viernes, 7 de julio de 2017

¡Campaña en llamas!: Boudou reencarnado en Perón e Yrigoyen y la bronca de Cristina

Faltan solo cuatro meses para las elecciones de medio término y la cancha ya empezó a sufrir los efectos del calentamiento global de los políticos. Abruptamente, comenzaron a llover piedras y comparaciones muy locas que levantan fiebre en el electorado. Una de ellas, vino de la vereda del kirchnerismo. Fue a través de la ignota economista Fernanda Vallejos, primera candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires. La joven dirigente, se fue increíblemente al pasto y abrió las puertas del infierno.


Lo hizo al sostener que el ex vicepresidente Amado Boudou enfrenta "un proceso de persecución judicial y mediático". Para embarrarla más, agregó "que nunca le van a perdonar la estatización de las AFJP, así como nunca le perdonaron a Hipólito Yrigoyen, Juan Perón, Evita, Néstor y Cristina Kirchner sus políticas sociales". 
Las reflexiones cayeron de manera indigesta hasta en el propio búnker de CFK, ya que Boudou hoy opera como mala palabra. Tanto es así, que la propia ex presidenta fue la que ordenó correrlo de los eventos de relevancia. Aseguran que Cristina brotada de ira por la infeliz comparación y al ver las tapas de los diarios del martes, llamó telefónicamente a Vallejos y le recomendó que lo único que tiene que hacer es marcar los desaciertos económicos del gobierno de Macri. También dio instrucciones a sus asesores de que se controlen sus apariciones mediáticas.
El oficialismo festeja estos exabruptos que pegan en la linea de flotación del kirchnerismo. Sueñan con que el plato fuerte termine siendo  un mano a mano entre Cristina y Mauricio Macri. Pero Sergio Massa y Florencio Randazzo jugarán con todo para romper esa lógica. Una de las preocupaciones de las espadas del PRO, es correr del escenario al tigrense. Es el más peligroso de los adversarios. Avanza con un discurso moderado y sin tirar piedras, por el sendero de las propuestas y le suma el aporte de transparencia de Margarita Stolbizer. Ambos, le pueden restar muchos votos al Gobierno.
POSIBLES ESCENARIOS PARA OCTUBRE
Si  Cambiemos gana en octubre, quedará abierta la posibilidad de una reelección  de Macri. En cambio si triunfa CFK, a la ex presidenta se le volverá a allanar el camino hacia la Casa Rosada en el 2019 y se convertiría nuevamente en la líder del PJ. En caso de perder y triunfar Massa, para el tigrense no solo quedará despejada su ambición de llegar al sillón de Rivadavia, sino que sacará chapa de conductor de un peronismo en gran parte renovado y vigoroso para regresar al poder. Aún segundo, Massa quedará con chances. Como se observa, en alguna medida en las elecciones de octubre también se juega la interna y el futuro del peronismo. En medio del fraccionamiento que sufre el histórico partido de Perón,  el escenario más complicado es para Florencio Randazzo. Haber mantenido silencio durante un año y el escaso apoyo que recibió de los intendentes, tiene sabor a poco. Lo suyo será épico y tendrá que luchar contra viento y marea. Por lógica, uno de los tres espacios mencionados quedará fuera de competencia.
Otra de las sorpresas del cierre de listas, fue la notable devaluación sufrida por Daniel Scioli, que estuvo a un paso de ser Presidente y esta vez quedó  casi tapado con diarios, en el quinto lugar de la lista de candidatos a diputados.
En cuanto a Cristina, los analistas aseguran que a medida que se desciende en la escala socioeconómica,  el voto es mayor para ella, sobre todo en el conurbano profundo. En cambio, su figura se debilita en las provincias, donde los caudillos provinciales hoy son más proclives a negociar con Macri, para obtener dinero fresco y sostener sus administraciones. 
LAS FICHAS PUESTAS EN LA MATANZA
La apuesta fuerte de la ex presidenta está en La Matanza, bastión que el peronismo domina  desde 1983. En ese nicho hay un millón de electores. Es casi el 3% del padrón nacional. Allí la intendenta Verónica Magario apareció encabezando la lista de concejales de Unidad Ciudadana. Se sostiene que es una candidatura testimonial, porque Cristina quiere consolidar su poder en ese territorio hostil a Cambiemos. En las elecciones de 2015 Macri sacó allí apenas el 23,15% de los votos, en tanto Daniel Scioli obtuvo el 48,1% y Sergio Massa el 21,2%. También le sumará votos al kirchnerismo, la alianza con el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.
En el estadio de Arsenal Cristina mostró las uñas con un discurso fosforecente de cara a la campaña. Dio a entender que el futuro es el pasado y aclaró que Macri había desorganizado la vida de muchos. Marcó claramente que a diferencia de su gestión, en el momento actual  la plata no alcanza y la gente no llega a fin de mes. También otro dato a tener en cuenta, es el cambió de formato en el acto frente al viaducto de Avellaneda. Tiene que ver con un estilo más PRO, donde se nota la mano del que algunos llaman el Durán Barba del kirchnerismo. Se trata del asesor Vinicio Alvarado, que también es ecuatoriano y fue un estratega clave de la campaña del ex presidente Rafael Correa.
ASOMA UNA ELECCION DE TRES TERCIOS
Otra de las cuestiones a considerar, es que los observadores aseguran que no habrá que esperar muchas sorpresas de los candidatos. Cada uno tiene sus núcleos duros y asoma claramente una elección de tres tercios.
El Gobierno agitará los fantasmas del pasado y el peligro de la vuelta del populismo al poder, para bajar todo lo que pueda la cotización de la ex presidenta. Cristina en cambio, reivindicará el pasado a su manera. Sostendrá que dirán lo que quieran, pero que hasta que vino Macri la gente tenía la vida organizada y el líder del PRO la desarregló.
Massa en cambio, volverá a apostar a la avenida del medio, que esta vez disputará con Randazzo. Planteará que si Cristina es el pasado oscuro y la gente la pasa mal con el Gobierno, pedirá que lo voten a él, porque no es ninguno de los dos. Usará como banderas la lucha contra la inseguridad, le hablará al corazón de las pymes y al comercio. Lo hará a través de su destacado grupo de economistas y traccionará todo lo que pueda sus fórmulas para bajar los precios. Por lo pronto, ya empezó a plantear que Macri gobierna para las mil familias más ricas de la Argentina, entre ellos la cadena de supermercados La Anónima, cuyos dueños son allegados a Marcos Peña y  Miguel Braun.
Hoy ninguna encuesta es segura frente al incipiente escenario, pero hay politólogos que se muestran optimistas en torno a la avenida que eligió Massa. En esa franja no quieren al Gobierno, pero tampoco desean volver al kirchnerismo. Creen que hay un porcentaje de la ciudadanía que está espantada con Cristina y otra con Macri y que juntos suman un 75%. La gran incógnita es ver si el 25% que está en el medio, encuentra en Massa un discurso que lo convenza. También habrá que tener en cuenta el nicho que capturará para sus votos la izquierda.
CON EL BOLSILLO EN CONTRA
El que está más complicado para encontrar repertorio para llegar a los sectores más humildes, es el Gobierno. De economía solo puede echarle la culpa a Cristina, porque hasta el momento no supo revertir la situación, aunque sostenga que está bajando la inflación y que crece el empleo. El  discurso no convence, porque el bolsillo aún no lo nota. Descartado este argumento, el avance de la obra pública y la lucha contra las mafias, serán los caballitos de batalla del oficialismo para poder mostrar el cambio y plantear la encrucijada de que CFK es la vuelta al pasado. Todo vendrá de la mano de María Eugenia Vidal, ante la ausencia de candidatos con peso propio. También aseguran que habrá otros golpes contra el comercio ilegal, como lo fue el de La Salada y acciones de envergadura para sacudir el negocio del narcotráfico.
En cuanto a Florencio Randazzo, las mediciones le adjudican una intención  de voto de 7 u 8 puntos.Mantiene los mismos niveles que cuando aspiraba a la Presidencia. Hoy está posicionado en cuarto lugar y muy lejos de los tres primeros. Pronosticar su evolución es todo un dilema, ya que estuvo un año ausente del escenario político y ahora en el poco tiempo que le queda para revertir la situación tendrá que caminar sobre arenas movedizas. Su problema es que para sumar con un discurso crítico hacia Cristina y Macri, ya le ganó de mano Massa. Algunos especialistas sostienen que el riesgo de Randazzo es que saque cinco puntos en las PASO y quede con solo tres en la general. El ex ministro quiere ser el primer desafiante de Cristina, como lo hizo Raúl Alfonsín con Ricardo Balbín, pero en la carrera también antes lo primereó Massa.
EL RAYO LASER CONTRA LA CORRUPCION
Por el lado de Cambiemos, hay quienes sostienen que se debería poner mayor énfasis en la situación social en el conurbano, donde pululan los más altos índices de desocupación. Allí hay un voto fiel a Cristina, que aparece como la redentora de los pobres. Mientras tanto, en los pasillos de la gobernación se comenta que la campaña tendrá muchos voceros de la lucha contra la corrupción para tratar de golpear a la ex mandataria. Por lo pronto ya se anotaron Elisa Carrió, Gladys González, Graciela Ocaña y Marcela Campagnoli, mano derecha de Lilita y hermana del fiscal.
Sobre justicia y seguridad hablarán el ex ministro Guillermo Montenegro y Carolina Píparo, candidata a diputada provincial por la octava sección provincial. Todos saldrán por separado a recorrer los distritos, acompañados por Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y los principales funcionarios.
Desde la vereda de CFK en cambio, se acentuará el discurso en que votar a Cristina significa ponerle freno al ajuste que planea Macri para después de octubre. En el exceso de polarizar con Cristina, el Gobierno ha comprado un problema.La engordaron más de lo que ellos imaginaban. A tal punto, que una de las encuestas más recientes señala que la ex presidenta está arriba con el 30%, Cambiemos segundo con el 27% y el frente 1 País de Massa-Stolbizer, con el 22%.
LOS PESCADORES DE UN RIO REVUELTO
Hoy es prematuro aventurar escenarios. Si bien es cierto que los desafíos de octubre están a la vuelta de la esquina, si Cambiemos pierde en Buenos Aires, tendrá que sobrevivir como pueda los dos años que le restan. La expedición de Cristina es ganar la banca, obtener fueros que la protejan frente a las causas que la esperan en Comodoro Py y volver al centro de la escena. Massa les lleva una luz de ventaja a todos. Arrancó la campaña un mes antes y apuntará a por lo menos mantener el número de diputados y quedar perfilado para el 2019. De Randazzo, es poco aún lo que se puede pronosticar por su escaso vuelo, aunque en política nunca está dicha la última palabra.
Lo único que se puede asegurar hoy, es que Macri necesita derrotar a Cristina para sentirse cabalmente presidente y para atraer a los inversores desconfiados de un regreso al populismo. Como contrapartida, Cristina precisa arruinar la gestión de Macri para tener un futuro político y posicionarse como la líder de una contracorriente latinoamericana capaz de hacer naufragar a la avanzada neoliberal. Por lo que se ve, todos los caminos conducen a ampliar la grieta y convertir innecesariamente a una simple elección legislativa de mitad de mandato, en la madre de todas las batallas.Habrá que ver en ese río revuelto, quienes serán los mejores pescadores.

No hay comentarios: