domingo, 28 de junio de 2009

EL CONURBANO MANDA

El gobierno juega todas sus fichas en
el territorio que traccionará más votos


Llegó la hora de la batalla final en el conurbano bonaerense y los candidatos ya velan las armas para la elección crucial de este domingo. Tal vez haya sido una de las peores campañas políticas que se recuerden en materia de exabruptos y la falta de propuestas de parte de la oposición.
Se eligió más el escenario de la confrontación, que el de las ideas. Y hasta se trató de meter miedo para el día después, con amenazas de supuestas devaluaciones y corralitos. Pero todos esos retazos fatalistas, se fueron deshilachando en el camino y ahora las urnas serán las que den su veredicto.
El fantasma del fraude quedó también fuera de combate por la fuerza inexorable de los hechos. Basta con hacer un poco de memoria y preguntarse si en el 83 Raúl Alfonsín ganó con fraude. Si en la interna del justicialismo en que Carlos Menem desplazó a Antonio Cafiero, ocurrió lo mismo. También se puede recurrir a la memoria de aquel momento en que Fernández Meijide logró vencer a la poderosa estructura del duhaldismo. O como pasó en el 99, en que la Alianza llevó a la presidencia a Fernando De la Rúa, dejando nocaut al ejército de Eduardo Duhalde. Como se dio en la última elección cuando triunfó Cristina Kirchner y Manuel Quindimil, el imbatible intendente de Lanús, fue derrotado por Darío Díaz Pérez. Entonces, nadie habló de fraude, por qué entonces hacerlo ahora.
Que habrá picardías, probablemente sí, pero es descabellado pensar en que puedan dar vuelta una elección. Todos estos hechos, si uno los pone sobre la mesa, terminan desterrando por carácter transitivo, la profecía trasnochada de la posibilidad de fraude.
LOS NUMEROS
La provincia de Buenos Aires, el principal distrito para definir una elección, tiene casi once millones de votantes, sobre un total de 20 en todo el país. Pero el conurbano aparece como el territorio más apetecible, ya que tiene tres millones seiscientos mil sufragantes en la Primera Sección Electoral, otro tanto en la tercera y unos cuatrocientos sesenta mil en La Plata, el distrito que a todas luces se presenta como el más difícil para el oficialismo.
El interior, enarbolando la bandera de la Pampa profunda, la agrícola y recostándose en la oposición como ariete político, será sin lugar a dudas otro de los territorios hostiles al gobierno, sobre todo por los heridos que dejó en el camino la batalla en el Congreso de la Nación por la resolución 125.
EL MAS PODEROSO
Pero por otro lado está el Conurbano fiel. Ese que cuando la imagen negativa de Néstor Kirchner rozaba el 50 por ciento, lo ayudó a mantenerse en pie. El que unió sus fuerzas y se movilizó al Congreso para respaldar a su líder y confirmar que es el refugio donde aún manda. Esto nuevamente se vio patentizado ayer en el cierre de campaña del ex presidente, durante un multitudinario acto que se llevó a cabo en las instalaciones del Mercado Central, en el partido de La Matanza.
Con alrededor de 13 millones de habitantes, el Conurbano es el "monstruo" urbano del país. Duplica en población al resto de la Provincia, y con casi 8 millones de electores significa casi un 30% del padrón nacional. Ahí, en ese conglomerado, están esculpidas las claves de esta elección. Es cierto que Daniel Scioli al frente del Ejecutivo provincial tranquiliza al kirchnerismo, pero los verdaderos "pesos pesados" son los intendentes. Serán una vez más ellos, los que traccionarán los votos a la luz de las obras, el trabajo y los emprendimientos que lograron poner en marcha con la ayuda del gobierno nacional, para atenuar los impactos de la crisis mundial, que tibiamente pasó por nuestro país. Ahí, el oficialismo puro gobierna en al menos 27 de los 32 distritos que integran la región.
TODAS LAS FICHAS
Con estos datos en la mano, es lógico que Néstor Kirchner haya elegido caminar las calles del Conurbano, maratón que comenzó aún antes de oficializar su candidatura. De hecho, la primera recorrida se produjo en Florencio Varela, junto al intendente Julio Pereyra. Kirchner recordó que tanto la Primera, como la Tercera Sección, fueron fundamentales en los comicios presidenciales de 2007 en los que Cristina Kirchner ganó con el 44,91% de los votos. En aquella ocasión, en ambas regiones electorales (45,69% en una, 51,12% en la otra), la candidata del Frente para la Victoria superó el total nacional. En este territorio, Kirchner apunta en las legislativas de este domingo a sacar el 50% de los votos y marcar una diferencia que compense los resultados del resto de la Provincia.
Para interpretar en números reales por qué el Conurbano es el que manda, podemos señalar que la inversión en infraestructura por ejemplo, en lo que va de 2009, supera los 2 mil millones de pesos. No es un dato menor. Desde la presidenta Cristina Kirchner hasta el último de los ministros se turnaron para visitar la región y encabezar actos y anuncios de obras públicas y planes sociales. Tangibles y claro signo de "actividad", las obras ayudan a mantener la relación entre jefes comunales y vecinos-electores. Señal de reconocimiento y apoyo al gobierno, fue que los "intendentes ultra K" aceptaron encabezar las listas locales en sus partidos y poner toda la carne al asador para defender un modelo que les acercó, como nadie lo hizo históricamente, un presente por demás próspero.
LA VIDRIERA K
Imaginando un podio de "intendentes ultra K", los del segundo cordón se llevan varios puestos: Mario Ishii (José C. Paz), Julio Pereyra (Florencio Varela), Alejandro Granados (Ezeiza), Raúl Othacehé (Merlo), Juan José Mussi (Berazategui) y Fernando Espinoza (La Matanza, la otra provincia dentro de la provincia por su caudal de votos) encabezan la lista, a la que se suman los fieles Hugo Curto (Tres de Febrero) y Alberto Descalzo (Ituzaingó).
A criterio de los encuestadores, en la recta final, el Conurbano aparece como la "casa" del kirchnerismo. En algunos lugares de la región, como en Florencio Varela y Berazategui, el tándem Kirchner-Scioli cosechan la mayoría de los votos, sacando en algunos casos una diferencia de entre 18 y 20 puntos con respecto a la segunda fuerza, Unión Pro, según las previsiones del consultor Carlos Germano y de Doris Capurro, titular de Ibarómetro.
Mientras tanto, Graciela Roemmers coincide con la brecha, y asegura que "La Matanza y el área Sur, como Florencio Varela y Berazategui" actúan de pivotes. La lista de Francisco De Narváez-Felipe Solá, por su parte, "está bien parada en el primer cordón", sostiene Santiago Rossi, de Mora & Araujo, quien a su vez adjudica al Acuerdo Cívico y Social su mayor potencial en Tandil, Mar del Plata y Bahía Blanca. Germano también coincide en las plazas en donde prevalece el voto a Margarita Stolbizer-Ricardo Alfonsín, y le suma La Plata. En contraposición a este buen desempeño, Germano asegura que "el ACyS tiene mucha dificultad para penetrar en el Conurbano, en donde polarizan el Pro-Peronismo y la lista kirchnerista".
LO MAS SERIO
Uno de los encuestadores más serios como lo es Julio Aurelio, que ha cosechado muchos aciertos en sus mediciones, da al Frente Justicialista Para la Victoria, una diferencia entre ocho y diez puntos, en el conurbano, sobre Unión Pró, que para él aparece como la segunda fuerza en disputa. Tomando el guarismo más austero de Aurelio, es decir ocho puntos, la fuerza K sacaría una diferencia sobre sus seguidores de dos millones cuatrocientos mil votos, ya que cada punto representa alrededor de trescientos mil sufragantes. Esta diferencia puesta sobre la mesa a nivel nacional, le daría la victoria a la fórmula Kirchner-Scioli y sería suficiente para atenuar posibles reveses en provincias como Santa Fé, Mendoza, Córdoba y San Luis, que juntas no representan un volumen lo suficientemente determinante como para dar vuelta una elección. De esta manera y teniendo en cuenta el desgaste sufrido por seis años de gobierno, el oficialismo, aunque pierda algunos legisladores en el Congreso, lograría mantener oxigenadas sus fuerzas. Después tendrá que negociar con otras agrupaciones y sumar lealtades en el Parlamento, para continuar llevando a buen término el modelo de crecimiento en el que se ha inspirado.
CONTRADICCIONES
Por otro lado, la campaña política ha mostrado gruesos trazos en materia de contradicciones. Seguramente el electorado se preguntará por estas horas cómo se entiende que Mauricio Macri haya defendido a rajatabla su intención de volver a privatizar Aerolíneas Argentinas y regresar al sistema de AFJP y De Narváez apareció en escena en las últimas horas con otro menú, absolutamente opuesto. De Narváez en tal sentido le cambió abruptamente el rumbo a su incipiente socio y salió a decir que hay que estatizar YPF, Edesur, Edenor y Metro Gas, con el afán de atrapar a un electorado que está muy sensibilizado con el temor de volver al modelo neoliberal de los años 90.
No sería desatinado pensar que en estos momentos la opinión pública estará reflexionando cual será el camino que tome esta nueva fuerza, sobre todo después de que De Narváez sumara más desconcierto, señalando que hay que parar la obra pública, el verdadero motor de la reactivación. Ello implicaría la pérdida de miles de fuentes de trabajo y un bombardeo mortal al consumo, con la consiguiente paralización de la Economía.Palabras más, palabras menos, la mesa está servida y cada uno comprará lo que más le guste. Por un lado están las obras, la recuperación del salario, la consolidación de las reservas del Banco Central, el superávit fiscal y la posibilidad de seguir creciendo y por el otro un camino que no supieron mostrar hacia dónde va, más allá de los simpáticos spots que prometieron sueños de proyectos que no han sido debidamente sustentados. Hasta aquí, la radiografía de lo que puede pasar el domingo en el marco de las posibilidades de unos y de otros. Pero como en política nunca está todo dicho, la puerta siempre está abierta para los imprevistos.

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