jueves, 6 de septiembre de 2012

El caso de la Virgen que llora sangre conmueve a Avellaneda

Por Jorge Joury

 En Avellaneda la llaman "la señora de los milagros". Pero ella se aparta rápidamente de esa línea y se auto define como "una elegida para la sanación de las personas", a través de su profunda fe en Cristo. Lo cierto es que en la casa de Marta Rosemberg, quien vive en la calle Zeballos al 1600, a 100 metros de la avenida Mitre, ocurren extraños fenómenos paranormales, como el de una Virgen que llora sangre y lo mismo sucede desde un cuadro con la imagen de Jesucristo.

Marta Rosemberg tiene 58 años, es casada y de profesión psicóloga. Ella misma confiesa que desde hace 11 años sufre de fenómenos de sanguinación y experimenta los cinco estigmas surgidos del martirio de Cristo, además de recibir "mensajes del hijo de Dios".

Su historia se parece en parte al argumento de la película "Estigma", protagonizada por la actriz Frankie Page, quien sufre ataques y sangra por la cabeza, los pies y las manos, por una posesión diabólica, lo cual provoca la intervención de El Vaticano, quien manda a un cura a constatar el extraño caso.

La palabra estigma proviene del griego y significa marca. En la historia de estos extraños episodios existen antecedentes en Estados Unidos, Italia, Francia, España, Inglaterra y Alemania. Se conocen en el mundo 350 casos, 72 de los cuales han sido reconocidos como santos.

En la modesta casa de Avellaneda, donde habita Marta Rosemberg, ocurren fenómenos sobrenaturales. Por ejemplo la estatuilla de la Virgen del Rosario de San Nicolás y el niño Jesús que tiene en sus brazos, han derramado en los últimos días lágrimas de sangre. En menos de dos meses -según cuenta Marta- es la segunda vez que este hecho se produce. Pero además de ello, por momentos "de los ojos de la virgen brotan lágrimas acuosas, con una fuerte fragancia, similar al perfume de las rosas".

"La mujer de los milagros", como la llaman sus seguidores, también relata que el año pasado, en su consultorio de Villa Madero, un cuadro de Jesús que había comprado en un local de "todo por 2 pesos", " derramó lágrimas de sangre". Marta dice estar contenida por miembros de la Iglesia Católica, como el padre Ibáñez Padilla y el propio obispo de Avellaneda. Además añade que El Vaticano y la NASA se han interesado en los extraños fenómenos que padece.

Aunque es de origen judío, la mujer confiesa que "esto que me pasa en carne propia, me llevó a bautizarme a través de la fe católica".

Marta muestra sus manos cubiertas de vendas, "para contener los estigmas", que también dice sufrir en los pies."Estas sensaciones llegan a cualquier hora. Es como la crucificción. Clavos que penetran en mi cuerpo y azotes que dejan sus marcas. Es una gracia divina", sostiene.

También se emociona cuando relata que en algún momento "la Virgen me habló y me dijo: no lloro por ustedes, lloro con ustedes". En su misticismo declara que "extrañas voces de piedad me acompañan por varios momentos del día" y reconoce que de ser una mujer escéptica, terminó abrazándose a la fe.

"Los estigmas me dejaron sin trabajo y confinada al encierro", reconoce. Hoy está acompañada de su amiga Hilda, quien comparte sus horas de dolor."Llevo una cruz muy pesada sobre mis hombros, pero mi martirio es maravillosamente terrible".

Marta Rosemberg confiesa no tener ninguna patología declarada. Está controlada por un cardiólogo, psiquiatra y dermatólogo y en su momento sufrió un infarto. No se autotitula "santa". Tampoco con facultades de curar."Yo sólo hago sanaciones. Entrego fe y amor a los enfermos. Es lo único que sirve para atenuar el dolor a través de la fe". Las huellas del dolor se transparentan en su rostro. Permanece casi todo el día en su casa y "cuando no tengo las plantas de los pies abiertas por los estigmas, salgo a dar una vuelta por la plaza".

Para dar muestra de que lo que le pasa es real, se ofrece a ser investigada y someterse a cualquier estudio médico. En Avellaneda se comenta que en su momento una monja tomó una muestra de sangre de la estatua de la Virgen y la llevó a analizar a un laboratorio. Pero las conclusiones son un misterio. Nunca se revelaron los resultados.

Marta sostiene que "lo que sobra es tiempo. Lo que falta es vida, dice el Maestro".

¿Creer o reventar? Esta historia es real y ocurre en Avellaneda. La Iglesia por el momento no ha dado su punto de vista. Será entonces un estigma más para el misterio...

A CONTINUACION PODES ESCUCHAR LA ENTREVISTA QUE LE HIZO JORGE JOURY A MARTA ROSEMBERG A TRAVES DE LA FM 97.7 EN EL PROGRAMA "TE LO DIGO EN SERIO" QUE VA DE 9 A12.

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