viernes, 13 de julio de 2018

Con Lavagna en la fórmula y un plan económico, Massa también le apunta al 2019

En las últimas horas se sumó a la voluminosa grilla de candidatos, José Manuel De la Sota. También figuran, con mayor o menor énfasis, Agustín Rossi, Alberto Rodríguez Saá, Felipe Solá y Juan Manuel Urtubey. Pero en medio de la crisis financiera, Massa es uno de los presidenciables que está más apurado por marcar diferencias. Siempre renegando de Cristina, podría ir acompañado en la fórmula por Roberto Lavagna o Miguel Pichetto. Tantea a los dos, pero mientras tanto, rompió su burbuja de silencio porque percibe que hay carencia de ideas para salir del pozo. Massa observa que la propuesta económica del Gobierno ha construido un verdadero laberinto, con muchas salidas falsas, errores manifiestos y encima camina por la vereda de la estanflación.



Hay quienes aseguran que el peronismo ya se ató la servilleta al cuello. Con tenedor y cuchillo se sentó a la mesa para empezar a degustar el menú 2019. Se encuentra estimulado por los errores que comete el Gobierno. La movida estaba prevista para el final del Mundial, pero los tiempos se acortaron por el fracaso de la Selección nacional. En las últimas horas se sumó a la voluminosa grilla de candidatos, José Manuel De la Sota. También figuran, con mayor o menor énfasis, Agustín Rossi, Alberto Rodríguez Saá, Felipe Solá y Juan Manuel Urtubey. Pero en medio de la crisis financiera, Massa es uno de los presidenciables que está más apurado por marcar diferencias. Siempre renegando de Cristina, podría ir acompañado en la fórmula por Roberto Lavagna o Miguel Pichetto. Tantea a los dos, pero mientras tanto, rompió su burbuja de silencio porque percibe que hay carencia de ideas para salir del pozo. Massa observa que la propuesta económica del Gobierno ha construido un verdadero laberinto, con muchas salidas falsas, errores manifiestos y encima camina por la vereda de la estanflación. Los pronósticos señalan que con paso seguro la situación va hacia el empeoramiento. Y los límites estarán dados por la protesta social y la incidencia que esto tenga en la gestión, sostienen los asesores del tigrense.
Frente a este escenario, Massa hizo público un plan de 14 puntos, donde entre otras cosas propone la eliminación del IVA a la canasta básica de alimentos. Este peronismo no kirchnerista también inició en los últimos días recorridas de tono electoral por el interior del país. Son las primeras señales para lograr una reunificación fuerte de cara a los comicios. En el entorno de Massa, a quien rodea un equipo de economistas de alta gama, como Aldo Pignanelli, Ignacio de Mendiguren, Marcos Lavagna y Matías Tombolini, aseguran que en el Gobierno perdieron la brújula. No saben lo que quieren y están pasando los peores días desde que asumieron. "El desafío que tomamos es pensar una Argentina con desarrollo en términos económicos y sociales", sostienen. 
A lo que se apunta es a formar un gran frente. "Las puertas están abiertas para los desencantados", comentó un importante dirigente que admitió que se están tejiendo alianzas con el randazismo, aunque aclaró que "nuestro límite es Cristina. Seguro que ella va a jugar, pero que lo haga a través de Unidad Ciudadana", especificó la misma fuente.
Ya hay en la grilla de largada posibles acompañantes de Massa en la fórmula presidencial. Uno de los candidatos es Miguel Pichetto, con quien lo une una gran relación. “Es un gran jugador, llegás al poder, él agarra la manija del Congreso y va para adelante”, manifiestan las primeras espadas del FR. 
Pichetto coincide con el FR. Tiene en mente un escenario electoral en el que el peronismo iría dividido en dos propuestas. Una kirchnerista y otra basada en una alianza entre los gobernadores y el Frente Renovador de Sergio Massa, algo que debería ser suficiente para enfrentar a un Mauricio Macri que llegaría debilitado a las urnas por los rigores del ajuste.
 
EL QUE MAS MIDE EN ESTE ESCENARIO DE CRISIS
 
Otro de los favoritos del tigrense es Roberto Lavagna, un aliado histórico que viene entrenando a Massa en materia económica. Lo hace a través de dos clases semanales. Lavagna es uno de los personajes que también aconsejó Eduardo Duhalde. Fue el negociador de la deuda externa y quién sacó a la Argentina del 2001 del infierno que dejó la Alianza. En estos momentos en que la gente no ve que Macri encuentre la luz al final del túnel, Lavagna garantiza gobernabilidad y une transversalmente, coinciden la mayoría de los politólogos.
Un estudio de D´alessio IROL y Berensztein asegura que por el escenario de crisis económica que se vive en la actualidad, Lavagna reúne una imagen positiva inclusive superior a la de la actual gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
Los datos son correspondientes a una medición realizada en forma online durante junio y fueron extraídos de una muestra que abarcó respuestas de 1.477 encuestados, mayores de 18 años de todo el país.
Hay que decir que 55% de imagen positiva es el número que alcanza Lavagna superando por dos puntos porcentuales a María Eugenia Vidal que ostenta el 53%. En tercer lugar aterriza Carrió con un 44% y en el cuarto el actual Jefe de Estado, Mauricio Macri, con 41%.
Según el análisis de los datos, el estudios sostiene que este escenario se genera debido a que “la idea de crisis podría afectar negativamente a la imagen de los principales políticos en actividad”.
En ese sentido, el sondeo sostiene que “Lavagna es aprobado en ambos lados de la grieta, con un 61% de buena visión sobre votantes del FpV y un 48% de misma valoración de simpatizantes de Cambiemos”.
 
URTUBEY  PREFIERE CORTARSE SOLO
 
Massa tiene en claro que si Lavagna decidiera encabezar una lista, lo podría dejar nocaut. No es la única especulación del ex diputado. También le hace llegar señales a Urtubey. Sostiene que el salteño sería una buena alternativa como su candidato a vicepresidente. Pero el gobernador es indomable y sostiene que hay un solo camino para él: la presidencia, ya que no tiene más oportunidad de reelección.
Urtubey comenzó  una recorrida de cuatro horas por día en medios provinciales y una vez a la semana, miércoles o jueves, aterriza en la prensa nacional. Hay quienes sostienen en el PJ que "si el peronismo logra ir unido va derrotar al macrismo en el 2019. Por eso es fundamental que dentro de este espacio se desarrolle una interna amplia que abarque a todos".
Mientras tanto, en la Casa Rosada creen que Massa es "el enemigo a vencer". Macri y Durán Barba lo detestan. Lo llaman "ventajita" con tono despectivo. Pero reconocen en la intimidad que es el dirigente de la oposición "mejor armado, que ya hizo dos campañas y tiene rodaje suficiente para instalarse". En el entorno del ex diputado admiten que con Macri, "Sergio no habla con él desde fines del 2016, cuando el Presidente lo inundó de llamados telefónicos".
Aquella vez  Macri reclamó “racionalidad”. Y se despachó con frases como :“Necesitamos el apoyo de todos. Sergio, tenés que entender, ser razonable”, decía con cada vez menos paciencia Macri, que necesitaba el voto del bloque massista para que pase la ley que permitía que los familiares de los funcionarios pudieran entrar al último blanqueo fiscal. 
Massa entonces le dio la espalda y el Presidente, cuando cortó la tercera llamada, decidió convertir el enojo en ira. De allí nació “ventajita", apodo que el cerebro del Gobierno, Jaime Durán Barba, también utiliza. El ecuatoriano es otro que repudia al tigrense. Además fue el gran artífice de declinar la oferta del “círculo rojo” que en el 2015 bramaba por una alianza entre su pupilo y Massa para derrotar a Scioli. “Massa es el pasado”, suele asegurar el gurú, que dice fantasear con que el proyecto peronista se concrete. “Los números le dan tan mal, la gente le cree tan poco, que si se postula va a hacer que Cristina salga segunda, y a ella le ganamos seguro”, sostiene.
 
EL ADVERSARIO MAS TEMIDO POR EL OFICIALISMO
 
Massa está convencido que es mejor ser temido por el oficialismo que amado. Otro que rompió relaciones con el gurú ecuatoriano es Miguel Pichetto. “ Cambiemos nos pide el viernes que ayudemos con la gobernabilidad y los domingos Durán Barba nos humilla en el diario Perfil, diciendo tonterías que no tienen sentido. Todavía estoy esperando que me acepte un debate público”, sostiene el senador.
Quienes integran la mesa chica de Massa disparan que el odio encarnizado del Gobierno contra él nace porque es el que más chances tiene de derrotarlos en las urnas. Otro de los temores en el oficialismo es que el tigrense termine llevándose a Emilio Monzó para sus filas. Significaría un golpe mortal para la alianza gobernante en la Cámara, de Diputados. Y además podría ser leído como un mazazo, por el golpe de efecto que supondría que un funcionario de peso abandone el barco en medio del temporal. 
Lo que se comenta es que el diputado vive a tres cuadras de la oficina de Massa, y todas las semanas pasa por ese despacho para “tomar mate y hablar de política”. “Emilio, ¿qué haces en Cambiemos todavía?. Vos sos peronista en serio, tenés que estar con nosotros”, intenta seducirlo de manera permanente el hombre del Frente Renovador. También emplea la misma táctica para endulzar a otro de los jugadores clave del gabinete, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio. Otro que tiene una gran relación con Massa es el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Es una amistad, más que un vínculo político. El hombre del PRO todavía está agradecido por el periplo que Massa y su esposa, a fines de los noventa, realizaron con él a Disney, cuando Larreta atravesaba un mal momento con su esposa Bárbara Diez. 
 
EL SILENCIO DE CRISTINA TAMBIEN HABLA
 
Por estas horas, las dudas en el bunker de Massa están puestas en el futuro rol que asumirá Cristina Kirchner. Nadie conoce cuales son las cartas que jugará la ex presidenta. A oídos del ex legislador le llegó que CFK tiene por ahora su propio plan, que solo conoce su hijo Máximo y que deslizó ante los intendentes del Conurbano bonaerense que la siguen. 
Ella cree que se empiezan a dar las condiciones para su candidatura el año próximo. Esto requeriría de dos aspectos clave. Por un lado, un mensaje público que no abdique de las viejas creencias pero que esté envuelto siempre por un tono conciliador. Y la construcción de una fórmula abierta con un acompañante, peronista o no, que simule un tiempo  de renovación. En esa dirección, estaría dispuesta a reabrirle una puerta a Massa. Dicen en su entorno que Cristina  superó el síndrome de haber sido su primer verdugo. Pero al líder del FR no le estaría sucediendo lo mismo. De hecho, insinúa el divorcio político con Margarita Stolbizer para arrimarse al peronismo que descree de Cristina. Acaba de visitar al gobernador de La Pampa, Carlos Verna. Se hizo acompañar por el diputado Diego Bossio. Dialogó dos veces en los últimos diez días con Miguel Angel Pichetto. Envió a su principal espada en el Congreso, la diputada Graciela Camaño a una cita con el mandatario de Tucumán, Juan Manzur, que fue encabezada por el líder de la bancada en diputados, Pablo Kosiner, discípulo de Juan Manuel Urtubey. Lo que a Massa lo vuelve loco es que Cristina le haya dado el visto bueno a uno de sus generales, Felipe Solá. Le dijo que juegue con miras al 2019 con la promesa de que el año próximo se terminará lanzando el que más mida.
Pero hay que decir que tanto Cristina como Massa coinciden en algo: hay 2019 con buenas perspectivas. Ambos detectaron que el Gobierno sangra y la herida gotea en el cuerpo social. Aunque no lo digan en voz alta, observan que Macri está al borde del nocaut político. Todos los números exhiben la caída. Según las últimas encuestas, siete de cada diez argentinos admiten que la economía en su casa está mal y casi igual proporción piensa que dentro de un año será el mismo escenario. También por primera vez, el Presidente superó el 51% de imagen negativa en la Capital Federal, el feudo del PRO. No obstante, lo peor es que ocho de cada diez personas confían poco o nada en el equipo económico, lo que deteriora muchísimo más las expectativas de reelección.

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