viernes, 18 de mayo de 2018

Sobre la cubierta del Titanic Macri apela al peor salvataje: el FMI

En diciembre se había dicho que no se iba a recurrir al crédito externo. Ahora parece que el organismo que con sus recetas hundió a varios países ya no es el mismo.



En diciembre el ministro Nicolás Dujovne había dicho que el Gobierno no iba a recurrir a los créditos del Fondo Monetario Internacional porque no era necesario, ni conveniente. Pero ahora resulta que el organismo financiero internacional ya no es aquel monstruo de siete cabezas que hundió decenas de países con viejas recetas recesivas. El ministro dio a entender que tiene un corazón. Por lo menos es lo que señaló al querernos convencer con que "este es otro Fondo, diferente al de hace 20 años". Le faltó decir "más sensible, bueno y generoso", para terminar de edulcorar este nuevo sistema de relaciones carnales que ha nacido entre Cambiemos y la titular del FMI, Christine Lagarde (foto). La realidad marca que ya nadie quiere prestarle más plata a la Argentina y se terminó el sueño del ingeniero optimista con los "brotes verdes" y "lo peor ya pasó. Como De la Rúa cuando anunció el mega canje por 60 mil millones de dólares, a Macri en su fugaz aparición por TV en tan solo 2 minutos 40 segundos, solo le falto decir: "qué lindo es dar buenas noticias". Salvando las distancias, paradójicamente el destino traza semejanzas con aquel oscuro escenario.
El Gobierno trata de poner bajo la alfombra que como país hemos descendido al quinto subsuelo y estamos al frente de las naciones menos confiables del mundo. Los inversores se van porque observan que ya no tenemos dinero para pagar las deudas. Ahora no será gratis comenzar a pasar la gorra por el FMI. Allí nos espera con los brazos abiertos el memorándum de entendimiento número cuatro que dejó en su última visita al país la misión de economistas extranjeros. Son los deberes que Dujovne tendrá que hacer para acceder al crédito de 30 mil millones de dólares. Bajar sueldos, reducir la planta de trabajadores del Estado, subir tarifas, tener un dólar más alto y competitivo,
(devaluación sin vaselina) y reducir más jubilaciones mediante bajar el sistema del 65% al 50% de lo que cobra un trabajador en actividad, son algunos de los supositorios del ajuste, como señalé en mi último articulo.
La decisión de recurrir al FMI se tomó después de que Macri consultara a la mesa chica del poder, compuesta Dujovne, Sturzenegger, Quintana, Lopetegui y Caputo. Aunque no se lo hizo público, la suma de unos 30 mil millones de dólares, es lo que se necesita el Banco Central para llegar a fin de año y cumplir los compromisos con los acreedores. Significa evitar un nuevo default que nos mandaría al descenso como nación.
Estas circunstancias, lo que han transparentado es un enorme vacío de poder de un gobierno que ha sido puesto de rodillas por los mercados.
Como si fuera poco, luego del anuncio de Macri, Elisa Carrió reavivó la incertidumbre al "sostener" al Gobierno y pidió "impedir el eterno golpismo de los devaluacionistas". Por Twitter, la socia política de Macri también acusó al justicialismo de poner "en jaque la confianza en la Nación Argentina".
"Total aval de la Coalición Cívica al gobierno de Mauricio Macri. La oposición irresponsable del PJ está poniendo en jaque la confianza en la Nación Argentina. No obstante lo cual los argentinos vamos a revertir esto en el corto plazo", escribió "Lilita" en la red social.
Es evidente que el Presidente ha llegado a esta dramática instancia porque sus socios están vacíos de soluciones. Además, porque fue asistido por un equipo económico desarticulado. El mismo que él eligió para evitar “choques de egos”. Los caprichos de Macri de desistir de tener un ministro grande porque creía que manejar el país es lo mismo que SOCMA , ahora lo ha llevado a recurrir a la ayuda de Christine Lagarde.
Es como descender al pasado inmediato, plagado de zozobras. El futuro nos resulta adverso porque el presente es algo parecido a caminar por la cornisa, tratando de hacer equilibrio, pero sin encontrar la meta de tierra firme. No hay FMI nuevo como dice Dujovne. Es mas de lo mismo. Es el organismo internacional más implacable gobernado por lo más fuertes, aunque con caras más simpáticas. Macri deberá entender que los problemas no se pueden resolver tomando más y más deuda. Pedirle al Fondo más plata significa entregarle el timón de la nación para que venga el peor escenario: menos plata, una economía congelada, más pobreza y mayor dependencia. Tal vez sea el momento de sentar a todos los protagonistas de la vida nacional, como en su momento pidió Eduardo Duhalde, para construir un plan de largo plazo que nos haga perdurar como nación.Pero si el Gobierno sigue sin escuchar, el último que apague la luz...

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