lunes, 4 de mayo de 2009

EL OLIMPO DE LO ROBADO EN LOMAS

Descubrimos otra feria marginal,
donde la mayoría de lo que se vende
proviene de la delincuencia. El fuerte
son los autopartes y la policía cobra
coimas para liberar la zona.

Se pensaba que en Lomas de Zamora la potestad de lo trucho la tenía La Salada, la feria más grande e ilegal del continente que mueve millones de dólares. Pero Infosur descubrió que existe otro sitio, marginal y clandestino llamado El Olimpo, donde se puede obtener desde un secador de pelo, hasta una tapa de inodoro usada. Funciona miércoles y sábado, con alrededor de cien puestos en un trayecto de diez cuadras. Todo se vende a plena luz del día y sin ningún tipo de control, precisamente en la Avenida Olimpo, donde es muy fácil su acceso. Pero lo más grave, es que allí el fuerte es la venta de las autopartes usadas o en su mayoría robadas. Además en el lugar no está ausente el mundo de la coima, ya que según los comerciantes, un policía pasa todas las mañanas y cobra un peaje o “protección” de dos pesos, por cada puesto que allí funcionan, asegurando que nadie sea molestado.
Para llegar a este submundo marginal hay que viajar por el Camino de Cintura, pasando unos kilómetros del puente de Autopista Richieri, y en el comienzo de la tierra de Lomas de Zamora, el giro a la izquierda de un semáforo levanta las cortinas de un nuevo comercio clandestino que también mueve gruesas sumas de dinero a la semana.
SE VENDE DE TODO
La gente se va aglomerando en los primeros metros de la calle, donde tanto el pavimento o en la vereda son los escenarios desde verdadero mercado de lo insólito. Según pudo determinar Infosur, ya es una costumbre de años que sobre Olimpo, en el barrio Cuartel IV, decenas de puesteros ofrezcan al público una gama de productos que van desde un lavarropas usado, pasando por herramientas y hasta llegar a una simple ojota. Pero el fuerte de ventas, sin dudas, son las autopartes usadas o, en el mejor de los casos, “robadas”. Allí se mueven oscuros personajes emparentados directamente con el delito, cuyos proveedores en su mayoría son delincuentes que llevan la mercancía producto de sus atracos y las venden a bajo precio.
AUTOPARTES ROBADAS
Según lo que pudo averiguar Infosur a través de calificadas fuentes, en esta feria se comercializan gran cantidad de piezas de automóviles, principalmente repuestos de motor y algunos de carrocería, que provienen tanto de desarmaderos clandestinos, como de vendedores particulares. Todo esto ocurre a plena luz del día y en la calle, bajo ningún tipo de normas y nadie que controle, dejando al desnudo la marginalidad y pobreza de las zonas más humildes del Conurbano.
Nuestros cronistas pudieron determinar que el par de ópticas de giro de un Ford Fiesta, se pueden obtener a $40, una moladora (sin disco y bastante arruinada) a $80, una bicicleta playera con canastito $50 y se llega hasta el colmo de que una pila semi sulfatada pero de marca cuesta $1.
UNA VERDADERA ROMERIA
Todo este escenario cargado de marginalidad, atrae la atención de familias, parejas, hombres y mujeres que se pasean curiosos en búsqueda de ofertas, mientras los automovilistas se impacientan por el smog y la cantidad de colectivos, que no paran de subir pasajeros, congestionando el tránsito.
Durante una recorrida por los diferentes escaparates pueden escucharse precios de : “50”, “20”, “dos por 40”, que le dan al lugar un aspecto de subasta pública y feria americana. Los vendedores, sumamente verborrágicos hablan y esperan. “Se vende muy bien”, revela uno de ellos, ubicado detrás de un tablón de madera vieja sostenido por dos caballetes, a la vez que acomoda los cacharros que tiene a la venta.
Los puestos se desparraman sobre ambas veredas, a lo largo de unas 10 cuadras, hasta disiparse luego del paso a nivel de una vía inhóspita que cruza la avenida. Aunque también logran copar las ochavas de las calles perpendiculares y de tierra que conectan al barrio. También hay qué comer, ya que algunas parrillas portátiles ofrecen choripanes infaltables que completan el tour de compras.
COMO SE VENDE
La metodología para instalarse en El Olimpo es muy simple. Consiste en llegar temprano, encontrar un lugar, extender una lona en la vereda y ya está.” Lo que pasa es que te tienen que conocer, yo estoy hace 3 años”, revela uno de los comerciantes.
La antigüedad parece ser condición sine qua non para ganarse el lugar que, dicho sea de paso, cada uno respeta, “porque si viene el que estaba antes que vos, te puede sacar de ese lugar, porque es de él”, afirma una mujer mayor que vende medias.
La feria funciona sólo los miércoles y sábados y comienza alrededor de las 8 de la mañana hasta pasadas las 14. El fin de semana, según dicen, el lugar “explota de gente y casi no se puede caminar”. En las tiendas se puede encontrar cualquier tipo de productos, exhibidos sobre la caja de una camioneta, resguardados bajo toldos, al aire libres sobre lonas o mantas, directamente en la vereda, o en tablas de madera.
LA POLICIA COBRA PEAJE
La oferta de cacharros usados no discrimina rubro ni utilidad: secadores de pelo, tapas de inodoros, un sillón de peluquero, cochecitos para bebés, remeras, pantalones, botas, zapatillas, cargadores de teléfonos, estufas, bajilla, tuppers y la lista de lo inimaginable continúa a cada paso que se recorre en el trayecto. Muchos de estos objetos están destrozados y, lógicamente, su precio es mucho menor de aquél producto usado que aún tiene utilidad.
Según pudo saber Infosur, en noviembre del año pasado, las autoridades municipales de Lomas de Zamora decidieron llevar adelante un operativo para determinar la procedencia de la mercadería y por el cual se decomisaron gran cantidad de cubiertas, celulares y herramientas.
Actualmente la feria se encuentra bajo control, o mejor dicho, “controlada”. Por lo menos eso revelaron distintos comerciantes: “un policía de civil pasa siempre por la mañana y cobra dos pesos por puesto”. Calculando que solamente los miércoles (el día menos agitado) cohabitan alrededor de 100 puesteros, el “sueldo” de un policía alcanzaría los $200 con sólo una recorrida. Pero de todas maneras es un monto casi imperceptible para los puesteros, que por suerte “venden muy bien”, según dicen...

Seis de cada diez habitantes de la zona, compran productos truchos

Siempre en el marco del mundo de lo trucho, una encuesta a la que tuvo acceso Infosur reveló que seis de cada 10 habitantes de la región reconoce comprar mercancías pirateadas. La Aduana señaló que este año se confiscó mercancía por un valor que cuadriplica a la decomisada en el mismo período de 2008
Quienes buscan mercadería “trucha” pagan precios irrisorios en comparación con lo que cuestan los productos genuinos.
Para ser claros, en la “Argentina trucha” se consiguen películas a $5 o jeans “de marcas exclusivas” a menos de $70 en el marco de un fenómeno que la crisis económica parece no detener.
Desde la Aduana, por lo pronto, difundieron datos que explican esta tendencia: durante los primeros dos meses del año se secuestró un volumen superior de mercadería ilegal que, incluso, cuadriplicó el valor de las cargas confiscadas durante el mismo período del 2008. Los artículos pirateados van desde muñecas Barbie hasta relojes Gucci.
En Argentina la venta ilegal de mercaderías tan disímiles como alimentos, DVDs, indumentaria o juguetes responde a una demanda cimentada por una cultura arraigada desde hace años. Atraídos por los bajos precios de artículos de “primeras marcas”, muchas personas se suman a las ferias, como La Salada y El Olimpo, en Lomas, paseos de compras o puestos clandestinos ubicados en las principales distritos de la región, que son los canales de comercialización de los productos truchos.
PRUEBAS AL CANTO
El año pasado la consultora Ipsos-Mora y Araujo difundió una encuesta que reveló que el 66% de la población argentina consume productos falsificados, entre los que se encuentran prendas de vestir, alimentos, CDs, DVDs, zapatillas deportivas, juguetes y perfumes. El estudio sostuvo que “los consumidores compran los productos pirateados activamente pero a la vez admiten que realizar ese acto es ilícito, por lo que el consumo de falsificados debe ser considerado un problema cultural de la sociedad argentina”.
Quienes buscan mercadería “trucha” pagan precios irrisorios en comparación con lo que cuestan los productos genuinos. Según datos de la Aduana, entre las marcas más falsificadas que compran los argentinos figuran la ropa deportiva Adidas y Nike y las prendas Tommy Hilfiger, Armani, las camisas Yves Saint Laurent, las chombas de Ralph Laurent Polo y Lacoste, los anteojos de Gucci, Dior, Nike o Arnette, los relojes Citizen, Rolex y las carteras Louis Vuitton, los juguetes Power Rangers y Cars y copias de juegos Playstation.
EVADEN MILLONES
Este mercado negro impacta, en distintos niveles, principalmente a los editores y comercializadores de música, cine y video, a la industria de la indumentaria, la del software y la de los juguetes. Pero el fisco pierde por evasión millones de pesos al año, por eso los distintos sectores reclaman al estado incrementar los controles. Y se trata de un negocio que, lejos de sufrir los embates de la crisis económica, puede verse beneficiado por la coyuntura.
En la década pasada la mayoría de los artículos falsificados eran importados pero en los últimos años se incrementó la producción nacional. La febril actividad de los talleres de costura clandestinos, con mano de obra esclava de origen boliviano y paraguayo, surte de ropa trucha a ferias como La Salada.
Según pudo saberse, en lo que va de este año, la Aduana Nacional impidió ya el ingreso al país de mercadería falsificada por un valor global de 31 millones de dólares aproximadamente. Y durante el año 2008 se descubrió falsificación marcaria por alrededor de 50 millones”.
UN NEGOCIO QUE CRECE
Además, entre enero y febrero se incautaron cargas por un valor superior a los 18 millones de dólares cuando en el mismo período del 2008 el material confiscado no alcanzaba los 5 millones de dólares. De acuerdo a los datos del organismo, los juguetes falsificados encabezaron el ranking, seguidos por los CD/DVD grabados o vírgenes, electrónica, indumentaria y calzado, relojes, gafas de sol y marroquinería.
Uno de los sectores más perjudicados por la piratería es la industria de la música. Según la Cámara Argentina de Productores de la Industria Fonográfica (Cafip), el 60% del mercado musical argentino en soporte físico (CD, DVD) es ilegal y la distribución en Internet eleva ese porcentaje al 100%.
Para el sector la música nacional es la que más afectada, ya que en Argentina casi el 50% de las ventas legales corresponden al repertorio local, favorito por el público en comparación con otros.
“La cantidad de temas bajados sin autorización por internet durante 2007 fue de 612 millones, lo que equivale a 40 millones de álbumes aproximadamente, cuando la venta legal de álbumes ese año llegó a 17 millones”, informó la entidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran recorrido sobre la piratería.. una verguenza no sabia de todas estas cosas pero si sobre relojes Morellato o Barbies y películas! pero la gente aprovecha!

lein dijo...

La verdad es asombroso que exista un lugar de este tipo...
Sin lugar a duda es parte de la ignorancia que abarca gran parte de la sociedad a raíz de formas de gobierno o mas bien gobernantes que omiten esta realidad, subvencionando estas actividades con el dinero de los que realmente trabajan...Un amigo hace poco tiempo fue a esta feria y los jóvenes caminaban entre los feriantes armados entre sus ropas especulando si el q compra tiene bastante dinero o si bien algo que les interese a ellos...NO CONCURRAN MAS A ESTE LUGAR...SUS VIDAS ESTÁN EN RIEZGO