lunes, 30 de abril de 2018

Diario íntimo de los años de plomo

A 42 años del 24 de marzo 1976, el lector encontrará en esta crónica descarnada, algunas de las experiencias vividas por un periodista que sobrevivió a la larga noche de la dictadura militar. Se trata de retazos del antes y el después del golpe. Una ventana que se abre para recorrer un largo camino de recuerdos nunca revelados. Hay aspectos inéditos de charlas con Ricardo Balbín, en los días previos al desembarco de la Junta Militar. Los pormenores del asesinato de David Kraiselburd, el director de El Día, con postales del pasado vividas desde la propia redacción de diagonal 80. El dramático momento cuando el general Camps mandó a allanar el diario, durante una huelga ferroviaria, con la irrupción de una patota policial a punta de Itakas. El áspero mano a mano con el general Leopoldo Fortunato Galtieri, que quiso censurarnos por una noticia publicada en la tapa de Diario Popular .Y en el final de la nota, el costo que pagó la prensa por vestir las tapas con títulos de éxitos inexistentes durante la guerra de Malvinas.




Hoy son reliquias del pasado. Pero durante décadas, aquellas Olivetti fueron nuestras compañeras inseparables. Con ellas narramos la actualidad de la manera que pudimos, cuando muchas veces era jugarse la vida. El ruido intermitente de esas máquinas de escribir irrompibles, pertenecían al paisaje más íntimo de las redacciones. En este momento, entrar en el túnel del tiempo a través de las computadoras, duele. Parece que las abandonamos sin haberles prodigado caricias por tanto peso que llevaron durante miles de horas de martilleo. Son monumentos de la memoria colectiva y aún se las extraña, sobre todo cuando se trata de volver para atrás para recorrer páginas tan trágicas. Pero ellas ya no están, aunque nos ayudaron a comprender que la vida de varias generaciones de argentinos y extranjeros fue marcada a fuego por el terrorismo de Estado que se inició con el golpe cívico militar en 1976 e instauró la larga noche de la dictadura por siete años. Pasaron 42 años de aquella página negra que coincide además con Semana Santa . Es parte de una herida que no termina de cicatrizar y que es necesario desenterrar en cada aniversario, para que no vuelva a ocurrir. 
Uno de los efectos más directos y demoledores, fue la irrupción de una cultura especulativa conocida como la "patria financiera", que sentó las bases para el desarrollo del neoliberalismo y el endeudamiento argentino con los Estados Unidos, además de la quiebra del aparato productivo y la pérdida de miles de puestos de trabajo. Pero más allá de lo que muchos ya han escrito en la búsqueda del "nunca más", como testigo viviente de esa época, siempre me propuse tratar de explicar cómo llegamos a semejante oprobio de perder todas las libertades y padecer un baño de sangre sin precedentes. Voy a intentarlo.
Para recorrer el oscuro laberinto de esos años, conviene primero plantear el escenario previo que se vivía en el país y el papel que jugó la civilidad ante la encrucijada de salir del caos como fuera. Lo cierto es, que los acontecimientos violentos nos pasaron por encima en un suspiro. Pero me voy a detener en algunos episodios que marcaron mi vida periodística y que quiero desempolvar, simplemente para hacer un aporte y poder ayudar a entender a las futuras generaciones qué nos pasó. 
 
LLEGAR COMO SEA, CON MARCAPASOS Y MULETAS
 
Haber entrevistado a Ricardo Balbín en aquel momento en su escritorio de la vieja casona de la calle 49 y 12 de La Plata, fue un privilegio del destino. Sentado en el sillón de su escritorio y después de fumar un pucho tras otro, el líder radical  me acercó el título de tapa con sus habituales metáforas. Fue en los días previos al golpe, cuando diarios como La Razón titulaban: "Horas decisivas", presagiando el peor escenario. 
"Con marcapasos y muletas, llegamos y triunfará la democracia", disparó Balbín con su voz ronca aquella mañana, cuando nadie apostaba una moneda por Isabel Martínez de Perón y muchos políticos golpeaban la puerta de los cuarteles como única medida salvadora para salir de un país ensangrentado.
Es de público conocimiento, que Balbín habló con uno de los principales dirigentes del peronismo gobernante de entonces, Deolindo Bittel, a quien le planteó la posibilidad de frenar el golpe de Estado con un juicio político a Isabel Perón que permitiera que asumiese el presidente del Senado, Italo Luder, de manera de mantener la institucionalidad democrática. Pero la iniciativa no prosperó.
A mi amigo y prestigioso fotógrafo de nivel internacional, Horacio Villalobos, le tocó el 24 de marzo de 1976 captar de noche el dramático momento cuando Isabel fue sacada de la Casa Rosada en helicóptero por los militares. Esa foto recorrió el mundo y aún da cátedra por su significado y oportunismo.
Balbín había puesto toda su energía en colaborar para cerrar las heridas de la nación dando señales inequívocas de patriotismo. Lo ví saltar una tapia para eludir al periodismo y abrazarse con Juan Perón en la vieja casona de la calle Gaspar Campos en Vicente López (1972) y echar a la espalda los enfrentamientos. Luego repitió su grandeza al despedir al líder emblemático del peronismo durante el velatorio en el Congreso de la Nación. Allí hizo llorar al país, al pronunciar aquella frase: "El viejo adversario hoy despide al amigo". 
Una semana antes de la caída de Isabel Perón, Balbín había parafraseado a Almafuerte para explicar que "todo lo incurable tiene cura, cinco segundos antes de la muerte". Entonces no habló del remedio. Pero con mayor firmeza, en la década del 40, había defendido las libertades públicas desde el Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR) en compañía de Oscar Alende, Arturo Frondizi y Moises Lebensohn.
En la casa de 49, el líder radical amó a Indalia Ponzetti, su compañera inseparable, y tributó a la crianza de Lía Elena, Osvaldo y Enrique, sus hijos. Disfrutó de sus canarios, tanto como la construcción de sus discursos. 
David Kraiselburd, que dirigía el diario El Día había dado la orden que solo dos periodistas podían entrevistar a Balbín. Quien escribe esta nota y mi compañero de trabajo ya fallecido, Ricardo West Ocampo. La profesión fue generosa conmigo por ponerme tantas veces cara a cara con la noticia. Fue un orgullo haber entrevistado a tres de las figuras emblemáticas del siglo XX, como lo fueron Perón, Balbín y Alfonsín.
 
EL LENGUAJE DESPIADADO DE LA CENSURA CON LA BOCA DE LAS ITAKAS
 
Durante aquellos años duros de aprietes y presiones constantes, la vida me enseñó a gambetear la censura de la manera que se podía. Con las pulsaciones muy altas por haber sufrido permanentes amenazas de muerte que obligaban a cambiar todas las noches el camino de regreso a casa. En la mayoría de los casos, para publicar y blanquear los enfrentamientos entre el Ejército y los grupos guerrilleros, los disfrazábamos como hechos de la delincuencia común. Cuando tomaban estado público, con ello obligábamos a que los militares dieran los partes oficiales.
Muchas veces la pasamos mal. En una oportunidad, durante una huelga ferroviaria, el general Ramón Camps que era jefe de la Policía bonaerense, mandó a allanar la redacción de DIARIO POPULAR, que por aquel entonces estaba en La Plata. Irrumpió entonces una de esas patotas de la época, cuya prepotencia se manifestaba a través de las bocas grises de las Itaka. Yo era el jefe de redacción y máximo responsable en ese momento.No aceptaron ninguna explicación. Allí comprendí que se prendía fuego la libertad de prensa. 
Se llevaron por la fuerza las pruebas de página para revisar los contenidos y nos dejaron en una tensa espera. Sin saber que iba a ocurrir y para ganar tiempo, porque había que mandar los diarios a Capital y estaban los camiones esperando en la calle, pedí permiso para arrancar a puertas cerradas. El mandamás del grupo me respondió con voz pastosa: "podés hacerlo, pero si el general Camps prohibe la salida del diario, te metés los ejemplares en el orto". Corté clavos durante 4 horas, hasta que recién llegó la autorización del Jefe de Policía, cerca de las tres de la madrugada.
Cumplir con la tarea profesional, era sin exagerar, jugarse la vida de manera cotidiana. Estábamos entre dos fuegos: la derecha y la izquierda. Era tal el clima de miedo, que cuando caía la noche había que cerrar las persianas de la redacción porque los grupos terroristas disparaban andanadas de piedras. También salíamos con desesperación a correr los autos, porque lanzaban bombas molotov sobre ellos. Había noches en La Plata en que explotaban hasta 15 bombas. Regresar a casa a la madrugada después del cierre del diario era una odisea, atravesando por lo menos dos retenes militares donde los efectivos nos pedían hasta el certificado de vacunación para certificar nuestra identidad. Era tal el terror de Estado, que la delincuencia común desapareció del mapa, espantada por el horror. No había robos, ni asaltos a bancos. Todas las depredaciones corrían por cuenta de grupos parapoliciales, que se adueñaban de todo lo que encontraban durante los allanamientos en calidad de "botín de guerra".
 
EL SUEÑO TRUNCO DE UN PERIODISTA TALENTOSO
 
En los meses previos al golpe militar, el clima que se vivía en el país era deseperante. El primero de julio de 1974, paradójicamente el día que murió Perón, me tocó ser protagonista de la etapa fundacional de Diario Popular, un sueño de David Kraiselburd, que nunca alcanzó a ver. Cuando la publicación salió a la calle estaba secuestrado. Después su ascendente carrera quedó trunca en un episodio que acabó también con su vida.
Cuando estábamos preparando el número cero del "Popu", como se conoce al hoy tercer diario de mayor venta en la Argentina, David me preguntó irónicamente cuánto pensaba que podíamos vender. Me arriesgué a decir 15 mil ejemplares. Sonrió y me respondió que si mi presagio se hacía realidad, me invitaría a comer un asado. La profecía supero con comodidad los más de cien mil ejemplares, pero él nunca pudo ver ese fenómeno periodístico.
David Kraiselburd había nacido el 1 de julio de 1912 en el hogar de una familia judía de Berisso. Su padre era colchonero y de pensamiento socialista. David siguió sus pasos. Nacido y criado en un hogar judío y de izquierda, pronto se volcó a la militancia.
Estudió en el Colegio Nacional. Cuenta la historia que organizó en quinto año una huelga de estudiantes en solidaridad con Sacco y Vanzetti. Para esos años ya era conocido en La Plata por su militancia socialista, su identificación con la Reforma Universitaria y sus amistades con los anarquistas. En 1928 -apenas  siendo un adolescente- empezó a trabajar en el diario El Día. Le tocó hacer de todo: deportes, policiales, política, cultura y brilló en todos esos rubros. En 1932 se recibió de abogado y al poco tiempo obtuvo el título de profesor de historia. Ya mayor, siempre se jactaba de haber sido discípulo de Ezequiel Martínez Estrada, Sánchez Viamonte y Pedro Henriquez Ureña.
Era un hombre muy culto y sumamente exigente. Iba de traje y sombrero al diario. Y nosotros debíamos imitarlo, porque si teníamos que hacer una entrevista con figuras importantes de la política, el sostenía que los periodistas eramos la imagen del diario. También exigía leer todos los diarios. Era capaz de preguntar por el contenido del recuadro más pequeño. Corregía personalmente los textos más delicados y después pedía a los jefes leer las pruebas para comprender el equilibrio que trazaba en las crónicas. Nunca vi tanta capacidad de trabajo. Daba mucha seguridad. 
Un día titulé que un diputado bonaerense estaba implicado en un plan para atentar contra Perón y nos mandaron una carta documento. Cuando llegué a la redacción, todos sabían y el un silencio sepulcral. Muchos esperaban que David me diera una reprimenda. Sin embargo me preguntó si había visto la carta documento. Le dije que sí. Di mis explicaciones de por qué ese titular y me respondió con una clase de libertad de prensa: "no se haga problemas, mañana titularemos: Nos querellan". Siempre sosteía que no había que criticar a los otros medios, porque cuando los gobiernos intentaran censurarnos, deberíamos estar todos juntos para defendernos. Sus dictados aún me acompañan y sirvieron para alumbrar mi larga carrera. Su muerte anticipada fue una pérdida grande para el periodismo.
 
EL DIA QUE SE PARALIZÓ EL CORAZON DEL DIARIO
 
El 25 de junio de 1974, Kraiselburd fue secuestrado en la ciudad de La Plata por un comando guerrillero. En el operativo participaron alrededor de veinte personas, movilizadas en cuatro o cinco autos. Los hechos ocurrieron en la intersección de la Diagonal 77 y las calles 2 y 49, justo a una cuadra de la Jefatura de Policía. Eran las nueve y media de la mañana.
El director de El Día, que caminaba solo cotidianamente desde su casa al diario, fue un objetivo fácil. A todos los que le recomendaban prudencia o le señalaban el peligro que corría, David les contestaba que esconderse era ceder el campo a la intimidación y el único camino era dar la cara. 
Esa mañana me tocó vivir uno de los hechos que más me marcaron, ya que David Kraiselburd había sido uno de mis maestros. El me había aconsejado que : "el día que el diario afirma que algo es blanco, no puede haber nadie que demuestre lo contrario. Caso contrario, no se publica hasta chequear a fondo". Su rigor informativo era absoluto. Pero lamentablemente el país  desde hacía años estaba sumido en una violencia irracional que para esa fecha se estaba acelerando peligrosamente. Una semana después del secuestro de Kraiselburd, el presidente Juan Domingo Perón se iba de este mundo dejando en el poder a su esposa Isabel y López Rega, el monje negro. En el velorio no se olía a incienso sino a pólvora. La muerte de Perón significaba una definitiva luz verde para que las diversas facciones del peronismo se aniquilaran entre ellas y en el camino se cayeran a pedazos las instituciones.
El secuestro y posterior asesinato de de Kraiselburd se inscribe en ese contexto de violencia, ajustes de cuentas y derramamientos de sangre inocente. A ese escenario macabro se sumaba esa otra variente perversa de aquellos años: matar para exhibir poder interno. Es lo que hicieron con José Ignacio Rucci, el secretario general de la CGT, con Arturo Mor Roig, con Kraiselburd y el general Eugenio Aramburu. Ya no se trataba de matar a “enemigos del pueblo”, sino que ahora había que “tirar muertos” en la mesa para negociar. La víctima podía ser cualquiera, lo importante era la condición de muerto. Es lo que ocurrió con Arturo Mor Roig, asesinado dos días antes que Kraiselburd en un comedor de la localidad bonaerense de San Justo. ¿Motivos? Haber sido Ministro del Interior de Lanusse. ¿Motivo real? Demostrarle al gobierno que en cualquier negociación política había que tenerlos en cuente a ellos y no a Balbín.
El director del diario “El Día” estuvo secuestrado en una casa de la localidad bonaerense de Gonnet, ubicada en calle 501 entre 14 y 15, justo a una cuadra de la comisaría. El 17 de julio de 1974. un allanamiento a esa vivienda provocó el desenlace trágico. Los guerrilleros se resistieron y uno murió. Se llamaba Carlos Starita y era presidente por la JUP del Centro de Estudiantes de Derecho de La Plata. 
¿Quienes mataron a Kraiselburd? Se dice que Montoneros, pero otras fuentes aseguran que fue el ERP y no faltan los que responsabilizan a las Fuerzas Armadas Peronsitas-17 de octubre (FAP). La confusión es sólo aparente. Hay quienes aseguran que los asesinos fueron militantes de la FAP, un brazo armado peronista que integró Montoneros, pero que al momento del secuestro se habían escindido de la organización que comandaba Mario Firmenich. Los informes de época dan cuenta que precisamente, el operativo contra Kraiselburd se realizó para demostrarle a sus anteriores jefes su capacidad militar. La FAP después de este crimen ofreció su operatoria al ERP, servicios que por supuesto fueron aceptados.
 
LA FRASE MAS DESPIADADA: "SI LLEGA LA CANA, MATAR AL SOPRE"
 
Por denuncias de vecinos de Gonnet, que daban cuenta de movimientos extraños en el barrio, la policía encontró por casualidad el escondite en donde tenían encerrado a Kraiselburd. El comisario pensó inocentemente que en esa casa había partidas de juego por dinero. Por eso mandó a dos policías.Tocaron timbre y salió una mujer. Preguntaron por el esposo y ella argumentó que esperasen un momento, que iría a llamarlo. Cuando se cerró la puerta, comenzó una lluvia de bala desde el interior que convirtió al lugar en un infierno. Después de ese intenso tiroteo y tras la llegada de refuerzos, los terroristas huyeron por los fondos. Uno solo quedó herido, el mencionado Carlos Starita, hijo de un marino de alto rango que días después y tras una corta agonía, murió  en el hospital San Juan de Dios por el balazo que recibió en la médula espinal.Nunca pudo ser interrogado y se llevó a la tumba el nombre de la mano asesina que terminó con la vida del director de El Día.
Pude imaginar el escenario del calvario que vivió David Kraiselburd a través de las fotos que sacó la policía y que figuraban en el expediente. El periodista estaba encerrado en lo que en esa época se denominaba cárcel del pueblo. Su cadáver fue hallado en una carpa de lona dentro de una habitación fuertemente rodeada por alambres de púas. Sobre una pared había un cartel escrito a mano con una directiva terminante : "Si llega la cana, matar al sopre". Y la orden se cumplió a rajatabla. 
Fue al lugar  mi compañero de tareas Ricardo West Ocampo y tuvo la ingrata tarea de reconocer el cadáver, que presentaba varios tiros. Por las fotos que ví,  David al parecer buscó refugio al percibir el tiroteo y se ocultó debajo del camastro donde dormía. Sus manos aparecían tapándose el rostro. Probablemente, cuando el asesino fue a ejecutarlo, por instinto el periodista se cubrió, como queriendo atajar las balas. Hasta el día de hoy me acompañan las dudas sobre las verdaderas causas del asesinato de Kraiselburd. Se estaba negociando el pago de un rescate a través de comunicados que dejaban los extremistas detrás de los espejos de los baños de bares y hasta en la estación ferroviaria. Muchas veces me tocó ir a buscarlos. Aún me pregunto si esa llegada casual de la policía al lugar del cautiverio no precipitó los acontecimientos. Tras el duelo, al poco tiempo las amenazas terroristas no cesaron. Durante el allanamiento a una estación clandestina de comunicaciones de Montoneros en City Bell, la policía encontró una lista donde figurábamos todos los jefes y los cargos que ocupábamos en el diario. Comprendimos entonces que teníamos infiltrados y eramos un blanco fácil. A partir de allí, se dejó de hablar en voz alta.
 
EL CAPITULO DEL DICTADOR QUE QUERIA CHICAS LINDAS EN TAPA
 
Jorge Rafael Videla, quien estaba al frente de la Junta Militar, había sido remplazado por el general Roberto Viola en 1981. Con él comenzó un período de cierta apertura. Viola pretendía la perpetuación de la dictadura con un gobierno civil que fuera dirigido por militares. Por entonces, hizo su irrupcion en la escena económica como presidente del Banco Central, el economista cordobés Domingo Cavallo, quien estatizó la deuda privada. Viola no sobrevivió a una nueva crisis económica: se pagaba con una devaluación brutal la política económica de Martínez de Hoz. 
A Viola lo sucedió Leopoldo Fortunato Galtieri (1981-1982). Era un hombre afín a la gestualidad mussoliniana, que comprendió que el régimen agonizaba en apoyos políticos y declaró la guerra a Inglaterra el 2 de abril de 1982 al ocupar las islas Malvinas, sobre las que Argentina reclama históricamente aún su soberanía. Esa fue fue la última aventura siniestra del régimen militar y potenció la alianza de Inglaterra y los EE.UU. contra el gobierno militar. A mediados de 1982, se vivía la cuenta regresiva para la dictadura. El destino me tenía reservada una carta con Galtieri.
Fue a través de un episodio amargo en Diario Popular, por haber publicado en la tapa un titulo acompañado de una foto que decía: "Osario en Berisso". Se trataba de huesos encontrados en un desolado paraje. Pero en ningún lugar de la nota se decía que fueran de desaparecidos. Es más, se hablaba de la posibilidad de que pudiesen haber sido arrojados por estudiantes de medicina. Pero los militares estaban muy sensibles y con el aliento en la nuca de los organismos de derechos humanos. Interpretaron que queríamos dejarlos al descubierto, justo en momentos en que una delegación norteamericana visitaba el país frente a las denuncias de torturas y desapariciones.
 Al otro día  de la publicación, me citaron al Comando en Jefe. Fui con un abogado del diario. Sentado en un sillón y con los pies encima del escritorio me recibió el general Galtieri. Lo acompañaba una botella de whisky importado. Recuerdo que el olor a alcohol impregnaba el ambiente. Durante la charla, se sirvió varias veces hasta que el rostro se le tornó color tomate. Empezó a apretarme con sus preguntas y pedía explicaciones de por qué había puesto esa foto en tapa. Me defendí como pude, pero siempre con tono firme, porque sabía que ante la disciplina militar no se puede demostrar flaquezas, porque entonces te pasan por encima.
Galtieri me terminó sugiriendo que en vez de esas "fotos de mal gusto", como las del macabro hallazgo camino a Berisso, optara por poner en tapa chicas en bikini, "que alegran la vida". Dijo que "la gente quiere alegría" y me advirtió que si la situación se repetía, nos clausurarían el diario. 
Antes de despedirme y con tono socarrón, visiblemente pasado en copas, me preguntó si era muy oscuro el camino de Avellaneda a La Plata. Comprendí que era un mensaje indirecto, para que supiera que ellos conocían mi recorrido habitual. También me corrió otro escalofrío, cuando me dio la mano y me despidió con un : "cuídese amigo". Aquella madrugada de regreso a casa, cambié de camino por las dudas.  Poco tiempo después, me enteré a través de un juez amigo,  que me quisieron abrir un proceso pero afortunadamente no prosperó.
 
EL MANOTAZO DE AHOGADO DE UN DELIRANTE Y UNA GUERRA INCOMPRENSIBLE
 
Galtieri era un delirante, pero en su soberbia no daba puntada sin hilo. Con la intensión de perpetuarse, nos sorprendió el operativo Malvinas. Una semana antes nos enteramos del desembarco. Pero no sabíamos el día puntual, que terminó siendo el sábado 2 de abril de 1982. La información la trajo al diario Jorge Lozano, uno de nuestros grandes editorialistas, que tenía gran llegada con el almirantazgo. Durante la guerra, todas las semanas los editores teníamos que concurrir al Comando en Jefe del Ejército a recibir instrucciones de como manejar la información. Si nos apartábamos una línea de las pautas, nos advirtieron que nos declararían "traidores a la Patria" y clausurarían el diario. "Estamos ganando". "Hundimos al Invencible" y otros títulos engañosos, compusieron aquel festival de gloria inexistente que tan caro nos costo. Vendíamos más de 200 mil ejemplares por día, con aquel engaño al que nos forzaban, sin otra alternativa. No obstante, a través de los servicios de cablegráficos de las agencias internacionales, nos enterábamos que la realidad era otra.
Los enfrentamientos bélicos culminaron el 14 de junio, con la rendición de nuestro país. Murieron 649 soldados argentinos y 255 británicos reconocidos oficialmente.
Al conocerse esa página amarga, los lectores percibieron el engaño y castigaron a los medios. En el caso de Diario Popular, de vender más de 200 mil ejemplares, nos caímos a 40 mil. Fue muy duro comprender que si de algo no se vuelve es del ridículo. Nos costó mucho tiempo recomponer la alianza con el público.
Pero la situación de la dictadura estaba destinada a empeorar, hasta deteriorarse por completo. Además de la guerra de Malvinas, también incidieron los problemas limítrofes con Chile (1977-1979) por el Canal de Beagle, que culminaron con la mediación papal. 
A fines de 1982, una huelga general con movilización popular produjo serios enfrentamientos con la policía en las principales ciudades del país. El sindicalismo se reagrupaba, como los partidos políticos nucleados en la Multipartidaria. Fue el comienzo del fin del proceso militar. A Galtieri lo sucedió Reynaldo Bignone, quien anunció elecciones presidenciales. Intentó una ley de autoamnistía que impidiera que los militares fueran juzgados por sus crímenes y ordenó la destrucción de toda la documentación que comprometiera al régimen más ominoso de la historia argentina.
Los datos que se conocen dan cuenta que los militares montaron a lo largo y ancho de la Argentina unos 520 campos clandestinos de detención donde se hacía desaparecer, se torturaba y asesinaba a los opositores. El más grande fue la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), por donde pasaron casi cinco mil ciudadanos. Datos oficiales calculan en 15.000 los desaparecidos o muertos. Los organismos de derechos humanos sostienen que son unos 30.000. Hubo unos 10.000 presos políticos y se estima en más de 100.000 los exiliados. Hubo unos 300 adolescentes desaparecidos y unos 500 niños fueron secuestrados junto con sus padres o robados por los militares luego de nacidos en los centros clandestinos de detención. 
En ese nefasto capítulo, el pasado aún se sigue escribiendo con los hijos de desaparecidos que desconocen su identidad, con los juicios pendientes a los autores intelectuales y ejecutores de torturas, abusos y crímenes de lesa humanidad en centros clandestinos, y porque aún se desconoce dónde están los restos de ex detenidos ya fallecidos.
El 10 de diciembre de 1983, comenzó el gobierno democrático de Raúl Alfonsín. Se respiraba otro aire. La larga noche de terror llegaba a su fin. Pero las historias aún viven como fantasmas y a veces no nos dejan dormir de solo recordarlas. Los periodistas hicimos lo que pudimos. O lo que nos dejaron. Si en algo nos equivocamos, ya prescribió.

La UCR teme que el PRO los lleve al fracaso y reflote al peronismo

En la UCR comenzaron a impacientarse por los desaciertos de sus socios en materia económica. También cuestionan el comportamiento oscuro de algunos funcionarios. Como nunca antes lo habían hecho, reclaman por lo menos una silla en la mesa chica de la discusión



Les inquieta la marcha de las encuestas que están mostrando que la seguidilla de escándalos en los que se vieron involucrados en los últimos meses distintos integrantes del Gabinete "off-shore" que lidera Macri impactaron en forma negativa en la credibilidad de la gente. Incluso, entre los votantes de la coalición de Gobierno. Los últimos sondeos están marcando que más de seis de cada diez personas consultadas se mostraron en favor de cambiar de administración nacional en los comicios presidenciales de 2019, aunque para consuelo del oficialismo, menos del 20 por ciento, sin embargo, expresó su deseo de que gane el kirchnerismo.
El resultado de esta medición inquieta a los boinas blancas, porque le abre espacio al peronismo anti-K, que puede encontrar la mesa servida para forjar a un candidato, tal vez con un perfil de centro-derecha. Y es más, intuyen que en el caso de que persista en los próximos meses este clima de malhumor social, consigan poner en riesgo las aspiraciones de Macri de renovar su mandato el año que viene. No obstante, antes de ese posible escenario, el Partido Justicialista (PJ) debe resolver sus turbulencias internas tras el desembarco en la intervención del dirigente sindical Luis Barrionuevo.
 
QUIEREN UN PERFIL MAS SOCIAL PARA LA GESTION
 
El fastidio que viene generando en la sociedad la inflación que no cede, avalado en parte por la Casa Rosada con el incremento de tarifas de servicios públicos, ha comenzado a encender luces de alarma en sectores del radicalismo aliados al Gobierno. Los más altos dirigentes del centenario partido pretenden ser tenido en cuenta en las discusiones internas del Gobierno y en la toma de decisiones. Quieren imponer un perfil más social en la gestión, al tiempo que cuestionan cada vez con mayor énfasis la suba de tarifas, al considerar que afectan especialmente a la clase media, es decir, a históricos votantes de la UCR.
Las declaraciones que días atrás pronunció del actual presidente partidario, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo (FOTO), en las que cuestionó el tarifazo, pusieron al rojo vivo las alarmas en la Casa Rosada. Hasta ahora, la única voz radical crítica respecto del gobierno había sido la de Ricardo Alfonsín, que bajó al llano para impulsar que la UCR retome el ideario alfonsinista, lo que significaría la ruptura con el PRO. Pero también en esa dirección crítica hacia los tarifazos, se mostró la líder de la CC-ARI, Elisa Carrió que observa un escenario de mucho fastidio social, como el que plantean los radicales. 
Más allá de la discusión ideológica, los misiles de Carrió apuntan contra la base material del modelo de Macri. Sucede que una de las grandes debilidades de la economía doméstica -para los ortodoxos, la mayor- es el déficit fiscal. En términos llanos, esto implica que el Estado gasta más de lo que genera, algo que si se extiende en el tiempo conduce a los peores males: incremento de la deuda, ensanchamiento de los intereses y default.
 
UN GOBERNADOR QUE PIDE PISTA EN LA FORMULA
 
Lo que se observa, es que la UCR comienza a calentar motores para una negociación con el macrismo, que se supone será con el cuchillo entre los dientes para el armado de las listas para las elecciones de 2019. 
Cornejo no disimula que tiene ambición propia. No le queda reelección en Mendoza. La constitución provincial no lo permite. Por eso aspira a que Macri lo elija como su acompañante en la fórmula, justo cuando suena con fuerza la posibilidad de que repita con Gabriela Michetti o se incorpore una jugadora de mayor peso como la ministra de Desarrollo, Carolina Stanley, de muy buena llegada a los movimientos sociales. 
Pero no se puede ignorar un dato clave. También fue Cornejo quien impulsó que Julio Cobos fuera vice de Cristina Fernández en 2007, lo que muestra su extraordinaria cintura para negociar.La ambición del mandatario mendocino se conjuga bien con un conflicto que recorre al radicalismo en casi todas las provincias. 
Las últimas elecciones legislativas fueron buenas para Cambiemos, pero fueron mejores para el PRO. Marcaron la sensación de que el macrismo tuvo más picardía para el crecimiento de la ola amarilla. 
Un ejemplo fue la provincia de Buenos Aires, resultado que explica la mitad de los votos que obtuvo el oficialismo en 2017, con la lista que encabezaba el ex ministro de Educación Esteban Bullrich, que se instaló como candidato de María Eugenia Vidal. En Capital, el PRO tuvo que compartir la hegemonía, pero no fue justamente con la UCR, a la que logró dividir con astucia. La negociación en el bastión macrista fue con Elisa Carrió. 
En Córdoba, Cambiemos tocó el cielo con las manos al derrotar al peronismo por casi 10 puntos. La figura central fue bien PRO, el árbitro Héctor "la Coneja" Baldassi. Lo mismo puede decirse sobre La Pampa, donde hubo PASO en la alianza oficialista y el joven Martín Maquieyra (PRO)  derrotó a los radicales. Luego estuvo a milésimas de ganarle al peronismo en la elección general. 
 
EL PESO DE LOS BOINAS BLANCAS
 
De las provincias con volumen electoral en las que ganó el oficialismo, los radicales encabezaron en Santa Fe, con Albor Cantard, y en Mendoza, donde la hegemonía es histórica. Los boinas blancas lideraron también las nóminas en Chaco, La Rioja, Corrientes y Entre Ríos, por ejemplo. 
Estos resultados inclinaron la balanza a favor del macrismo dentro de la alianza gobernante. Mostró al PRO como triunfador en los distritos donde más votantes hay. Con los recursos del Estado Nacional, el macrismo suele amenazar veladamente con armarles listas en las primarias a los radicales en las provincias en las que tienen chances de ganar. 
Esta amenaza es la que brota en el trasfondo de las declaraciones de Cornejo y que le alteran el pulso al oficialismo. 
Los radicales observan que el tarifazo tiene un efecto muy negativo en las provincias y distritos que gobiernan, donde se ven obligados a contener las quejas de la gente y a tomar distancia del denominado "capitán frío", el ministro Juan José Aranguren. Otro signo de preocupación tiene que ver con los sectores del macrismo, entre ellos el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, que parten de la base que para garantizar una reelección en 2019 es necesario que la coalición gobernante incorpore una "pata peronista". Quienes defienden esta estrategia sostienen que aseguraría la fractura del justicialismo y apuntalaría más la posibilidad de que Macri triunfe en primera vuelta si logra superar el 40% de los votos. Esta posible movida produce cortocircuitos con el radicalismo que ve en el peronismo a su principal adversario en muchos distritos. La historia recién comienza a desarrollarse y tiene final abierto.

El mal ejemplo del diputado Mauricio Macri con el canje de pasajes aéreos

Un día durante una charla que mantuve hace unos años con el ex ministro Jorge Sarghini, cuando se desempeñaba como legislador, le pregunté por el papel de Mauricio Macri en la Cámara de Diputados. Me contestó sin dudar un instante: "No le conozco la voz".



El ex alfil de Roberto Lavagna y Eduardo Duhalde, usó aquella vez toda su ironía para ejemplificar el papel del ex presidente de Boca al comando de su banca. Sin embargo rara paradoja del destino, aquel entusiasta ingeniero que prometió "brotes verdes" y el 82% móvil para los jubilados, entre otras cosas en campaña, llegó a la Presidencia para pregonar ejemplos que el mismo se encargó de no dar en el pasado.
Durante su paso por el Congreso, el mismo hombre que cuestiona hoy a los legisladores por cambiar los boletos aéreos por dinero, usó ese mismo mecanismo como cualquier cristiano necesitado de dinero. De esa manera, aumentó sus ingresos de manera significativa entre diciembre de 2005 y marzo de 2007. Los números que brotan de la contaduría del Congreso dicen que canjeó el equivalente a 382 mil pesos. El archivo, que siempre se comporta como un látigo implacable para los políticos, también recuerda algunos dichos de Macri: “Si no te aburre una sesión del Congreso, sos un anormal”, exclamaba mientras era diputado. 
El desmemoriado inquilino de la Casa Rosada ahora sostiene que: “Si los diputados creen que su salario no es suficiente, tienen que blanquear la necesidad de tener uno mejor. Pero ese mecanismo de los pasajes no es algo que esté bien, es querer disfrazar algo de otra cosa”.
La historia cuenta que durante su mandato como legislador entre 2005 y 2007, el líder del PRO canjeó 283 de los 287 pasajes aéreos que le correspondían (no hay información sobre los terrestres). Sólo utilizó cuatro pasajes y fue en verano, cuando el Congreso estaba en receso. 
En los últimos días, Macri fue uno de los más entusiastas al cuestionar el canje de pasajes y pedir austeridad a los diputados. Sus palabras le valieron un cruce con Elisa Carrió, quien defendió a rajatabla el canje de pasajes y dijo que Macri no sabía hacer política “en forma decente” . Luego aseguró que quiso decir “austera”. 
El archivo también recuerda que la agrupación original de Carrió, el ARI, se oponía al canje de pasajes y hoy la líder de la Coalición Cívica-ARI es la primera en defenderlos y figura al tope de la lista de los legisladores que canjearon por 355 mil pesos.
También es importante recordar que, como diputado, el actual presidente era un faltador consuetudinario. Por ejemplo, en 2006 estuvo tan solo en 44 de las 321 votaciones que se realizaron.
Tal vez eso explique por qué no usó prácticamente ninguno de los pasajes que tenía asignados, salvo cuatro que utilizó en enero de 2006, y el resto los canjeó por dinero. Si se tomara la cantidad que canjeó actualizada a dinero de hoy, implicaría 382 mil pesos, por encima del monto que le criticó a Carrió. 
Ese monto de dinero corresponde con la cantidad de pasajes canjeados en sus tan solo 16 meses como diputado, dado que luego renunció para ser candidato a jefe de gobierno porteño. 
“El camino sería que debatan las cosas como tienen que ser, por eso me parece muy importante el acceso a la información pública y que los argentinos sepan cuánto ganan sus funcionarios públicos”, dijo Macri hace algunas semanas sobre el canje de diputados.
No obstante, el acceso a los pasajes que canjeó no fue sencillo, ya que no están informatizados y hay que encontrarlos en las viejas planillas. Pero el portal Letra P mediante una investigación irrebatible llegó a buen puerto. El sitio informó también con detalle que en su último mes como diputado, incluso, Macri continuó canjeando pasajes. Cambió siete, los que correspondían a marzo de 2007 antes de que iniciara su licencia. Su sucesor en la banca, cuando renunció en julio de 2007, fue Julián Obliglio, que llegó y cambió nueve pasajes por efectivo. Ahora que Macri giró su posición y considera que el canje es ilegítimo, nadie en la Casa Rosada quiso realizar comentarios ante el dato publicado por el portal junto a los correspondientes documentos.
Mientras tanto, el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, ya comenzó a avanzar en una negociación para eliminar el canje de pasajes y cambiarlo por un monto que se considerará viáticos. La negociación pasó de un primer proyecto para prohibirles a los legisladores porteños y bonaerenses tener pasajes a cambiar el canje de pasajes por un monto de viáticos, algo que comenzará a instrumentarse desde mayo.
Mientras que el canje le podía reportar 40 mil pesos por mes a un diputado, el nuevo monto de viáticos será de 30 mil. Por lo que se sabe, la cifra se actualizará según el índice de variación del litro de nafta de mayor octanaje de YPF en las estaciones del ACA. No habrá que hacer rendiciones sobre cómo utiliza cada diputado ese dinero. Además, los diputados tendrán otros diez pasajes a su nombre que no podrán ser canjeados y vencerán al final de cada mes. 
Hay otras variantes por las que podrán optar : son cobrar 20 mil pesos de movilidad y 20 tramos que pueden cederse; o bien recibir 10 mil pesos y 12 tramos de ida y vuelta sin nombre; o, por último, recibir 12 tramos aéreos y 20 terrestres, todos cedibles. Así se cerró el entredicho con Elisa Carrió, quien pidió con tenedor y cuchillo que le dieran gastos por movilidad porque recorre el país en auto. Y según dijo, no puede subir a un avión por miedo a un atentado del kirchnerismo. La pregunta que surge es más que obvia: ¿Es lógico que con los fondos del Congreso haya que pagarle la campaña a la diputada socia del oficialismo?.

Con sospechoso ente, el Gobierno saca de la galera la máquina de sumar votos

Se denomina Unidad de Opinión Pública y estará bajo la órbita del jefe de Gabinete, Marcos Peña (Foto). Tiene entre sus objetivos “monitorear” la gestión y “recabar información” de los ciudadanos. Estará a cargo de Mora Ximena Yazbeck Jozami, una funcionaria que ya trabajaba en Presidencia de la Nación. De modo llamativo, el organismo será disuelto después de la elecciones presidenciales del año próximo. La oposición y los consultores de opinión pública pusieron el grito en el cielo.Creen que detrás de la jugada se esconde la idea de contar con datos que permitan un trabajo de inteligencia electoral y además financiar con fondos públicos la propia campaña de Cambiemos.



Justo en medio de las denuncias sobre el accionar de los trolls y las campañas de información falsa en las redes sociales contra las posiciones críticas hacia el Gobierno y el escándalo por las filtraciones de datos personales de Facebook, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sumó a su órbita otro frente que provoca un amplio repudio entre dirigentes políticos y consultores. Se trata de nuevos recursos para medir y controlar la opinión pública. El funcionario creó la Unidad de Opinión Pública (UOP), para “monitorear” la gestión del Gobierno y “recabar información” de los ciudadanos. Lo que resulta llamativo, es que el organismo será disuelto después de las elecciones presidenciales del año próximo. 
Este será un año de transición, sin elecciones. Pero puertas para adentro del oficialismo se juegan muchas cosas: se empezarán a definir candidatos para el 2019. Peña sabe que tiene que articular los movimientos adecuados para acomodar las piezas amarillas en el tablero.Todos coinciden que la Casa Rosada apunta a generar información cuantitativa para sacarle punta luego en los comicios del año próximo. Para el politólogo Raúl Aragón la jugada "es claramente electoralista porque permite pagar con fondos públicos la investigación del estado de opinión pública sobre la que se construye después las estrategias electorales. Lo que vamos a hacer es financiarle la campaña al oficialismo”.
El analista calificó la medida como “una vergüenza” y consideró que “si no fuera electoralista los resultados serían de difusión pública”. “¿Qué les va a impedir incluir en esos estudios, por ejemplo, la imagen de candidatos de la oposición y de referentes propios?”, se preguntó.
En la misma dirección, el encuestador Carlos Germano planteó que la creación de la Unidad “rompe un poco con el espíritu de achicar costos. Esto sería financiado por el Estado y ahí está la contradicción con la idea de achicar el gasto público”. El analista consideró que la decisión de Peña “tiene que ver con recabar los elementos de campaña para encarar la elección de 2019. Da la sensación de que han puesto todo para una campaña electoral que para la política ya empezó. Tienen la información disponible, el dinero para llevarlo a cabo y sin el deber de rendir cuentas. Transparencia cero”, cuestionó Germano.
La nueva Unidad de Opinión Pública, fue creada con el objetivo de "elaborar un plan de seguimiento de la opinión pública que permita monitorear la gestión del Gobierno y conocer las demandas de la población como insumo para el diseño y la implementación de las políticas públicas". Tendrá rango de subsecretaría y estará a cargo de Mora Ximena Yazbeck Jozami, una funcionaria que ya trabajaba en Presidencia de la Nación y es la ex esposa del Secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, otro funcionario cercano al presidente Macri. La designación, sin embargo, no es alcanzada por el decreto anti nepotismo, que recorta la designación de familiares y parientes en cargos públicos, ya que la nueva funcionaria está divorciada de Pompeo.
También deberá " coordinar la implementación de los estudios de opinión pública que se lleven a cabo en la Administración Pública Nacional y asistir y asesorar en la materia a los ministerios y organismos que lo requieran", además de "generar información cuantitativa que facilite el diagnóstico de situación y posterior implementación de medidas del gobierno nacional". El organismo podría centralizar todas las encuestas y focus groups, tan habituales de la gestión de Cambiemos. Estamos hablando de una fenomenal base de datos que estará a disposición del gobierno y que podría ser utilizada para influir en las elecciones sin tener que pagar altísimos honorarios a las consultoras.
Lo llamativo es que la nueva Unidad tiene fecha de vencimiento. Será disuelta justo al final del próximo año electoral, el 31 de diciembre de 2019 por lo que despertó las sospechas sobre su verdadera función de operativa. “Te están avisando que la crearon sólo para pagar desde la Casa Rosada las encuestas de la campaña presidencial de Mauricio Macri”, denunció desde Twitter la diputada por el Frente Para la Victoria Gabriela Cerruti.
Se trata de la misma sospecha que la oposición tuvo en 2016, cuando Macri mediante una simple resolución le permitió a la Jefatura de Gabinete tener acceso a la base de datos de la Anses, que cuenta con información de todos los ciudadanos argentinos. El objetivo, según se dijo en ese momento, era promocionar las políticas públicas y hacer "el bien". Ante esta situación, en la oposición ya piensan en judicializar la creación de esta unidad. En su momento, la Justicia desechó las denuncias por el uso de datos de Anses.
Pero la cuestión tiene otras aristas delicadas. Toda la información será manejada por Mora Jozami, una funcionaria del Gobierno que es conocida por haber sido la histórica encuestadora del PRO desde los tiempos de la Ciudad de Buenos Aires. Jozami es la encargada de proveer encuestas a Marcos Peña y Jaime Durán Barba, los cerebros políticos del oficialismo.
Jozami había sido incorporada al Gobierno apenas asumió Macri y crearon bajo su órbita la Unidad Ejecutora de Seguimiento de Medios y Análisis de Opinión Pública. La difusa línea que divide su trabajo en el Estado de su tarea para el PRO, quedó en evidencia en las elecciones del año pasado. Jozami y su equipo de "60 personas" fueron los encargados de elaborar las mesas testigo para el oficialismo.
“La persona a la que ponen a cargo es la que históricamente les hace el trabajo de inteligencia electoral. Esto deja muy difusa la línea de la gestión del Gobierno y la gestión del partido”, advirtió Beatriz Busaniche, de la Fundación Vía Libre. “Es lo que ya sospechábamos cuando pasaron la base de datos de Anses a la jefatura de Gabinete. Es claro que esa base va a quedar para la estrategia partidaria”, cuestionó la integrante de la ONG, quien consideró que es “abusivo el uso que hacen de la búsqueda de información personal” y alertó que fue desfinanciada el área del Estado que debe ocuparse de velar por la protección de los datos.
“Si vemos lo que está pasando con Cambridge Analytica y Facebook y que actuó en la Argentina, solo hay que atar un par de cabos... Este Gobierno es muy moderno en el uso de redes sociales y Big data”, sugirió sobre el escándalo internacional que podría tener repercusión local.
Esta situación parece ampliar las sospechas de que el PRO está empezando a blanquear la incorporación en el Estado de todo su esquema político y de comunicación, una estructura cada vez mayor y más difícil de costear para un partido y que le permitirá maniobrar a la luz de los datos y como mejor le convenga, frente a la intención de voto que manifieste en su momento la ciudadanía.

Mientras Duhalde tantea a Tinelli para que baile en 2019, el PJ no encuentra la pista

El rumor está fuertemente instalado. Comentan que Eduardo Duhalde, empecinado en volver a convertirse en un faro y poner en carrera al peronismo, mantuvo un encuentro a solas con Marcelo Tinelli para tentarlo frente a la posibilidad de que sea el candidato para enfrentar a Macri en 2019. No es el mejor momento del afamado animador de la TV, hoy con pronostico de tormentas eléctricas sobre su vida por el efecto cascada del caso Cristóbal López. El rumor está fuertemente instalado. Comentan que Eduardo Duhalde, empecinado en volver a convertirse en un faro y poner en carrera al peronismo, mantuvo un encuentro a solas con Marcelo Tinelli para tentarlo frente a la posibilidad de que sea el candidato para enfrentar a Macri en 2019. No es el mejor momento del afamado animador de la TV, hoy con pronostico de tormentas eléctricas sobre su vida por el efecto cascada del caso Cristóbal López. Pero de todas maneras, Tinelli no cerró la puerta y aunque haya concurrido a Olivos a comer con el Presidente durante una cena de estrellas, al animador siempre lo encandiló el camino de la política. Por sus simpatías con el justicialismo, podría tratarse de una oportunidad única para volver a posicionarse en lo más alto. Radiografía de un partido a la deriva, que entendió que con la unidad solo no alcanza para ganarle al Gobierno.



Pero de todas maneras, Tinelli no cerró la puerta y aunque haya concurrido a Olivos a comer con el Presidente durante una cena de estrellas, al animador siempre lo encandiló el camino de la política. Por sus simpatías con el justicialismo, podría tratarse de una oportunidad única para volver a posicionarse en lo más alto. Radiografía de un partido a la deriva, que entendió que con la unidad solo no alcanza para ganarle al Gobierno. 
Duhalde no es el primero en tratar de tentar al hombre de Bolívar para pelear un inquilinato en la Casa Rosada. Ya lo hicieron antes otros dirigentes.Todos coinciden es que es el mejor momento para saltar al estrellato de la política, ya que el peronismo se encuentra como un barco sin rumbo y sin liderazgo. Muchos coinciden en que para ganarle al Gobierno no se puede poner todo en la misma bolsa, porque las papas sucias pueden contaminar al resto. Y para ello, muchos dirigentes sugieren que hay que encontrar un jugador que cuente con la aprobación mayoritaria de la gente.
A Duhalde siempre le  sedujo la idea de buscar  a figuras muy populares del deporte o de la farándula ajenas a la política, para aprovechar electoralmente sus niveles de popularidad. Antes lo hizo Ramón Palito Ortega y con Carlos Alberto Reutemann, que finalmente no aceptó embarcarse en esa carrera por temor a quedarse sin nafta.
Duhalde supo ser el jefe del ejército más poderoso de los intendentes del conurbano y conoce cada recoveco de los sentimientos que abrigan esas geografías, donde después del 2001 y como timonel de la Casa Rosada, tuvo que salir a paliar el hambre como se podía, con la ayuda de su mujer Chiche y de las manzaneras. Hoy con su experiencia, cree que podría alumbrar la salida del laberinto  para el justicialismo.
Duhalde, que en su momento también intentó arrastrar a Mauricio Macri a su espacio, conoce que buena parte del éxito del PRO obedece que la mayoría de sus figuras no pertenecen al sistema político.
 
LAS CAMARAS LO PUEDEN TODO
 
El caudillo de Lomas de Zamora asegura hoy que Tinelli tiene un piso de popularidad que no exhibe otro aspirante peronista, salvo Cristina Kirchner. Otros dirigentes sugieren que a Tinelli en lugar de pulsear con Macri, le convendría por su carácter de bonaerense competir con María Eugenia Vidal en la provincia, aunque esa batalla en los números hoy parece casi imposible. Hay que recordar que también se presentaba casi inalcanzable para Francisco De Narváez y sin embargo terminó demoliendo al oficialismo. Pero para Duhalde un ataque estratégico en la espinosa  geografía del frente bonaerense donde se define el 40% del padrón, sería ideal para un  hombre como Sergio Massa, hoy fortificado con la posibilidad de armar un frente común con Florencio Randazzo.
Duhalde tiene la sangre en el ojo con Cristina y sostiene que en tanto y en cuanto ella no mande señales de dar un paso al costado, el camino del triunfo seguirá siendo afín al gobierno. El ex presidente le confía a su entorno que si el peronismo no resurge en el 2019, el retorno será extremadamente duro, ya que Cambiemos se consolidará en una gran fuerza nacional difícil de doblegar, ya que inexorablemente irá captando cada vez más jugadores desencantados del PJ. Como buen futbolero, Duhalde sostiene que "cuando te vas a la B, sinó ascendes al primer año, terminás siendo de esa categoría y todo te cuesta el doble".
En un artículo publicado el domingo pasado en el diario Perfil, Duhalde hizo una autocrítica y reflexionó que "atado conceptualmente a su origen de las tres banderas, el peronismo niega el debate que lo ha llevado a fracasar una y otra vez en el gobierno, se cierra en encuentros de cúpula, apela a la unidad y, de hecho profundiza y amplía la división.Se ha repetido hasta el cansancio que la buena política consiste en poner el oído en el corazón del pueblo. Es lo que no ha hecho mi movimiento en los últimos tiempos y no atina a cambiar. Las generaciones que integran la franja que va desde los 16 a los 40 años –casi un 40% de la población– esperan otra cosa de lo que expresan hoy los referentes peronistas. Y todo el pueblo argentino aguarda respuestas a sus angustias, no candidatos de ocasión", finaliza.
Miguel Pichetto también ve con buenos ojos sumar gente ajena al mundo de la política pero con alto conocimiento. El senador es la caja de resonancia del malhumor de los gobernadores con la Casa Rosada. Se sienten engañados porque argumentan que después de haber votado la reforma previsional, la Casa Rosada no cumple con los compromisos y cada vez los obligan a mayores ajustes.
 
EL PELIGROSO AVANCE DEL OFICIALISMO 
 
Otros de los anotados para la pelea del 2019 son el cordobés José Manuel de la Sota, a quien Duhalde eligió en su momento antes que a Néstor Kirchner, pero no midió. Y también se autonominó Juan Manuel Urtubey, ya que este es su último mandato como gobernador. El salteño entiende que sino sale a jugar fuerte, esta podría ser su última oportunidad.
En lo que tiene que ver con el peronismo bonaerense, lo que más le aterra es la posibilidad de que el oficialismo gane en el histórico partido de La Matanza. Si ello se concreta, podría coronarse el sueño del gurú Jaime Durán Barba: 8 años de Macri en el poder y luego otros 8 de María Eugenia Vidal. Pero todo está supeditado a la economía. Hoy las últimas encuestas marcan que siete de cada diez personas están disconformes con el rumbo y están empezando a descreer del éxito a futuro que augura el Presidente. Para los politólogos, en el 2019 el bolsillo jugará fuerte en las urnas y los partidos deberán exhibir un menú de propuestas muy fuertes y reivindicativas.
Hoy la radiografía del histórico movimiento de masas, a contramano de su historia, no está en el poder y no tiene liderazgos indiscutidos ni candidatos capaces de seducir al electorado mayoritario. No hay ningún peronista suficientemente conocido con imagen positiva neta. Tampoco están las cajas públicas ni los financistas privados capaces de poner una moneda en una aventura opositora, ya sea por convicción o por conveniencia.
Hasta el limitado poder territorial juega un papel preponderante y su dominio del conurbano ha ido menguando, si tenemos en cuenta que grandes bastiones como Lomas de Zamora y La Matanza ya no aparecen como inexpugnables. Además, varios municipios del Gran Buenos Aires están en condiciones de pasar a Cambiemos.
Si pegamos una mirada para el interior del país, no se observa una postal más optimista. La provincia más grande con escudo peronista como Córdoba, hoy es una de las más macristas del país. El resto son distritos menores, tanto como para que uno de los dirigentes que intentan unir el rompecabezas peronista dijera que mientras "la liga de gobernadores de los 90 era una escuadra invencible, la de ahora es comparable al torneo federal de tercera división".
En cuanto a la histórica columna vertebral del justicialismo, el movimiento sindical, también es una bolsa de gatos y se encuentra más fracturada de lo que se había conocido. Las causas obedecen al desprestigio de sus dirigentes, muchos de ellos oscuramente enriquecidos, la transformación del mundo del trabajo y de la economía. Se ven atornillados en motorizar reclamos comunes, a pesar de que la economía no arranca, que el consumo de las clases populares sigue deprimido y que la creación de trabajo es limitada y de baja calidad.
El único alivio que le queda al peronismo, es que el oficialismo sigue siendo minoría en el Congreso, pero no se vislumbran en este año proyectos de ley del Gobierno que puedan unirlos para oponerse, como fueron las reformas fiscal y previsional de diciembre. En el PJ algunos sostienen que "Duhalde ya fue", pero la otra mitad de la biblioteca cree que su experiencia puede significar un aporta para salir del laberinto y hay que escucharlo.
 
LA COCINA DE UNA POSIBLE ALIANZA MASSA-RANDAZZO
 
No obstante, más allá de los intentos del kirchnerismo por forzar uniones desesperadas, también aparecen en el escenario Sergio Massa y Florencio Randazzo, dispuestos a ir por otra vereda. Ambos están decididos a avanzar hacia un acuerdo que los encuentre aliados en 2019. Ya van dos round que disputaron de precalentamiento rumbo a una reconciliación. La iniciaron con una cena de más de cuatro horas, que compartieron en San Telmo, después de años sin hablar.
Por lo pronto, ambos dirigentes no tienen previsto mostrarse juntos en público en el corto plazo. Quieren privilegiar el "armado", la definición de temas en los que tengan posiciones comunes y que les permitan posicionarse como "opositores constructivos", una figura a la que ambos ya apelaron para enfrentar a Cambiemos en el pasado.
El eje de esas propuestas en las que buscan coincidir es la economía y en particular, cuestiones "sensibles al bolsillo", como lo definieron cerca de Massa. Al tope de la agenda están la suba de tarifas, la reforma previsional y los créditos UVA entre otros temas de impacto "cotidiano" en la ciudadanía.
Además se explorarán acuerdos en el Congreso. En el interbloque Argentina Federal, cercano a los gobernadores del PJ, ven con buenos ojos el acercamiento entre Massa y Randazzo.
La próxima movida llegará después de Semana Santa. Podría ser la difusión de un documento de 10 o 15 puntos que combine las coincidencias.
Otra de las alternativas que se evalúan es que Urtubey se enfrente en las PASO con Sergio Massa, sin la participación del kirchnerismo. En caso de un eventual balotaje, podría haber alianzas de por medio. Por su parte, los K promueven que todo se defina en una gran interna, teniendo en cuenta que "el enemigo es Macri". En caso de no obtener aval general, buscarán que todos los candidatos peronistas se comprometan con algunos lineamientos económicos en caso de llegar al poder.
Sin embargo, todos son conscientes que el tiempo corre y que el Gobierno ya está en carrera y les saca ventaja. Mientras tanto, la luz al final del túnel sigue sin aparecer para el peronismo y el reloj de arena avanza. Pero cada día que pasa confirma que por ahora y sin metas claras, lo más probable es que solo se pueda salir del laberinto si la solución llueve del cielo. Muchos rezan en privado que Cambiemos termine pidiendo la hora con un traspié en la economía.

La deuda es una bomba de tiempo y la huida de Caputo suma más sospechas

Los economistas más destacados sostienen que no hay que perder la mirada en el peligroso crecimiento de la deuda externa. Aseguran que puede llevar a la Argentina a otro default. Mientras tanto, el ministro Luis "Toto" Caputo, a quienes en el Gobierno califican como "El Maradona de las finanzas", trató de desactivar las alarmas. Pero terminó alimentando más sospechas en el Congreso sobre los mecanismos para pescar dinero en los mercados



Ante los legisladores de la Bicameral de Seguimiento de la Deuda Externa tiró la pelota afuera. En esta nota el lector podrá encontrar la entretela y el perfil de un hombre que con cara de póker, disparó alegremente que tener sociedades offshore en guaridas fiscales “no es delito” y las comparó con “las cajas de seguridad”. Después del polémico papelito que perforó el mundo mediático, el Gobierno festejó porque el escándalo tapó todo. La oposición quedó colgada de un gancho sin poder conocer por qué el país se ha convertido en el mayor emisor de deuda del planeta.
En su declaración el ministro Caputo dijo tener “todo bien declarado” ante la AFIP y la Oficina Anticorrupción. Y negó nuevamente ser dueño del grupo inversor Noctua Partners II LP –que omitió en su declaración jurada como funcionario– pese a que la compañía lo declaró como uno de sus propietarios “indirectos” ante la bolsa de valores de los Estados Unidos. Y luego minimizó su inclusión Paradise Papers, donde el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) reveló las compañías offshore del ministro. Pero terminó desatando un escándalo por una nota manuscrita que le envió a la diputada Gabriela Cerruti ("mis hijas tienen 11 y 13 años, no seas mala") con la que aprovechó para fabricar una situación de efervescencia y huyó del Congreso sin terminar de responder las preguntas de los legisladores.
Su descargo, sin embargo, deja un manto de sombras: ¿quién era el dueño de ese capital al cual prestó su nombre? ¿Quién era el beneficiario final que permaneció en las sombras? "Yo no tenía que declarar esas acciones ante la Oficina Anticorrupción (OA) ni ante la AFIP porque al ser una tenencia nominal no era parte de mi patrimonio. Está declarado por su dueño", sostuvo el ministro, sin identificar quién es.
Según los expertos en finanzas, "tenedor fiduciario es la persona que actúa con la diligencia de un buen hombre de negocios sobre la base de la confianza depositada en él por una persona o un grupo de personas que le piden que administre sus bienes.Si Caputo fue un tenedor fiduciario, eso debería figurar en los estatutos de la conformación de Noctua, debería estar documentado", agregó. Pero el miércoles en el Congreso, Caputo no exhibió ninguna documentación, aunque dijo que lo hará ante la Justicia. Finalmente, en Cambiemos fue todo fiesta. El escándalo tapó todo. En la Casa Rosada consideran que la actuación de Caputo tuvo un final feliz. La oposición se quedó frustrada y con muchas dudas porque Gabriela Cerruti cayó en la trampa con el famoso papelito que se convirtió en papelón.
El ministro es investigado en los tribunales por omisión maliciosa en su declaración jurada. Es decir, se busca determinar si deliberadamente evitó informar su vinculación con Noctua.
Una vez terminada la tormenta que vivió Luis Caputo en el Congreso Nacional, la bajada de linea desde Presidencia, pasando por la jefatura de Gabinete de Marcos Peña, fue respaldar nuevamente al ministro de Finanzas y, si hace falta, ratificarlo en su cargo. Y avalar todos sus próximos movimientos de colocación de deuda ya programados, incluyendo la operación por 4 mil millones de dólares en el mercado interno que está por lanzar el ministro de Finanzas. La instrucción llegó a todas las espadas mediáticas oficiales (funcionarios y otros) e, inmediatamente, el efecto comenzó a verse en las redes sociales. En lo que se pueda, Caputo debería verse como un triunfador en la sesión bicameral y el kirchnerismo como un grupo de energúmenos que complicaron la buena fe y voluntad del ministro de aclarar los tantos. 
Más que el nivel de deuda, en lo que hay que poner la lupa es el ritmo al cual esta crece. No es fácil encontrar en la historia argentina niveles de deuda pública que hayan crecido tan vertiginosamente como ahora. Eso se debe, tal como el propio ministro admitió, a los exorbitantes niveles de déficit fiscal consolidado, que entre el Tesoro y el BCRA llega a superar cómodamente el 9% del PBI.
FRENTE A LA AMENAZA DE VOLVER AL 2001
La posibilidad de que Argentina sufra una píña y termine nocaut con otro default como en el 2001, es un escenario probable. Lo sostienen a viva voz la mayoría de los economistas. La situación tiene que ver con el peligroso nivel de endeudamiento que ha contraído el gobierno de Mauricio Macri. El panorama es altamente explosivo, ya que esta semana el ministro de Finanzas Luis Caputo, avanzó con otra emisión de bonos a siete años por 5 mil millones de dólares. Hay que recordar que esta medida viene como furgón de cola de los 9 mil millones de dólares colocados con otra emisión en enero. La meta del Gobierno es alcanzar este mes el 60% de las necesidades financieras que requiere para completar el programa de emisión de deuda del 2018.
La idea del Ministerio de Finanzas que conduce Luis Caputo, es sondear la posibilidad de colocar entre 3 y 4 mil millones más con operaciones similares a la realizada con la entidad privada, con lo que sólo necesitaría otros 5 mil millones para casi completar las necesidades de financiamiento de todo el año. El objetivo es adelantarse y cerrar en el primer semestre del 2018 los requerimientos de todo el ejercicio, para lo que sería un último tramo del año con intereses más caros que los actuales. Al menos es lo que los mercados mundiales esperan que pueda suceder en el último tramo del 2018. Caputo necesitaba para este ejercicio un total de treinta mil millones, de los cuales ya colocó unos veinte mil y ya tiene autorizada una emisión por cuatro mil más, con lo que restarían aproximadamente seis millones para cerrar el año. La intención es tener la tranquilidad de que la mayor parte de los requerimientos ya están disponibles, para buscar con calma el remanente en las plazas internacionales más convenientes evitando al máximo Wall Street. Así se los hizo saber a los principales operadores de Nueva York hace unas dos semanas, cuando advirtió que no pensaba hacer nuevas colocaciones en esa plaza en lo que resta del año. Tampoco descarta incluso analizar mercados con monedas alternativas.
También la provincia de Buenos Aires colocó el jueves pasado un bono en pesos a tasa variable por $30.000 millones en el mercado local con vencimiento en 2025. El monto fue superior al estimado por el mercado que preveía que no superara los 22.000 millones. La seguirán en las próximas semanas las provincias de Entre Ríos, con una colación de Letras, y la de Río Negro también con bonos a tasa variable, pero a 2020.
Frente a este cuadro de situación, el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen recomendó al Gobierno ser "más prudente" con el manejo de la deuda, y advirtió que la Argentina "está dando pasos" hacia una crisis "como la de 2001", que provocó el default. Ahora no tenemos viento de cola, tenemos que ser más prudentes con el endeudamiento y eso no lo estoy viendo", disparó el economista que fue una de las primeras espadas del ex ministro Roberto Lavagna.
Para el mediático economista Javier Milei, "esto termina seguro en una crisis, que cuando estalle me voy a encargar de recordárselo a cada uno de los que defendieron fuertemente el gradualismo y se amparaban en los pobres. Este es un país inviable por la voracidad fiscal". 
La consultora Ecolatina, en tanto, indicó en su último informe que "producto del cambio en el mix de financiamiento, la deuda pública relevante (como porcentaje de exportaciones y PBI) casi se duplicó entre 2015 y 2017, y pasó de US$85.000 millones al momento del cambio de gestión, a poco más de US$150.000 millones al cierre del año pasado".Y advirtió: "En los próximos dos años, la deuda aumentará más rápido que la capacidad de generar dólares comerciales (genuinos). Por lo tanto, quien asuma a fines de 2019 encontrará una economía más dependiente del financiamiento externo que la heredada en 2015".
ARGENTINA LIDERA EL RANKING DE DEUDORES DEL PLANETA

El INDEC informó que la deuda externa alcanzó a fines de 2017 los U$S 232.952 millones y registró un incremento del 28,5% respecto de 2016. El pasivo externo se incrementó en U$S 51.782 millones en el último año, según las estadísticas oficiales.
Para que el lector tenga una idea de la magnitud del endeudamiento, según los últimos datos del Observatorio de la Deuda de la Fundación Germán Abdala indican que fueron 6.621 millones de dólares mensuales, 211 millones de dólares diarios, 8,8 millones de dólares cada hora o 146 mil dólares por minuto. A ese ritmo desenfrenado, la exitosa reinserción de la Argentina en los mercados financieros internacionales convirtió al país en el principal emisor del planeta entre diciembre de 2015 y octubre de 2017.
La apertura de un nuevo ciclo de endeudamiento externo requirió de un conjunto de transformaciones como el desmantelamiento de las regulaciones cambiarias, el pago a los fondos buitre, la liberalización de los movimientos de capitales, el restablecimiento del vínculo con el FMI y el alza en las tasas de interés. El proceso conducido por un equipo de ex directivos de grandes bancos internacionales se apalancó, además, en los bajos niveles de deuda heredados. En ausencia de la anunciada lluvia de inversiones extranjeras y frente al anémico desempeño de las exportaciones, la ancha y bien asfaltada bicisenda financiera que administran desde el Ministerio de Finanzas y el Banco Central ofreció el basamento del incipiente y heterogéneo proceso de crecimiento observado este año.
Argentina es el mayor emisor de deuda soberana para el período 2016-2018 cuando se lo compara con sus pares emergentes en lo que hace a emisiones de deuda soberana en moneda extranjera (en dólares y euros únicamente). Con 59.138 millones de dólares Argentina supera en un 97,1 por ciento (29.138 millones de dólares más) al segundo mayor emisor, Arabia Saudita (30.000 millones de dólares), y en un 195 por ciento al tercer mayor emisor, Indonesia (20.049 millones de dólares).
EL MARADONA DE LAS FINANZAS SUMA Y SIGUE
Para conocer los manejos de este submundo de dineros que van y vienen, hay que subrayar que el timonel de la deuda externa es el ministro de Finanzas Luis Caputo, uno de los preferidos del Presidente y llamado en la Casa Rosada "el Maradona de los números". Es un economista quien, a punto de cumplir 53 años, está considerado un profundo conocedor del mundo internacional de los dineros voladores, con vínculos que pocos tienen en la Argentina.
Además de haber cursado sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Cardenal Newman -como Mauricio Macri-, se recibió de licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires.
Y trabajó como jefe de Trading para América Latina del JP Morgan entre 1994 y 1998, y el mismo cargo para Europa del Este y América Latina en el Deutsche Bank entre 1998 y 2003. Desde ese año hasta 2008 fue presidente de la sede argentina de dicho banco
Ya como funcionario nacional, fue un hombre clave en la negociación con los fondos buitre, donde la Argentina accedió a pagar 9.352 millones de dólares estadounidenses, para cerrar ese capítulo que quedó abierto durante la gestión presidencial kirchnerista.
Ahora Caputo tiene dos frentes abiertos. Uno es el alto nivel de endeudamiento de la Argentina, que se ha profundizado durante la gestión macrista. Y otro, su situación patrimonial. Con una declaración de 55,75 millones de pesos, es el segundo miembro del gobierno nacional más rico.
Pero las dudas están puestas en sus participaciones en financieras offshore de las islas Caimán, Miami y Delaware. sobre las que se desconoce su real participación y declaración ante el fisco argentino y la Oficina Anticorrupción.
Sobre este tema, Caputo desató las iras de la oposición en el Congreso, cuando señaló durante su informe que "claramente no es delito el tema de las offshore. Piénsenlas como una caja de seguridad. Se usan porque son jurisdicciones impositivamente neutras y esto facilita mucho. Y también por seguridad jurídica. Es esencialmente por eso".
El ministro de Finanzas no declaró sus acciones en sociedades offshore tal como reveló el equipo argentino de Paradise Papers. Ocultar información sobre su patrimonio es un delito. Y fue más allá. Argumentó que “el tema de las offshore no es delito”. “Claramente no es. El único tema es tenerlas declaradas. Piensen en una offshore como una caja de seguridad”, graficó. Nada dijo sobre el origen de los fondos de esas cuentas.
LA AVENIDA ANCHA DE LA EVASION
En contraposición a lo que sostiene el ministro, “Offshore” significa fuera de la costa, pero en términos legales se refiere a empresas o sociedades constituidas fuera del país de residencia, en regiones donde cuya tributación es de un 0%. Las empresas offshore se crean en paraísos fiscales para evitar pagar impuestos.
Por el contrario se llaman empresa onshore (dentro de la costa) a aquellas que trabajan o realizan inversiones en el propio país de residencia o en países con similares leyes tributarias. Pero la línea que los separa es tan pequeña, que a veces esos resquicios legales son aprovechados por inversores para evadir impuestos.
Muchas empresas que sienten que la carga fiscal es mucho mayor en sus países de residencia, que en otras regiones eligen estas zonas llamadas “paraísos fiscales” para realizar sus inversiones. Estos países reciben a las empresas offshore para ofrecerles grandes ventajas impositivas, confidencialidad y seguridad, que no disfrutan en sus países de origen.
Según los últimos datos del Indec, los argentinos tienen en el exterior casi 239 mil millones de dólares. Si el Gobierno lograra que volvieran a confiar en el país y trajeran aunque sea una parte. los brotes verdes con que sueña Macri se harían realidad. Pero Caputo sostiene que habrá que esperar un tiempo. Ni siquiera el ministro de Energía, Juan José Aranguren, tras dos años de gestión, está convencido que Argentina no repetirá en un futuro los descalabros del pasado. Si los funcionarios tienen esta convicción, el último que apague la luz...