lunes, 30 de abril de 2018

Mientras Duhalde tantea a Tinelli para que baile en 2019, el PJ no encuentra la pista

El rumor está fuertemente instalado. Comentan que Eduardo Duhalde, empecinado en volver a convertirse en un faro y poner en carrera al peronismo, mantuvo un encuentro a solas con Marcelo Tinelli para tentarlo frente a la posibilidad de que sea el candidato para enfrentar a Macri en 2019. No es el mejor momento del afamado animador de la TV, hoy con pronostico de tormentas eléctricas sobre su vida por el efecto cascada del caso Cristóbal López. El rumor está fuertemente instalado. Comentan que Eduardo Duhalde, empecinado en volver a convertirse en un faro y poner en carrera al peronismo, mantuvo un encuentro a solas con Marcelo Tinelli para tentarlo frente a la posibilidad de que sea el candidato para enfrentar a Macri en 2019. No es el mejor momento del afamado animador de la TV, hoy con pronostico de tormentas eléctricas sobre su vida por el efecto cascada del caso Cristóbal López. Pero de todas maneras, Tinelli no cerró la puerta y aunque haya concurrido a Olivos a comer con el Presidente durante una cena de estrellas, al animador siempre lo encandiló el camino de la política. Por sus simpatías con el justicialismo, podría tratarse de una oportunidad única para volver a posicionarse en lo más alto. Radiografía de un partido a la deriva, que entendió que con la unidad solo no alcanza para ganarle al Gobierno.



Pero de todas maneras, Tinelli no cerró la puerta y aunque haya concurrido a Olivos a comer con el Presidente durante una cena de estrellas, al animador siempre lo encandiló el camino de la política. Por sus simpatías con el justicialismo, podría tratarse de una oportunidad única para volver a posicionarse en lo más alto. Radiografía de un partido a la deriva, que entendió que con la unidad solo no alcanza para ganarle al Gobierno. 
Duhalde no es el primero en tratar de tentar al hombre de Bolívar para pelear un inquilinato en la Casa Rosada. Ya lo hicieron antes otros dirigentes.Todos coinciden es que es el mejor momento para saltar al estrellato de la política, ya que el peronismo se encuentra como un barco sin rumbo y sin liderazgo. Muchos coinciden en que para ganarle al Gobierno no se puede poner todo en la misma bolsa, porque las papas sucias pueden contaminar al resto. Y para ello, muchos dirigentes sugieren que hay que encontrar un jugador que cuente con la aprobación mayoritaria de la gente.
A Duhalde siempre le  sedujo la idea de buscar  a figuras muy populares del deporte o de la farándula ajenas a la política, para aprovechar electoralmente sus niveles de popularidad. Antes lo hizo Ramón Palito Ortega y con Carlos Alberto Reutemann, que finalmente no aceptó embarcarse en esa carrera por temor a quedarse sin nafta.
Duhalde supo ser el jefe del ejército más poderoso de los intendentes del conurbano y conoce cada recoveco de los sentimientos que abrigan esas geografías, donde después del 2001 y como timonel de la Casa Rosada, tuvo que salir a paliar el hambre como se podía, con la ayuda de su mujer Chiche y de las manzaneras. Hoy con su experiencia, cree que podría alumbrar la salida del laberinto  para el justicialismo.
Duhalde, que en su momento también intentó arrastrar a Mauricio Macri a su espacio, conoce que buena parte del éxito del PRO obedece que la mayoría de sus figuras no pertenecen al sistema político.
 
LAS CAMARAS LO PUEDEN TODO
 
El caudillo de Lomas de Zamora asegura hoy que Tinelli tiene un piso de popularidad que no exhibe otro aspirante peronista, salvo Cristina Kirchner. Otros dirigentes sugieren que a Tinelli en lugar de pulsear con Macri, le convendría por su carácter de bonaerense competir con María Eugenia Vidal en la provincia, aunque esa batalla en los números hoy parece casi imposible. Hay que recordar que también se presentaba casi inalcanzable para Francisco De Narváez y sin embargo terminó demoliendo al oficialismo. Pero para Duhalde un ataque estratégico en la espinosa  geografía del frente bonaerense donde se define el 40% del padrón, sería ideal para un  hombre como Sergio Massa, hoy fortificado con la posibilidad de armar un frente común con Florencio Randazzo.
Duhalde tiene la sangre en el ojo con Cristina y sostiene que en tanto y en cuanto ella no mande señales de dar un paso al costado, el camino del triunfo seguirá siendo afín al gobierno. El ex presidente le confía a su entorno que si el peronismo no resurge en el 2019, el retorno será extremadamente duro, ya que Cambiemos se consolidará en una gran fuerza nacional difícil de doblegar, ya que inexorablemente irá captando cada vez más jugadores desencantados del PJ. Como buen futbolero, Duhalde sostiene que "cuando te vas a la B, sinó ascendes al primer año, terminás siendo de esa categoría y todo te cuesta el doble".
En un artículo publicado el domingo pasado en el diario Perfil, Duhalde hizo una autocrítica y reflexionó que "atado conceptualmente a su origen de las tres banderas, el peronismo niega el debate que lo ha llevado a fracasar una y otra vez en el gobierno, se cierra en encuentros de cúpula, apela a la unidad y, de hecho profundiza y amplía la división.Se ha repetido hasta el cansancio que la buena política consiste en poner el oído en el corazón del pueblo. Es lo que no ha hecho mi movimiento en los últimos tiempos y no atina a cambiar. Las generaciones que integran la franja que va desde los 16 a los 40 años –casi un 40% de la población– esperan otra cosa de lo que expresan hoy los referentes peronistas. Y todo el pueblo argentino aguarda respuestas a sus angustias, no candidatos de ocasión", finaliza.
Miguel Pichetto también ve con buenos ojos sumar gente ajena al mundo de la política pero con alto conocimiento. El senador es la caja de resonancia del malhumor de los gobernadores con la Casa Rosada. Se sienten engañados porque argumentan que después de haber votado la reforma previsional, la Casa Rosada no cumple con los compromisos y cada vez los obligan a mayores ajustes.
 
EL PELIGROSO AVANCE DEL OFICIALISMO 
 
Otros de los anotados para la pelea del 2019 son el cordobés José Manuel de la Sota, a quien Duhalde eligió en su momento antes que a Néstor Kirchner, pero no midió. Y también se autonominó Juan Manuel Urtubey, ya que este es su último mandato como gobernador. El salteño entiende que sino sale a jugar fuerte, esta podría ser su última oportunidad.
En lo que tiene que ver con el peronismo bonaerense, lo que más le aterra es la posibilidad de que el oficialismo gane en el histórico partido de La Matanza. Si ello se concreta, podría coronarse el sueño del gurú Jaime Durán Barba: 8 años de Macri en el poder y luego otros 8 de María Eugenia Vidal. Pero todo está supeditado a la economía. Hoy las últimas encuestas marcan que siete de cada diez personas están disconformes con el rumbo y están empezando a descreer del éxito a futuro que augura el Presidente. Para los politólogos, en el 2019 el bolsillo jugará fuerte en las urnas y los partidos deberán exhibir un menú de propuestas muy fuertes y reivindicativas.
Hoy la radiografía del histórico movimiento de masas, a contramano de su historia, no está en el poder y no tiene liderazgos indiscutidos ni candidatos capaces de seducir al electorado mayoritario. No hay ningún peronista suficientemente conocido con imagen positiva neta. Tampoco están las cajas públicas ni los financistas privados capaces de poner una moneda en una aventura opositora, ya sea por convicción o por conveniencia.
Hasta el limitado poder territorial juega un papel preponderante y su dominio del conurbano ha ido menguando, si tenemos en cuenta que grandes bastiones como Lomas de Zamora y La Matanza ya no aparecen como inexpugnables. Además, varios municipios del Gran Buenos Aires están en condiciones de pasar a Cambiemos.
Si pegamos una mirada para el interior del país, no se observa una postal más optimista. La provincia más grande con escudo peronista como Córdoba, hoy es una de las más macristas del país. El resto son distritos menores, tanto como para que uno de los dirigentes que intentan unir el rompecabezas peronista dijera que mientras "la liga de gobernadores de los 90 era una escuadra invencible, la de ahora es comparable al torneo federal de tercera división".
En cuanto a la histórica columna vertebral del justicialismo, el movimiento sindical, también es una bolsa de gatos y se encuentra más fracturada de lo que se había conocido. Las causas obedecen al desprestigio de sus dirigentes, muchos de ellos oscuramente enriquecidos, la transformación del mundo del trabajo y de la economía. Se ven atornillados en motorizar reclamos comunes, a pesar de que la economía no arranca, que el consumo de las clases populares sigue deprimido y que la creación de trabajo es limitada y de baja calidad.
El único alivio que le queda al peronismo, es que el oficialismo sigue siendo minoría en el Congreso, pero no se vislumbran en este año proyectos de ley del Gobierno que puedan unirlos para oponerse, como fueron las reformas fiscal y previsional de diciembre. En el PJ algunos sostienen que "Duhalde ya fue", pero la otra mitad de la biblioteca cree que su experiencia puede significar un aporta para salir del laberinto y hay que escucharlo.
 
LA COCINA DE UNA POSIBLE ALIANZA MASSA-RANDAZZO
 
No obstante, más allá de los intentos del kirchnerismo por forzar uniones desesperadas, también aparecen en el escenario Sergio Massa y Florencio Randazzo, dispuestos a ir por otra vereda. Ambos están decididos a avanzar hacia un acuerdo que los encuentre aliados en 2019. Ya van dos round que disputaron de precalentamiento rumbo a una reconciliación. La iniciaron con una cena de más de cuatro horas, que compartieron en San Telmo, después de años sin hablar.
Por lo pronto, ambos dirigentes no tienen previsto mostrarse juntos en público en el corto plazo. Quieren privilegiar el "armado", la definición de temas en los que tengan posiciones comunes y que les permitan posicionarse como "opositores constructivos", una figura a la que ambos ya apelaron para enfrentar a Cambiemos en el pasado.
El eje de esas propuestas en las que buscan coincidir es la economía y en particular, cuestiones "sensibles al bolsillo", como lo definieron cerca de Massa. Al tope de la agenda están la suba de tarifas, la reforma previsional y los créditos UVA entre otros temas de impacto "cotidiano" en la ciudadanía.
Además se explorarán acuerdos en el Congreso. En el interbloque Argentina Federal, cercano a los gobernadores del PJ, ven con buenos ojos el acercamiento entre Massa y Randazzo.
La próxima movida llegará después de Semana Santa. Podría ser la difusión de un documento de 10 o 15 puntos que combine las coincidencias.
Otra de las alternativas que se evalúan es que Urtubey se enfrente en las PASO con Sergio Massa, sin la participación del kirchnerismo. En caso de un eventual balotaje, podría haber alianzas de por medio. Por su parte, los K promueven que todo se defina en una gran interna, teniendo en cuenta que "el enemigo es Macri". En caso de no obtener aval general, buscarán que todos los candidatos peronistas se comprometan con algunos lineamientos económicos en caso de llegar al poder.
Sin embargo, todos son conscientes que el tiempo corre y que el Gobierno ya está en carrera y les saca ventaja. Mientras tanto, la luz al final del túnel sigue sin aparecer para el peronismo y el reloj de arena avanza. Pero cada día que pasa confirma que por ahora y sin metas claras, lo más probable es que solo se pueda salir del laberinto si la solución llueve del cielo. Muchos rezan en privado que Cambiemos termine pidiendo la hora con un traspié en la economía.

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