martes, 23 de octubre de 2018

Sospechan de un sicario y tiene olor a ajuste de cuentas, el ataque al rector de la UTN de La Plata

"Esto huele a ajuste de cuentas", dijo un avezado investigador sobre el misterioso caso. Los problemas aparecieron en mayo de 2016 cuando la ONG Poder Ciudadano realizó una denuncia ante la justicia platense por supuestas irregularidades en un convenio entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación con una fundación de la UTN de La Plata durante los años 2009 y 2015, por 181 millones de pesos.



"Esto huele a un ajuste de cuentas por donde se lo mire", dijo un avezado investigador sobre el misterioso caso que tiene como protagonista al decano de la Facultad de la Regional de La Plata de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), Carlos Eduardo Fantini. Este ingeniero platense de 72 años fue baleado por un desconocido el viernes pasado por la noche cuando ingresaba a su casa ubicada en las inmediaciones del Parque Saavedra.
Fantini comenzó a formar parte del personal de la UTN de La Plata en 1974 de acuerdo a registros previsionales: durante más de cuarenta años protagonizó una carrera sin altibajos. Sin embargo, los problemas aparecieron en mayo de 2016 cuando la ONG Poder Ciudadano realizó una denuncia ante la justicia platense por supuestas irregularidades en un convenio entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación con una fundación de la UTN de La Plata durante los años 2009 y 2015, por 181 millones de pesos.
La misma fuente que habló con Diario Full, agregó que "no sería de extrañar que el episodio podría tener que ver con algún vuelto, en el marco de las maniobras que se investigan y en el cual hay mucha gente involucrada. Son muchos los millones en danza. Por las características del hecho, quienes lo planificaron pudieron haber contratado a un sicario. Es gente profesional que nunca deja huellas, pero que tampoco falla. En este caso un dato que pone un signo de interrogación es si el atacante falló porque tal vez lo que se buscó es dejar un mensaje mafioso a la manera de advertencia. Todas las hipótesis están sobre la mesa y ninguna se descarta", agregó el vocero que también señaló que se analizan las cámaras de seguridad de la zona para investigar al agresor. No obstante, se señaló que las imágenes son muy oscuras y por el momento no arrojan certezas para el esclarecimiento. 
El violento episodio tuvo por escenario en 14 y 62 cuando Fantini fue abordado después de las 21 por un individuo parapetado en las sombras, en momentos en que ingresaba a su domicilio. El desconocido, sin mediar palabra se abalanzó sobre el Volkswagen Passat y efectuó tres disparos. Uno de los proyectiles, tras rebotar en la carrocería, hirió en un omóplato al decano. Tras esto, el agresor se dio a la fuga en un vehículo que ofició de apoyo y que lo aguardaba en las inmediaciones.
Fantini, inmediatamente fue asistido y llevado en una ambulancia al Hospital San Martín, donde quedó internado en situación estable y recibió el alta a las pocas horas.
Según las fuentes consultadas por Diario Full, el último viernes, cerca de las 19, el decano Fantini, acudió a las instalaciones de la UTN para inaugurar un nuevo laboratorio de química. No imaginaba entonces que dos horas después su vida quedaría a merced de un hombre que lo atacaría a balazos en la puerta de su casa.
Los investigadores del caso a cargo de la UFI Nº6 del fiscal Marcelo Romero -que calificó el expediente bajo el delito de abuso de armas- entrevistaron a Fantini y realizaron diversos análisis sobre lo sucedido. La conclusión de los especialistas parece ir en una sola dirección: no se trató de un hecho delictivo común ni un intento de robo. El ataque a tiros en la entrada al domicilio del decano sería un posible ajuste de cuentas. La misma fue policial que habló con Diario Full cree que "lo fueron a quemar, o fue un aviso para dar a entender que en la próxima no fallamos".
Fantini no dio demasiadas precisiones sobre lo ocurrido ni sobre los motivos por los cuales se pudo producir el ataque. En medio de un relato confuso, apenas se remitió a afirmar que los disparos vinieron desde su espalda, que nunca llegó a ver al atacante y que se dio cuenta de todo al recibir el impacto del proyectil cerca de uno de sus hombros.
El dueño de un almacén ubicado frente al domicilio donde se perpetró el hechom señaló que "estaba despidiendo a un proveedor y hablando con un cliente. De repente se escuchan las detonaciones del arma de fuego y el hombre que quiere ingresar al interior de su casa. Vi los fogonazos y que el auto se metió adentro del garage, nada más. El atacante disparó, caminó un par de metros y se fue caminando para el lado de la calle 63", explicó.
Si se analiza en detalle la trama oscura que rodea al episodio, hay que señalar que Fantini se encuentra imputado en una causa investigada por el juez federal platense, Ernesto Kreplak, por el presunto desvío de 181 millones de pesos del Ministerio de Acción Social, durante la gestión de Alicia Kirchner. La operatoria era para ejecutar obras por medio de fundaciones de la facultad sin llamado a licitación.
Fantini está investigado por el presunto desvío de 181 millones de pesos provenientes del Ministerio de Desarrollo Social entre los años 2009-2015. De acuerdo a lo que consta en la causa N° 6086/16, a cargo del Juzgado Federal N° 3, de Ernesto Kreplak, el decano junto a diversos integrantes de la UTN que respondían a sus órdenes, así como también miembros del ministerio que conducía Alicia Kirchner, habrían urdido un “plan” para quedarse con dinero público, utilizando para ello una serie de operaciones que incluyeron malversación de fondos públicos, fraude al fisco y lavado de dinero.
En su momento, el juez Kreplak también llamó a declarar como sospechoso al presidente de la fundación de la UTN, Carlos Alberto López y a Diego Pereyra, quien según declaró Fantini, fue “el encargado” de confeccionar las listas de inspectores de los planes Argentina Trabaja con nombres de egresados de la UTN de La Plata sin su consentimiento y sin haber cobrado nada. En la citación también se incluyó a la contadora que entregaba las facturas al ministerio de Acción Social, María Eugenia Pita y al abogado Mauro San Martín. Todos están imputados de fraude contra el Estado.
Lo que consta en el expediente, es que durante la gestión de Alicia Kirchner en Desarrollo Social, se firmaron 9 convenios con la fundación de la facultad de La Plata de la UTN para contratar ingenieros que monitorearan el Plan Argentina Trabaja, pero una buena parte de los profesionales que figuran en las listas de cobro por ese servicio nunca participaron de esa auditoría. Es más, varios de éstos profesionales relataron que resultaron víctimas de una sustracción de identidad para poder cobrar los cheques. Sus nombres fueron usados para figurar como supuestos consultores de Desarrollo Social y los cheques eran cobrados por terceros en una sucursal el Banco Nación de La Plata. Uno de ellos, Ernesto Fudim, es un médico jubilado del PAMI que jamás pisó la UTN y denunció que le habían robado la identidad para cobrar plata por servicios que nunca dio.
Hasta donde avanzó la causa, la mayoría de los nombres de los “consultores” fueron copiados del padrón de graduados de la facultad de Santa Fe de la UTN.
El Plan Argentina Trabaja fue lanzado en agosto de 2009 e implica el cobro de un ingreso mensual para desocupados por tareas en obras y mantenimiento del espacio público. Los beneficiarios formaron cooperativas y fueron contratados por (municipios, provincias o el INAES). Para controlar este plan, Desarrollo Social firmó convenios con el decano Carlos Fantini. 
Un testigo de identidad reservada aportó dos órdenes de pago del 2013 de esos convenios. Una por $ 3.991.800 y otra por 3.115.900 para pagar, a través de la fundación de la facultad La Plata de la UTN, a 248 y 244 profesionales, respectivamente.  Según esta persona, el día de pago iban un grupo de “becarios” K a endosar los cheques y cobrarlos. Afuera, los esperaba una camioneta para llevar el efectivo en valijas. Estas dos órdenes de pago están firmadas por el entonces vicedecano, Fernando Zavala. La mayoría de los “becarios” cuyos nombres y apellidos están en la orden escritos todos con mayúscula son del padrón de graduados de Santa Fe. En cambio, la minoría que tienen sus nombres escritos en minúscula estarían relacionados con las autoridades de la fundación.

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