lunes, 12 de febrero de 2018

Kraiseldburd y Balcedo padre: historia secreta de una amistad que terminó en competencia

Cuenta la leyenda que Carlín West Ocampo, titular del gremio de Sanidad, fue quien presentó a Raúl Kraiselburd y Antonio Balcedo. A partir de allí, pegaron onda y la amistad se fue arraigando con el paso del tiempo. El titular del SOEME aprovechó esa oportunidad para conocer los secretos del manejo de medios que le podía acercar el director de El Día.




Pasaban horas de conversación a la semana y Balcedo tomaba nota mentalmente de las técnicas de su maestro, sobre todo en lo que tiene que ver con domesticar a políticos y anunciantes a través de la pluma y la palabra. Luego Kraiselburd incorporó la firma del sindicalista y sus comentarios al Diario Popular. Fue en vísperas del advenimiento de la democracia. Le venía bien el punto de vista político de un dirigente perteneciente a la ortodoxia peronista. Con ello balanceaba el diario y le daba un aire nuevo de pluralísmo. Balcedo entonces, tuvo el privilegio de compartir la vidriera editorial del por entonces tercer diario más importante en ventas de la Argentina, además de El Día, junto a figuras gravitantes como Jorge Lozano y Ramiro de Casasbellas, a quienes no les cayó bien el tufillo que mostraba el nuevo visitante, que precisamente no venía de la cantera de los medios. Lozano era más popular que Ramiro en su llegada, con un lenguaje mas llano, Tenía además, muy buena información de la Armada. A tal punto, que una semana antes, trajo al Popular la primicia del desembarco argentino en Malvinas. 
Ramiro en cambio era más barroco, pero una voz muy escuchada en el radicalísmo y con llegada a Alfonsín, a RK le venía de perillas, para poder cicatrizar las heridas con el sector más volcado hacia la izquierda del radicalismo. Los tenía entre ceja y ceja, sobre todo a los Storani boys que no habían condenado en su momento el secuestro y asesinato de su padre, a manos de la organización terrorista Montoneros. 
 
LAS PLUMAS DESTACADAS DE RK
 
Kraiselburd había olfateado la posibilidad de que Alfonsín podía llegar a la presidencia, frente a la precariedad de la formula del peronismo que luego sepultó Herminio Iglesias con la quema del cajón en el acto de cierre en la 9 de Julio. Y apostó a ello, incorporando a su plantel a jugadores que lo acercasen al poder de turno. Así se sumó también, el hoy devaluado Leopoldo Moreau. 
En sus más de cuarenta años en la profesión, Ramiro de Casasbellas -fallecido a los 65 años- fue uno de los protagonistas de una era de importantes transformaciones en el periodismo argentino. Con su trabajo en la revista Primera Plana, de la que llegó a ser director y, más tarde, como subdirector del diario La Opinión contribuyó de manera decisiva a crear un estilo que caracterizó a las décadas de 1960 y 1970.
Su período de más intensa actividad abarcó la franja entre el derrocamiento del presidente Frondizi, en 1962, y la caída del gobierno de Isabel Perón en 1976. Fueron años de continua turbulencia política en los que predominó un clima conspirativo que desde los círculos de poder, parecía extenderse a la sociedad toda.
En ese contexto, Primera Plana, dirigida por Jacobo Timerman, lanzada en noviembre de 1962, inauguró en la Argentina el auge de los semanarios de noticias, a la manera de sus modelos norteamericanos. En un terreno en que algunos intentos anteriores habían sido poco exitosos y de vida efímera, Primera Plana impuso un estilo que fue rápidamente imitado por otros medios.
Antonio Balcedo, aunque muy básico en su forma de escribir, le dio a sus artículos una impronta distinta, dura y audaz y junto a aquellas plumas, recibió  en poco tiempo por carácter transitivo la luz que irradiaban.
 
EL PRINCIPIO DE LA GUERRA
 
Hay quienes sostienen que Kraiselburd y Balcedo fueron socios y que el quiebra en la relación se produjo cuando el gremialista lanzó su exitosa radio Red 92, pisando el negocio de las FM del zar de Diagonal 80. Otros comentan que fue Carlos Menem quien pidió la cabeza de Balcedo y Kraiselburd se la entregó. Al ex presidente le molestaban los artículos punzantes del sindicalista, acérrimo enemigo del neoliberalísmo. Además, Balcedo habría apoyado bajo cuerda el alzamiento carapintada del coronel nacionalista Mohamed Alí Seineldín, el 3 de noviembre de 1990. Hay quienes sostienen que esa suerte de devoción que Balcedo tenía por el coronel carapintada fue el límite para RK.
El 3 de diciembre de 1993, Antonio Balcedo finalmente desplegó las velas y salió a la calle con su diario Hoy. HIzo bien todos los deberes que había tomado de su ex maestro. Pero falló al poner al frente de un diario local a un ex secretario de redacción de Clarín, que poco conocía de la entretela de la sociedad platense, un recurso fundamental para poder torcerle el brazo a su ex amigo. Por falta de una materia en su curso de ingreso a los medios, le dejó a su enemigo el camino libre de la información local. El Hoy entonces no se adecuó al paladar local. Kraiselburd entonces le cerró las puertas con sus anunciantes, a los que otorgó todo tipo de ventajas, pero les prohibió cruzar de vereda bajo amenazas de castigos que pregonaban sus espadas publicitarias. Así fue como el Hoy, nunca pudo tener ni clasificados, ni fúnebres, dos armas letales que El Día conserva entre sus mejores tesoros. 
 
EL OPERATIVO ASFIXIA
 
A Balcedo también le resultó dificultoso lograr pautas de avisos de los diferentes gobiernos, ya que Kraiselburd advertía desde diagonal 80 de las consecuencias editoriales que ello tendría. A tal punto llegaron los odios y el operativo asfixia, que en una oportunidad el dueño de El Día se enteró que el ex intendente peronista Julio Alak, estaba poniendo los huevos en dos canastas y lo condenó con una campaña furibunda. Fue a la luz de todo el universo platense, que los habían visto compartir cumpleaños y fiestas. Si algo molestaba a RK y no estaba dispuesto a perdonar, era que sus dineros vayan para la otra orilla.
En esa pelea de competencia despiadada, Balcedo llegó a bajar a la mitad el precio de tapa de su diario y Raúl sacó luego El Plata para igualarlo con un producto más austero que El Dia, pero con la columna vertebral de su contenido, como el mismo suplemento deportivo, clasificados y avisos fúnebres. Luego el Hoy llegó a una distribución gratuita como la que ostenta.
Según Kraiselburd, la posibilidad de rebaja tiene un piso: la distribución gratuita. "Diario que se regala, pierde toda credibilidad", aseguró. La tesis de Kraiselburd recoge la honda preocupación de los editores de diarios nacionales por la pérdida de circulación de sus publicaciones, considerada una de las más altas del mundo desarrollado. Razones: entre otras, deflación, pérdida de poder adquisitivo de la gente y altos costos en la distribución y venta de los diarios.
 
EL DESEMBARCO DE MARCELO
 
Con el fallecimiento de Antonio Balcedo, primero fue su hija Myriam en tomar el timón y luego su mujer, René Chávez. Pero  la llegada de su hijo Marcelo, el gremialista del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y Educación (SOEME) detenido en Punta del Este, le puso en los últimos años otra impronta al grupo. Con el tiempo, logró quebrar la Linea Maginot  de Kraiselburd y cobijarse bajo la pauta de la Municipalidad de La Plata y de otros organismos del Estado que no querían ser rehenes del propietario de El Día. Así fue como la gestión actual, a cargo del intendente Julio Garro, heredó varias causas judiciales en donde el sindicalista acusado de lavado y evasión exige pagos millonarios.
El expediente  que más ruido hace en el Palacio de la calle 12, es una pretensión indemnizatoria donde Balcedo, en su condición de dueño del multimedios RED 92 y el Diario Hoy de La Plata, exigió una compensación que asciende a los $3 mil millones en virtud de pauta publicitaria reclamada desde diciembre de 2007 hasta abril de 2014. Para entender la grandilocuencia del número, es equivalente al presupuesto total del 2016 de la comuna local.
En este caso Balcedo se vio favorecido por una sentencia de la jueza en lo contencioso administrativo María Ventura Martínez. Es por una cifra mucho más modesta de casi $84 millones. A la cuenta hay que sumarle otros rubros como daño a la imagen, gastos operativos, pérdida de chance, daño moral y costas. La sentencia fue apelada ante la Cámara y eventualmente el caso podría llegar a la Suprema Corte Bonaerense con un recurso extraordinario.
 
LA PESADILLA DEL INTENDENTE GARRO
 
Según la resolución, el sindicalista inició el reclamo por lo que consideró una "privación intempestiva y arbitraria de la pauta publicitaria" durante la gestión del kirchnerista Pablo Bruera. Lo que asombra no es la denuncia por el manejo discrecional de la publicidad oficial, sino la friolera del reclamo: casi USD 270 millones, según el tipo de cambio de 2014.
La liquidación efectuada por los letrados del sindicalista estima mes por mes el daño directo que habrían sufrido los medios de Balcedo, los días de mora y sus intereses correspondientes. Por ejemplo, para el último período reclamado –abril de 2014– se calcula un daño directo de $136.779.897 más 100 millones de intereses. En total, son 236 millones de pesos, que en ese momento equivalían a 29 millones de dólares.
Los números resultaron incomprobables para la jueza. La parte actora se limitó a presentar un puñado de facturas de 2007. Además se encontraron varias irregularidades. Por ejemplo, la empresa Edigráfica S.A., controlante del Diario Hoy, no está registrada como empleadora ante la AFIP. Es decir, es una sociedad anónima sin personal pese a que todos los días publica un periódico.
Para Garro, este expediente se constituyó en uno de los primeros grandes dolores de cabeza de la gestión, ya que el pago de esa cifra significaría el quiebre  de las arcas municipales. A pocas semanas de haber asumido el poder, la Justicia les embargó las cuentas de la Municipalidad para garantizar un futuro pago a Balcedo. Además, al observar que el actual jefe comunal con sus abogados presentaba recursos parano efectivizar el pago, desde el diario Hoy respondieron con la más furibunda de las campañas, denunciando todo tipo de presuntos negociados que nunca se comprobaron.
Fuentes reponsables aseguran que existen otros tres casos en los cuales Balcedo litiga con la Municipalidad de La Plata, todos vinculados con la distribución de la pauta publicitaria.
Uno de ellos es una declaración de certeza donde el magistrado Francisco Terrier le ordenó a Garro reanudar la publicación de "avisos oficiales" en los medios de Red 92. La Intendencia apeló y espera un pronunciamiento de la Cámara.
Otro tema tiene que ver con Luz Publicidad S.A. s/reconocimiento de derechos: es otra compañía del líder del SOEME que obtuvo un fallo a su favor de la jueza Ventura Martínez por servicios publicitarios prestados durante la gestión de Julio Alak. También se espera una decisión en segunda instancia.
Finalmente, Edigráfica S.A. s/pretensión indemnizatoria: es un proceso nuevo que estaba bajo la órbita del suspendido Federico Arias y recayó ante el juzgado de Ventura Martínez. Es una demanda por daños y perjuicios por las facturas reclamadas en los autos Luz Publicidad.
 
SIETE MILLONES DE DOLARES EN DANZA
 
El diario El País de Montevideo sumó un ingrediente más a esta oscura historia. Reveló que un total de 7 millones de dólares distribuidos en cinco cajas de seguridad ubicadas en distintas entidades bancarias de Uruguay formarían parte del dinero en efectivo del que disponía el empresario Marcelo Balcedo. 
El mismo medio señaló que entre los vehículos incautados en la chacra de Balcedo había una camioneta ploteada con la publicidad de 89.5 FM - Red 92 de Punta del Este. Una emisora que habría sido comprada en el año 2000 por Wilson Sanabria por intermedio de testaferros.
La detención de Balcedo causó un cimbronazo en el ámbito gremial. Pero hasta el momento no hubo una declaración oficial de la CGT nacional o regional sobre la situación procesal del titular del SOEME, ni el congelamiento de las cuentas del sindicato, No obstante, la central obrera expresó "un amplio repudio" sobre el allanamiento que realizó la Justicia el jueves en el Sindicato Obrero del Caucho y Afines (Socaya). Está claro que a Balcedo lo dejaron solo. Los sindicalistas no quieren quedar pegados. Saben que hay un mani pulite en marcha y que  varios pesos pesados tienen firmes posibilidades  de probarse el traje a rayas. Nunca la plata de la corrupción y el lavado fue tan visible, tan constatable y de una evidencia tan obscena.

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