viernes, 10 de noviembre de 2017

Todas las fichas en el Gran Acuerdo Nacional y la mirada puesta en la reelección para el 2019

Para el Gobierno, la semana que pasó fue brillante en materia de acumular rédito político. Después del triunfo en las urnas, cosechó fotos de alto impacto, como la de Julio De Vido esposado y ocupando amplio espacio en las tapas de todos los diarios. No es poco, ver como el Frente Para la Victoria dejó solo al hombre que manejó la caja más grande de la historia argentina, calculada en más de 200 mil millones de dólares.



Tras él, Cristina Kirchner, hizo un vuelo rasante por Comodo Py, con visible enojo y denunciando "persecución política". Durán Barba, cuando observa estos gestos, no se cansa de golpearse el pecho y decir que "a Cristina la necesitamos viva". El asesor presidencial sabe que no hay nadie mejor que ella para mantener fracturado al peronismo.
Sin embargo, tanto en la Casa Rosada, como en la gobernación, empezaron a mirar hacia el futuro. Ahora sueñan con la frutilla del postre. Esperan que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se expida de manera favorable, para rescatar los 50 mil millones de pesos del codiciado Fondo del Conurbano, que reclama la gobernadora María Eugenia Vidal. Desde esta columna, hace un par de meses adelantamos que Vidal  podría tener su billete de lotería antes de las fiestas de fin de año. Macri quiere que su nave insignia bonaerense, reciba su premio cuanto antes. Se trata de un baño de dinero descomunal, como para transformar a la Provincia y asegurarle de paso, tanto a él, como a ella, otro mandato a partir del 2019, una manera contundente de prolongarle al peronismo el destierro hasta el 2023.
Por estas horas, el Gobierno se prepara para el arranque de una semana que será intensa en golpes de efecto. La que viene, estará plagada de anuncios que impactarán también en las tapas de los diarios. La jugada fuerte del Presidente, tendrá su puntapié inicial con el Gran Acuerdo Nacional. Es una suerte de inyección energizante, con la que se planea ir a fondo con la transformación.
Se trata de una aproximación de lo que fue el Pacto de la Moncloa, como lo hizo España en octubre de 1977.
Macri lo propondrá  a gobernadores, sindicalistas, rectores de universidades, empresarios y  a representantes religiosos de todos los credos, como una manera de ir demostrando en esta nueva etapa, que se puede ir cerrando la grieta y poner en marcha los motores del crecimiento. 
 
MIRANDO AL PACTO DE LA MONCLOA
 
Para este lanzamiento, se está preparando un marco imponente, con más de 200 invitados que asistirán al Centro Cultural Néstor Kirchner. No habrá debate, pero se tratará de una gran puesta en escena para fogonear las grandes reformas que necesita el país de acá a dos años.  Macri está convencido que para salir adelante hay que ir a fondo con la reforma fiscal, tributaria, educativa y electoral.
Pero el plato fuerte será el jueves 9 de noviembre, frente a los 24 gobernadores. Para entonces, los mandatarios provinciales ya habrán sido interiorizados de los lineamientos generales del Gobierno en materia de educación, macroeconomía, inflación, pobreza, empleo, reforma electoral y déficit fiscal. 
Según trascendió en fuentes confiables, para los mandatarios provinciales los deberes que se les fijarán a futuro serán muy estrictos, si es que quieren mantener la ayuda desde la Casa Rosada. Para controlar el déficit, habrá un verdadero programa de premios y castigos. Tiene que ver con un estricto régimen de control de cuentas del gobierno central al interior. Se apuesta a regular el esquema de fondos que se giran a los gobernadores. También se plantean severas restricciones para los mandatarios que pretendan engrosar las plantas operativas con nuevos nombramientos de personal.
 
En la Argentina de nuestros días, las deudas pendientes están a la vista, como la pobreza, mejorar la competitividad y generar nuevos puestos de trabajo. Macri está convencido que después de la contudente victoria de Cambiemos en las urnas, es el mejor momento político para negociar con los gobernadores cuestiones fundamentales. Una de las prioridades será la reforma fiscal. La idea de la Casa Rosada, es avanzar lo más rápido posible con la aprobación del presupuesto y la ley de responsabilidad fiscal, para tratar de cerrar el plan 2018 con la actual conformación del Congreso.
Allí no hay grandes sorpresas. Proyecta un crecimiento del PBI del 3,5% para 2018. El objetivo es trabajar en función de las metas de inflación del Banco Central, que prevén una tasa media del 10% y un promedio anual del 15,7%. Será ésta también la referencia para las paritarias 2018, según el barómetro de Presidencia. El dólar continuará con su libertad condicional y alcanzará un promedio de $ 19,30 en 2018, sin mayores sobresaltos.
 
PREOCUPA EL FONDO DEL CONURBANO
 
En lo que tiene que ver con la pelea por el Fondo del Conurbano, la idea es no esperar el fallo de la Justicia, sino comenzar a dar el debate entre las partes en los próximos días. 
Una de las pulseadas, es por el 10% de la recaudación del impuesto a las ganancias, que para el gobierno de María Eugenia Vidal hoy tiene un techo de $ 650 millones. Lo paradójico es que la provincia de Buenos Aires recibe esa cifra sobre $ 53.000 millones que generaría el fondo este año. "Buenos Aires aporta casi el 40% de los fondos nacionales, mientras recibe el 18%", explicó María Eugenia Vidal en reiteradas oportunidades. Las provincias se niegan a ceder la parte que hoy cobran.
También se avanzará desde la cartera que dirige Jorge Triaca en el blanqueo laboral  y en los acuerdos sectoriales, como el de la carne, la pesca, el vino y la nueva mesa forestal, donde se busca revertir el déficit de la balanza comercial y avanzar en la producción y exportación de pasta maderera. La reforma previsional está descartada este año, porque recién en 2018 comenzará el debate de los mejores proyectos. No ocurrirá lo mismo, con la reforma del mercado de capitales, que se intentará aprobar antes de diciembre. La renta financiera no está en la mira como un factor independiente, sino en el marco de todo el plan fiscal que se evalúa. También es muy probable que en diciembre  se ponga fin a la emergencia económica. 
El tema que más preocupa a los gobernadores, es la resolución del Fondo del Conurbano. Como se sabe, María Eugenia Vidal presentó el primer día hábil de agosto una denuncia ante la Corte Suprema de Justicia para exigir la devolución de 50 mil millones de pesos al año correspondientes de la coparticipación.
Hay muchos caudillos provinciales que ya comenzaron a acumular bronca, ante la versión de que el organismo máximo de justicia le otorgará el beneficio antes de fin de año. Temen que por esa circunstancia, el P.E les termine retaceando los fondos que hoy les pertenecen.
Los mandatarios provinciales le han solicitado a la Corte que deje que sea el Congreso quien defina la situación. Algunos de ellos creen que se les dará la razón. No obstante, también existe la posibilidad de que exista un fallo dividido y que la posición mayoritaria gire en torno a reabrir la negociación entre la Nación y las provincias y establecer un marco de intercambio político e institucional, con tutela judicial, que recién encuentre una salida el año próximo, cuando el Ejecutivo presente ante el Congreso una nueva ley de coparticipación.
En la gobernación sueñan con los 50 mil millones de pesos. Se entusiasman que con esa cifra se podrían realizar, sólo en un año, cinco hospitales nuevos, 186 escuelas primarias y secundarias, 1.500 kilómetros de ruta, 200.000 trabajos de conexión de agua y cloacas, y tres obras hidráulicas importantes como las que se están llevando adelante en la cuenca del Río Luján para evitar las inundaciones que padece la provincia.
Hay que señalar, que  hasta ahora la provincia de Buenos Aires sólo recibe 650 millones. Se trata de una muy pequeña porción del Fondo del Conurbano que se creó en 1992 para equilibrar lo que el Estado Bonaerense sede a la Nación sobre lo recaudado por distintos impuestos (puntos de coparticipación) para que este último distribuya "equitativamente" entre todas las provincias.
 
EL PRESUPUESTO DE VIDAL
 
Mientras tanto, el Gobierno bonaerense envió a la Legislatura el proyecto de Presupuesto 2018, que asciende a 630 mil millones de pesos. Los recursos propios están calculados en 599 mil millones. Hay algunos puntos que levantarán olas, ya que habrá que tener en cuenta cómo impactarán en la negociación salarial con los agentes del Estado, sobre todo con los gremios docentes. 
Para dar cuenta de los puntos principales, hay que decir que se prevé un déficit de 31 mil millones que tiene que ver con los gastos de capital y se contempla un endeudamiento de 59 mil millones de pesos que se destinarán a financiar obras públicas y atender los servicios de deuda. Se incrementan los recursos en un 33 % para Desarrollo Social, 19 % para Salud y un 22 % con destino a Obras Públicas
Lo que también será motivo de discusión con la oposición, es la suba promedio del 56% en el Impuesto Inmobiliario Urbano y un 50% en el Rural.
También se señala que bajarán las alícuotas del Impuesto a los Ingresos Brutos para diversas actividades como las industriales, construcción y comercio y habrá rebajas en el caso de Sellos para las operaciones inmobiliarias y la compra de vehículos 0 kilómetro
Se señala además que dejarán de estar exentos del pago del Inmobiliario y Automotor los sindicatos, partidos políticos y agrupaciones municipales y empezarán a pagar Ingresos Brutos las mutuales que realizan actividades financieras y las cooperativas que efectúan ventas minorista
En lo que tiene que ver con el ajuste en la política, Vidal planea reducir 150 cargos, seguramento con el achicamiento de secretarías. Y también se prevé que la Legislatura produzca un ahorro de cerca de 2 mil millones de pesos.
Un tema que seguramente será bien recibido, es la eliminación de las jubilaciones de privilegio para el gobernador, vice y legisladores, que a partir del próximo año podrán retirarse como el resto de los estatales con 60 años de edad y 35 de servicio.
 
PREMIOS Y CASTIGOS A LOS MUNICIPIOS
 
Dentro del paquete de leyes que el gobierno provincial enviará a la Legislatura, también existe un proyecto para establecer un “pacto fiscal” con los municipios. Esta pauta, incluye el cumplimiento de una serie de metas en materia de gastos. Se trata de una medida similar a la que el gobierno nacional le está planteando a las provincias y que estará la semana próxima en plena etapa de negociación.
Una de las condiciones que incluye ese pacto fiscal, es el control del gasto corriente, es decir, las erogaciones de funcionamiento de las comunas. Concretamente, Vidal pretende que esos gastos no crezcan por encima de la inflación. Otra de las metas donde se encienden luces rojas, pasa por la cantidad de personal de los municipios. En el pacto fiscal se establecerá que la planta de trabajadores no podrá ampliarse en porcentajes superiores al crecimiento poblacional del distrito. También se establecerá que la deuda que acumulen las comunas no podrá crecer por encima de un porcentaje -que resta establecerse- de los recursos.
Otra de las cuestiones medulares, tiene que ver con evitar desmanejos en las transiciones políticas. Se establecerán “reglas de final de mandato” por las cuales en el último semestre de gestión de los intendentes y cuando haya recambio de los mismos, no se podrán incrementar los gastos corrientes en lo que respecta a la designación de personal y renegociación de contratos.De acuerdo al proyecto oficial, las comunas podrán adherir al pacto. Las que lo hagan tendrán ciertas ventajas.
Por caso, aquellos distritos que se sumen a la iniciativa oficial y tengan superávit corriente, obtendrán sus beneficios. Podrán acceder a endeudamiento para ejecutar obras públicas. Además, recibirán asistencia financiera directa de la Provincia en caso de situaciones excepcionales como por ejemplo, cuando sufran alguna emergencia climática.
Para aquellas comunas que no se sumen al nuevo régimen habrá “castigos”. Por caso, no tendrán autorización para endeudarse -el permiso final debe otorgarlo la Provincia- ni estarán en condiciones de recibir ayuda financiera bonaerense.
Macri dijo que lo peor ya pasó. Esperemos que el tiempo nuevo, traiga alivio en la economía y mejore los bolsillos de los argentinos. También que ayude a cerrar la grieta y que la Justicia además ponga su granito de arena para acercar mayor credibilidad en las instituciones. Todavía es difícil saber si con las recientes medidas, el Poder Judicial ya se decidió a funcionar bajo criterios de independencia o todavía está buscando purificarse por sus propias faltas.

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