miércoles, 28 de junio de 2017

El cuento de la elefanta Pelusa que también cayó en la grieta de los tiempos electorales

Hola amigos. Hoy les voy a contar un cuento de políticos muy pequeñitos que querían crecer. Se trata de aquellos que a falta de ideas, decidieron incursionar entonces por la selva electoral con golpes bajos. En el camino dejaron caer en la grieta a una pobre y escuálida elefanta de la que nadie se había acordado antes. Que nadie se sienta ofendido, ya que cualquier similitud con la realidad, es solo pura coincidencia.


Pero la historia deja al descubierto que a falta de propuestas sólidas en tiempos pre electorales, cualquier excusa es buena para posicionarse, sobre todo tocando la sensibilidad de la gente.
Comentan por estas horas en el mundo íntimo del zoo platense, que la elefanta Pelusa está muy avergonzada. Sobre todo, cuando se enteró que la habían metido en el medio de una pulseada para ganar votos.
Parece que el concejal Gabriel Bruera, conocido por cartonear cuanto centímetro de columna esté vacante en los medios periodísticos, días pasado decidió encarar otra de las epopeyas a las que nos tiene acostumbrados. Fue similar a la realizada durante el último y furioso temporal que sacudió a la ciudad, cuando se hizo filmar recogiendo ramas de la vía pública sacando chapa de buen ciudadano.
Esta vez, su imaginación subió un escalón, enarbolando una actitud solidaria con los animales. El edil denunció con rigor, el estado de abandono total del zoo, como si durante la gestión de su hermano la pulcritud hubiese sido un ejemplo a mostrar. Reclamó respuestas sobre las modificaciones pedidas oportunamente por la Dirección de Fauna Provincial, que según él, nunca fueron tenidas en cuenta. El avance de la enfermedad que sufre la elefanta "podría haberse evitado si el municipio tomaba las medidas", denunció el abnegado concejal. 
El cuento que hoy nos ocupa y que tal vez sea incorporado por su calidad emotiva en los anales de la política de alta gama, alcanza su punto más álgido, cuando el intendente Julio Garro, con la trompa larga por las denuncias y exacerbado por un informe del Defensor del Pueblo, decidió salir al cruce de los aullidos de los lobos en el bosque.
El jefe comunal repudió lo que calificó de "versiones falsas y culpó a las anteriores gestiones por el deterioro que hoy sufre la emblemática habitante del zoo.
En lo que se considera  casi una pieza literaria que bien pudo haber sido concebida por Félix Samaniego o Esopo, que además hacían hablar con gracia a los animales, el lord mayor de la ciudad agregó con sapiencia digna del bronce, que "la salud de la elefanta Pelusa no es para hacer política". Garro sacó a relucir su enjundia a través de un comunicado en las redes sociales, donde explicó cuál es la dolencia que sufre el deteriorado animal y qué es lo que se está haciendo por su bienestar y el del paseo, al que la comuna busca convertir, según dijo, en un ecoparque educativo.
En sintonía con estas cuestiones, en la historia se metió sin pedir permiso otro personaje insigne del cartoneo. Se trata del mediático Guido Lorenzino. ¡Sí, acertó! . Es el mismo que en su momento se mostraba como el primer espadachín de Daniel Scioli. Aquel que a silla caliente  peregrinaba por los canales de TV fogoneando las bondades de la candidatura del ex motonauta, del que hoy no habla más, en una inexplicable amnesia. Lorenzino, el hombre, que hoy ha asumido su nuevo rol de Defensor del Pueblo bonaerense, con que lo premiaron por su calidad de "pensador" de la política, también agregó su ficha a la historia.  Por si las moscas, abrió el paraguas y le pidió informes a Garro para saber también de la situación del deteriorado paquidermo y del resto de los animales, no sea cosa que las sociedades protectoras vayan a golpearle las puertas de su nuevo y confortable despacho.
Garro entonces  sacó a relucir su garra de alcalde tocado en su fuero íntimo. Dio cuenta, mediante adecuado asesoramiento profesional, que el animal lleva más de 50 años de cautiverio y desde 2014 padece en sus cuatro patas, una infección denominada "pododermatitis crónica". En un tiró por elevación para el clan Bruera y sus detractores,  se sacó las culpas de encima y agregó que esta enfermedad fue provocada por las pésimas condiciones del hábital donde Pelusa pasó la mayor parte de su vida. Aseguró que cuando inició su gestión, el zoo estaba en muy mal estado. El recinto tenía un suelo lleno de escombros y calcáreo. Acotó que esto le generó heridas a la elefanta, con lo cual fue perdiendo movilidad, lo que le retrajo la fuerza muscular y le provocó depresión.
A contener las lágrimas, porque el cuentito de la elefantita tiene su parte positiva. El abnegado intendente coronó con un pleno, señalando que convocó a especialistas de España, Inglaterra, Brasil y distintas provincias argentinas para determinar científicamente cuál era el estado de salud de Pelusa.
Después de eso, se inició un tratamiento veterinario para curar las heridas. Para tranquilidad de la población, se diseñó además una dieta especial, agregándole a la alimentación un complemento vitamínico. Y como si fuera poco, también se desarrolló un programa de estimulación psíquica y motivacional. Así se logró que Pelusa empiece a recuperar su físico y mejore su ánimo.
Hoy, según el lord mayor de La Plata, Pelusa levanta la trompita en señal de agradecimiento y hasta le instalaron un suelo de goma para que deposite con fuerza su humanidad. Los especialistas sostienen que su salud es mejor que la de un año atrás y continuará evolucionando en los últimos meses del año. Hoy  el paquidermo sueña con volver a su ámbito natural y vivir con otros animales en un santuario. Para eso se está trabajando con el estado del Mato Grosso, en Brasil, mientras desde la Facultad de Ciencias Veterinarias monitorean la situación para facilitarle el  mejor traslado. El SENASA prepara también su pasaporte para un viaje en primera clase. La historia promete un final felíz. Moraleja: por lo que se vé, nadie puede negar que los políticos también son parte de una fauna que tiene un corazón solidario, sobre todo en tiempos electorales.

No hay comentarios: