"Mudate a un lugar donde puedas estar más segura", comentan que le aconsejó Mauricio Macri a una de sus principales espadas, la gobernadora María Eugenia Vidal. El Presidente sabe que la mandataria bonaerense ya demistificó aquello de que era Heidi, como la querían hacer aparecer sus rivales polìticos en los tiempos de campaña. Avanza con mano firme y desde su asunción, hizo saltar los tapones en numerosos frentes sensibles donde abundan negocios oscuros. Descabezó la cúpula de la Policía y le quitó las cajas al Servicio Penitenciario. Además, dejó en claro que va a ir hasta el hueso contra el narcotráfico, no quiere más bingos y presentará ante la justicia varios pedidos de investigación por presuntos hechos de corrupción en la administración sciolista. " Sabés que yo te banco, pero son muchas mafias a las que te enfrentás. Tenés que cuidarte y vivir en un lugar más seguro", le habría señalado Macri, visiblemente preocupado.
UN AVISO DE LOS SEVICIOS DE INTELIGENCIA
Es altamente probable, que algún servicio de inteligencia le haya advertido al jefe de Estado sobre la conveniencia de reforzar la custodia de Vidal, frente a algún indicio intimidatorio o amenazas provenientes de sectores asociados con el delito. En el gobierno bonaerense señalan que la intención de Vidal no se agota en una simple "purga" policial, sino que pretende meter bisturí a fondo para "cambiar el sistema".
En el mayor de los secretos, no sólo está reuniéndose con intendentes y legisladores, sino también con fiscales y jueces. En fuentes confiables se admitió que Vidal presentará una idea más acabada de la reforma policial que pretende anunciar el primero de marzo, en la apertura de sesiones legislativas. Para terminar con los focos de corrupción y el pase de gorra, entre las ideas que fogonea la gobernadora es que los comisarios se vean obligados a publicar sus declaraciones juradas de bienes. Para ello, Vidal, sus ministros de Seguridad, Cristian Ritondo y el de Gobierno, Federico Salvai, salieron a buscar el respaldo político y territorial de intendentes massistas, kirchneristas y radicales. Quieren encarar de lleno, la demanda que se encuentra al tope de todas las encuestas: la inseguridad. Y, sobre todo, la tarea sin la cual esa aventura se hace imposible: reformar la fuerza más numerosa del país y quizá la más cuestionada desde épocas remotas.
UNA PIEZA CLAVE
Para el jefe de Estado, Vidal es una pieza polìtica fundamental en su estructura de poder. A tal punto que su gobierno, según las cuatro consultoras más importantes de la Argentina, tiene sus grandes beneficios con la imagen de la mandataria. Es una de sus principales jugadoras, junto con la vicepresidenta Gabriela Michetti que acercan al Gobierno simpatías y confianza de la gente.
Michetti parece definitivamente afianzada desde su sillón del Senado. Se encuentra en un sitial un poco más cómodo, que el que ocupa la gobernadora, que ya paso por varias pruebas de fuego. Debutó con la fuga de una prisión de máxima seguridad de los hermanos Martin y Cristian Lanatta. Le puso el pecho a las balas del kirchnerismo durante la aprobación del Presupuesto. Debió recibir tres auxilios financieros de la Nación para cumplir con el pago de sueldos a los estatales. Y ahora está abocada a destrabar las paritarias con los docentes bonaerenses, casi un caso testigo para el propio Macri. Pese a todo, de acuerdo con un seguimiento de Managment & Fit, la gobernadora tiene un escalón mas del 50% de aprobación. En la misma geografía Macri es valorado con el 45.7%.
A PREPARAR LA MUDANZA
Bajo un cristal nacional, la consultora Poliarquía describe la dimensión del crecimiento que alcanzaría Vidal, en un 68% positivo, un 13% regular y un 10% negativo. Se comprenden, entonces, los esfuerzos de la administración macrista para atender cada necesidad de la mujer y darle mayor protección para evitar cualquier sobresalto. Aparentemente la decisión ya está tomada para que deje la casa de Castelar. Esta mujer de 42 años, con sus tres hijos, Camila (14), María José (12) y Pedro (7), junto con su marido, el intendente de Morón Ramiro Tagliaferro (43), ya están preparando las valijas para mudarse presumiblemente a una cómoda vivienda ubicada en la Base Aérea de Morón.
Es lo que lo más cerca les queda, de su actual casa ubicada en una zona residencial, a unos 5 kilómetros. La ubicación facilita la concurrencia a los colegios de sus hijos y garantiza la vida social que ha construido la familia. Otro de los beneficios, es que la gobernadora conoce la zona e incluso las instalaciones. Hasta allí llega todos los días para subirse al helicóptero que la traslada a La Plata y otros distritos del territorio que gobierna.
LA CASA DE CASTELAR ES INSEGURA
Tagliaferro admitió que los organismos de seguridad les explicaron que la casa de Castelar no es segura para custodiar. Además, en la zona han sucedido varios hechos delictivos que dispararon las alarmas. Hay que decir que Vidal tiene a su disposición la confortable residencia de la calle 6 entre 51 y 53 en La Plata, pero no quiere saber nada con vivir allí por la dinámica escolar de sus hijos. Otro de los datos que se tuvo en cuenta, es que su marido es intendente de Morón y debe estar cerca del municipio para gestionar.
"La residencia oficial no es un lugar donde yo viviría. Igual, la decisión de no ir a La Plata yo la había tomado antes de conocer la residencia por el colegio de los chicos. Ya me comprometí con ellos a que iban a seguir teniendo su escuela y la van a tener", dijo Vidal en su momento. Y contó por qué le gusta su vivienda de Castelar: "Yo tengo una casa mucho más chica que la residencia, pero es mi casa. Es donde están mis muebles, donde están mis libros, las películas y las series, es mi lugar. Tal vez no es tan grande como la residencia, pero es el lugar adonde vuelvo todas las noches".
El último en vivir en la residencia platense del gobernador fue Felipe Solá. Daniel Scioli prefirió la tranquilidad de Villa La Ñata, Tigre. Vidal seguirá así el camino del presidente, Mauricio Macri, quien en diciembre dejó el piso de la Avenida del Libertador de Capital Federal para vivir en la quinta Los Abrojos, en el distrito de Malvinas Argentinas. A pesar de la cercanía del edificio porteño, la Casa Militar recomendó Los Abrojos mientras Juliana Awada termina de refaccionar la quinta presidencial de Olivos.
LA VILLA DE LOS BRIGADIERES
Según pudo saberse , la casa a la que se mudaría la gobernadora, hasta enero del 2011 fue habitada por el comodoro retirado Jorge Ayerdi, quien hasta entonces fuera jefe de la Base Aérea Militar de Morón. Ayerdi pidió su pase a retiro cuando tomó notoriedad el escándalo del caso de los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá, por el que cumplen condena por narcotráfico en España. Como se sabe, los pilotos argentinos transportaron a Barcelona un importante cargamento de cocaína.
Fuentes confiables revelaron que aún no hay plazo estimado para la mudanza. Ni siquiera le hicieron entrega de su futura casa, a la que están terminando de acondicionar. No obstante, la gobernadora ya tiene las coordenadas del lugar en el que vivirá junto a su familia dentro de poco tiempo. Será en una de las casas de la llamada "villa de los brigadieres". Se trata de un barrio militar instalado en uno de los costados de la base, pero dentro del perímetro con alambrado olímpico. "Es una casa muy sencilla, pero confortable", explicaron sus colaboradores.
"No puede vivir más en Castelar. Si pasas por la vereda la ves por la ventana lavando los platos en la cocina", señalan como una manera de graficar casi sin exagerar, de lo desprotegida que se siente ahora Vidal, en especial luego de anunciar que emprendería la lucha contra las mafias políticas y el narcotráfico. Por su personalidad, tampoco le gustan los incesantes movimientos de la custodia, que alteran la tranquilidad del vecindario.
TERMINAR CON LA CORRUPCION
Sus voceros reconocen que la inseguridad obsesiona sus planes. La gobernadora quiere dotar de mayor armamento a la fuerza y continuará con las Policías Comunales, aunque instruyó a su ministro del área por “mayor capacitación” de los nuevos agentes. La plantilla llegará a 90 mil efectivos en total con la Bonaerense. Las autoridades quieren auditar ese número. Por estas horas, el equipo de Vidal está haciendo un curso acelerado sobre la medodología del monstruo que tiene que domar. Para eso ganaron la elección y se espera que cumplan con ese desafío. Ese monstruo de siete cabezas, que habita en la zona tenebrosa de contacto entre el delito, los que supuestamente deben combatirlo, la política y la droga, sigue saludable, poderoso y amenazante. Tiene la experiencia de haberse enfrentado a todos los gobernadores que la antecedieron. Con todos negoció y pactó. A todos se los terminó devorando de la manera más feroz. Los que intentaron combatirla, salvo honrosas excepciones en los últimos 28 años de gobernaciones peronistas, cuando dieron dos pasos adelante, terminaron retrociendo tres.
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