miércoles, 7 de enero de 2015

Profetas del desencuentro y un verano caliente en el FPV


Por Jorge Joury
En un par de días la política se tomará vacaciones. Pero será solo por un rato, para dar paso al brindis. Entre la celebración y las tensiones propias de los balances personales, se empieza a despedir un año complejo. Pese a los pronósticos apocalípticos en el plano económico, la Argentina no se desbarrancó. Aunque la inflación sigue ocupando el plano de las preocupaciones, no hubo saqueos, ni sublevaciones policiales como en el 2013.
“Hubo muchos pronósticos agoreros sobre cómo íbamos a terminar el año. El dólar se iba a ir no sé a dónde y otras tantas cosas más. Los profetas del desencuentro se equivocaron una vez más.” El sonido de las copas de champán y sidra golpeándose en el brindis de fin de año en la Casa Rosada ,  fue el corolario del discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al agasajar a los legisladores del oficialismo y sus aliados. Se trató de una suerte de largada hacia la carrera electoral que se inicia, donde CFK  destacó la importancia de trabajar en equipo. “Estoy orgullosa de pertenecer a un proyecto político que ha dado derechos”, señaló y recordó una de las características que el kirchnerismo mostró en los últimos once años: “La adversidad nos retempla, nos hace sacar fuerzas, coraje y ganas, porque nos animan las ideas y el sentimiento de un país mejor”.
La foto política fue con los precandidatos K que estuvieron acompañándola en la Casa Rosada: el ministro del interior, Florencio Randazzo, el de Defensa, Agustín Rossi, y el presidente de la Cámara, de Diputados, Julián Domínguez. Otra vez el gran ausente fue Daniel Scioli, el que más deberá remar en la interna partidaria.
Ahora las expectativas están puestas, en lo que está por venir: un 2015 signado por el calendario electoral. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y serán el foco de las miradas. Estarán en juego, desde la Presidencia de la Nación hasta las bancas de concejales. La política ya vive un estado galopante de ansiedad y, en ese plano, a criterio de los observadores, se anticipa la llegada de un verano caliente, por lo menos en el plano de la interna en el Frente Para la Victoria.
Si alguien tenía alguna duda del papel que va a jugar Mar del Plata como escenario de campaña, los principales candidatos del oficialismo dejaron en claro que es el sitio elegido para librar con todos sus matices una batalla electoral camino a las PASO, que por lo menos asombrará a los turistas, ya que contarán con una variedad de opciones gratuitas de esparcimiento, nunca vistas.
La puja ya muestra los primeros desembarcos. Scioli, Randazzo y Uribarri, pusieron su marca. En el caso de Daniel Scioli, además de haber desplegado casi 10 mil efectivos policiales abocados a brindar seguridad a los turistas, su movida tiene otras variantes. Para los más chicos, va entre autitos chocadores, calesitas, gusanos mecánicos y un miniestadio de fútbol en la costa. Florencio Randazzo le apunta más a la gestión y repartió parte de su vidriera entre algunas plazas y la Base Naval. Allí se exhiben vagones y locomotoras de los trenes chinos. Sergio Urribarri, en cambio, proyecta un espacio de playa propio que, con palmeras, intenta recrear el clima de Entre Ríos.
Scioli es el más fervoroso hincha de Mar del Plata. Levantó una bahía céntrica más naranja que nunca. En el paseo que vincula la rambla con el Torreón del Monje y que en otras épocas se utilizaba para los recitales, ahora funciona un parque de diversiones con entrada gratuita. Se llama Diver Mar,  y para que no queden dudas de quien lo motorizó, lleva el color de la gestión provincial.
Además, y con actividades diarias que tendrán siempre figuras invitadas, está listo el Miniestadio Único, con tribunas en un espacio de arena cedido por el propietario del multimedios La Capital, Florencio Aldrey Iglesias.
La frutilla del postre serán los recitales al aire libre con figuras de renombre. Ya se anotaron Jorge Rojas, Luciano Pereyra, Laly Espósito y, para los más pequeños, Panam, Adriana y Piñón Fijo. Allí Scioli articulará con algunos gobernadores con los que sintoniza, otras acciones. Por ejemplo, con Francisco “Paco” Pérez, de Mendoza, compartirá una réplica a escala de la Fiesta de la Vendimia.
Por el lado de Randazzo, el menú es distinto. El Ministerio de Interior y Transporte, que  hace años que cada verano revoluciona la costa con los móviles para tramitar documentación, esta vez ampliará la apuesta. Randazzo anunció más frecuencias de vuelos a esta ciudad y tuvo su gran día con el arribo de la nueva formación que unirá Plaza Constitución con Mar del Plata. Se trata de un servicio flamantes coches  y costos que se prometen por debajo de los de los ómnibus de larga distancia.
Para que la gente pueda apreciar las bondades de estos vagones, el precandidato presidencial llevó al menos cuatro  y locomotoras a distintos espacios públicos. Puso una máquina en el corazón de Plaza Mitre, bien a mano del microcentro. Un vagón lo dispuso a un lado de la Plaza Colón y otros dos ya están instalados dentro del predio de la Base Naval.
Aunque más austero en su jugada, el  otro que no quiere dar ventajas en esta carrera es Urribarri. El gobernador de Entre Ríos gestionó ante el municipio local y se aseguró un espacio de playa pública en el extremo norte de La Perla, desde donde buscará mostrar su provincia. Para eso la intención es recrear paisajes originales más propios de El Palmar de Colón. Desde allí tendrá su base de operaciones para contar lo hecho durante su administración y lo que proyecta para el país. Además de palmeras, habrá reposeras, promotoras que asistirán con agua caliente para el mate, livings donde compartir refrigerios, actividades vinculadas a las costumbres de la provincia y la chance de algún show musical.
Otro tema al que habrá que ponerle atención durante el verano, es a la irrupción de encuestas. Hasta el momento tienden a mostrar tendencias similares. Casi todas muestran a Scioli, Massa y Macri al frente de las intenciones de voto. Obviamente, siempre alguno va primero, pero las diferencias son estadísticamente irrelevantes. En el amplio abanico de las evaluaciones, el probable triunfo de Scioli para muchos es un alivio. De alguna manera, garantiza cambios graduales y a la vez un clima de convivencia. A criterio de los observadores, Scioli ha demostrado, en los casi veinte años que lleva en la política, que si hay una tarea difícil es tratar de neutralizarlo. En el plano político, ha pasado todos los exámenes. Y en lo personal dio un ejemplo de vida al sobreponerse al grave accidente en donde perdió un brazo.
A partir de ahora, todas esas miradas se enfocan en el lado de la oferta política: lo que los políticos dicen y hacen.
Durante este 2014 que termina, hubo un breve ciclo de crecimiento de Massa. Luego se registró otro de Macri y ahora asistimos a la etapa donde Scioli empieza a sacar ventajas. No obstante, aún ninguno de tres es el dueño de los boletos. La carrera será árdua, lo impredecible estará por delante y puede ser determinante en variar sobre la hora, las chances de cada uno de los candidatos, que primero deben pasar el filtro interno y luego someterse al voto popular. Por el momento y hasta que pase el verano, no es conveniente desatar tempestades.

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