lunes, 12 de febrero de 2018

De tal palo, tal astilla: la historia de la pulseada por ver quien tenía el mejor quincho en La Plata

En la década del 90 Jorge Triaca padre, que era secretario general de los Plásticos, competía con un dirigente sindical local, que aún hoy ocupa el sillón de un importante gremio nacional. La pulseada era por demostrar quién tenía el quincho más lujoso. El platense había dado el puntapié inicial y hasta había instalado un hidromasaje en el amplio espacio. Ese un placer de los romanos, era para atenuar el calor mientras se aguardaba que se doren las tiras de asado y las mollejas a la parilla. Ambos personajes ya formaban parte del equipo de los "gordos", esa corte de dirigentes millonarios que viven como faraones, muchos de ellos aún abrazados a sus sillones.



A Triaca, por entonces una de las primeras espadas de Carlos Menem, lo escrachaban en los medios por su vida de opulencia. Se publicaban fotos de mansiones, caballos de carreras y autos de alta gama. Igual que lo que pasa hoy con otros personajes de esa fauna imperecedera. Pero el contestaba con total desparpajo, que todo formaba parte de una herencia que había recibido de su mujer.
Resulta paradójico que aquella frase de tal palo, tal astilla... hoy se haga realidad con su hijo, el actual ministro de Trabajo. Parece que Jorgito Triaca  también ha heredado algunas de esas malas costumbres. Por ejemplo, después de pregonar que hay que terminar con el empleo en negro, tenía a su empleada doméstica en esa misma condición y encima la despidió mediante insultos que se viralizaron por las redes sociales, como una maldicion bíblica para su categoría de funcionario cercano a Macri.
El escándalo ha dejado a Triaca al borde del nocaut. En Cambiemos hay dirigentes que sostienen que tiene que dar un paso al costado, "porque no se puede pregonar transparencia y luego tomar ubicación en la tribuna que está al margen de la ley". El funcionario que quedó expuesto ante el escarnio público, buscó defenderse en las redes sociales explicando que el exabrupto fue producto de una situación "muy estresante". 
 
TEMEN QUE SE HAGA UNA BOLA DE NIEVE
 
Horas después del polémico pedido de disculpas, en Twitter empezó a imponerse un trending topic (tema más comentado) contra el ministro: con el hashtag #ChauTriaca, se multiplicaron los mensajes que piden su renuncia.
Comentan las malas lenguas, que su situación  dentro del gobierno es compleja, aunque aún no se habla de su salida. Mauricio Macri por ahora lo respalda. El Presidente no suele soltarles la mano a sus funcionarios bajo presión, algo que ya demostró en momentos complejos para otros ministros como Patricia Bullrich o Juan José Aranguren. No obstante, en la Casa de Gobierno se admitió que "algo se quebró en la relación y no se sabe hasta cuando el Presidente le dará crédito". Seguramente Macri no querrá entregar en estos momentos su cabeza a un sindicalismo que está con la sangre en el ojo, por el aliento en la nuca de las denuncias judiciales. Y encima, el Gobierno quedaría con las defensas bajas en vísperas de la discusión paritaria y la postergada reforma laboral.
Hay quienes aseguran que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, llamó a Triaca para que le explique los pormenores de la situación, que más allá de los insultos tiene como lado más oscuro que la mujer estaba en negro y tenía un cargo en el SOMU, el sindicato intervenido que estaba a cargo del "Caballo" Suárez (foto), dirigente que permanece detenido acusado de corrupción. 
 
LA MANO NEGRA DE QUINTANA
 
Peña teme que el escándalo se convierta en una bola de nieve, justo en momentos en que la imagen del Gobierno se encuentra en picada. Mientras tanto, en el entorno del ministro de Trabajo sospechan que hay una mano negra echando leña al fuego. Y le apuntan a la cabeza de Mario Quintana, enemigo número de Triaca en el gabinete. Argumentan que el objetivo del ex hombre fuerte de Farmacity, es copar la cartera laboral con alguien de su confianza.
Entre Triaca y Quintana la mala relación viene de vieja data. Los cortocircuitos estuvieron mayormente ligados al manejo del tema jubilaciones, que el vicejefe quiere controlar aunque en los hechos está bajo la órbita del ministro. Ya chocaron por la reparación histórica, un fallido cambio en la fórmula de actualización y la reforma previsional, todos temas que Quintana maneja a su criterio sin escuchar a Triaca, ni a Emilio Basavilbaso, titular del Anses.
En las intrigas del gabinete, muchos hablan con singular dosis de veneno del "clan Triaca". Provocó escozor en su momento. la designación de su hermana Mariana en el Banco Nación. Luego se sumó a los cargos que ya habían conseguido su esposa en Salud, su otra hermana en la Agencia de Inversiones y su cuñado en el BICE.
Otro tema que le recriminan, es la derrota de la lista empujada por el Gobierno en el SOMU, después de casi dos años de manejo total de la intervención y de impulsar medidas como el voto electrónico. La derrota en manos de una lista patrocinada por Moyano también se la facturan a Gladys González.
En resumen, en el Gobierno creen que más allá del respaldo temporal de Macri a Triaca, el escándalo de la empleada ya es un triunfo para Quintana, que  seguramente de aquí en más, lidiará con un rival interno más debilitado y herido en un ala.
 
LE QUERIAN HACER FIRMAR UN PAPEL BAJO PRESION
 
Lo cierto es que el escándalo con la casera de la quinta de la familia de Triaca, Sandra Heredia, se ha convertido en una hoguera alimentada desde muchos frentes. La mujer denunció en los medios que fue despedida sin causa ni previo aviso, luego de más de cinco años de trabajo no registrado. Además, difundió un audio de WhatsApp en el que es insultada por el funcionario y afirmó haber obtenido un empleo en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) gracias al ministro.
Sandra sostuvo que, desde fines de 2012, era casera en la quinta que los Triaca tienen en la localidad bonaerense de Boulogne, pero que realizaba tareas full time para toda la familia. Según afirmó, su relación laboral fue “en negro” desde entonces hasta 2015, cuando 20 días antes de las elecciones presidenciales la blanquearon parcialmente en relación de dependencia con Carlos Triaca, hermano del ministro. Sandra aseguró que sólo cobraba en blanco la mitad de sus haberes, también que en cinco años sólo una vez se tomó vacaciones. En las redes se difundió un recibo de sueldo en el que figura Carlos Triaca como su empleador desde 2015. 
Respecto a las razones de su despido, la mujer explicó que “en el papel que me querían hacer firmar decía que no había causa”. Según relató, el sábado 6 de enero el cuñado del ministro y abogado de Carlos Triaca, Sergio Borsalino, le dijo “se termina un ciclo, quedate tranquila que te vamos a seguir dando trabajo, sabes que tenemos otros sindicatos intervenidos, te vamos a indemnizar con 66 mil pesos”. Además, afirmó que Borsalino le dijo que la esperaba el lunes en la quinta con el telegrama de renuncia y la plata para entregarle luego de la firma.
Sandra también denunció que no la dejaron retirar sus cosas, ni su perra, de la casa que habitaba todos los días en la quinta, hasta que amenazó, abogado mediante, con denunciarlos por retención indebida. Una vez que pudo ir a retirarlas, declaró que se encontró con dos custodios del ministro que “le quisieron hacer firmar un papel de baja de la AFIP” como condición para permitirle llevar sus cosas. La cerradura de la casa había sido forzada. Por su parte, el abogado agregó que su clienta cuenta con pruebas como para ganar un juicio sin dificultad, que darían cuenta de que el ministro tiene una extensión de su despacho en la quinta: “a Sandra le mandaba mensajes la secretaria del ministerio. No era servicio doméstico como quieren hacer creer, manejaba su agenda post ministerio”, afirmó. 
 
UNA PILA DE NOMBRAMIENTOS EN EL SOMU
 
Sandra también informó que cuenta con un contrato en el SOMU, como delegada interventora, que habría conseguido gracias al ministro en abril del año pasado, según relató. Pero “la prioridad para ellos era la quinta, si tenía que largar el SOMU lo largaba”, indicó. 
En el audio que la mujer difundió se escucha la voz del ministro decir: “¡Sandra no vengas eh! No vengas porque te voy a mandar a la concha de tu madre! ¡Sos una pelotuda!”. Según afirmó Heredia, el audio es de semanas atrás y el enojo del ministro se debía a que ella se había demorado 15 minutos en llegar a la quinta para abrirle el portón. 
Frente  al actual cuadro de situación, el abogado del Caballo Suárez, Alejandro Argibay Molina  se sumó a la ofensiva contra  Triaca y lo denunció ante la justicia, citando los dichos de Heredia, quien aseguró que la “intervención en el SOMU hizo entrar a unas 250 personas. De hecho, al hijo del jardinero de la quinta del ministro que es contador, lo hizo ingresar en el gremio".
Heredia manifestó que “no es el único lugar donde colocan gente”, aunque precisó que Triaca si bien perdió la elecciones internas del sindicato, “no quiere entregar la Juventud Azul Marítima (una importante caja del SOMU)".
A partir de los dichos de Heredia, Argibay Molina sostiene que los hechos “ponen en duda por lo menos la actuación del Ministerio de Trabajo en relación a la intervención del gremio”, por lo que “con urgencia pidió que se la cite a la denunciante” para averiguar la verdad e “investigar no solo en el gremio, sino también en la intervención de la Obra Social y la participación del Ministerio en la conducción provisoria del mismo”.
La historia promete nuevos capítulos para el asombro. Moraleja: el ministro que más tenía que cuidarse, por tener que lidiar con lo más pesado del sindicalismo, terminó pisando el palito y le puso fecha de vencimiento a su gestión.

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