viernes, 23 de agosto de 2013

La inseguridad y un Tigre en el tanque camino a Octubre





Por Jorge Joury


Massa inunda el Tigre de botones antipánico y la presidenta de la Nación piensa en enviar otro ejército de gendarmes al conurbano bonaerense. Todos corren detrás de la inseguridad, hoy la llave maestra para entender de que manera se comportó el electorado en las últimas elecciones internas.Para interpretar esas señales, hay que entrar en el mundo de los principales protagonistas: la gente que siente en carne propia el rigor de la violencia. .Y para ello, hay que recoger sus opiniones. Allí veremos con claridad como todos los caminos conducen al núcleo más sensible del comportamiento humano, el que pone en riesgo nuestras vidas. Y nada mejor que las encuestas, cuando vienen de vertientes confiables.

En este caso el sociólogo y especialista en temas electorales, además de profesor de la Universidad de Buenos Aires, Carlos De Angelis comentaba en mi programa radial que la seguridad continúa siendo la principal preocupación de los ciudadanos de la Capital y del Gran Buenos Aires, seguida a no mucha distancia por la educación. Pero además, de un estudio de cuyas conclusiones daremos cuenta, surge que la gran mayoría de los votantes admite que los medios de comunicación constituyen el sector que más poder tiene hoy frente al gobierno nacional y de alguna manera, son los que inclinan la balanza hacia costados afines, tanto a sus intereses económicos como ideológicos..

Los datos a que hace referencia De Angelis pertenecen al marco de conclusiones a las que arribó el Centro de Estudios de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, después de llevar a cabo una boca de urna sobre un total de 1203 casos en toda la Capital y 23 partidos del conurbano bonaerense.Consultados sobre una gran variedad de opciones temáticas, el 28,9 por ciento de los votantes en capital federal y GBA señalaron la seguridad como el principal tema del que se tiene que ocupar el Estado (34 en el GBA) seguido por la educación (23,7), una cuestión prácticamente ausente en la campaña de todas las fuerzas. En los siguientes tres lugares (con similar distribución entre Capital y GBA) aparecen tres temas relacionados, pero que tienen diferentes perspectivas. La cuestión económica (11,0 por ciento) (a la que se le podría sumar la inflación, 4,2) es una preocupación sustantiva, pero la distribución del ingreso, propósito explícito por excelencia del Gobierno, reúne sólo el 10,4 por ciento de los encuestados. La poca preocupación acerca de las libertades individuales (3,0) podría leerse positivamente en el sentido de que la ciudadanía considera que se trata de un valor ya incorporado a la vida de los argentinos.

Otro dato isustantivo para comprender los caminos de estas primarias surge de que tanto en la capital federal como en GBA casi el 20 por ciento de las personas decidió su voto el mismo día de los comicios, mientras que el 10 por ciento lo hizo la semana anterior. Para los especialistas, esto indica que si tres de cada diez votantes dejan para los últimos días su decisión, los resultados de las elecciones podrían resultar sorpresivos y en la determinación final entrar en consideración incidentes o elementos que no forman parte de los debates políticos.
Tanto en Capital como en el GBA se observa que el Frente para la Victoria tiene un voto consolidado: siete de cada diez votantes (74,7 por ciento) lo tenía decidido antes de la campaña electoral. También el PRO muestra un voto medianamente consolidado en la ciudad de Buenos Aires (66,4 lo decidió antes de la campaña).En el otro extremo, los más favorecidos del voto “a último momento” fueron Martín Lousteau y Jorge Altamira. Si bien lejanos en términos ideológicos, obtuvieron el 32,6 y 34,4 por ciento respectivamente de votos entre la última semana de campaña y el día de la elección, lo que pondría en duda si se trata de un voto consolidado o presto a migrar. Por el lado del Gran Buenos Aires, se observa un comportamiento relativamente parecido por parte de los votantes, donde Massa se ve fuertemente beneficiado del “sufragio de último minuto” con el 21,3 por ciento de decisión dentro del cuarto oscuro.

Además hay que destacar en el trazo grueso otros dos items interesantes que surgen del trabajo realizado por el CEDOP y que se refieren a los sectores a quienes los votantes les atribuyen mayor poder frente al gobierno nacional y, por otra parte, las consideraciones de los ciudadanos acerca de las razones por las cuales es escasa la participación en política.

Los medios de comunicación son abrumadoramente considerados (42,9 por ciento de los encuestados) como el sector que mayor poder tiene frente al Gobierno, seguido de los sindicatos (14,5) y los empresarios (13,7). “El pueblo” fue señalado como influyente por el 10,2 y por encima de la Justicia (4,4), el campo (4,1) y el Congreso (3,9). En último lugar del ranking quedó ubicada la Iglesia, a quien sólo el 2,4 por ciento de los sufragantes le adjudica poder sobre el Gobierno (ver gráfico 4). Entre los que consideran que los medios de comunicación tienen gran poder se ubican, el 69,2 por ciento de quienes apoyaron a Ricardo Gil Lavedra (Unen), el 61,5 de los votantes del FpV en la Capital, el 42,0 de los que votaron a Carrió y el 38,9 de los que se inclinaron por Altamira.

En lo que tiene que ver con las razones que fundamentan la escasa participación en política, los votantes de Capital y CBA aseguran que la política “no interesa” (31,2 por ciento) y “es inútil” (20,0), sumando entre ambos grupos más de la mitad de los votantes (ver gráfico 3). El 63,7 por ciento de los votantes de los candidatos de Unen en la Capital considera que la política “es inútil” y lo mismo piensan el 28,6 de quienes apoyaron a Zamora y el 27,8 de quienes se inclinaron por Altamira. El 17,2 por ciento (15,2 en Capital y 18,6 en GBA) argumentan que “ningún partido nos representa”, el 9,3 señala la “falta de tiempo” como razón, pero el 6,0 sostiene que “no hay dónde participar”. La “deshonestidad política” a veces indicada como causa de desinterés por los medios de comunicación sólo es referida por el 4 por ciento de los votantes.

Para otros encuestadores que entrevisté en mi programa, como Celia Kleiman, la especialista en temas electorales señaló que "en la gente también pegó fuerte la tragedia ferroviaria de Once, que dejó al descubierto la corrupción existente en el sistema de subsidios que otorga el gobierno.Pese a la actuación de Florencio Randazzo, el gobierno aquí no supo dar respuesta a los reclamos ciudadanos.Tal vez lo mejor hubiera sido que el Estado se hiciera cargo del servicio y extirpar de cuajo el cáncer de los negociados del grupo que regentea el servicio ferroviario".

Para Celia Kleiman además "la inflación está desgastando el bolsillo popular y esto ha influido sobremanera en el malhumor social, lo mismo que el impuesto a las ganancias que cada vez más alcanza a los núcleos más bajos de trabajadores.El gobierno tendría que ir achicando el gasto público, disminuir la emisión monetaria y atenuar un poco la presión impositiva, si quiere amortiguar el impacto de lo que viene en octubre". Según la especialista, "si Massa no hace olas y ninguna situación imprevista modifica el escenario, en las legislativas el tigrense podría estar ampliando su ventaja sobre Insaurralde en más de 10 puntos. No hay Scioli que pueda salvar al lomense, porque de resultas de esta contienda, hasta el propio gobernador de Buenos Aires puede resultar lastimado en su sueño presidencial y su fotografía corre peligro de volverse amarilla".

Atento a este escenario, ni lerdos ni perezosos, los caciques del conurbano que ya no saben de que manera harán para traccionar más votos para Insaurralde, ya le mandaron un telegrama a Scioli con aviso también a Balcarce 54, para que haya anuncios que alienten la esperanza de que el modelo aún goza de buena salud y el sueño de la reactivación todavía está a la vuelta de la esquina. Caso contrario, en una provincia de Buenos Aires peronizada, con más del 70% de intención de voto en esa franja y con los mismos colores en la camiseta, algunos barones del conurbano ya analizarían en poner todas sus energías en mantener la mayoría en los concejos deliberantes, y sino llega la rueda de auxilio del Cristinismo, no les quedará otra alternativa, como otras veces, que dar el salto, pero el del Tigre.

A todo esto otro tema a tener en cuenta en el complicado escenario es lo que marca un trabajo reciente de la consultora OPSM, que dirige Enrique Zuleta Puceiro, donde se revela que el 71% de los consultados considera que la Presidenta debería hacer cambios en su gabinete de cara a las legislativas de octubre. El 20,7% respondió que no cree necesario esos retoques y un 7,5% dijo que no sabe o no contesta. Fueron 1.100 casos, encuestados entre el lunes 12, un día después de la derrota del FpV, y el último sábado.

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