domingo, 26 de julio de 2020

Una pausa para enfriar el fuego amigo y disimular fatigas en lo más alto del poder

Es evidente que Alberto Fernández aprovechó los anuncios del viernes en Olivos para enfriar la interna partidaria que venía soplándole en la nuca de manera constante. El Presidente se esforzó en aclarar ante la prensa que en el Frente de Todos no tienen "diferencias" internas pero sí "opiniones a veces distintas" y aseguró que "si alguien pretende que deje de dialogar", eso "va a ser imposible" porque está en su esencia y su naturaleza.



Lo que queda claro por estas horas, es que los números de la economía comenzaron a hablar con fuerza y ahora la mecánica pasa a ser abrir lo más posible, siempre que el sistema sanitario lo soporte. Lo que se observa a primera vista,  es que el primer ciclo largo de la respuesta argentina a la pandemia está llegando a su fin, y que, con más o menos distancia social, se abre necesariamente una nueva etapa política y económica, que todavía no es pospandémica, pero que ya tiene como uno de los grandes desafíos del Gobierno comenzar a pensar el día después. Es una manera de hacerse cargo de qué manera emerger del bombardeo que ha sufrido el aparato productivo. El Presidente ha entendido que es hora de empezar a juntar humildemente los pedazos de un país roto y ponerse a rearmar el rompecabezas.
Pero en el balance de la semana, no pueden ignorarse las detonaciones verbales en la interna oficialista. Por rara coincidencia, desde hace unos días, Alberto Fernández venía recibiendo fuertes críticas desde el interior de su propio frente, puntualmente, del kirchnerismo puro. Primero le marcó la cancha Cristina, luego fue Hebe de Bonafini quien cuestionó al mandatario por haberse fotografiado con "industriales explotadores". La foto con empresarios del G6, en la que estuvo desde el sector financiero hasta el campo, dificulta por estas horas la cohesión en el oficialismo. Hay militantes o referentes K que perdieron la paciencia y el respeto a la máximo figura del gobierno nacional.  
Luego siguió la senadora Anabel Fernández Sagasti rectificando al presidente por Vicentin. Y por si fuera poco, se sumó Víctor Hugo Morales a decir que Alberto Fernández lo había desilusionado por condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
Pero no es todo. Otro de los que avivó el festival de fuego amigo, tanto para AF como para su vice, aunque sin nombrarla, fue el líder gastronómico Luis Barrionuevo.“No jodan con la gente”, amenazó y a modo de advertencia recordó los hechos del 2001, muertos incluidos. 
Barrionuevo, que suele ser un radar para detectar tormentas, insistió en que "la situación es delicada, no alcanza la comida para dar. Somos el sector productivo, que los políticos se dejen de joder porque no se juega con la gente. Acá hay un problema de liderazgo político y de la conducción política. Queremos saber a dónde estamos parados. Creo que nos tuvieron 60 días encerrados y tienen que hacerse cargo los infectólogos y el ministro de Salud. Llegamos a este momento donde el hartazgo es terrible, pero el hambre también lo va a ser", dijo y agregó: "No necesitás 24 ministros, necesitás ocho que tengan capacidad, experiencia y que conozcan la situación de los pobres y los empresarios. No necesitamos CEOs. Le digo al Presidente y a la que puede estar atrás: 'No jodan con la gente, ya vivimos el que se vayan todos".
Frente a este escenario, el ministro de Defensa, Agustín Rossi también dejó picando enigmas, al decir que "hay que bancar al presidente Alberto Fernández". La postal, no hace otra cosa que acrecentar los rumores de grieta dentro del Frente de Todos, dejando a cielo abierto una importante cuota de fragilidad en lo más alto del poder.
Y si faltaba un jugador polémico para aportar lo suyo, Aníbal Fernández dio el presente para colocar la frutilla del postre: “Pidan la pelota loco, ayuden al Presidente”, le enrrostró a los ministros. Lo llamativo es que nadie salió a responderle y el rumor de la posible vuelta del ex jefe de Gabinete empezó a sonar.   
En ese contexto, la reaparición de Macri podría haberle servido al Gobierno para aquietar internas y abroquelarse. Pero tampoco sirvió. Lo que sí hizo el inexplicable viaje a Asunción del expresidente en plena cuarentena fue agitar la propia interna de Juntos por el Cambio, que ya debería abandonar la primera parte de ese nombre.
Frente a este tembladeral, muchos se preguntan: ¿qué le está pasando al Presidente?. Después de 8 meses en el sillón de Rivadavia, se le observa cierta fatiga para proponer nuevos escenarios. Tal es así, que algunas voces que llegan desde la vereda del empresariado, sostienen que se hace necesario oxigenar el ambiente con un relanzamiento de la gestión y un plan económico es la llave maestra del despegue. 
El periodista y escritor Jorge Asis aportó su mirada: "al Gobierno lo veo frágil y prematuramente envejecido. Si el ministro Rossi dice que hay que bancar a Alberto es porque hay un problema con Alberto. Todos se entretienen con si la culpa es de Cristina Kirchner o de Alberto, pero en realidad algo le pasa a este muchacho", afirmó el polémico analista durante su aparición semanal en el programa Animales Sueltos. 
Para Asís, el tándem Alberto-Cristina "están impacientes y cansados, ella está disconforme con algunos espacios del gobierno y con el 'no pasa nada'. Nadie quiere que se vaya Alberto, no hay campañas en contra", afirmó, pero aclaró que "Alberto está cansado de tener que rendir exámenes cotidianamente" mientras la vicepresidenta "está un poco cansada de muchas áreas del gobierno que están estancadas y es posible que pronto se hable de la posibilidad de cambios". 
Algunos analistas encuentran explicaciones del fuerte olor a pólvora puertas adentro del gobierno, en que debido a las medidas para enfrentar a la pandemia y sus consecuencias económicas, Alberto Fernández, se dedicó a ocupar el centro de la escena, pero la vice Cristina Kirchner, paralelamente logró concentrar el poder. Sin hablar, a través de acciones y algunas ausencias, la ex presidenta ha ido marcando una línea política.  
Fernández encontró en el coronavirus una oportunidad inesperada para mostrar que tiene otro estilo que Cristina, su mentora. Las encuestas que saludaron sus modos en un principio empezaron a avisarle, desde hace ya varias semanas, que ese reconocimiento es en general transitorio.    
En un artículo anterior señalé la posibilidad de que después de que se cierre el acuerdo por la deuda y afloje un poco el clima volcánico de la cuarentena, se agite la posibilidad de recrear el gabinete nacional, donde se nota que hay varios jugadores golpeados. Uno de ellos,  es el ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, quien fue blanco de la artillería mediática con la compra de alimentos. Aquella vez, el  funcionario mostró su inexperiencia en la gestión, cuando admitió que no controlaba las compras ni conocía en detalle el circuito de contrataciones y pagos.Nadie duda de su honestidad, pero tuvo que salir Alberto a defenderlo.
Santiago Cafiero es otro de los que están nominados. No obstante, no es un blanco fácil porque  AF lo defiende porque viene acompañándolo desde la fundación del Grupo Callao y es hombre de su mayor confianza. Si bien es cierto que se despertó y asumió en los últimos días su rol de portavoz, pero lo hizo con una inédita -en él- defensa de Cristina Kirchner y un inoportuno cruce con el periodista Diego Leuco
Otra de las que presenta escoriaciones en el casco es la ministra Sabina Frederic. Sus tropezones en materia de Seguridad son notorios y aprovechados Sergio Berni para ponerla en tela de juicio e instalar su show mediático, en un ninguneo sin antecedentes. El canciller Felipe Solá es otro de los que parece pintado.
También se encuentra a la intemperie el ministro de Agricultura, Luis Basterra, cuando confesó sin ponerse colorado que desconocía la decisión de expropiar Vicentín. Y la reforma judicial de Gustavo Beliz, no pasó el filtro de Cristina Kirchner. Las excepciones, por diferentes razones, fueron Ginés González García, a quien al final se le valora haber puesto el cuerpo en una crisis inédita, y Martín Guzmán, quien se ocupó de la renegociación aún en suspenso de la deuda, pero parece finalmente llegar a buen puerto.  
Desde el kirchnerismo tienen atragantados a varios ministros. Les exigen mayor celeridad y también una actitud más proactiva. Sostienen que “ Cristina debe creer que se despilfarra todo el capital, que hizo el esfuerzo de bajarse y hay quienes por falta de experiencia en la gestión no terminan de encontrar soluciones”, sostuvo un vocero allegado al Instituto Patria. Esto tal vez sirva para describir la complejidad del vínculo entre el jefe de Estado, su vice y los respectivos entornos.  
El kirchnerismo volvió al poder pero no lo siente. Al menos esa sensación tienen de los de paladar negro, cuando ven un equipo “albertista” en el gabinete a pesar de que La Cámpora ubicó a importantes referentes en lugares como Interior, PAMI y Anses y en segundas líneas clave para controlar las ‘cajas’ políticas o áreas de gestión sensible como AFIP.   
En la etapa que viene hay funcionarios de peso como Juan CabandiéMaría Eugenia BielsaGabriel Katopodis y Agustín Rossi, entre otros, que seguramente esperan la depuración para salir a la cancha con nuevos bríos. 
Otro dato no menor, es que en diciembre del año pasado Sergio Massa se mostraba como el primer "albertista" y el garante del acuerdo político y hoy cada vez más se recuesta en Máximo Kirchner. Ambos, sigilosamente, construyen poder. Probablemente la próxima elección de medio término, empiece a mostrar los primeros efluvios de una renovación dentro del peronismo, sumando dirigentes jóvenes. Tal vez la idea sea llegar al 2021 con una propuesta más atractiva y activa.
A la Argentina le quedan pocos botes para salvarse de un nuevo diluvio universal. Lo lamentable, es que sus gobernantes los están incendiando para resolver sus problemas internos.

En las redes sociales ya se detectaron "alertas" por el Día del Amigo

Si bien es cierto que tanto las autoridades locales, como las del gobierno provincial están en máximo alerta por la celebración del Dia del Amigo en plena pandemia, en las últimas horas se han detectado movimientos extraños de posibles festejos.



Si bien es cierto que tanto las autoridades locales, como las del gobierno provincial están en máximo alerta por la celebración del Dia del Amigo en plena pandemia, en las últimas horas se han detectado movimientos extraños de posibles festejos. "Si en La Plata hay grupos de transgresores que quieran celebrar el Día del Amigo, les vamos a caer con todo el peso de la ley", le dijo a DIARIO FULL un vocero de la comuna. El informante, además explicó que "no vamos a permitir que se disparen los casos de coronavirus por esta clase de desbordes". También se señaló que se han articulado operativos para vigilar bares cerrados en sitios estratégicos de la ciudad  y galpones de la periferia, que eventualmente puedan ser utilizados para organizar estos eventos. La misma fuente advirtió que " que se han detectado en las últimas horas algunos contactos a través de mensajes en las redes sociales, por lo que estamos en máximo alerta y dispuestos a intervenir de manera inmediata". Además, estarán bajo observación los accesos de entrada y salida  de la ciudad, ante la sospecha de que puedan organizarse reuniones en campos vecinos. En ese sentido según pudo saberse, habrá dos anillos de control. Uno dentro de la ciudad, para vigilar movimientos extraños y flujo de vehículos en ciertos lugares y otro similar donde haya ingresos a caminos alternativos a través de campos para sortear los controles.
Uno de esos puntos estratégicos de vigilancia lo articuló el municipio de Magdalena, quien prevé montar en las próximas horas una tranquera de hierro  en la ruta 11, kilómetros antes del paraje "El Pino". Según pudo saber DIARIO FULL, la tranquera se instalará en un camino de tierra y ripio, lateral a un arroyo, que lleva a Bavio y por donde se detectó en los últimos días que circulan autos y camiones para evadir controles. A los vecinos se les dará una llave del candado para que no sufran contratiempos. El fin de semana, el delegado municipal de Magdalena le hizo firmar el compromiso a los moradores de la zona.
Hay que señalar que en "El Pino hay" patrullas policiales controlando el movimiento de la ruta 11 y las 36.
En esta nueva fase de la cuarentena, las reuniones sociales presenciales todavía no están permitidas, por lo que los festejos seguirán su habitual formato virtual. Para salir de la monotonía de las conversaciones grupales por videollamada, el abanico de propuestas es amplio: fiestas virtuales , películas compartidas, salas de juegos online, para chicos o para adultos, así como también los vivos de Instagram, con recitales y sesiones de DJ por streaming.
“Estamos fomentando la diversión segura, sin llamar al consumo sino a la interacción”, señaló Carlos López, presidente de la Cámara de bares y discotecas de la Provincia de Buenos Aires, y opinó que “el Día del Amigo va a ser una excusa para quienes organizan los encuentros clandestinos, que ya están ocurriendo los fines de semana y son un peligro para los jóvenes y adolescentes”. En este sentido, el director provincial del Registro de Bebidas Alcohólicas (REBA), Marcelo Montero, remarcó que “este tipo de reuniones son un delito”, mientras que la cartera de Seguridad de la provincia anunció que este lunes habrá controles rigurosos “con el fin de evitar fiestas clandestinas, en el marco del cumplimiento del ASPO”.
La ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, María Teresa García, le solicitó a la población evitar salidas o reuniones para celebrar este lunes el Día del Amigo "porque el conglomerado y la cercanía generan el contagio" de coronavirus.
"Tenemos que tener más cuidado que nunca porque el virus vino para quedarse y lo vamos a tener por largos meses", analizó la funcionaria esta mañana durante una entrevista con Radio La Red y reconoció que habrá "preocupación" por parte de las autoridades "hasta que baje un poco el número de contagios" de Covid-19.
García anticipó que los casos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) "no están creciendo tanto, pero aún hay un avance", por lo que explicó que se mirarán "con mucha atención los números".
Desde el entorno del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se señaló que "vamos a estar con más de 30 camionetas patrullando todo el AMBA para no tener este tipo de fiestas clandestinas, más que nada por la salud de la gente porque eso deriva luego en contagios", aseveró el funcionario. Explicó que, "ante cualquier denuncia, el vecino puede llamar al 911 ya que desde ahí se traslada el mensaje a nosotros para hacer la supervisión".
"Actuaremos en el marco del decreto presidencial que considera a este tipo de reuniones como un delito", indicó el informante.
Finalmente hay que decir que la  tradicional celebración, fijada a nivel mundial por iniciativa del argentino Enrique Febbraro, quien decidió homenajear de esta manera la llegada del hombre a la Luna en el año 1969, se realizará este año en la Argentina en forma acotada por la pandemia del coronavirus, pero las autoridades están en máximo alerta por lo que pueda venir.

La hora de que Alberto sea Fernández y evite que a diario le rayen el auto

Para la batalla que está por llegar, con el desafío de ponerse a remar en la reconstrucción de un país devastado por la pandemia, el Presidente deberá inaugurar una era de consensos y aplanar de manera inmediata la curva ideológica dentro de su propio espacio.



La declaración de Alberto Fernández al diario Financial Times señalando que no cree en los planes económicos sorprendió a los especialistas y paralizó al mundo de las finanzas. Esas palabras del Presidente pueden agravar los problemas de credibilidad y expectativas que enfrentan el gobierno y la economía argentina. Más aún, en un momento complejo como el que estamos pasando, ante un shock histórico, sin precedentes, de alcance mundial. Pero además la Argentina arrastra problemas propios como recesión, una década de estancamiento, dificultades monetarias y fiscales. Resolver una situación así es muy difícil si no se delinea un conjunto de instrumentos y objetivos, una política y un programa económico claros. 
De fondo, preocupa el escenario: a una crisis sanitaria compleja se adiciona casi 50% de pobreza, indigencia; más de 5 millones de trabajadores formales afectados por despidos, suspensiones y recortes salariales; al menos 35 mil comercios que han bajado sus persianas en estos 120 días.
Lo que viene será largo y tal vez para salir del pozo, sobre todo con los niveles de pobreza que asoman, hasta haga falta fijar políticas de Estado a largo plazo, que sean respetadas por los próximos gobiernos.
Acaba de empezar una nueva etapa en la vida de todos los argentinos. Después de cuatro meses, comienza a descongelarse la vida económica y social, pero también la cotidianidad política.
Para la batalla que está por llegar, con el desafío de ponerse a remar en la reconstrucción de un país devastado por la pandemia, el Presidente deberá inaugurar una era de consensos y aplanar de manera inmediata la curva ideológica dentro de su propio espacio. Es evidente que el sistema político está crujiendo frente a contradicciones y debilidades en lo más alto del poder. Cuando más necesidad de mesura y razonabilidad se requiere, más virulencia aparece en los mensajes de cierta dirigencia. Pero lo que más conmovió en los últimos días fue el inédito cruce entre el Presidente y su vice. Tan contundente y real fue que ninguno de los dos intentó desmentirlo. Alberto Fernández se enfrenta hoy a un momento bisagra de su mandato, en el que debe decidir cuál será el carácter definitivo con el que se recordará su gestión. Ante todo, debe cuidarse de no parecer débil. Más aún en este momento tan sensible, donde su liderazgo ha quedado perforado por una sociedad empobrecida y con la lengua afuera, que ya no acata cuarentenas.  
Tendrá que empezar a mostrar quien es. Si es el que llama “miserables” a los empresarios, o es quien los convoca a la Quinta de Olivos para pedirles una mesa de diálogo. El que se deja interpelar por Víctor Hugo Morales sobre Venezuela. O el que acepta que Hebe de Bonafini le raye el auto. Si es el que  presenta la expropiación de Vicentín como un salvataje hacia la sociedad o es quien luego retrocede para abrir un canal de diálogo entre la provincia de Santa Fe y la empresa.
Algo más contundente fue Adelmo Gabbi, presente en la controvertida postal del Día de la Independencia. Además de aclarar que él nunca “secuestró a nadie ni dejó de pagar un sueldo”, el presidente de la Bolsa de Comercio le pidió al Presidente que “maneje la lapicera”. Eso significa tomar el timón del barco con firmeza. Alberto no puede ser Presidente y jefe de Gabinete a la vez, para responderle a todos. Para eso están los ministros.
No puede salir el titular de Defensa, Agustín Rossi a decir: "hay que bancar a Alberto". Eso es un signo de debilidad, más cuando han transcurrido solo 8 meses de gestión.  
El clima de alta verborragia y con tantas marchas y contramarchas en la gestión, está poniendo en duda el liderazgo presidencial. Deberá comprender AF que no lo votaron para que decida al calor de los sondeos de opinión pública, ni del fuego amigo, sino para que ejercite de la manera más adecuada el poder de la lapicera que le confirió la ciudadanía. 
Con la oposición también dividida y carente de liderazgo, Alberto Fernández debería aprovechar el momento para empezar a tapizar con su estilo dialoguista el camino para encarar con consensos las reformas que deberá tomar para enderezar el barco de la economía que hace agua peligrosamente.
Recuerdo que cuando Néstor Kirchner asumió el poder, rápidamente se sacudió el polvo de quienes sospechaban que era el "chirolita de Duhalde". Para Fernández no es tán fácil, porque integra una coalición que si se rompe volverá inexorablemente a morder el polvo de la derrota. Pero hacerse respetar y dar pasos firmes, sin tener que pedir disculpas a cada rato, termina siendo liderazgo.
No es bueno que Alberto Fernández haya recibido en los últimos días una verdadera andanada de críticas de exponentes de su propio espacio. No se domestica de esta manera a un jefe de Estado, sino que se lo pone en tela de juicio.
La que viene será una crisis de profundidad insondable y la recuperación llevará mucho más tiempo que el del actual mandato presidencial. Habrá que construir políticas a largo plazo, ya que se proyecta una caída de la economía del orden del 13 %, una pobreza de casi el 50%, un desempleo superior al 20% y un déficit cercano al 7%. En algún momento el dique de contención se va a romper y vamos a saber cuánta agua nos entró. 
Además de un plan económico, hace falta un gobierno que genere confianza. El país necesita una hoja de ruta para poder atraer inversiones y recuperar el valor de la moneda.
Otro tema a tener en cuenta es que cada vez que el Presidente reitera que "nunca más" lo van a ver peleado con Cristina, la pregunta que queda flotando es si va consentir a la vicepresidenta en todo lo que ella pretenda. Concretamente, hasta a dónde llegará la influencia de CFK en las decisiones económicas.
Hoy ya no hay chance de volver a una Argentina partida. Todos sabemos cual es el final de la película. Nadie se animará a invertir en un país en el que la norma es el cambio permanente de reglas o en el que los jueces son usados como armas de castigo y los funcionarios siempre están a tiro de ir a la cárcel cuando dejen el poder. Con casi medio país en la pobreza, no hay sociedades que hayan salido de esa agonía sin consensos políticos y económicos, sin acuerdos básicos de convivencia. El Presidente tiene que volver a ponerle tinta a su lapicera y comenzar a escribir el futuro con trazo firme. Tiene que tomar el timón y demoler cualquier sospecha de doble comando. No debe permitir que le rayen el auto a diario. No habrá albertismo político, si no hay proyecto albertista. En tanto, los líderes políticos deben asumir la gran oportunidad de representar el instinto de supervivencia de una sociedad al límite, agotada de tanto fracaso.

Suenan nuevos bomberos de Alberto para apagar los fuegos de la gestión

Ya se conocen los nombres de los futuros escuderos de Alberto Fernández. Serán los jugadores que "que pidan la pelota" ante el fuego amigo y el de la oposición, como lo graficó Aníbal Fernández. Las variantes en gestación, tienen que ver por ahora con el plano de la comunicación. Por lo que se sabe, el vocero presidencial Juan Pablo Biondi y el secretario del Secretario de Medios y Comunicación Pública, Francisco Meritello, aceitan por estas horas un esquema con más funcionarios que se pondrán el traje de bomberos, para apagar los fuegos de la gestión. Serán una suerte de voceros de los temas de agenda. La idea “es que haya más voces y que se vea todo lo que está haciendo" el Gobierno. En esa movida se anota el raid mediático que hicieron días atrás la propia Vilma Ibarra y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; dos con bajísimo perfil público, y las recientes apariciones de Matías Lammens, en los programas de Mirtha Legrand y Jorge Lanata.



En el cielorraso del oficialismo, también le encargarán a estos hombres enfriar la interna que mostró los dientes la última semana. Tuvo que salir el propio Presidente  decir que " en el Frente de Todos no tenemos diferencias, sino que dentro de la coalición de Gobierno hay miradas distintas". De todas maneras, quedó a cielo abierto, que al gabinete le falta peso específico político. Salvo excepciones, el equipo albertista no cuenta con hombres que conozcan las complejidades del funcionamiento del Estado. Tampoco fue afortunada la frase del ministro de Defensa, Agustín Rossi, saliendo a pedir que "hay que bancar a Alberto". No hizo otra cosa que sumar debilidades en el comando del barco.
Aunque en la Quinta de Olivos insisten en desmentir las versiones de inminentes de cambios de ministros, son varios los funcionarios de primera línea que empiezan a acumular tarjetas rojas. 
La diversidad de pensamiento y la amplitud de fuerzas que integran el frente electoral, inevitablemente lleva una tensión que se advirtió casi desde el vamos. Sólo había quedado bajo la alfombra, durante la guerra contra el virus en el comienzo de la pandemia. Con su estilo dialoguista, en esa instancia el jefe de Estado dio señales de que la grieta comenzaba a cerrarse y eso le valió de cifras récord en su evaluación como capitán el barco. Pero en los últimos días,  con la fatiga ciudadana y en la salida del final del túnel con una agenda de salida de la crisis económica, el peligro de otra tormenta partidaria vuelve al centro de la escena. 
AF también sumó críticas del empresariado y del mundo de las finanzas, al decir que "no creo en los planes económicos", cuando al inicio de su gestión había asegurado que tenía un programa para barrer las ruinas que dejó el macrismo y reconstruir el aparato productivo. Es otra grave contradicción, cuando la ciudadanía espera señales de esperanza para emerger de este tiempo oscuro con medio país fundido y otro tanto sumido en la pobreza.
Más allá de que en el Gobierno hacen autocrítica por demoras en la implementación de los programas en algunos ministerios, el primer punto de coincidencia  es que los cortocircuitos tienen más que ver con la identidad de origen de los funcionarios y las pujas por espacios de poder entre las fuerzas, que con la gestión.
Viene inexorablemente entonces la primer pregunta: “¿Quién se animaba a discutirle un ministro a Cristina? ¿Son peores los de ahora?"
"Es lógico que en un esquema más horizontal haya discusiones, pero no va a pasar de ahí hasta que Alberto lo decida”No se va a pelear más con Cristina, porque llevaría a la coalición a volver a morder el polvo de la derrota", dijo una de las primeras espadas de la Casa Rosada. El vocero también contextualizó: “Llevamos siete meses, cuatro con pandemia. Es difícil hacer un balance cuando se trabaja sobre tanta urgencia e imprevistos".
Pero no se pueden ignorar recientes detonaciones emblemáticas, como la renuncia de Alejandro Vanoli, quien debió dejar la ANSeS tras acumular críticas por falta de manejo. Fue por aquella jornada en la que miles de jubilados se agolparon en las puertas de los bancos para poder cobrar sus haberes. También acusó errores políticos, como la demora para designar reemplazantes en los directorios de las empresas privadas en las que el organismo tiene acciones.
Casi calcada, parece ser ahora  la radiografía del secretario de Energía, Sergio Lanziani. Algunos aseguran que “tiene el boleto picado desde diciembre”. Recuerdan el conflicto al comienzo de la gestión, cuando el misionero desplazó a su jefe de Gabinete, Federico Martelli, integrante del albertista Grupo Callao, y también eyectó a Maximiliano Galli, dos días después de haberlo nombrado secretario de Administrativo. 
También acumula críticas por la gestión, y los roces con su jefe directo, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y con el presidente de YPF, Guillermo Nielsen. Estos frentes, alimentan las versiones de su salida. Se cita en su foja de servicio además, su pelea insalvable con Carlos Rovira, el cacique del misionero Frente Renovador de la Concordia, con quien cortó el vínculo en plena campaña 2019. Para ese sillón, de un área muy sensible, algunos le ponen fichas, al polémico Aníbal Fernández. Incluso, vuelve a sonar el nombre del interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Federico Bernal, como candidato a reemplazarlo.  
Distinta es la situación de cuatro ministros por los que Fernández apostó fuerte: María Eugenia Bielsa (Hábitat), Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Claudio Moroni (Trabajo) y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el que más dardos recibe.
Daniel Arroyo, es otro de los complicados por el fuego amigo al que se le critica falta de cintura en la gestión y no su dedicación. Sus palos en la rueda no son  pocos. Timonea un ministerio loteado desde las bases, con secretarios y subsecretarios que responden a distintas terminales de poder, incluso la de los movimientos sociales.  “Si no se fue en el escandaloso momento de la compra de alimentos es porque Alberto lo bancó, no se va a ir ahora", interpela un funcionario con línea directa con el mandatario.
El titular de Trabajo, Claudio Moroni es otro de los que recibe munición gruesa. Fue criticado públicamente por Máximo Kirchner por haber homologado suspensiones con rebaja salarial entre la empresa Mondelez y el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación. Aunque el más resonante públicamente, ese no fue el único reclamo que surgió desde las filas de La Cámpora. Pero su renuncia se desmiente de manera contundente. Se trata de un funcionario que, al igual que Marcela Losardo (Justicia) y los secretarios Julio Vitobello (Presidencia) y Vilma Ibarra (Legal y Técnica), conforman el grupo de amigos que juega de memoria en la cancha del Presidente.
Kulfas, es otro imprescindible del jefe de Estado y Matías Lammens (Turismo) .Ambos son mirados con recelo por el kirchnerismo duro.  
A salvo de maliciosos rumores que señalaron que tras resolver la deuda se iría, parece haber quedado Martín Guzmán (Economía), luego de que la vicepresidenta Cristina Kirchner resaltara en su Twitter su explicación sobre la negociación."Mas clarito imposible", fue la bendición de CFK.
Frente a este campo minado por rumores, al menos por ahora, “no va a haber cambios de grandes jugadores”, coinciden los voceros de Balcarce 50.

Alberto le baja el pulgar a Berni por ladrarle a Frederic y suenan posibles reemplazantes

La relación entre Sergio Berni y Sabrina Frederic, se ha convertido en la tormenta perfecta y probablemente no tenga retorno. Alberto Fernández cortó de cuajo el diferendo, tratando de invisibilizar al ministro bonaerense.



Para ello, optó por apagar el fuego, enviando 7 mil hombres de las fuerzas federales al conurbano. A su vez, los intendentes tendrán línea directa con Frederic, para hacerle saber sus necesidades operativas. Con esta movida, se desactivarán casi dos meses explosivos en la agenda pública. 
La ministra, con apoyo de Alberto Fernández, decidió enfrentar casi públicamente al médico y militar, que repitió en varios diálogos privados que su plan es construir una carrera política como candidato.  
Este jueves, como resultado de la difusión que tuvieron los dos choques de Berni en la semana, comenzaron a sonar nombres para su reemplazo. Uno fue el de Luis Morales, hoy Subsecretario de Intervención Federal en el Ministerio de Seguridad de la Nación. Otro fue el de Martín Arias Duval, que trabaja en el estudio de abogados de León Arslanian, un hombre que ya se sentó en la silla que hoy ocupa Berni.
También se mencionó la posibilidad de que se nombrara a un intendente en el puesto de Berni. Todas esas especulaciones terminaron cuando desde los equipos de Cristina Kirchner y de Axel Kicillof avisaron que no había planes de sacar al verborrágico ministro.
De todos modos, no parece sencillo correrlo a Berni de la escena en el actual cuadro de cuarentena, crisis e inseguridad. Y más aún, si la ofensiva en su contra termina siendo leída como un costo político para CFK.  
Las gotas que desbordaron el vaso, fueron el apoyo de Berni hacia los jubilados justicieros y la nueva actitud desafiante hacia Frederic en la última reunión.
Muchos ciudadanos coinciden con el baño de mano dura que pregona Berni. Así como ocurrió en Quilmes hace una semana, un nuevo episodio de inseguridad tuvo lugar en Mar del Plata, donde un hombre de 81 años mató de un disparo de escopeta a un ladrón de 23 que había ingresado a robar a su casa. La justicia investiga por estas horas a la víctima, analizando los detalles para saber si actuó en legítima defensa.
BATALLA CONTRA LA DICTADURA DE LOS CHORROS
Este hecho vuelve a poner en tela de juicio el rol de magistrados garantistas, que según Berni, usan la puerta giratoria con los delincuentes. El hampón abatido en Mar del Plata tiene un expediente con la friolera de siete veces preso y había recuperado la libertad  hace tres meses. El sujeto abatido en Quilmes, condenado por robo agravado, registraba una pena de 8 años. Paradójicamente, había sido liberado en abril con la ligera  excusa de que estaba en riesgo por la pandemia.
Berni, aseguró que el herrero jubilado de 71 años que el sábado pasado asesinó a un ladrón en la calle que minutos antes había ingresado a robar a su casa del partido de Quilmes, "no es un asesino" y que, si bien no justifica la acción de disparar contra el asaltante, lo entiende. El herrero, un hombre honesto y de trabajo, fue golpeado salvajemente y hasta lo torturaron hundiendole un destornillador. Difícilmente antes de este hecho, Jorge Ríos haya  planificado quitarle la vida a nadie.
PARA EL FISCAL ROMERO, ES EMOCION VIOLENTA
El fiscal platense Marcelo Romero, coincide con el ministro Berni: "estamos frente a un caso de emoción violenta que la cooperativa de los jueces no percibe", señaló.
La clase pasiva, a la luz de que algunos jueces los condenan, ven con simpatía a Berni. El ministro de la mano dura encarnado en su pasado de formación militar, gana más adeptos en una población frágil que cada vez más es castigada por el látigo implacable de las mafias que suman capítulos de impunidad.
¿Es justo que los jueces hayan ignorado que la víctima haya recibido una soberana paliza?. Y encima, no protegieron a la familia, que se tuvo que mudar porque los barrabravas de Quilmes hayan ido hasta la puerta de la vivienda a intimidad a sus moradores. Tampoco se actuó con criterio en la despedida que se prodigó al delincuente frente al estadio de Quilmes. El club,  tuvo que cerrar sus puertas porque no existía protección desde la vereda legal.Encima los delincuentes subieron a las redes sociales la filmación de esa movida para meter miedo en la población. Vale preguntarse entonces: ¿De qué lado están los jueces frente a la dictadura de los chorros?
GRITOS EN EL DESPACHO Y AMENAZAS
La interna en el gobierno por la inseguridad, encendió otro semáforo en rojo y sumó gritos. En su encuentro con Frederic, Berni se arrancó el barbijo y apoyó sus manos sobre la mesa, inclinando su cuerpo hacía adelante. Ese gesto, que Sabina Frederic consideró como amenazador, fue el detonante de un nuevo escándalo entre los ministros de Seguridad de Nación y Provincia. "¿Vas a desenfundar o me vas a atacar por ser mujer?", lo paró en seco la funcionaria nacional ante la mirada atónita del gobernador Axel Kicillof.
Nervioso por la frase de Frederic, Berni acusó el golpe y se volcó el café encima. El encuentro no hizo otra cosa que sumar más tensión . En ese ida y vuelta, Eduardo Villalba, secretario de Seguridad, le recordó su actitud en el Puente La Noria, cuando Berni irrumpió en un control que estaba realizando la Policía Federal hace 22 días. "Si hacés una cosa así de nuevo vas a ir detenido", fue la advertencia sin anestesia.
Lo que iba a ser una reunión de coordinación entre la Nación y el gobierno bonaerense para trabajar en tándem contra el fantasma del delito creciente, culminó en un nuevo enfrentamiento entre el gobierno nacional y la administración bonaerense, que ahora tratará de zanjar el Presidente.
Berni recibió un tirón  de orejas ."Estuvo irresponsable e irrespetuoso. Está claro que no le interesa coordinar una política de seguridad y está preocupado por sus cosas personales. Frederic lo puso en caja varias veces", revelaron fuentes oficiales.
El ministro bonaerense, admitió el cruce con Frederic, pero lo minimizó. "Fue una reunión protocolar, te diría que aburrida. Sin nada de importancia", sostuvo.
EL LIBRO ROJO DE LOS MINISTROS
Hay que señalar que Berni nunca tuvo buena onda con Frederic. Siempre le criticó su falta de acción y su inexperiencia en la gestión. "No hacen nada sin armar una reunión antes", graficó el ministro, que  también discutió con intendentes peronistas.
La publicación de la información provocó una crisis interna y obligó al Gobierno a tratar de encapsular el escándalo. Tanto es así que desde el Ministerio de Seguridad salieron a desmentir la información. "La relación es de coordinación permanente", dijo Villalba . El secretario de Seguridad incluso negó haberle dicho a Berni que si volvía a cometer una acción como la que sucedió el 1 de julio lo detendría.
En medio de la crisis económica y social, lo que hizo subir el delito en las últimas semanas, Kicillof, Berni y el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, se reunieron con Mayra Mendoza (Quilmes), Fernando Espinoza (La Matanza), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan José Mussi (Berazategui) y Mario Secco (Ensenada), entre otros.
Fueron varios los caciques territoriale que le reclamaron al ministro mayor presencia policial, lo que provocó varios cruces. Pese a las tensiones, Axel Kicillof y Sabina Frederic resolvieron trabajar de forma conjunta en los operativos complementarios con fuerzas de seguridad de la provincia y federales. El objetivo es reforzar la presencia de las fuerzas federales principalmente gendarmes y prefectos en las zonas rojas del conurbano. Por estas horas, según fuentes oficiales consultadas por DIARIO FULL, hay desplegados en el área metropolitana 7500 efectivos y decenas de internados que están fuera de la fuerza por Covid-19.
MENSAJES  PARA APAGAR EL FUEGO 
Si bien todos admiten que el delito se incrementó en las últimas semanas, desde La Plata aseguraron que las cifras de robos y homicidios son similares a las de 2019, cuando gobernaba María Eugenia Vidal.
Las estadísticas que brotaron por medios oficiales señalan que en el lapso de enero a mayo los robos en sus distintas modalidades disminuyeron alrededor del 25% en la comparación interanual, aunque admiten que a partir de entonces las cifras tienden a igualarse con las del año pasado. Fuentes vinculadas a intendentes de JxC coinciden al menos en que ahora se estaría enfrentando una situación similar a la registrada antes de la entrada en cuarentena.
Desde lo más alto del poder se llegó a la conclusión de que Berni es inmanejable. Como ex militar tiene criterio psobre la logística en el conurbano profundo . Nadie duda que trabaja y aparece en todos lados cuando asoman las tensiones sociales. Sabe mostrar sus acciones en el show mediático sumando horas de TV y radio. Para muchos, está claro que Berni le apunta a la gobernación para el 2023 y también es en el oficialismo un  jugador clave en la base legislativa del año próximo junto con Máximo Kirchner.
Berni tiene  una relación chispeante con el conjunto de los intendentes, pero en su momento va a necesitar de la matriz de ese aparato territorial. Sabe que la Alianza perdió en la Provincia con la candidatura de Graciela Fernández Meijide, porque Carlos Ruckauf también en aquel momento enarboló  la bandera de la mano dura.
En el Ejecutivo sospechan que Berni busca victimizarse y salir de la gestión culpando al retaceo de recursos de Nación para poder volver como candidato en las elecciones del año que viene. No obstante, algunos del PJ y también de JxC reconocen su peso y hasta una imagen nada desdeñable en algunas franjas de la población.Pero nadie niega que hay síntomas de malestar acotado en el gobierno provincial, no sólo en Olivos. También son piedras en el zapato las versiones de alguna carga desde organismos como el Cels y la Comisión Provincial de la Memoria.
FUERZAS FEDERALES AL CONURBANO
Desde lo más alto del Gobierno nacional mandaron señales para cerrar el capítulo Berni.Aseguran que no habrá más peleas entre la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y su par bonaerense. Exponen  tres motivos centrales: la funcionaria se ocupará de manera directa de la relación con el gobernador Axel Kicillof y con los municipios del conurbano que tengan problemas de seguridad, se esquivará al ministro bonaerense y, por encima de todo, Alberto Fernández ratificará el respaldo a su ministra.
La idea es tratar directamente con el gobernador Axel Kicillof o con los intendentes del conurbano e “invisibilizar a Berni.   Frederic tiene el respaldo de todo el Gobierno y la agenda de trabajo continúa”, graficó  una de las espadas del Presidente
El informante dijo que Frederic llegó al Gobierno de la mano del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Se conocieron en la militancia del Grupo Callao o Agenda Argentina. El jefe de ministros le tiene plena confianza a Frederic. Pero la ministra de Seguridad también se ganó la confianza de muchos ministros y secretarios. Entre otros, intercambia ideas o datos con el ministro del Interior, Wado de Pedro; el secretario de la Presidencia, Julio Vitobello; el ministro de Agricultura, Luis Basterra y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra. Y también logró entablar una buena relación con Alejandro Grimson, asesor del Presidente.
Con la banca de Balcarce 50, Frederic desplegará  unos 7.000 efectivos de Gendarmería o Prefectura en las localidades de Avellaneda; Quilmes; Virrey del Pino; La Matanza, Almirante Brown; Moreno; Esteban Echeverría; Florencio Varela y Lomas de Zamora, entre otros.Se trata de comunas en las que los mismos caciques se animaron a dialogar directamente con Frederic y su equipo.
Otra de las advertencias picantes de Berni, fue cuando señaló que cada vez hay más gente detenida que no registra antecedentes. Lisa y llanamente lo que está advirtiendo el ministro, es que la clase media trabajadora se está yendo al descenso en medio de la cuarentena. Frente a este cuadro, la gran preocupación de Alberto y Kicillof es el peligro de la ley de la selva en el conurbano profundo y la reaparición del gatillo fácil. Por ahora, la única realidad es la inseguridad.
 

Detrás del sincericidio del intendente que permite la venta de falopa en ambulancias

Llevo años transpirando la camiseta periodística en el conurbano. He visto miserias de todo tipo y hasta humanas. Pero nunca un "sincericidio" como el del intendente de José C. Paz, Mario Ishii, uno de los más polémicos dentro de la fauna política. "El Japones", como lo llaman en su territorio, está investigado por estas horas por el delito de “encubrimiento” luego de que se diera a conocer un video en el admitió proteger a empleados de salud que aparentemente venden droga. Según confirmaron fuentes judiciales, la causa penal estará a cargo del fiscal Miguel Ángel Vieira Miño, de la UFI 9 de Delitos Complejos de San Martín.


“Yo los tengo que cubrir cuando están vendiendo falopa con las ambulancias”, se le escucha decir a Ishii en la polémica filmación que paralizó al país en las últimas horas. Por lo pronto, al jefe municipal se le notificará en las próximas horas que se le abrió una causa por ese delito y que deberá concurrir a la sede judicial. El dislate de Ishii fue un regalo para los  dirigentes de todo el arco opositor que reclamaron que la Justicia investigue al intendente por sus dichos y pidieron también al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, "que actúe" al respecto.  
En medio de la pandemia del coronavirus, Ishii fue filmado mientras mantenía un fuerte cruce en la calle con un grupo de empleados y que reclamaban mejores condiciones laborales. En ese contexto, Ishii sostuvo la polémica frase que nuevamente lo tendrá en el ojo de la tormenta. Y peor para él, frente a la justicia.
Las imágenes se conocieron a través de la cuenta de Twitter de Gastón Cavanagh, productor del programa de periodista Jorge Lanata. En ella, se puede observar cómo el mandatario paceño les advirtió a los trabajadores que, si no querían cumplir con las condiciones actuales de trabajo, les iba a “pagar el básico que les corresponde y nada más”.
» 25 JUL 2020

LA MIRADA DE JORGE JOURY

Detrás del sincericidio del intendente que permite la venta de falopa en ambulancias

Llevo años transpirando la camiseta periodística en el conurbano. He visto miserias de todo tipo y hasta humanas. Pero nunca un "sincericidio" como el del intendente de José C. Paz, Mario Ishii, uno de los más polémicos dentro de la fauna política. "El Japones", como lo llaman en su territorio, está investigado por estas horas por el delito de “encubrimiento” luego de que se diera a conocer un video en el admitió proteger a empleados de salud que aparentemente venden droga. Según confirmaron fuentes judiciales, la causa penal estará a cargo del fiscal Miguel Ángel Vieira Miño, de la UFI 9 de Delitos Complejos de San Martín.



Por: Jorge Joury *
“Yo los tengo que cubrir cuando están vendiendo falopa con las ambulancias”, se le escucha decir a Ishii en la polémica filmación que paralizó al país en las últimas horas. Por lo pronto, al jefe municipal se le notificará en las próximas horas que se le abrió una causa por ese delito y que deberá concurrir a la sede judicial. El dislate de Ishii fue un regalo para los  dirigentes de todo el arco opositor que reclamaron que la Justicia investigue al intendente por sus dichos y pidieron también al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, "que actúe" al respecto.  
En medio de la pandemia del coronavirus, Ishii fue filmado mientras mantenía un fuerte cruce en la calle con un grupo de empleados y que reclamaban mejores condiciones laborales. En ese contexto, Ishii sostuvo la polémica frase que nuevamente lo tendrá en el ojo de la tormenta. Y peor para él, frente a la justicia.
Las imágenes se conocieron a través de la cuenta de Twitter de Gastón Cavanagh, productor del programa de periodista Jorge Lanata. En ella, se puede observar cómo el mandatario paceño les advirtió a los trabajadores que, si no querían cumplir con las condiciones actuales de trabajo, les iba a “pagar el básico que les corresponde y nada más”.
El sincericidios de Ishii transgrede todo lo legal: “Así te lo digo. Yo quiero laburar con los que quieren laburar y tengan ganas de laburar. Los que no quieren laburar, muchachos, tienen libertad de acción. Porque cuando se cagan de hambre, vienen a pedir laburo y yo se los doy. O se mandan una cagada, venden falopa, yo los tengo que cubrir, no los rajé todavía, cuando me están vendiendo falopa con las ambulancias”, reconoció.
Para conocer el expediente negro del hombre del poncho rojo y negro, lo primero que hay que decir que tiene antecedentes violentos desde su inicio en la política. Está flojo de papeles y no lo aculta. Por ejemplo, el
viernes 20 de agosto de 1999, se ganó la tapa de los diarios, cuando el Concejo Deliberante de José C. Paz tuvo una sesión de salvajismo puro. Hubo tiros, puñaladas, golpes y dejó un saldo de 8 heridos. Los protagonistas del enfrentamiento fueron dos facciones antagónicas del justicialismo local. Por un lado estaban los militantes del entonces intendente, Rubén Glaría, ex jugador de San Lorenzo de Almagro y por el otro, aquellos que acompañaban al puntero en ascenso: el edil Mario Ishii.
No hubo debate, y el diferendo se dirimió a balazos. Luego, Ishii, ganó los comicios . Ese episodio que fue a la tapa de los diarios más importantes, fue el anticipo de una gestión municipal que iba a estar marcada por los escándalos, denuncias policiales y clientelismo. El lord mayor de José C. Paz donde en la mayoría de las viviendas brota el hongo devastador de la pobreza, siempre se puso al calor del poder de turno. Además, las sospechas de  una aparente connivencia con el mundo del narcotráfico siempre lo acompañó.. Ishii tiene una posición acomodada. Es dueño un frigorífico y varias propiedades.
No viene de familia acomodada, ya que en el arranque de la década de 1990, Ishii era el chofer de Juan Carlos Denuchi, quien por entonces se desempeñaba como diputado provincial y hombre poderoso del PJ local. Después, hacia 1995, de la mano de Eduardo Duhalde, llegó a ser el primer concejal de José C. Paz, cuando el jefe municipal era Glaría.
Desde que asumió como intendente en 1999 hasta hoy, fue reelecto varias veces. Sólo estuvo fuera del ejecutivo entre 2011 y 2015. Pero no por eso, se alejó del control de José C. Paz. Nadie se atrevió a ocupar su silla vacía. Dejó en el cargo como intendente a un hombre que llevó su camiseta. Se trató de Carlos Urquiaga, un dirigente peronista e ideólogo de uno de los pilares de su gestión. Es quien creó las bases del asistencialismo vecinal desde la Secretaría de Trabajo y quien más traccionó para la construcción de la Universidad de José C. Paz, una de las joyas de la oscura gestión.
Por su poder territorial, Ishii siempre se ubicó al calor de los oficialismos en todas las épocas. En 2003, a pedido de Eduardo Duhalde, acompañó la candidatura presidencial de Néstor Kirchner. Sin embargo, como el patagónico no era muy conocido y ante las dudas de que ganara las elecciones, Ishii puso algunos de sus colaboradores en las listas junto a Carlos Menem y Alberto Rodríguez Saá, los otros aspirantes. No tenía cómo perder.
En los años del kirchnerismo,  se convirtió en un aliado importante del gobierno nacional. gestinoar una localidad con más de 265.000 habitantes, le sirvió para consolidar su poder tanto a Néstor como a Cristina. Además estrechó buenas relaciones con los ministros Julio De Vido y Alicia Kirchner, aunque logró mantener un control territorial fuerte e independencia. Todo lo que pasaba y pasa en José C. Paz debe la firma de Ishii.
Era de los pocos intendentes con línea directa a la Casa Rosada K y hasta se jactaba de su amistad con Néstor Kirchner. De hecho, fue uno de los pocos que pudo entrar al mausoleo del ex presidente.
Su codicia política se reflejó en los años que no fue intendente. Su meta era ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. En 2011 compitió en las internas con Daniel Scioli, pero perdió y tuvo que resignar sus aspiraciones.
Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia y de María Eugenia Vidal a la gobernación bonaerense, no tuvo problemas tampoco en mostrarse oficialista pese a ser un dirigente puramente peronista. Lo que se dice un verdadero camaleón.
“Estuve con Menem, De la Rúa, con los cinco presidentes que estuvieron en 15 días, con Néstor, con Cristina y hoy estoy con Macri”, dijo el intendente paceño en declaraciones a la agencia Télam en 2016, cuando casi todo el país estaba pintado de amarillo.
“Las instituciones se deben respetar. Si les va mal, debemos sentir dolor y no alegrarnos”, dijo Ishii para luego sacarse una foto con Vidal y destacar que la administración de la gobernadora “atendía más a los intendentes que lo que hizo el ex gobernador Daniel Scioli”. Algunos lo llamaban el maestro de los escándalos. Su foja de sercio está salpicada con varias denuncias. En 2004 protagonizó un curioso episodio. Cuando viajó a Japón, donde partió para conocer más acerca de sus ancestros, Ishii, dejó en el cargo de intendente a Santa Isabel González, primera concejal del distrito y además, su madre. La mujer quedó a cargo del Ejecutivo durante los 17 días. No fue ilegal. La Carta Orgánica de municipios bonaerenses establece que ante la ausencia del intendente su reemplazante será el primer concejal de la lista en la que resultó elegido. En este caso, su propia madre.
Este fue el menor de los escándalos que lo mancharon. En 2013, declaró en una investigación por una causa de un fraude en la entrega de planes sociales en su municipio. Una trama de clientelismo y corrupción por la que nunca dio explicaciones. El principal señalado era Urquiaga, su ex secretario, quien estaba acusado por el manejo extorsivo, discrecional y arbitrario de los planes “Argentina Trabaja” y “Trabajar”.
El caso comenzó cuando un beneficiario de un plan social se fue a quejar al municipio porque había dejado de cobrar el beneficio. Le dijeron que él lo seguía cobrando y le mostraron un DNI con sus datos pero con la foto de otro. El otro era un puntero del oficialismo paceño. Esposo de otra puntera que también fue investigada.
Hace 6 años, en Coronel Bogado, un pueblo situado a 50 kilómetros del sur de Rosario, detuvieron un narco que era intensamente buscado. Se trataba de Gustavo Collado Correa, quien al momento de la detención exhibió un carnet en el que indicaba que era asesor ad honorem del legislador bonaerense Mario Ishii.
De acuerdo con el expediente que instruyó la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, el supuesto asesor era el encargado de negociar con los proveedores bolivianos la compra de los cargamentos de droga que llegaban a la Argentina y que terminaban en campos en Salta. Luego eran transportados hacia un galpón en la avenida Illia al 9200 en José C. Paz, distrito bonaerense gobernado por Ishii durante 14 años y donde estaba el centro operativo de la banda.
Su intemperacia quedó patentizada en 2009, luego de la derrota electoral del kirchnerismo. Aquel año, Ishii, amigo de Néstor, propuso salir a buscar a intendentes “traidores”. “Un año y medio atrás hacían cola para pedir la boleta de Kirchner, pero después, en esta elección, han buscado la conveniencia de las intendencias sin preocuparle la conducción del partido”, dijo el polémico intendente del poncho en el hombro.
Construyó su poder a base de clientelismo, amenazas e impunidad del poder de turno. En 2011, el diario La Nación dio a conocer volantes en los que amenazaban a empleados públicos y beneficiarios del Estado si no asistían al acto de asunción.
Con el escudo del distrito a un costado, el volante advertía: “Atención trabajadores paceños. En caso de no concurrir se le dará de baja en forma automática a su puesto de trabajo, como así también se reverá la entrega de vivienda al que se la hubiesen entregado”. Y remató: “Se retirará la casa”. Firma: “Mario Ishii-conducción”.
En 2014 propuso el regreso del servicio militar obligatorio y el gobierno de Cristina lo criticó duramente. En un acto, hizo la propuesta de una “consulta popular para que los ciudadanos expongan si quieren o no, que se retome el servicio militar obligatorio para los jóvenes que nos estudian ni trabajan, los chicos llamados ni-ni”.
En 2016 contrató como asesor del municipio al ex carapintada Aldo Rico. Según admitió en una entrevista radial, el militar lo aconsejaba en materia de seguridad. El intendente argumentó la contratación del ex carapintada “porque en la policía tenemos el problema que está en un 50% contaminada y el otro 50 por ciento tiene miedo”.
También fue pregonero de la moda de plotear patrulleros con su nombre y así hacer propaganda. “Hemos comprado alrededor de 35 vehículos entre camionetas y autos y todos dicen "Intendencia de José C. Paz".
Ishii es considerado el hombre de las mil caras. En esa ruta, en las que se fue al pasto es en  la honestidad y transparencia. Lo más denigrante es estos tiempos de pandemia es haber revelado que en su equipo de salud se vende falopa en las ambulancias. Las sirenas del bochorno están sonando y auguran nuevos capítulos que manchan de una manera demoledora a la política. No serán todos los alcaldes los que están manchados, pero el mundo Ishii, los pone en tela juicio. No hay dudas que a la oposición le puso la pelota en el área