miércoles, 20 de mayo de 2009

LA LOMA DEL DIABLO

En un barrio de Lomas, pibes chorros cobran
peaje y libran sangrientas batallas por el Paco


Por Jorge Joury

Muertes violentas, de las peores que uno de pueda imaginar. Pueden ser a tiros o directamente a puñaladas. La escenografía está conformada por un enjambre de pibes chorrros, donde se impone la ley del más fuerte. Este tenebroso escenario, que parece extraído de una película de terror, tiene su epicentro a solo 30 cuadras del centro de Lomas de Zamora.
Allí los habitantes del barrio La Loma, El Progreso, separados por un puente que cruza el arroyo del Rey y los de Santa Marta, dirimen a tiros la propiedad del territorio y viven del cobro de peajes a vecinos, automovilistas y proveedores con la sola finalidad de obtener dinero para comprar Paco, la más destructiva de las drogas.
No tienen siquiera piedad con los ancianos, a los que someten a brutales palizas con tal de despojarlos de algún objeto de valor y si es necesario, los matan como perros.
La inseguridad se vive a flor de piel, en todos los rincones.
LA VIDA ES NADA
Los protagonistas de esta pesadilla son chicos de entre 11 y l8 años. Para ellos, la vida no vale nada. Saben que nacieron con la peor de las condenas sobre sus espaldas y la muerte los espera en cualquier momento, a la vuelta de cada esquina.
El escalofriante escenario de este verdadero submundo, está conformado por una geografía de casas bajas y sumamente precarias. La pobreza que brota de las ropas andrajosas de estos habitantes se respira en el aire. Las calles principales son de asfalto, pero las que abundan son las de tierra.
La mayoría se los robos se cometen a plena luz del día. Arrancan al mediodía y culminan al atardecer. Luego de obtenido el botín, estos chicos sin destino, acuden a las “cuevas” donde esperan ansiosos los mercaderes del Paco, para hacerse la diaria.
Luego vienen las fumatas colectivas, en los lugares más oscuros. Allí terminan dados vuelta, ya que algunos de ellos llegan a consumir hasta 150 dosis por día.
Lo más dramático, es que las autoridades de la zona reconocen que “son irrecuperables”, es decir no tienen futuro, ya que la mayoría son como mutantes, con el cerebro quemado por el veneno residual de la pasta base.
Allí entramos, a lo que podríamos denominar “La Loma del Diablo”, un mundo marginal que no es solo patrimonio de Lomas de Zamora, sino que se patentiza en otros municipios del conurbano, como en Ciudad Evita, en La Matanza, Lanús y hasta en San Isidro.
TESTIMONIOS
En La Loma no hay semáforos ni autos, mucho menos cruces peatonales. Tampoco barreras, pero sí los peajes del delito, a los que aludimos anteriormente.
Eva Rodríguez, una de las habitantes del barrio vive en una humilde viviendas a la que se llega por un camino alternativo, uno de los pocos pasajes que quedan por el que aún no hay que abonar. Ella vive junto a su marido Gabriel Sequeira y sus hijas, Magali y Gala, duermen en la habitación de al lado. La vivienda es tan chica como humilde: techo de chapa, piso de cemento y paredes descascaradas.
La pareja nació allí y conocen la dramática realidad de la zona. Saben lo que ocurre pormenorizadamente en cada esquina. Han logrado sobrevivir al terror y con dignidad luchan como pueden contra las injusticias, brindando charlas de asistencia social para los demás vecinos. De sus relatos entrecortados por el miedo afirman que tanto de día como de noche, los tiros son moneda corriente. Están resignados a convivir con el miedo y sostienen que con el tiempo se “acostumbraron” a vivir alertas y con la guardia alta. Revelan que la zona, es tierra de nadie, donde abundan la venta de paco, muertes violentas y delincuencia al extremo.
NICHOS Y PEAJES
La Loma limita con el barrio El Progreso y, a través de un puente que cruza el arroyo El Rey, con Santa Marta. La zona podría calificarse de alto riesgo. Por poner un ejemplo, pasar por el colegio Cervantes, es un verdadero vía crucis. “Ustedes no podrían ir, porque correrían hasta peligro de muerte”, advierte Eva Rodríguez con la voz temblorosa.
Lo que cuenta Eva, pone los pelos de punta. Habla de los "nichos" de la muerte, que son el recuerdo que une a los familiares, amigos y parientes a los "pibes chorros" caídos en el lugar.
Los delincuentes de la zona tienen sus códigos. Los que se llevan a cabo con metodologías delictivas más que prácticas. Los de la “tumba”: “Si no pagás, te roban”. Sencillo y directo. “Para pasar de un barrio a otro tenés que darle monedas a los pibes, sino te aprietan. Te piden dos pesos, y si no les das se ponen violentos, es fija”, agrega la mujer.
Uno de los grupos está conformado por entre 5 y 12 chicos. En su mayoría son menores que se dedican a cobrar “peajes” clandestinos a los transeúntes y automovilistas que transitan por las calles suburbanas. Uno de los escenarios predilectos es en la intersección de Florencio Sánchez y Lisandro de la Torre cerca de la escuela Media 23.
Por los testimonios recogidos en el lugar, las víctimas son elegidas al azar, sin distinción de edad ni clase social. “Es para todos por igual, acá no hay ni ricos ni pobres. Si venís con traje y corbata no es condición, es lo mismo”, explica Antonio, uno de los vecinos.
EN PLENO DIA
A diferencia de lo que uno puede imaginarse, los robos o extorsión a peatones, no ocurren por la noche sino en pleno día. Arrancan sobre el filo del mediodía y continúan por la tarde. Esto no es una coincidencia y está debidamente planificado, ya que son las horas en que se produce más circulación de personas.
“Por ejemplo, de 14 a 16 es horario de chorrerío para las mujeres. Porque es la hora en que vienen de trabajar de las casas de familia”, afirmó otro de los habitantes.
De lo que ocurre en La Loma no es un misterio para las autoridades. Por ejemplo el presidente del bloque PJ del Concejo Deliberante, Jorge Ferreira, sostiene que “son un pequeño grupo de personas”, y que delinquen “sea como sea”. Porque “pagan los repartidores o la gente caminando que viene de trabajar. Saben que tienen que pagar porque sino les pasa como a otras personas que terminan golpeadas o muertas”, afirmó. Asimismo, reconoció que el cobro ilegal de “peajes” en las calles urbanas “ocurre en muchos otros lados”.
EN TODOS LADOS
Con Ferreira coincidió el referente de la Comisión de Asentamientos del Barrio 17 de Noviembre, Daniel Chamorro, quien puntualizó que “esto no es extraño, porque está sucediendo en casi toda la Provincia. A un conocido mío que manejaba un colectivo lo mataron en Moreno cuando se resistió a pagar”.
Según consultas efectuadas en medios policiales, el fenómeno también se da en otros municipios del Conurbano. Los ejemplos más claros están en Ciudad Evita, partido de La Matanza, en Lanús o en San Isidro, en donde se ejecuta la misma práctica y donde coexisten víctimas del mismo flagelo.
PACO LIBRE
Las drogas son la columna vertebral de todo este andamiaje delictivo. Todos sostienen en La Loma que “el problema es que los chicos tienen que generar plata para el Paco. La mayoría de la gente no quiere hacer nada, porque casi todos tienen a un hijo adicto que les ha vendido hasta la cama para comprar dosis”, reconoce otro de los entrevistados. La mayoría no quiere dar nombres por temor a represalias.
La coincidencia general es que “la droga es un escapismo, porque las realidades de acá son muy crudas. El paco los está matando a todos. Si no sos delincuente, sos paquero. Muchos son las dos cosas, que es peor”, se sostiene.
Eva Rodríguez, esta verdadera madre luchadora que no se resigna a bajar los brazos manifiesta que “el consumo de estupefacientes no parecería ser el único problema. En muchos casos, la “mala junta” y las familias condicionan a los jóvenes de por vida. “Los delincuentes traen al mundo hijos delincuentes”. Por su parte, su marido añade que los “pibes chorros” copian el ejemplo que reciben desde el seno de su hogar. “Se cuelgan de las ‘chapas ajenas’, como la de los hermanos presos, o de los padres que son ladrones reconocidos”.
LA CONTENCION
El dirigente peronista de Lomas Jorge Ferreyra profundizó aún más sobre el tema y aseguró que “la contención es la única vía posible. Porque los jóvenes están en una esquina, empiezan a tomar, después viene el porro y el paco. En los distintos barrios hay chicos de 10 u 11 años que cuando le pegan a un abuelo para robarle es porque no tienen cariño por esa figura familiar, tal vez porque nunca tuvieron un abuelo”.
En La Loma la realidad te cachetea permanentemente. Los punteros y “transas”, como en la mayoría de los barrios, ya se convirtieron en mitos. Hoy lo que manda es la guerra entre bandas. Un ejemplo son las verdaderas batallas campales que mantienen los pibes de El Progreso y La Loma, quienes no pueden caminar de un lado a otro porque cada uno cuida “su territorio” para proteger a los cabecillas de cada zona.
DESCUARTIZADOS
Tal es el nivel de ferocidad, que hay antecedentes escalofriantes. Uno de ellos es la pelea de dos bandas que desencadenó en una masacre, en donde cayeron los “más fuertes”. Según uno de los vecinos, el suceso ocurrió hace unos años. “Los ataron en un canchita de manos y pies y los descuartizaron a itacazos. Les volaron las manos, los brazos, las piernas”.
También en el barrio se recuerda el caso del remisero muerto a balazos por un grupo de chicos que robaron su auto, en la esquina de Eva y Gabriel. “Le abrieron la billetera y vieron que era ex policía. Lo pusieron de rodillas y lo fusilaron ahí nomás”.
Los códigos de la calle son los más tenebrosos para abonar el terreno para el crimen y la desidia: "es una zona olvidada".
Los “nichitos” confirman esta realidad: son pequeñas casillas colocadas en las veredas por los mismos amigos y familiares de los delincuentes caídos en tiroteos y peleas, para mantener su honor presente, y para tener un lugar en donde llorarlos. "En donde se mueren, ya sea en la calle, en la vereda o en un terreno baldío, les arman uno", resalta la familia.
La síntesis es esta historia escalofriante ocurre a pocos kilómetros del Obelisco, en Lomas de Zamora, donde las muertes, el Paco y los pibes chorros imponen la ley de la selva. Así se viven los habitantes de este barrio, empapados de miedo y a la buena de Dios. La conclusión de los habitantes es que “hay que sobrevivir con la idea fija de no ser el más fuerte, ser el más inteligente para zafar”, dicen.

La droga mata 10 pibes por semana


Las estadísticas meten miedo. El Paco mata diez pibes por semana en el conurbano. Así lo sostienen las Madres contra el Paco, una organización conformada por mujeres que diariamente recorren hospitales, comisarías y centros barriales donde toman contacto directo con chicos y jóvenes que sufren el drama de la adicción.“Te come la cabeza, te anula, te mata. El paco hace estragos, principalmente entre los chicos que ingresan al consumo buscando una salida a sus problemas y encuentran la muerte, casi siempre violenta, horrible y sórdida. “Es la droga del aniquilamiento”, afirman desde la asociación Madres contra el Paco. Alicia Romero, una de las madres que trabaja de forma incansable para rescatar a los chicos adictos al paco, explicó: “Los relevamientos que nos llegan de forma oficial registran unas 10 muertes semanales de pibes con esta adicción, pero pueden ser muchas más, porque hay un número informal al que por diferentes razones no tenemos a mano. Romero asegura que en algunos barrios uno de cada dos chicos consume paco.Las cifras que manejan en la asociación, cuyo centro de operaciones está ubicado en Lomas de Zamora, revelan una situación explosiva. Sólo en la zona sur, hay 400 chicos internados, casi muertos porque la adicción los consumió. Unos 5 pibes requieren de atención médica urgente todos los días, por sobredosis o estados terminales (en la Ciudad de Buenos Aires, según el Observatorio de Drogas, el panorama es similar). Y, como ya se dijo, se mueren unos 40 por mes. Las estimaciones oficiales sostienen que por día se consumen 400.000 dosis de paco en todo el país.

miércoles, 6 de mayo de 2009

ESTAMOS AL HORNO

Las últimas estadísticas señalan que en la
región se producen once delitos por hora

Por Jorge Joury

Ya varias veces hemos hablado de lo que significa vivir con miedo. De esa temeraria sensación que viven diariamente los habitantes de la región, la mayoría de ellos obligados a cambiar sus hábitos de vida para no caer en la trampa que muchas veces lleva a la muerte. En los últimos meses, al menos cinco personas pagaron con sus vidas durante intentos de asaltos.
Hoy la seguridad es un tema de Estado, que no será fácil de resolver de manera inmediata, hasta que no se tome una acción mancomunada a largo plazo y a nivel nacional. Por lo general, lo que se observa son parches espasmódicos que le han dado la posibilidad al delito de mutar hacia diversos ámbitos cuando se ve acorralado por políticas puntuales. Se ataca el robo de autos, los desarmaderos, el tráfico de armas y aparecen los secuestros, los asaltos a blindados y el resurgimiento de la piratería del asfalto. Y en este marco, la droga tiene enorme incidencia y sigue siendo el gran enemigo a vencer, ya que por su poder económico compra voluntades en todos los ámbitos.
Si nos remitimos a los últimos datos que maneja el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, se habla de 112 mil delitos contra la propiedad en 2007, mientras que las cifras que el año pasado dejó trascender la cartera de Seguridad de la Provincia aseguraban que de enero a noviembre se denunciaron en el Gran Buenos Aires casi 90 mil delitos prevenibles, lo que representa a nivel regional un promedio de 11 hechos por hora.
La larga cadena de hechos que azotan a la zona sur encienden peligrosas luces de alerta, ya que los vecinos comienzan a manifestar reacciones que lindan con la irracionalidad, pero que tienen sustento en la desesperante sensación de la desprotección. Por poner algún ejemplo, vale recordar lo ocurrido en Valentín Alsina tras el asesinato del chofer Daniel Capristo, que generó una “pueblada” de la que fueron víctimas un fiscal y los funcionarios municipales que llegaron al lugar del crimen, quienes también sufrieron agresiones.
A GRITOS
Luis Rambert, coordinador de los Foros de Seguridad de Avellaneda advirtió que “la gente no está bien y en cualquier momento estalla. Hasta que no haya una reforma seria no va a haber una solución. Nosotros intentamos contener a los vecinos, pero la situación en cualquier momento va explotar con consecuencias imprevisibles”.
Mientras que los vecinos exigen a tambor batiente “una solución ya”, desde los municipios aseguran que “se hace todo lo que está al alcance” a la luz de los recursos con que se cuenta. Mientras tanto desde los gobiernos nacional y provincial reconocen que hay un problema, sostienen que “hay parte de verdad y parte de psicosis”.

No obstante la población exige una respuesta ya. Mario Castelo, vecino de Capristo señaló con indignación: “basta de inseguridad, de robos y de muertes absurdas. Los delincuentes nos obligan a vivir detrás de las rejas, y no podemos seguir así. Tenemos miedo y queremos que esto se termine”.

LOS FACTORES

Los especialistas en seguridad consultados por Infosur coincidieron en que hablar de inseguridad “es mencionar muchos factores cualitativos que inciden en el problema, sobre todo en países periféricos como Argentina, donde más aún después de la crisis de 2001 la desigualdad social y la exclusión en algunas zonas del territorio hicieron estragos”.
También señalan que a esto hay que sumarle la lentitud de la Justicia, la saturación de las cárceles y al aumento de la delincuencia juvenil en el marco de un Código Penal que impide el castigo por debajo de los 18 años, factores que agravan más el cuadro general de este verdadero flagelo.
DE TEMER
Las últimas estadísticas que se conocen provenientes del Ministerio de Seguridad de la Provincia, consignan que el año pasado que de enero a noviembre se habían denunciado en el Gran Buenos Aires casi 90 mil delitos que podrían haberse prevenido, y de ellos, el 90% fueron asaltos a mano armada, hurtos y robos de automotor.
Mientras tanto, desde la Dirección Nacional de Política Criminal dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, se indica que durante el 2007, en Buenos Aires se cometieron más de 56 mil robos y tentativas de robo, casi 41 mil hurtos y tentativas de hurto y cerca de 3500 robos y tentativas de robo agravados por lesiones o por muerte, lo que implica una tasa de 23,56 robos agravados cada 100 mil habitantes, y lo que representa poco más del 12 por ciento del total del país.
En la región, también según el ministerio de Justicia, y de acuerdo a lo que fue denunciado, los robos agravados por lesiones o por muerte en 2007 alcanzaron a ser 300. En este marco, Avellaneda va a la cabeza con 119, lo sigue Lanús con 63, Almirante Brown con 52, Lomas 32, Esteban Echeverría 20, San Vicente 10 y Presidente Perón 4.
LA CONTENCION
A la luz de los hechos que se viven, el presidente del Foro de Seguridad de Lanús, Sergio Montenegro manifestó que “lo que pasó en Valentín Alsina con al asesinato de Daniel Capristo, fue una bomba de tiempo que explotó. La sensación que tiene la gente es preocupante, porque está muy convulsionada, y nosotros, desde los foros, tenemos miedo de que se desate un espiral de violencia, porque sentimos que no hay respuesta y tememos que en cualquier momento caigamos en un hecho de justicia por mano propia”
Con Montenegro coinciden sus pares de Avellaneda y de Lomas de Zamora, que también destacaron que cada vez es más difícil “contener y dar tranquilidad a los vecinos”.
Jorge Revoredo el titular del foro de Seguridad de Lomas de Zamora también llevó la voz cantante, manifestando que “la gente está cansada de planes y quieren soluciones concretas, está harta de tener miedo y de pensar que algún miembro de la familia puede ser el próximo. Hace tiempo que venimos advirtiendo que esta situación se está tornando insostenible”.
“La gente está desbocada, porque acá se llega siempre tarde, cuando ya hay consecuencias irreversibles”, señaló.

LAS MEDIDAS

Los referentes de los foros señalan que “las medidas que se toman no alcanza y aseguran que las acciones que se ponen en práctica para disminuir el delito aunque son “constantes”, desde los municipios reconocen que “es muy difícil combatir la inseguridad”.
Conviene recordar que el año pasado, Lomas, Lanús y Echeverría declararon la emergencia en seguridad, y si bien, también, desde la cartera que conduce el ministro Carlos Stornelli se entregaron más patrulleros y se enviaron refuerzos de personal a las comisarías de la zona, desde diciembre de 2008 a esta parte ya fueron al menos cinco los hechos que trascendieron sobre personas asesinadas durante intentos de robo en la región.
LOS CASOS
Además del caso Capristo, ocurrido el 15 de abril y que marcó una bisagra que puso sobre alerta a las autoridades, el 6 de ese mes el arquitecto Diego González de 41 años fue secuestrado en Lomas y asesinado en Monte Grande. El mismo día, -y a seis cuadras del domicilio de esta víctima- el vecino César Fernández de 81años fue asesinado a balazos también en un intento de robo. Esta escalada continuó el 9 de diciembre, cuando en Lanús, murió Jonathan Bustos, un joven al que apuñalaron para sacarle la campera y un día antes, el 8, Carlos Monzón de 28 años fue asesinado en Lomas por dos delincuentes que lo atacaron delante de sus hijos. En este marco, sin llegar a consecuencias tan extremas, y por citar un episodio más reciente, dos miembros de una familia fueron secuestrados en Parque Barón y obligados a conducir a los delincuentes hasta su hogar, en Villa Galicia, donde los asaltantes se cruzaron en un feroz tiroteo con la policía.
RETIRADOS
El subsecretario de Seguridad de Lomas de Zamora, Ernesto Asaad ante este panorama indicó que “la inseguridad está en todo el Conurbano, y todos los municipios están involucrados en solucionar las carencias que pueda tener la policía. Sin dudas estamos buscando soluciones, pero esto no es un problema lineal”.
“Tenemos el problema de la carencia de efectivos policiales. Ahora vamos a contratar policías retirados y eso nos va a permitir contar con más efectivos. También tenemos los operativos alternados de Gendarmería, y el otro aspecto positivo será el ingreso de la Policía Buenos Aires 2, lo cual también va a generar otra seguridad”, agregó el funcionario comunal.

Un policía cada mil habitantes

Según pudo saberse a través de testimonios que logro recoger infosur de los Jefes Distritales o los funcionarios del área de Seguridad de los municipios, y sólo por citar algunos ejemplos, en estos momentos, y contando los refuerzos que envió el Ministerio y que se habían anunciado a poco de concluir 2008, Lomas tiene ahora 720 efectivos para una población que según publica el Ministerio del Interior ronda en 591 mil personas; Almirante Brown tiene 850 efectivos para proteger a 515 mil ciudadanos; Esteban Echeverría 470 policías para una población de 244 mil personas; Presidente Perón 100 uniformados para alrededor de 60 mil vecinos y Lanús cuenta con 600 efectivos para 453 mil personas.
De la lectura de estos números se establece a todas luces que estamos muy lejos de la relación “ideal” de 3 policías cada mil habitantes, dado que, en promedio, los distritos de la región tienen 1,55 efectivos por millar de personas.
Hay que observar además, que los datos poblacionales son los que arrojó el censo de 2001, razón por la cual se estima que el número de habitantes de cada partido es mucho mayor todavía.
El subsecretario de Seguridad de la comuna de Almirante Brown, Marcelo Fila, aseguró que aún con recursos que no son del todo suficientes, el Municipio intenta promocionar la interacción entre la administración local, la policía y la gente: “Por eso hacemos reuniones periódicas y semanales. En Brown la situación es delicada como en todos los partidos. Sabemos que todavía no estamos bien, pero trabajamos para bajar los índices y para que la gente se sienta segura”, puntualizó

Una política sostenida

Por su parte, el director Ejecutivo del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia (ILSED), Fernando Azcoaga, señaló que uno de los inconvenientes para resolver la problemática de la inseguridad es que “no hay una actitud reflexiva de contención por parte de las autoridades”, dado que “en muchos casos se busca más tener sólo una política de gestos”.
“Perspectivas de cambio hay. Hay muchos programas que probaron ser eficientes para contener los fenómenos delictivos, lo que sucede es que estamos acostumbrados a razonar en situaciones de desesperación donde parece que todo es igual. Lo que hace falta es sentar en una mesa al Municipio, al Gobierno nacional, al provincial, y analizar con estadísticas serias cuáles son los delitos. Hacer una investigación criminal y sobre esa base tomar medidas concretas”, indicó.
“Acá lo que no puede haber son respuestas inmediatas posibles, porque serían efectistas. Debemos tener políticas públicas activas y sostenidas, y para eso se debe construir poder. Esto debe ser un compromiso, deben comenzar a funcionar las redes, porque todos los espacios deben ser públicos y transitables, y porque lo mejor que nos puede pasar es llegar a nuestra casa desde el trabajo”, concluyó.

lunes, 4 de mayo de 2009

EL OLIMPO DE LO ROBADO EN LOMAS

Descubrimos otra feria marginal,
donde la mayoría de lo que se vende
proviene de la delincuencia. El fuerte
son los autopartes y la policía cobra
coimas para liberar la zona.

Se pensaba que en Lomas de Zamora la potestad de lo trucho la tenía La Salada, la feria más grande e ilegal del continente que mueve millones de dólares. Pero Infosur descubrió que existe otro sitio, marginal y clandestino llamado El Olimpo, donde se puede obtener desde un secador de pelo, hasta una tapa de inodoro usada. Funciona miércoles y sábado, con alrededor de cien puestos en un trayecto de diez cuadras. Todo se vende a plena luz del día y sin ningún tipo de control, precisamente en la Avenida Olimpo, donde es muy fácil su acceso. Pero lo más grave, es que allí el fuerte es la venta de las autopartes usadas o en su mayoría robadas. Además en el lugar no está ausente el mundo de la coima, ya que según los comerciantes, un policía pasa todas las mañanas y cobra un peaje o “protección” de dos pesos, por cada puesto que allí funcionan, asegurando que nadie sea molestado.
Para llegar a este submundo marginal hay que viajar por el Camino de Cintura, pasando unos kilómetros del puente de Autopista Richieri, y en el comienzo de la tierra de Lomas de Zamora, el giro a la izquierda de un semáforo levanta las cortinas de un nuevo comercio clandestino que también mueve gruesas sumas de dinero a la semana.
SE VENDE DE TODO
La gente se va aglomerando en los primeros metros de la calle, donde tanto el pavimento o en la vereda son los escenarios desde verdadero mercado de lo insólito. Según pudo determinar Infosur, ya es una costumbre de años que sobre Olimpo, en el barrio Cuartel IV, decenas de puesteros ofrezcan al público una gama de productos que van desde un lavarropas usado, pasando por herramientas y hasta llegar a una simple ojota. Pero el fuerte de ventas, sin dudas, son las autopartes usadas o, en el mejor de los casos, “robadas”. Allí se mueven oscuros personajes emparentados directamente con el delito, cuyos proveedores en su mayoría son delincuentes que llevan la mercancía producto de sus atracos y las venden a bajo precio.
AUTOPARTES ROBADAS
Según lo que pudo averiguar Infosur a través de calificadas fuentes, en esta feria se comercializan gran cantidad de piezas de automóviles, principalmente repuestos de motor y algunos de carrocería, que provienen tanto de desarmaderos clandestinos, como de vendedores particulares. Todo esto ocurre a plena luz del día y en la calle, bajo ningún tipo de normas y nadie que controle, dejando al desnudo la marginalidad y pobreza de las zonas más humildes del Conurbano.
Nuestros cronistas pudieron determinar que el par de ópticas de giro de un Ford Fiesta, se pueden obtener a $40, una moladora (sin disco y bastante arruinada) a $80, una bicicleta playera con canastito $50 y se llega hasta el colmo de que una pila semi sulfatada pero de marca cuesta $1.
UNA VERDADERA ROMERIA
Todo este escenario cargado de marginalidad, atrae la atención de familias, parejas, hombres y mujeres que se pasean curiosos en búsqueda de ofertas, mientras los automovilistas se impacientan por el smog y la cantidad de colectivos, que no paran de subir pasajeros, congestionando el tránsito.
Durante una recorrida por los diferentes escaparates pueden escucharse precios de : “50”, “20”, “dos por 40”, que le dan al lugar un aspecto de subasta pública y feria americana. Los vendedores, sumamente verborrágicos hablan y esperan. “Se vende muy bien”, revela uno de ellos, ubicado detrás de un tablón de madera vieja sostenido por dos caballetes, a la vez que acomoda los cacharros que tiene a la venta.
Los puestos se desparraman sobre ambas veredas, a lo largo de unas 10 cuadras, hasta disiparse luego del paso a nivel de una vía inhóspita que cruza la avenida. Aunque también logran copar las ochavas de las calles perpendiculares y de tierra que conectan al barrio. También hay qué comer, ya que algunas parrillas portátiles ofrecen choripanes infaltables que completan el tour de compras.
COMO SE VENDE
La metodología para instalarse en El Olimpo es muy simple. Consiste en llegar temprano, encontrar un lugar, extender una lona en la vereda y ya está.” Lo que pasa es que te tienen que conocer, yo estoy hace 3 años”, revela uno de los comerciantes.
La antigüedad parece ser condición sine qua non para ganarse el lugar que, dicho sea de paso, cada uno respeta, “porque si viene el que estaba antes que vos, te puede sacar de ese lugar, porque es de él”, afirma una mujer mayor que vende medias.
La feria funciona sólo los miércoles y sábados y comienza alrededor de las 8 de la mañana hasta pasadas las 14. El fin de semana, según dicen, el lugar “explota de gente y casi no se puede caminar”. En las tiendas se puede encontrar cualquier tipo de productos, exhibidos sobre la caja de una camioneta, resguardados bajo toldos, al aire libres sobre lonas o mantas, directamente en la vereda, o en tablas de madera.
LA POLICIA COBRA PEAJE
La oferta de cacharros usados no discrimina rubro ni utilidad: secadores de pelo, tapas de inodoros, un sillón de peluquero, cochecitos para bebés, remeras, pantalones, botas, zapatillas, cargadores de teléfonos, estufas, bajilla, tuppers y la lista de lo inimaginable continúa a cada paso que se recorre en el trayecto. Muchos de estos objetos están destrozados y, lógicamente, su precio es mucho menor de aquél producto usado que aún tiene utilidad.
Según pudo saber Infosur, en noviembre del año pasado, las autoridades municipales de Lomas de Zamora decidieron llevar adelante un operativo para determinar la procedencia de la mercadería y por el cual se decomisaron gran cantidad de cubiertas, celulares y herramientas.
Actualmente la feria se encuentra bajo control, o mejor dicho, “controlada”. Por lo menos eso revelaron distintos comerciantes: “un policía de civil pasa siempre por la mañana y cobra dos pesos por puesto”. Calculando que solamente los miércoles (el día menos agitado) cohabitan alrededor de 100 puesteros, el “sueldo” de un policía alcanzaría los $200 con sólo una recorrida. Pero de todas maneras es un monto casi imperceptible para los puesteros, que por suerte “venden muy bien”, según dicen...

Seis de cada diez habitantes de la zona, compran productos truchos

Siempre en el marco del mundo de lo trucho, una encuesta a la que tuvo acceso Infosur reveló que seis de cada 10 habitantes de la región reconoce comprar mercancías pirateadas. La Aduana señaló que este año se confiscó mercancía por un valor que cuadriplica a la decomisada en el mismo período de 2008
Quienes buscan mercadería “trucha” pagan precios irrisorios en comparación con lo que cuestan los productos genuinos.
Para ser claros, en la “Argentina trucha” se consiguen películas a $5 o jeans “de marcas exclusivas” a menos de $70 en el marco de un fenómeno que la crisis económica parece no detener.
Desde la Aduana, por lo pronto, difundieron datos que explican esta tendencia: durante los primeros dos meses del año se secuestró un volumen superior de mercadería ilegal que, incluso, cuadriplicó el valor de las cargas confiscadas durante el mismo período del 2008. Los artículos pirateados van desde muñecas Barbie hasta relojes Gucci.
En Argentina la venta ilegal de mercaderías tan disímiles como alimentos, DVDs, indumentaria o juguetes responde a una demanda cimentada por una cultura arraigada desde hace años. Atraídos por los bajos precios de artículos de “primeras marcas”, muchas personas se suman a las ferias, como La Salada y El Olimpo, en Lomas, paseos de compras o puestos clandestinos ubicados en las principales distritos de la región, que son los canales de comercialización de los productos truchos.
PRUEBAS AL CANTO
El año pasado la consultora Ipsos-Mora y Araujo difundió una encuesta que reveló que el 66% de la población argentina consume productos falsificados, entre los que se encuentran prendas de vestir, alimentos, CDs, DVDs, zapatillas deportivas, juguetes y perfumes. El estudio sostuvo que “los consumidores compran los productos pirateados activamente pero a la vez admiten que realizar ese acto es ilícito, por lo que el consumo de falsificados debe ser considerado un problema cultural de la sociedad argentina”.
Quienes buscan mercadería “trucha” pagan precios irrisorios en comparación con lo que cuestan los productos genuinos. Según datos de la Aduana, entre las marcas más falsificadas que compran los argentinos figuran la ropa deportiva Adidas y Nike y las prendas Tommy Hilfiger, Armani, las camisas Yves Saint Laurent, las chombas de Ralph Laurent Polo y Lacoste, los anteojos de Gucci, Dior, Nike o Arnette, los relojes Citizen, Rolex y las carteras Louis Vuitton, los juguetes Power Rangers y Cars y copias de juegos Playstation.
EVADEN MILLONES
Este mercado negro impacta, en distintos niveles, principalmente a los editores y comercializadores de música, cine y video, a la industria de la indumentaria, la del software y la de los juguetes. Pero el fisco pierde por evasión millones de pesos al año, por eso los distintos sectores reclaman al estado incrementar los controles. Y se trata de un negocio que, lejos de sufrir los embates de la crisis económica, puede verse beneficiado por la coyuntura.
En la década pasada la mayoría de los artículos falsificados eran importados pero en los últimos años se incrementó la producción nacional. La febril actividad de los talleres de costura clandestinos, con mano de obra esclava de origen boliviano y paraguayo, surte de ropa trucha a ferias como La Salada.
Según pudo saberse, en lo que va de este año, la Aduana Nacional impidió ya el ingreso al país de mercadería falsificada por un valor global de 31 millones de dólares aproximadamente. Y durante el año 2008 se descubrió falsificación marcaria por alrededor de 50 millones”.
UN NEGOCIO QUE CRECE
Además, entre enero y febrero se incautaron cargas por un valor superior a los 18 millones de dólares cuando en el mismo período del 2008 el material confiscado no alcanzaba los 5 millones de dólares. De acuerdo a los datos del organismo, los juguetes falsificados encabezaron el ranking, seguidos por los CD/DVD grabados o vírgenes, electrónica, indumentaria y calzado, relojes, gafas de sol y marroquinería.
Uno de los sectores más perjudicados por la piratería es la industria de la música. Según la Cámara Argentina de Productores de la Industria Fonográfica (Cafip), el 60% del mercado musical argentino en soporte físico (CD, DVD) es ilegal y la distribución en Internet eleva ese porcentaje al 100%.
Para el sector la música nacional es la que más afectada, ya que en Argentina casi el 50% de las ventas legales corresponden al repertorio local, favorito por el público en comparación con otros.
“La cantidad de temas bajados sin autorización por internet durante 2007 fue de 612 millones, lo que equivale a 40 millones de álbumes aproximadamente, cuando la venta legal de álbumes ese año llegó a 17 millones”, informó la entidad.