jueves, 8 de agosto de 2013

La adicción al juego creció en un 150% en la zona Sur del conurbano





Por Jorge Joury


Más de cien personas por mes llaman para pedir ayuda por su adicción al juego en la provincia de Buenos Aires. Este dato, que tiene una alta proporción de ludópatas de la zona Sur, surge del último informe del programa de atención al juego compulsivo bonaerense.

La médica psiquiatra Graciela Peyrú, presidenta de la Fundación Para la Salud Mental, a quien entrevisté en mi programa radial, señaló que "las mujeres son quienes juegan de manera más constante que los hombres. Y aunque no arriesgan sumas importantes de dinero, son quienes concurren más asiduamente a los Bingos, porque tienen debilidad por las máquinas tragamonedas. Es extraño el comportamiento. Ellas tratan de emerger de cierta impotencia hacia lo cotidiano. Es decir, juegan buscando recuperar algo de su potencia psicológica y aunque ahorran moneditas, luego se descargan en las salas de juego, tratando de salir de pobres, como comúnmente se dice". La doctora Peyrú comentó además que "en los últimos meses son cientos las personas que llaman telefónicamente al número de la Fundación, que es el 4831-2121, a quienes nuestros especialistas asesoran de manera gratuita, pero lo que nos damos cuenta a través de las consultas, que la gran mayoría son parientes, esposos o hijos de los adictos al juego, quienes preocupados por la fractura familiar buscan un camino de salida y créame que lo hay y generalmente encontramos la solución. No nos olvidemos que la ludopatía es partir de una ilusión renovada, es decir el adicto dice esta vez voy a poder y vuelve a apostar".

Para poner en valor los daños colaterales que ocasiona el juego, la médica psiquiatra detacó que "hay gente que ha perdido casas o departamentos o estás quien vendió el auto cero kilómetro en las cuevas que hay cerca del casino de Mar del Plata porque perdió todo y volvió a buscar revancha. El juego ha llevado a la ruina a miles de familias en la Argentina y debe ser tratado como una patología que genera graves consecuencias sociales.

Otros profesionales que asisten este tipo de adicciones subrayan que es una verdad matemática, la que señala que el jugador compulsivo siempre termina con las manos vacías. Algunos no entienden esta regla del juego y otros pueden salir del laberinto antes de perderlo todo. En los últimos tres años, aumentó casi un 150% la cantidad de pacientes asistidos por el Programa de Atención al Ludópata que funciona en la provincia de Buenos Aires. La dependencia al juego según el sexo en la provincia de Buenos Aires señala según los últimos estudios, que el 48% son mujeres y el 52% hombres. Pero con el tiempo las mujeres son las que van ganando espacio por disponer de tiempo a toda hora para asistir a una sala de juego y después engañar a los maridos señalando que estuvieron haciendo las compras," caminando y buscando buenos precios". Los especialistas sostienen que en las zonas más pobres del conurbano bonaerense donde funcionan salas de Bingo, son los lugares más prósperos para los propietarios de las mismas, "ya que todos quieren salvarse con un toque de suerte, pero terminan hundidos o endeudados".

También hay que decir que la mayoría de los adictos tienen entre 40 y 50 años. Pero el dato curioso para poner en valor es que el juego que más dependencia genera es el tragamonedas. Un ejemplo de ello es ver por las mañanas a muchas mujeres que con su bolsas de hacer las compras, o con sus changuitos, como quien quiere la cosa y haciéndose las distraídas, se introducen a jugar en las salas de los bingos, tanto de Varela, Quilmes o Avellaneda. Una de las personas consultadas en esta investigación, señaló para dar una real dimensión al caso, que " juntas conformarían un ejército". Mucho tiene que ver en toda esta problemática, la proliferación de bingos y casinos y el fácil acceso a los juegos online, los que atraen a mucha gente que sin ese estímulo no se habrían interesado por el juego.

Los profesionales que asisten este tipo de adicciones subrayan que es una verdad matemática, la que señala que el jugador compulsivo siempre termina con las manos vacías. Algunos no entienden esta regla del juego y otros pueden salir del laberinto antes de perderlo todo. En los últimos tres años, aumentó casi un 150% la cantidad de pacientes asistidos por el Programa de Atención al Ludópata que funciona en la provincia de Buenos Aires. La dependencia al juego según el sexo en la provincia de Buenos Aires señala según los últimos estudios, que el 48% son mujeres y el 52% hombres. Pero con el tiempo las mujeres son las que van ganando espacio por disponer de tiempo a toda hora para asistir a una sala de juego y después engañar a los maridos señalando que estuvieron haciendo las compras," caminando y buscando buenos precios". Los especialistas sostienen que en las zonas más pobres del conurbano bonaerense donde funcionan salas de Bingo, son los lugares más prósperos para los propietarios de las mismas, "ya que todos quieren salvarse con un toque de suerte, pero terminan hundidos o endeudados".

Si recorremos las estadísticas, observaremos que el juego más predominante o el que más adeptos gana, es el tragamonedas en un 64%, ya que se puede jugar con poca cantidad de plata y por ahí la máquina sacude una lluvia de fichas..Después le sigue la ruleta con el 9%, el Bingo 5%, el pocker 1,3%, el black jack 1,2%, punto y banca 1%, el hipódromo 1%, la quiniela el 2,7%, la Lotería el 0,3% y otros 5%.Por su parte, el lugar de juego de mayor concurrencia es el Bingo, con el 80%, seguido por el casino, 15%, el hipódromo 2% y las agencias de apuestas que se llevan el 3% del parque de ludópatas.

Para conocer las caras de la tentación, se pueden citar los siguientes formatos: en Buenos Aires están habilitadas 3.070 agencias oficiales de lotería, 46 bingos, 46 oficinas de apuestas hípicas, 11 casinos y 5 hipódromos. Una oferta variada a la que adhiere por lo menos el 28% de la población de Capital Federal y el conurbano, según una encuesta realizada por la consultora Ibarómetro. El 42% cree que el aumento de la oferta de lugares de juego fomenta la adicción y el 15,5% que atenta contra la cultura del trabajo.

El plan de ayuda al jugador compulsivo, del Instituto de Loterías y Casinos bonaerense, tiene 7 centros en la Provincia (Morón; Villa Dominico; La Plata, Mar del Plata, Vicente López, Tandil, Pergamino y Mar de Ajó) y también habilitó una línea gratuita que es atendida entre las 8 y las 20 por cuatro psicólogos. El teléfono recibe entre 13 y 15 consultas por día. También existe una línea gratuita del programa de prevención y asistencia al juego compulsivo: se puede llamar para pedir ayuda al 0800-444-4000.

De acuerdo con las estadísticas, el 61% de los afectados pidió ayuda porque no podía alejarse de las máquinas tragamonedas. El 12% hizo tratamientos por su afición incontenible a la ruleta; el 11% por adicción a otros juegos electrónicos; el 7% por los bingos o por black jack y el 2% por la quiniela.El 59% son hombres y el 31% tiene entre 41 y 50 años.

Los especialistas consultados para esta investigación sostienen que el ludópata desarrolla una incontrolable necesidad de desafiar al azar. Es una suerte de droga sin fármaco. "Estás solo pero atento, concentrado, fuera de la realidad cotidiana. Es un mundo con sus propias leyes, sus trampas y su dolor", reconoció G. M (51 años), vecino de Florencio Varela que hace cinco años ingresó al programa. "Me voy a curar en algún momento. Ya no voy más al casino. Pero por ahora sigo con el tratamiento", aseguró el hombre que llegó empujado por su esposa, después de perder el taller, su casa y el afecto de sus hijos. "Cuando vino, sólo tenía deudas", dijo el psiquiatra que lo atendió.

"Esta patología afecta a quienes son vulnerables y tienen la creencia de que le pueden ganar al azar. Ingresan empujados por una sociedad de consumo que exige obtener bienes que un sueldo o un trabajo no les da. Entonces, aquello que puede ser para muchos una salida familiar, una diversión, se convierte en un negocio íntimo y privado que los lleva a jugar para ganar, hasta perderlo todo", agregó el especialista. De acuerdo a los relevamientos de organismos sanitarios, entre el 1 y el 2% de la población está predispuesta a la ludopatía.

Luz Mariela Coletti, de la ONG Entrelazar -de ayuda a adictos al juego- coincide en el diagnóstico: "En un contexto de crisis económica, la oferta de juego para ganar dinero es sumamente tentadora. Las variables sociales y económicas se conjugan alrededor del negocio del juego como un campo fértil, y se abonan con personas que creen encontrar allí una salida a su problema. Los ludópatas no son sin embargo sólo fruto de la instalación de casinos. Encontramos en cada uno de ellos una adicción particular: a perder", aseguró la licenciada en psicología.

Para poder brindar ayuda a este tipo de adictos al juego, la contención de familiares y amigos es clave para llevar a las personas afectadas a un centro de ayuda. En el programa provincial el primer paso consiste en una serie de entre 4 y 6 entrevistas personales para la elaboración del diagnóstico. Luego comienza un proceso de tratamiento grupal, que puede demandar varios años. Allí se inicia el alejamiento de las salas de juego. "Pueden tener patologías de base como depresión o trastornos de la personalidad y a veces se recetan fármacos. El ludópata tiene un impulso inconsciente a quedarse sin nada. Nuestra tarea es detenerlo a tiempo", sostuvo uno de los especialistas que integran los grupos de ayuda.

Desde Entrelazar, que es una de las ONG abocadas a la lucha de estas adicciones, se sostiene que la oferta de Bingos, máquinas tragamonedas y lotería, se multiplicó a niveles que escandalizan, a tal punto, que ponen al descubierto una doble moral por parte del Estado. En tal sentido las críticas se centran en que por un lado se lanzan programas para ayudar al ludópata y su familia y por el otro se promueve que las salas de juego se sigan expandiendo por toda la provincia de Buenos Aires, como un negocio millonario para pocos que no hace otra cosa que empobrecer a muchos.

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