martes, 9 de agosto de 2016

Vidal va contra la "maldición de la calle 6" y por una torta de 300 mil millones de pesos

Aunque falta mucho para octubre del 2019, María Eugenia Vidal teje sueños presidenciales. Para ello, necesita recuperar la gran caja del Fondo del Conurbano, calculada hoy en unos 300 mil millones de pesos. Ya dio los primeros pasos y además cuenta con la venia de Macri. En ese vía crucis, el tiempo dirá si logrará vencer el maleficio: ningún gobernador bonaerense llegó por la vía del voto al sillón de Rivadavia. Los desafíos a enfrentar son muchos, en una provincia casi en ruinas, jaqueada por la inseguridad y los bolsones de pobreza.Veamos cual es el plan.


María Eugenia Vidal acaba de iniciar una movida crucial para romper con  la denominada "maldición de la calle 6". La historia dice que hasta ahora ningún gobernador de Buenos Aires llegó a presidente. Se trata de un proverbio marcado a fuego a través de los años en los muros del viejo palacio. Un extraño misterio debe haber, porque fracasaron en sus intentos el intransigente Oscar "El Bisonte" Alende, los peronistas Antonio Cafiero, Felipe Solá, Daniel Scioli y hasta el propio Eduardo Duhalde. Este último, sólo logró aterrizar en la Casa Rosada después del estallido del 2001 y a través de un acuerdo de la Asamblea Legislativa. Es que por la vía del voto, no hay bonaerenses todavía que hayan podido pegar el salto al tan anhelado sillón de Rivadavia.
Hoy, a la luz de las encuestas, que la muestran con mayor imagen positiva que el propio Presidente, Vidal comenzará a jugar su partido rumbo a la Casa Rosada. Tendrá que pelear contra Marcos Peña, el jefe de Gabinete, que también quiere trepar al palo mayor del barco. Para coronar su sueño presidencial, la gobernadora necesita contar con una caja de 300 mil millones de pesos, cifra con la que deberá domar durante su gestión a la provincia más extensa y poblada del país, cargada de inseguridad y bolsones de pobreza. A caballo de la transparencia y en su lucha contra la "maldita polìcía" como banderas, en tiempos en que la corrupción agobia, Vidal intentará demostrar que es distinta y que todavía se puede creer en la polìtica con la nueva dirigencia.
MILLONES QUE FUERON ENVEJECIENDO
Si hacemos un poco de historia, el  más favorecido en su momento por el poder central fue Duhalde, que logró que Carlos Menem le cediera un fondo de reparación histórica de 650 millones de dólares anuales, que luego quedó estancado en el tiempo y hoy no hay alcanza siquiera para pagar sueldos de la monumental plantilla de empleados, en su gran mayoría maestros y un ejército de casi 100 mil policìas.
Vidal redobló la apuesta para lograr esos recursos y le hizo el pedido a la Corte Suprema en busca de ese suplemento presupuestario de casi 300 mil millones de pesos. Esa torta monumental de dinero, le permitirá reactivar la obra pública, crear miles de puestos de trabajo y poner a Buenos Aires de pìe. La cifra del reclamo es exorbitante , ya que se trata de $50 mil millones por año desde 2011, sumado a los cerca de $48 mil millones que este año significará el 10% de la recaudación del impuesto a las Ganancias. El monto surge del reclamo para recuperar íntegro el Fondo del Conurbano bonaerense, del que hoy sólo percibe un 1,5%, y para empezar a recibir recursos del Fondo de Infraestructura Social, que excluye a Buenos Aires. 
La avanzada de la gobernadora no tiene que ver con una declaración de guerra a Macri. Todo lo contrario, se trata del resultado de un acuerdo. El Presidente le reconoce a su as de espadas, que hubo una distribución injusta para la Provincia que durante años condicionó su desarrollo en materia de obras públicas. El reclamo de Vidal va solo 5 años atrás, porque los gobernadores anteriores no hicieron una presentación para frenar los tiempos de prescripción.
UN DESEMBARCO PROGRAMADO Y A FONDO
Hay que decir que el Fondo del Conurbano fue creado en 1992 para compensar los puntos de coparticipación que la provincia resignó en los 80. Es bueno saber, que Buenos Aires aporta el 37% de la recaudación nacional y alberga a casi el 40% de la población del país, pero recibe poco más del 18% de la coparticipación. El fondo se financia con el 10% de la recaudación del impuesto a las ganancias, pero en 1996 se puso un tope de 650 millones de pesos. El sobrante, entonces marginal, se empezó a repartir a las demás provincias, menos la Capital. El fondo fue creciendo, por la inflación y este año podría llegar a 48 mil millones de pesos. No obstante, Buenos Aires nunca cobró más que esos 650 millones, que hoy representan menos del 1,5% del total. De hecho, Tierra del Fuego es la única que recibe menos dinero. Vidal también reclama el Fondo de Infraestructura Social, que se creó en 1992 para compensar al resto de los distritos a partir del 4% de ganancias. Hoy son 20.000 millones de pesos, que se reparten entre 22 provincias según el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Buenos Aires fue excluida, pese a que tiene un 37% de la población nacional con NBI. 
SUMANDO APOYOS EN TODOS LOS FRENTES
En sus argumentos, la demanda ante la Corte pone de manifiesto que el modo en que hoy se distribuyen ambos fondos afecta el derecho a la igualdad y a la propiedad de los bonaerenses. En su acometida, durante los últimos meses Vidal reunió el apoyo de intendentes y legisladores bonaerenses de todos los partidos políticos. También se presentaron tres proyectos de ley en el Senado para recuperar esas partidas, pese al previsible rechazo del resto de las provincias, que para devolver a Buenos Aires esos fondos deberían resignarlos ellas. 
Hoy la demanda ante la Corte es el corolario de un circulo de argumentos con los que Vidal busca apuntalar su reclamo frente la opinión pública y, quizás, facilitar así un decisión de Mauricio Macri para que sea la Nación la que ceda esos recursos, como ya lo hizo con la Capital. Para no herir suceptibilidades la primera dama bonaerense optó por incluir a las 22 provincias que hoy se quedan con la totalidad de esos fondos, como terceros interesados y no como demandadas.
Vidal argumenta que "el reclamo bonaerense es justo y puedo entender que ninguna provincia quiera resignar recursos. Pero está más que claro que, en los últimos años, la única provincia que hizo el esfuerzo para las demás fue Buenos Aires, porque por donde se la mire es el 40% del país y recibe sólo el 18% de recursos. Eso es injusto", sostuvo.

CARENCIAS SOCIALES QUE DUELEN
Si logra esos recursos Vidal planea un plan monumental de obras públicas para su terrirorio, ya que cuenta con informes que le acercó el Ministerio de Infraestructura, que duelen por donde se los mire. Por citar uno de los ejemplos más acuciantes, hay más de tres millones de bonaerenses que carecen de una vivienda digna .Otro dato patético de la realidad, es que dos millones de personas  no cuentan con agua potable, ni cloacas. 
En el caso del agua potable, sólo tienen acceso el 75% de las personas, y el 55% posee cobertura de cloacas. Sin embargo, señalan que de esta red de servicios de agua y saneamiento, el 85% de las instalaciones actuales requieren de una rehabilitación profunda, fundamentalmente en las grandes ciudades ya que las redes estan obsoletas y esclerosadas en sus conductos por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.
Además, existe el peligro latente de inundaciones para más de 260 mil personas en diferentes puntos de GBA, principalmente en la cuenca del río Luján y en La Plata, donde hay obras hídricas inconclusas que frente a las actuales inclemencia climáticas, podrían generar otra tragedia de similares proyecciones como la ocurrida el 2 de abril del 2013 . 
A este cuadro de situación, hay que sumarle el estado de las rutas que presentan graves averías en la traza, por la falta de mantenimiento. Solo el 30% están utilizables. El 70% restante, requieren reparaciones o directamente una repavimentación.

ESCUELAS QUE SE CAEN A PEDAZOS

Como si fuera poco, las escuelas muestran un cuadro edilicio preocupante y representan un peligro para los alumnos. Los 76 hospitales públicos, son otra postal de la dramática radiografía. Requieren de por lo menos 800 obras para sacarlos del coma profundo y ponerlos de pie en condiciones dignas de atención al público. Y el abandono, además pega de lleno contra las paredes casi 400 comisarias. Hay por lo menos 200 calabozos desactivados, después que fueran calificados por los organismos de derechos humanos, como agujeros humanos.
En otro de los frentes críticos de la obra pública, el  ministro de Educación bonaerense, Eduardo Finocchiaro finalizó el censo en los colegios de la Provincia de Buenos Aires, con el objetivo de conocer la exactitud del estado edilicio de los establecimientos. Sin embargo, fuentes confiables revelaron que el estado de la mayoría de las escuelas es verdaderamente "deplorable". Existen instalaciones donde los cielorrasos  se caen a pedazos, las paredes presentan peligros de electrocución y los baños son verdaderos retretes. Hay que sumar además, el deterioro de los mobiliarios y los robos que sufrieron, principalmente de computadoras y otros elementos valiosos para el trabajo cotidiano.El informe será de interés para las políticas de Obras que tendrá que elaborar el Ministerio de Infraestructura, comenzando por las más urgentes.
Si bien todavía no hay datos acabados sobre la proyección total , los trabajados pleliminares que se llevaron adelante permitieron establecer que tendrá que desarrollar una titánica tarea para recuperar el estado de muchos establecimientos. “La infraestructura es lamentable en toda la Provincia en todos los aspectos y en el tema escolar también”, había reconocido Finocchiaro en febrero último.
La gobernadora bonaerense y el presidente Mauricio Macri, anunciaron hace poco tiempo un plan de obras públicas y de infraestructura para la provincia de Buenos Aires. Se prevé un nivel de inversión de 150 mil millones de pesos, que generaría más de 100 mil puestos de trabajo en el conurbano. Sin embargo, Vidal sabe que necesita de recursos urgentes y volvió a la carga por el denominado Fondo del Conurbano. Ahora ruega que la Corte Suprema de Justicia de la Nación le abra las puertas de su sueño. Pero la lucha, no será fácil, hay 22 provincias que miran de reojo.

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