli. La solución que encontró el ex motonauta, y que reforzará desde el 10 de diciembre si es elegido presidente, es peronizarse. Para eso tendrá un gabinete con varios gobernadores. Hasta el momento serían cinco: Juan Manuel Urtubey -podría ocupar la Cancillería-, Sergio Urribarri (Transporte), Francisco Pérez (Interior), Maurice Closs (Turismo) y Jorge Sapag (Energía). 
Además, el senador Adolfo Rodríguez Saá que no quiere dormir afuera, ya mandó un guiño de eventual apoyo si suelta amarras, al señalar que el bonaerense debe ponerse al frente de una liga de mandatarios provinciales. En el sciolismo también aspiran a que los intendentes actúen como un bloque unificado y puedan blindarlo frente a las acometidas de los jóvenes K. Sobre todo si Aníbal Fernández llega a ocupar el sillòn de Dardo Rocha, ya que prometió cobijar bajo su carpa bonaerense al ejército camporista. Scioli contará también con una fuerte presencia de mandatarios provinciales salientes en el Congreso para inmovilizar al cristinismo. Ahí se apoyará en José Luis Gioja (San Juan), que aspira a presidir el bloque, y Luis Beder Herrera (La Rioja), entre otros.
"Llegó la hora de construir poder", es la frase que hierve en los alambiques de los laboratorios naranja. Dan por hecho que las ríspideces con el cristinismo se mantendrán hasta el 10 de diciembre, aunque asegurán que podrían aflojar un poco si Scioli obtiene una victoria contudente, algo que hoy no muestran las encuestas. Otra de las dudas, es el futuro rol de CFK tras su salida, ya que se marchará con una elevada imagen positiva. Todavía resuenan en los pasillos de la gobernación las frases que dispararon Estela de Carlotto y Diana Conti,  quienes recalentaron la interna al hablar de un "gobierno de transición". Las airadas respuestas de Sergio Berni, Diego Bossio, Juan Manuel Abal Medina -tres kirchneristas hoy convertidos al sciolismo- y el ultrasciolista Alberto De Fazio intentaron actuar como un contrapeso. Pero lo cierto es que Carlotto y Conti expresaron el sentir de muchos kirchneristas, como la propia Hebe de Bonaifini, quien en las últimas horas comparó al gobernador con Mussolini. 
Con pronòstico de tormenta partidaria, luego de un verdadero via crucis politico, Scioli aún no ha terminado de digerir que su relación con la jefa de Estado es y será fria. Para hacer cirugía mayor, primero deberá metabolizar que él no es el candidato que ella deseaba. A la jefa de Estado se lo impuso la realidad. La  frase  que le pronunció al oído hace semanas el santafesino Omar Perotti a la salida de un acto, tal vez sea la más cruda, pero la que más lo ayude, si es que ya tomó la decisión de meter bisturí a fondo: "Daniel, grabátelo, Cristina no te quiere".

lunes, 5 de octubre de 2015

"Operación bolsillo", último acto de campaña de una elección con final abierto


A menos de un mes de las elecciones, los candidatos pisan el acelerador, mientras todos nos preguntamos qué país es el que viene. Focalizan principalmente en lo que podría denominarse como "Operación bolsillo", el órgano más sensible del electorado a la hora de definir el voto. En medio de una campaña sucia por donde se la mire y llena de denuncias, de aquí en más, se profundizará sobre propuestas económicas para convencer a los que aún mantienen la moneda en el aire, ante el dilema de ir por el continuismo o el cambio. 
La lógica impone que la mayoría de la gente apostará a quienes  le cuiden mejor los ahorros y practiquen las correcciones que haya que hacer, de la manera menos dolorosa. De los tres candidatos, Scioli es el que más problemas tiene para comunicar su menú, Tropieza con la vigilancia plena que ejerce Cristina y  no puede salirse de libreto para no colisionar con la Casa Rosada. Encima los cadenazos nacionales de su jefa son intermitentes y le impiden emerger del estuche kirchnerista con protagonismo propio.
No obstante, se las rebusca para enviar señales a través de sus economistas. Principalmente de Miguel Bein.
Como un acto de fortaleza, el bonaerense se animó a decir ante un diario español que no será el presidente de la transición, lo cual no es poco. Después le dio otro envión el sindicalista Omar Viviani (Taxistas) al señalar que "estamos trabajando para un Scioli de 8 años".
En el medio hay postales curiosas. Por ejemplo, Macri que logró la proeza de esconder la punta al Obelisco, también se ha "peronizado" con la bendición del titular de la CGT opositora, Hugo Moyano. El líder de la CGT opositora le coló candidatos y le dio chapa de "compañero", en medio de una catarata de elogios. El jefe de Gobierno porteño devolvió gentilezas prometiendo la quita de impuestos por cinco años para el primer empleo; la disminución en el impuesto a las ganancias para las categorías más bajas y la apuesta por el trabajo en blanco para lograr "pobreza cero".
Massa en tanto, se golpea el pecho señalando que tiene el mejor equipo de economistas, algunos de ellos probados en la eficiencia, pero deja algunos signos de interrogación sobre un armado territorial que pueda traccionar un milagroso triunfo. Lo cierto es que todos ponen generosamente  la carne en el asador, con el condimento necesario al gusto popular y exhiben ofertas de dudosa consistencia en el corto plazo.
En medio de este escenario, Kicillof embarró la cancha con su extraña movida con los bonos en dólares , cuando es un secreto a voces que las reservas del Banco Central están en terapia intensiva jugueteando entre los papelitos de colores del arco iris chino.
Scioli observa y ruega que no le enciendan más bengalas. Pero el pronóstico no es bueno. Después del  último mensaje de Cristina en la ONU, se dispararon las alarmas en la residencia de la calle 6. No será fácil construir a futuro, ya que CFK  fue por todo y cuestionó el doble estándard en materia diplomática. Planteó fiel a su estilo, que si la Argentina es cómplice de Irán, que es entonces el presidente norteamericano Barack Obama, cuyo gobierno llegó a un acuerdo nuclear con Teherán.  La jefa de Estado también instaló la sospecha de que el país del Norte protege por alguna razón al espìa de la ex SIDE, Jaime Stiuso. Si había alguna esperanza de recomponer, todo se fue a la banquina.
En la gobernación los asesores naranja se tiran de los pelos. Estos mensajes irrumpen como dardos envenenados, en momentos en que se están enviado señales de arreglo con los fondos buitre, con la finalidad de atraer nuevas inversiones y volver a tener presencia en los mercados internacionales. Para la guardia pretoriana del ex motonauta, hoy la mayor preocupación es Brasil que va a tardar por lo menos cinco años en recuperar los niveles de la demanda de 2013. Aunque no lo digan en voz alta, en la trastienda se murmura que hay que prepararse entonces para una región que va a demandar mejoras de competitividad muy fuertes para expandir nuestra producción. El tema es cómo hacerlo para que lo antes posible lleguen las divisas que engorden las arcas del Banco Central.
Lo que está claro para todos los aspirantes al bastón de mando, es que a quien le toque el desafío deberá contar con un programa económico coherente, mejorar los criterios de gestión y hacer más eficiente el gasto público. Esos ejes van a tener que estar a la orden del día de todas las agendas de política económica porque no vamos a tener un mundo con la tracción de viento a favor que se registraba anteriormente.
A poco menos de un mes de la elección presidencial más peleada de las últimas décadas, los inversores financieros se mantienen en guardia en medio de un mar de interrogantes.  Las encuestas y los reportes  aún no dejan en claro si habrá ganador en primera vuelta, o se deberá disputar un balotaje entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. De lo que hay certezas, de que son más bien escasas las diferencias que separan a los contrincantes, y que a partir de diciembre llegará un cambio de aire político y de estilo en el liderazgo.
Cualquiera sea el triunfador, lo que le preocupa a Estados Unidos de manera prioritaria es el rumbo que tomará la economía. Quieren saber si mejorará el clima de inversiones en la Argentina y si el próximo inqulinino de la Casa Rosada cambiará las polémicas reglas locales levantando el cepo cambiario, facilitando las inversiones extranjeras y enfriando el espiral inflacionario.
El marco legal también está en la mira, principalmente por la dudosa muerte de Alberto Nisman . Lo que asombra es la incapacidad político judicia argentina para determinar lo que verdaderamente ocurrió con un fiscal del Estado que investigaba un atentado terrorista.
Mientras tanto, en los laboratorios naranja se trabaja para que Daniel Scioli pueda subir dos o tres puntos y así ganar en primera vuelta. Para eso, en este último tramo el candidato comenzó a realizar actos denominados "Encuentros para el desarrollo". Allì se explaya sobre los distintos ejes programáticos que propone cumplir si llega a la Casa Rosada. Dice además a tambor batiente que se preparó toda su vida para sentarse en el sillón de Rivadavia.
La idea es darle un tinte propositivo a la campaña, despejar la nube negra que quiere instalar la oposición y poner de relieve la fortaleza de la gobernabilidad, algo que el peronismo maneja con singular maestría para no dejarle espacio a nadie más en la mesa de las decisiones.
El politólogo Eduardo Fidanza, director de Poliarquìa,  cree que Scioli necesita conseguir más votos peronistas en el Gran Buenos Aires, ganar además apoyos en la clase media, tratar de no pelearse con Cristina y rogar  al cielo que la economía no se desacomode más de lo que está de acá a la elección.
Independientemente de esta visión, un estudio sobre 4.000 casos en todo el país realizado por la consultora Bendixen&Amandi, que trabaja para Sergio Massa disparó en las últimas horas que las propuestas y el plan de gobierno son el factor más importante para decidir el voto en el 39% de los encuestados. Luego siguen los atributos del candidato –experiencia, gestión, personalidad, confianza– que suman un 29%, y el apoyo o rechazo a Cristina con un 22%. Frente a este mosaico, Massa sacaría ventaja en el terreno de las propuestas, Scioli superaría a sus rivales en atributos personales y Macri se quedaría con la mayoría de votos opositores a CFK.Bendixen opina que “estamos lejos de una elección que se decida simplemente por kirchnerismo o antikirchnerismo”.
A pesar de que el Gobierno de Cristina llega exhausto, con bajas reservas en el Banco Central, altas expectativas de devaluación, estancamiento económico, inflación de dos dígitos y una parte de la deuda en default, los especialistas del mercado señalan que las oportunidades de hacer buenos negocios en el mundo siguen vivas.

"Borocotizaciones" y traiciones en vísperas de la batalla final


Ex denarvaista, ex massista y ahora sciolista, no se sabe hasta cuando, el caso de la diputada Mónica López se suma al cartel escandaloso de una de las campañas más sucias de la historia, plagada de golpes bajos. En ese contexto, todos los límites de las conductas éticas quedaron por el piso a manos de unos cuantos polémicos personajes.
Hay quienes aseguran que la relación entre López y Sergio Massa, estaba agotada desde hace meses. Lo atribuyen al "destrato", palabra en la que coincidieron otros trece pesos pesados que abandonaron en su momento el Frente Renovador, denunciando además un tufillo a "soberbia" por parte de la conducción.
En el sciolismo festejan y  aseguran que la "borocotización" recién empieza. Juran que hay más dirigentes dispuestos a nadar en los próximos días hacia la orilla naranja. Tal vez el mérito sea  del vicegobernador Gabriel Mariotto, al haber tenido el olfato de abrir las tranqueras del FPV a todos los que quisieran volver. Así se sumaron últimamente el ruralista Eduardo Buzzi, una docena de candidatos platenses y ahora López, la rubia platinada de los 240 pares de zapatos que vive en el country Abril de Hudson con su marido y sus dos hijos. Alberto Roberti, su esposo, es --hasta ahora-- jefe del bloque del massismo en el Congreso y referente del gremio de los petroleros. 
La ex denarvaísta hizo hace unos meses una producción de fotos para la revista Caras, que despertó fuertes críticas por la ostentación de un pasar de riqueza. Allí la legisladora quebró una de las reglas básicas que debe respetar un dirigente en homenaje a los que hoy viven en la pobreza extrema. Allí contó que su vestidor tiene "tres calles" de zapatos a las que les puso nombre: Roberti (por su marido), Juan Domingo Perón y Eva Perón. 
Cholulaje inaceptable, para quien viene del riñón de un movimiento de masas que tiene como bandera la justicia social. Pero lamentablemente, en polìtica se vuelve de todo, hasta el ridículo, aún a riesgo de no poder resistir un archivo. Sin demasiados argumentos para explicar su garrochazo, con una primera señal de "yo nunca votaría por Macri", López  aquejada de "amnnesia" polìtica, olvidó en un abrir y cerrar de ojos, la munición gruesa que disparó contra Scioli. Hace un año, ante el Fuero Penal platense presentó una denuncia contra el mandatario bonaerense y el ministro Ricardo Casal, por los delitos de incumplimiento de deberes de funcionario público en el ocultamiento de la cifra de fallecidos en la inundación de La Plata. Y como si fuera poco, eternizó en la Legislatura otra de sus frases célebres: “investigaremos la responsabilidad política de esa manipulación y ocultamiento que realizaron para minimizar el impacto negativo en la imagen pública del gobernador".
Además hasta hace días, López hacia responsable a Scioli por el "abandono" de una provincia "devastada", y le pedía al gobernador que bajara del helicóptero y dejara de gastar "millones" en propaganda. "Ojalá que el 10 de diciembre se retire a La Ñata y deje de pretender gobernar la Argentina", afirmó en marzo. Por esos días también acusaba a Francisco de Narváez de ser un "infiltrado" de Scioli en el FR.
Pese a que en el estado mayor tigrense le restaron importancia, la fuga impacta en un espacio que desde las PASO viene insuflado de optimismo para remontar la cuesta e ingresar al balotaje. La mujer había escalado fuerte en el FR. Su cartelería estaba por todas las rutas de la Provincia, había sido candidata a gobernadora y en las PASO a diputada del Parlasur, cargo al que ahora renunció. Por Twitter, los aliados de Massa trataron  a López de "tránsfuga" y "extorsionadora", entre otros gruesos calificativos, aunque ella se victimizó respondiendo que la hicieron sentir Yiya Murano, la tristemente célebre envenenadora serial.
No obstante, la respuesta oficial corrió por cuenta del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota. En una carta titulada "Cambalache", el peronista recordó los elogios de López a Massa y las denuncias contra Scioli. "Ahora la veo dar una borocoteada y adherir a la candidatura de quien denunció penalmente y de quien dijo cosas irrepetibles", escribió. Le pidió a López que dé explicaciones a la sociedad por la "voltereta". Scioli también tendrá que decir lo suyo porque aceptar la llegada de quien lo acusó de corrupto también merece una explicación", agregó, para cerrar: "O será que la desesperación por no crecer en las encuestas hace que acepte cualquier cosa". 
La legisladora, sin rodeos, se justificó de manera sencilla. Dijo que se disculpó con Scioli, cuestionó al massismo por "misógino" y cerró disparando para que nos tranquilicemos, que "duermo tranquila". El matrimonio Roberti-López, como los Moyano, Hugo y Facundo, ponen los huevos en dos canastas. Ella va detrás del FPV y su marido, por las dudas dice que se queda con el tigrense, "sino me rajan".
En esta suerte de apología de jugar a dos puntas como si las ideologías fueran fichas de dominó, existen otros casos, que aunque de distinto tenor, averguenzan por sus metologías. Lo que ocurre en distrito de Merlo es otra de las postales oscuras de la campaña. En ese territorio siempre hostil a la democracia por los aprietes salvajes y atentados, uno de los denominados barones del conurbano, Raúl Othacehé, también da pelea desde el partido de los derrotados. El hombre, que en su momento se cruzó al massismo y luego volvió al FPV cuando vio que soplaban mejores vientos, tras 24 años de calentar el sillón, terminó mordiendo el polvo en las PASO a manos del candidato del FPV Gustavo Menéndez.  Ahora, en una de sus clásicas jugadas, "El Vasco" se dedica a ponerle palos en la rueda a su propio partido. Menéndez, su verdugo,  lo acusa de financiar candidatos tanto del FR como del macrismo para que pierda, además de generar miles de puestos de trabajo en planta permanente, subiendo los sueldos un 70%, retroactivo a junio y pagadero en diciembre. Una manera clara de vaciar las arcas y entorpecer al futuro gobierno con la mácula de un municipio incendiado. 
Otro de los distritos bajo sospecha es Moreno, donde el actual intendente Mariano West perdió en la interna del Frente para la Victoria ante el camporista Walter Festa. Más al sur, el partido de San Vicente tiene lo suyo. 
Allí la disputa que se desató en el Frente para la Victoria  después de las PASO parece profundizarse día a día. El sector que impulsó la candidatura del ganador de esa contienda, el camporista Diego “Chapu” Barralle, acusa al intendente Daniel Di Sabatino,  que buscaba la reelecciòn, de apoyar a través de la estructura del PJ local a la lista massista. El jefe comunal lo desmintió, se desmarcó de la aparición de afiches en ese sentido, y aunque asegura que no se va a poner al frente de la campaña dice que tampoco hará nada en contra. “Mi gran aporte es no hablar de mis rivales”, desafió. 
Mezclado en esa caravana y tratando de que al relato no le echen demasiado combustible, Scioli no les cobra peaje a los dirigentes que vuelven con la cabeza baja. El objetivo es recomponer su línea. Alrededor suyo está tomando posiciones el peronismo, empezó a desplegar algunas propuestas y a presentar equipos de gobierno con sello propio. Le falta muy poco para ganar la presidencia en la primera vuelta. Pero necesita romper claramente la barrera del 40% y todavía no lo consigue. En parte, porque con Massa en la cancha, la recuperación del voto peronista es un propósito incumplido. Como ocurre tradicionalmente, la madre de las batallas se dará en Buenos Aires, donde los candidatos volcarán sobre el paño verde todas sus apuestas. Aquel que logre hacer girar con más fuerza la ruleta bonaerense, se convertira en el futuro inquilino de la Casa Rosada. Pero aún nada está escrito.