martes, 30 de octubre de 2018

Macri pide tregua, pero la interna en el Gobierno quema y Vidal los torea

La relación entre la Casa Rosada y la gobernadora bonarense María Eugenia Vidal volvió a tensarse. Luego de que el ministro de Gobierno bonaerense Joaquín De La Torre apuntara contra la Nación por repartir "el dinero de los bonaerenses a espaldas de la Provincia", tanto Marcos Peña como Rogelio Frigerio trataron de imponer una tregua. Sin embargo, en las últimas horas se declaró otro incendio a partir de declaraciones explosivas atribuidas al ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, quien habría señalado en público : "si quiere ser presidenta, que sea con su plata".


"El Presidente pidió una tregua y es sensato que todos colaboremos. Pero esto no significa ceder. Por el contrario, la gobernadora no se bajará del justo reclamo. Conociendo su carácter, la va a pelear hasta el final. No entregarle a María Eugenia  los fondos coparticipables que le corresponden a Buenos Aires, para quedar bien con el resto de los gobernadores, es un golpe bajo y un suicidio electoral para Cambiemos. Es como servirle en bandeja al peronismo el terreno para 2019. Nos están poniendo un candado financiero". La frase salió de boca de una de las primeras espadas de la gobernación, después del encuentro entre Vidal y el ministro del Interior, el "Tapír" Rogelio Frigerio. La foto entre ambos en Dock Sud fue para sellar una paz transitoria en la tensa relación con la Casa Rosada. Pero la cuerda volvió a tensarse en las últimas horas. Vidal también está enojada con Nicolás Dujovne. Llegó a sus oídos que el ministro de Hacienda habría dicho: "Si quiere ser Presidente, que use su propia plata". Hay quienes aseguran que la frase Dujovne la disparó el martes pasado durante el partido de River, en un palco del Monumental repleto de empresarios y políticos. En la gobernación creen que fue adrede, porque entre otros estaban allí Rogelio Frigerio, Felipe Solá, Rodolfo D'Onofrio y varios ejecutivos. La supuesta provocación del ministro tardó minutos en llegar a Vidal. 
"Espero que esto no sea cierto. Sería oportuno que el Ministro lo aclare", disparó Joaquín De la Torre, titular de la cartera de Gobierno, habitualmente uno de los espadachines elegidos por Vidal  en este tipo de disputas. De hecho, el martes fue quien empezó la polémica con Frigerio, cuando le cuestionó el reparto de fondos del Presupuesto y el presunto perjuicio a la provincia de Buenos Aires en la negociación con el resto de los gobernadores.
Ya es un murmullo constante por los pasillos de la residencia de la calle 6, que la bronca viene porque la cantidad de volumen que aporta la Provincia a la renta federal es de las más grandes del país, ya que el 55% de la industria nacional está radicada en ese territorio y produce el 37% del PBI del país y recibe el 23%. Encima las quejas se acumulan porque es vox populi que el Gobierno nacional abrió la billetera para lograr quórum en la negociación con el resto de los gobernadores. Por ejemplo, se cita el caso de San Luis que recibió 380 millones de pesos.
Para tener mayor capacidad de movimiento y contener las demandas de los 9 millones de pobres que hay en su territorio, además de hacer frente a los sueldos, Vidal pretendía adelantar la actualización por inflación del Fondo del Conurbano a los ejercicios 2018 y 2019, en lugar de esperar a 2020 como lo establece el consenso fiscal firmado entre los gobernadores en diciembre del año pasado. Eso le permitiría recuperar 19 mil millones, una buena parte de los 25 mil millones que deberá desembolsar para afrontar los costos de los subsidios a la energía y el transporte que el Estado nacional la transfirió.
Ni siquiera la sorpresiva visita de Marcos Peña a la gobernación para participar de una reunión del gabinete provincial que se realizó a puertas cerradas y que fue un gesto político de la Casa Rosada, sirvió para cauterizar las heridas. Sin embargo hubo sonrisas cuando todos posaron para la foto final, para sellar la postal de una normalidad que no existe. La llegada del jefe de Ministros de Mauricio Macri no había sido anunciada por el gobierno provincial y su presencia sorprendió a los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno.
CORTOCIRCUITOS POR LA CAMPAÑA ELECTORAL
Esta es la primera vez que Peña participa de una mesa de gabinete en la Provincia. A fines del mes pasado, el funcionario había hecho lo propio pero en la ciudad de Buenos Aires, también en medio de versiones de malestar entre Balcarce 50 y Horacio Rodríguez Larreta. Además de las cuestiones coparticipales, existen diferencias políticas no zanjadas. No es casual que en el ajedrez vidalista, en las últimas semanas hayan aflorado trascendidos vinculados a supuestas estrategias electorales para aplicar el año próximo, distintas al plan que ya empezó a diseñar Peña y el equipo de campaña nacional, que ya trabaja para la reelección de Macri.
Lo cierto es que, en privado, Vidal tampoco puede ocultar sus molestias por los efectos de la crisis y las recetas acordadas con el FMI. Ya arrastraba además un profundo desencanto por la causa de los aportantes truchos en la campaña bonaerense del año pasado, porque según sus colaboradores, no se la defendió públicamente como ella hubiera querido.
La "visita" de Peña algunos dicen que obedeció a una sugerencia expresa del Presidente para poner paños fríos, justo en medio de la discusión parlamentaria del Presupuesto. 
Tampoco se puede ignorar que en las últimas semanas, negociadores de Vidal mantuvieron reuniones frenéticas para acordar con Nación incluir una modificación en el presupuesto que permita actualizar por inflación el Fondo del Conurbano.
A LA ESPERA DE UN DECRETO SALVADOR
Hay quienes aseguran que el ministro de Gobierno bonaerense, Joaquín De la Torre, que rompió todos los protocolos, se mandó con un guiño de su jefa. Así fue como salió con los tapones de punta contra el ministro del Interior, Rogelio Frigerio por acordar con el resto de los gobernadores un ajuste que, según su punto de vista, perjudica a la provincia de Buenos Aires. "No es razonable que al dinero que generan los bonaerenses lo reparta Frigerio con los gobernadores a espaldas de la provincia", disparó el funcionario, aunque luego trató de baqjar la vara, señalando que el "problema" no es el ministro del Interior sino "el sistema" que le da la responsabilidad de "repartir los impuestos". 
Por estas horas, tanto Mauricio Macri y María Eugenia Vidal buscan dar señales para descomprimir mediáticamente la tensión. Los asesores de uno y otro lado tienen en claro que la suerte de la gobernadora y la del Presidente al menos por ahora se juegan en la misma mesa. Y se juega bastante más que 19.000 millones de pesos.
En medios cercanos a Vidal analizan dos alternativas cruciales. La primera tiene que ver con que la erosión sufrida por el Fondo del Conurbano a raíz de la escalada inflacionaria, junto al ajuste que afecta a la Provincia para achicar el déficit nacional, "complica seriamente" la gestión. En la segunda, se abriga la esperanza que una vez saldado el trámite del Presupuesto, hacia fin de año y según como vaya funcionando la economía, el reclamo bonaerense tendría una respuesta concreta a través de un decreto que podría oxigenar las finanzas bonaerenses.
Una señal  se la dio Frigerio a Vidal durante un acto en Dock Sud. El ministro, deslizó la posibilidad de que finalmente la Nación compense, sin pasar por el Congreso, al tesoro de la Provincia de Buenos Aires por el efecto de la inflación sobre el Fondo del Conurbano, aunque el dato desató una dura réplica del senador Miguel Pichetto, quien advirtió que eso complicaría el tratamiento del Presupuesto nacional en la cámara Alta.
Frigerio reconoció la necesidad de actualizar los montos y no descartó que el mecanismo para esa indexación sea el decreto: "eso hay que evaluarlo", se limitó a señalar tras ser consultado al respecto, al tiempo que Pichetto aseguró que “‘si el presidente Mauricio Macri le da por decreto’ a Vidal los $19 mil millones que reclama para compensar el impacto de la inflación en el Fondo, altera las reglas de juego de presupuesto”.
Pichetto cuestionó que “‘la devaluación le comió $40 mil millones a Vidal porque le hicieron poner plata en Lebacs. La mujer apostó a Lebacs, a pesos y le devaluaron de manera fenomenal’, agregó.
UN RECORTE DE 41 MIL MILLONES DE PESOS
Verticalista como buen peronista, Rogelio Frigerio es un hombre del Presidente para manejar las tormentas. De buena cintura política, las peleas que libra para blindar la gobernabilidad, en este caso la aprobación del Presupuesto 2019, le generan roces internos en Cambiemos y también externos con los gobernadores del PJ. Su acercamiento a Vidal , después de la fumata blanca entre la gobernadora y Peña obedece a una orden de Mauricio Macri. 
El Presidente ordenó instalar un clima ecuménico en la política de Cambiemos y comenzar a cerrar frentes abiertos internos y externos. Sus prioridades, además de terminar el mandato, son la sanción del Presupuesto 2019 y el nuevo desembolso del dólares del Fondo Monetario Internacional para cubrir la agenda de vencimientos en 2019. 
En Cambiemos le reprochan de manera sorda a Frigerio que cuida a los gobernadores peronistas y perjudica a los propios. El trabajo de orfebrería política que lleva adelante el ministro, con Cambiemos en minoría en ambas Cámaras del Congreso, es delicado y se despliega por objetivos a pedido de Macri. La envergadura política, y comunicacional, que adquirió Frigerio desde que Peña entró en cuarentena le generó tensiones no sólo con jefatura de Gabinete sino también con la provincia de Buenos Aires donde el recorte presupuestario pegó más fuerte que en otros distritos. 
Queda claro que el Presupuesto 2019 implicará para Vidal la mayor sangría. Es un recorte total de $41.000 millones que ya no irán a obra pública, salud ni educación. No habrá nuevas rutas, viviendas, escuelas ni hospitales, y los que hay, agravarán su precariedad.
En la gobernación reconocen que Vidal no va a alzar la voz para que los medios instalen un clima de conventillo. Pero llevó adelante una acción fuerte: le pidió a la oposición que defienda en el recinto el dinero que se les quita a los bonaerenses. Graciela Caamaño, una de los alfiles del Frente Renovador, le cumplió: “¿Qué carajo quieren? ¿que estalle el Conurbano?”, vociferó.
La Casa Rosada deberá ser cuidadosa y no perder la mirada en el año electoral. Complicar la gestión de la gobernadora no sería una buena receta, aún como precio para lograr el aval del PJ de los gobernadores y sacar adelante el Presupuesto nacional, objetivo considerado central por el macrismo en el marco del acuerdo con el el FMI. Si Macri se quedara sin nafta para ir a la reelección por los efectos de la crisis, Vidal es la única dirigente para mantener en alto las banderas de Cambiemos y mantener a raya al peronismo. Y si el Presidente pudiera cumplir su sueño de llegar a octubre con crédito para dar pelea, Vidal también será fundamental para traccionar los votos bonaerenses que siempre definen una elección nacional.
A diferencia de Daniel Scioli que no se animó nunca a golpearle la puerta a Cristina, Vidal desde que asumió siempre ha jugado fuerte para recuperar el Fondo del Conurbano. Planteó el asunto ante la Corte Suprema como elemento de presión sobre los gobernadores del PJ y logró en parte su objetivo. Fue reconsiderada la cifra de base congelada en la etapa kirchnerista, para restarle autonomía a la provincia y colocar a Daniel Scioli en la necesidad de negociar permanentemente la asistencia nacional y también fue acordado un sistema de actualización por inflación.  
Desgastar a la gobernadora en estos momentos, considerada una pieza clave en el andamiaje oficialista, es como jugar con fuego. Macri sabe que algo tiene que hacer para apagar el incendio. Si no logra una buena performance electoral en territorio bonaerense, sus chances de ser reelecto habrán de esfumarse. De ninguna manera, puede soltarle la mano a su as de espadas.  

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