miércoles, 17 de diciembre de 2008

CUNDE EL TEMOR EN CLUBES NAUTICOS DE LA ZONA

MOTOCHORROS DE AGUA

Un ataque registrado en Quilmes encendió la
luz de alerta y hasta se teme por secuestros

Por Jorge Joury (De la redacción de Infosur)

Tal vez sean los piratas Morgan del siglo XXI. Muchos más tecnificados. Ya sin la metodología vetusta del abordaje anunciado. Ahorra irrumpen con total audacia. Es una muestra más de como la delincuencia mueve su imaginación como un relámpago. Tal vez la llave de cómo el delito va mutando permanentemente hacia nuevas técnicas, que sorprenden a las autoridades policiales. Tal es así, que existe alerta generalizada en la región ante una nueva modalidad delictiva: los motochorros de agua.
La historia comenzó cuando el fin de semana pasado dos empresarios que navegaban por las apacibles aguas del Río de la Plata, a unos 350 metros de la costa de Bernal, fueron asaltados por ladrones armados a bordo de una moto de agua, quienes les sustrajeron las pertenencias y la embarcación que tripulaban.
El episodio, que no sería el primero, causó enorme conmoción en la zona. Según una investigación de Infosur, en los clubes de la zona como El Náutico y el de Pescadores, ambos con sede en Quilmes, ya se han tomado precauciones y requerido la asistencia de patrullajes de la Prefectura Naval, y la asistencia de las autoridades policiales de la zona, para prevenir nuevos ataques.



AGUAS BRAVAS


Como se sabe, el hecho que encendió la luz de alerta sucedió cuando dos empresarios quilmeños salieron a navegar en un bote semirrígido frente a la costa de Bernal, en la ribera. De pronto, los navegantes observaron cómo se acercaba hacia ellos una moto de agua con dos ocupantes. La embarcación se hallaba a más de 300 metros de la ribera, a la altura de la calle Espora.Fue una acción muy rápida. Como esos hombres iban a suponer que disfrutando de un día de navegación, minutos después estaban reducidos por dos delincuentes armados con pistolas calibre 9 milímetros, viviendo la más impensaba e insólita historia de terror. Pero ocurrió. Y puede volver a repetirse, de no tomarse los resguardos necesarios.Fuentes de Prefectura detallaron que los ladrones obligaron a los empresarios a entregar sus efectos personales, dinero y la embarcación. Consumado el robo, los delincuentes -que vestían trajes de neoprene-hicieron bajar a sus víctimas de la embarcación y les arrojaron chalecos salvavidas, a pesar de que en ese sitio la profundidad del agua no era mayor a un metro y medio, aclararon los voceros consultados. Con el gomón y consumado el saqueo, los asaltantes escaparon y por el momento no fueron localizados. Según las fuentes del caso, los empresarios asaltados lograron nadar hasta la costa y radicaron la denuncia en la Prefectura Naval de Quilmes, con intervención de la Unidad Funcional de Instrucciones Nº 2 de ese distrito, María Cristina Díaz.


LO QUE SE TEME


Fuentes policiales consultadas por Infosur revelaron que tomaron contacto con las autoridades de los clubes náuticos, quienes le plantearon la preocupación de que en cualquier momento pueda producirse un secuestro, ya que las personas que concurren a esos lugares en su mayoría son empresarios de sólida posición económica. El vocero reveló que esta nueva modalidad delictiva ha encendido luces de alerta, “ya que la delincuencia encuentra formas nuevas para el delito y hace uso de una estrategia sin límites. Tenemos cierto temor y hasta estamos con la guardia alta de que en cualquier momento hasta den un golpe en un velero, ya que generalmente quienes se embarcan y viajaban hasta la costa uruguaya, por lo general llevan importantes sumas de dinero, así como objetos de valor que son muy apetecibles para los delincuentes”.


INFORMANTES


La sospecha más alarmante, según nuestro informante a “es que probablemente estas bandas cuenten informantes en los clubes, quienes les marquen gente importante y las salidas de las embarcaciones. Hay que estar alertas porque en cualquier momento nos vamos a encontrar frente a un episodio de enorme conmoción, que hasta puede poner en un gran sobresalto a las fuerzas del orden”.
La fuente policial consultada por Infosur indicó que el estado de alerta se ha extendido también a la zona Norte, como Olivos y San Isidro, donde hay marinas y guarderías de importantes embarcaciones, que son propiedad de fuertes empresarios y hasta de figuras del mundo del espectáculo.
El dramático episodio ocurrido en Quilmes, según pudo saberse, obligó a varios propietarios de embarcaciones a contratar sistemas de alarmas monitoreados por vía satelital, ante la presunción de que estos hechos puedan repetirse e inclusive puedan derivar en algún intento de secuestro. Hoy por hoy, el miedo también se ha instalado en las aguas y lo que debería ser un pasatiempo placentero, se ha convertido en una sensación de temor generalizado que preocupa a empresarios y familias adineradas que son propietarias de costosas embarcaciones.


PIRATAS


La crónica policial registra antecedentes temerarios en la materia. Uno de ellos ocurrió cuando una banda tipo "pirata" integrada por unos 17 asaltantes, fue apresada por personal de la Prefectura Naval Argentina luego de que abordaran y robaran en un barco que iba cargado con equipos electrónicos (filmadoras y DVD), y que se trasladaba por el río Paraná.
El hecho ocurrió el primero de noviembre del 2006, cuando una embarcación se aproximó a un barco remolcador de bandera paraguaya llamado "Aramí", que había partido de Uruguay y se dirigía hacia el Paraguay. Sus tripulantes abordaron la embarcación y amenazaron a la tripulación.
Los "piratas", armados, violentaron los contenedores, se apoderaron de la mercadería y cargaron todo lo que pudieron en la otra embarcación. El barco asaltado quedó fondeado a la altura del kilómetro 346 del río Paraná, cerca de la ciudad bonaerense de San Nicolás. ABORDAJEEl Aramí, de 18 metros de eslora, estaba fondeado cuando sus 8 tripulantes fueron sorprendidos por los delincuentes, quienes, armas en mano, abordaron el buque, quitaron el equipo de comunicaciones VHF, violentaron los precintos y cortaron con un soplete algunos de los contenedores que estaban a bordo.Poco después, las víctimas del robo tiraron una bengala, y los guardacostas fueron en su auxilio sospechando que tenían algún problema en la navegación. Pero al llegar al barco atacado, los prefectos se enteraron del sorpresivo robo.
Inmediatamente, efectivos de los destacamentos de Villa Constitución, Ramallo y San Nicolás de Prefectura, en cinco guardacostas, realizaron un operativo cerrojo, lograron alcanzar a los asaltantes y los apresaron. En el barco se encontró la mercadería robada, que fue valuada en unos 2 millones de pesos.

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