martes, 30 de abril de 2019

El patrón máximo del riesgo país

Cerrando una semana caótica, Macri buscó consuelo en sus asesores y hasta desmintió cambios en el gabinete, para atenuar los golpes que le propina el mercado financiero.




Durán Barba quiso convencer a Macri que "igual vamos a ganar, porque somos los menos malos". Frente al delicado escenario, el Presidente pretendió que le cuenten la mejor película. No obstante, es preocupante que del "mejor equipo de los últimos 50 años", el oficialismo ahora se conforme con estar en la lista de la decadencia. Cerrando una semana caótica, Macri buscó consuelo en sus asesores y hasta desmintió cambios en el gabinete, para atenuar los golpes que le propina el mercado financiero. Para los economistas, el cierre de la semana fue "pésimo", con el dólar abriendo el mínimo y cerrando en el máximo y el riesgo país galopando sobre los mil puntos. Lo mismo que las golpeadas acciones. Creen que la tendencia seguirá así la próxima semana y el escenario se agravará por el paro nacional de los gremios combativos. "No estamos cerca del piso y vamos al tope de la banda cambiaria mucho antes de lo que la gente pensaba", aseguraron desde las cuevas de la city. Es por los desafíos económicos que enfrenta esta y la próxima administración.
Mucho tiene que ver en el mar de fondo, el paquete de medidas que se anunciaron, que es pobre y muy difícil que resuelva algo. Ese es riesgo Macri puro. No es riesgo Cristina, sostienen los especialistas. A ocho semanas de la definición de las candidaturas, con todos los indicadores en rojo y una inflación que no le otorga ni un mes de tregua, hasta los más fanáticos de la reelección de Macri terminaron de convencerse de que no llega a destino. 
Las consecuencias de la crisis cambiaria son devastadoras, ya que arrastran presiones inflacionarias, desplome de la actividad y del empleo y empobrecimiento de la población. Es un menú verdaderamente explosivo que augura tiempos más tormentosos, de no mediar una solución. Hay que pensar que vencen plazos fijos por 27 mil millones de dólares de acá a fin de año, que se pueden pasar a la divisa norteamericana, advierten los economistas.
"Lo que está ocurriendo, marca claramente que en el PRO no hay gimnasia de crisis. Están pensando más en ganar una elección, mientras se les derrumba un país", le dijo a DIARIO FULL un avezado político con muchas elecciones a cuesta.
En su entorno más íntimo comentan que Macri está de muy malhumor y ve con preocupación las señales tanto externas como de los círculos de poder locales que le picaron el boleto y buscan condicionarlo. La posibilidad del default, es un fantasma que ha vuelto a sobrevolar por la Argentina, ante la fragilidad que presenta la economía. Este escenario coincide en que justo hace un año, se fugaban 1472 millones de dólares y comenzaba la crisis financiera y cambiaria. El episodio quedó enmarcado en la historia como “la traición del JP Morgan”. Después de eso, el gobierno debió recurrir al FMI como prestamista de última instancia para evitar el default. La pregunta que hoy invade al circulo rojo es si vuelve a ocurrir, ¿qué viene después de “la última instancia”?.
Desde el exterior cada vez nos miran con mayor preocupación. Por ejemplo, el Financial Times, el periódico norteamericano de cabecera de los inversionistas globales, publicó un demoledor artículo sobre el futuro de la Argentina y alertó que en los mercados se agita el temor a un nuevo default.
En la misma dirección fue el diario El País de España que publicó en su portada "Argentina se asoma al abismo económico entre dudas sobre la gestión de Mauricio Macri". Describe además que "la posibilidad de un default existe, con Cristina Kirchner o sin ella.Para hacerse una idea de la desconfianza internacional hacia Argentina, conviene subrayar que ningún otro país de la región, salvo Venezuela, paga un riesgo-país superior a 250", señala el periódico internacional.
El peligro más grande para Mauricio Macri por estas horas, es que todo se le vaya de control y termine desencadenando  una hiperinflación. Sería la tumba de Cambiemos y de todos los argentinos en el año electoral. 
Queda claro que los mercados le están hablando al Presidente y diciéndole que ha perdido credibilidad. Hasta los bancos, que fueron en el pasado sus socios, lo están dejando solo. Los analistas sostienen que hace falta de manera urgente sacar el agua del bote y convocar a todas las fuerzas políticas para construir un pacto que garantice por lo menos la gobernabilidad hasta octubre.
Desde el punto de vista técnico, por otra parte, no es mucho lo que el gobierno puede llegar a hacer. El Palacio de Hacienda podría solicitar al Fondo Monetario Internacional la posibilidad de intervenir masivamente en el mercado (no con el límite de 150 millones de dólares que rige en la actualidad) si la paridad supera los 51 pesos y en todo caso tratar de defender esa frontera.
Si bien es una alternativa que no estaba dentro de lo acordado con el organismo multilateral, informaciones provenientes de Washington arrojan que en un caso de gran stress cambiario, el Fondo podría aceptar darle mayor libertad de intervención al Banco Central. Después de todo, y habiendo dado 57 mil millones de dólares de asistencia, el FMI está tan interesado como el gobierno en que el programa no descarrile.
El derrumbe de las cotizaciones, con el consiguiente récord del riesgo país, no es por Cristina Kirchner, sino porque hoy las encuestas están señalando que Macri pierde contra cualquier candidato de la oposición. El mundo de las finanzas quiere, entonces, que se baje de la carrera y sea Vidal la candidata de Cambiemos, a quien le asignan mayores chances de ganar las elecciones. Ya se lo dijeron los industriales en persona a la propia gobernadora, durante el encuentro en el Alvear Palace Hotel.
El Gobierno ha gastado la bala de plata que podía aplicar antes de las elecciones porque con lo actuado luce claro que no sólo no hay ningún as bajo la manga. Tampoco existe en estudio ningún esquema económico-financiero serio para suplantar al actual. Si así fuera, no estarían desperdiciando una oportunidad, rifando credibilidad. Lo que el Gobierno ha hecho, es pegarse un tiro en un pie. Ha dado un claro mensaje a los mercados de que el rey está desnudo y encima herido. Nada peor que eso. Nada puede lograrse por este camino que está encerrando a Macri en el esquema del pato rengo.  

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