Por Jorge Joury
Se trabajó a full el fin de semana en los despachos y a partir de hoy comenzarían a conocerse una batería de medidas que tienen que ver con los precios, el recorte de subsidios y frenar la fuga de divisas, entre otras.
No hubo pausa durante el fin de semana largo. Los funcionarios trabajaron a destajo en los despachos. Los analistas políticos ya hablan de 100 días clave hasta marzo. Dicen que ese es el plazo que le dio Cristina a Jorge Capitanich para enderezar el rumbo de la economía y así ella poder volver full time a retomar las riendas del poder. Por el momento, el jefe de gabinete será una suerte de presidente virtual, siempre bajo los dictados de la jefa de Estado, pero con poderes para hacer y deshacer rápidamente.
El chaqueño se juega además su futuro político. Sabe que si le van bien, será presidenciable para el 2015. Caso contrario, Cristina tendrá que volver a mover el banco en busca de otra alternativa. Mientras tanto, después de trabajar todo el fin de semana en contacto con Axel Kicillof y el equipo económico, se cree que a partir de hoy podrían comenzar a conocerse una nueva batería de medidas, parte de las 200 metas que se fijó el “Súper Coqui”, como hoy lo llaman.
El objetivo será frenar la inflación y detener la caída de las reservas. En los pasillos cercanos al poder se habla de recorte de subsidios, acuerdos de precios, mayores impuestos a bienes suntuarios, como el que se proyecta para los autos cuyo costo supera los 170 mil pesos, motos, aviones y embarcaciones de lujo; un plan de obras públicas de proporciones; medidas para contrarrestar la pérdida de competitividad de la economía argentina y un ajuste cambiario que se juzga impres- cindible, así como detener la sangría de dólares por la importación de energía. También se habla de la búsqueda de un esquema de precios escalonados para las naftas.
Algunas fuentes empresarias consultadas por AGENHOY sostienen que existen fuertes expectativas en que hoy durante la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción, haya algún adelanto de parte de Kicillof y Capitanich, quienes participarán del evento. Lo cierto es que ayer, en su habitual contacto con la prensa, Capitanich volvió a sorprender al anunciar la convocatoria al inicio del diálogo multipartidario para la semana próxima de dos representantes de la oposición, como lo son Mauricio Macri, líder del PRO y Antonio Bon- fatti, el gobernador de Santa Fe que responde a Hermes Binner.
También hay que decir que Capitanich acordó con empresarios tra- bajar en las cadenas de valor de las distintas industrias, prometió financiamiento para los sectores que más lo requieran y propuso nuevos acuerdos de precios. Como parte de la iniciativa para contrarrestar la inercia inflacionaria, el Gobierno también prepara una renovación del desacreditado Instituto Nacio- nal de Estadística y Censos (Indec), presentar un nuevo índice de precios más creíble y volver a la carga con el recorte de subsidios.
Se espera que además para mantener a raya la inflación y darles sentido a los acuerdos de precios, el Gobierno busque actuar sobre las paritarias, algo que ya deslizó entre sindicatos amigos. Aquí seguramente el camino ya observa una serie de escollos que habrá que sortear, como la intransigencia del camionero Hugo Moyano, quien ya metió presión manifestando que no va a aceptar cual- quier acuerdo “si no hay un beneficio real para los trabajadores”. Hay quienes sostienen que Moyano irá por un piso del 30% de aumento para poder equiparar el bolsillo de los trabajadores frente al impacto inflacionario, lo cual podría volver a disparar los precios, algo que el gobierno quiere evitar.
Nada es casualidad en la vida política de un país, sobre todo cuando se da un golpe de timón como el que estamos observando en lo más alto del poder. Lo que se comenta en Olivos, es que la primera dama articuló este cambio de frente, después de leer el mensaje de las urnas y asimiló que la cuestión económica fue determinante en la pérdida de votos de parte del oficialismo. Por eso el primero de noviembre se gestó la primera reunión con Capitanich. Allí la presidenta le pidió: “me tenés que acompañar para asegurar la continuidad del modelo, más allá del 2015”.
También hay quienes sostienen que la dupla Capitanich-Kicillof no se conformó de casualidad. El joven economista hizo dos viajes secretos al Chaco luego de aquel encuentro entre la Presidenta y el Gobernador en Olivos. Allí ambos se metieron de lleno en el laboratorio a plani- ficar una serie de medidas que se irán aplicando de aquí a fin de año. Lo cierto es que uno de los primeros objetivos está logrado, como es haber sacado de la tapa de los diarios y desdibujado el triunfo de Sergio Massa. La Presidenta ha conseguido en la última semana acaparar la tapa de los diarios a partir de su regreso efectivo y de los cambios en el Gabinete, principalmente con el alejamiento del polémico secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Lo principal ya comenzó: ordenar las piezas en el tablero económico y darle previsibilidad a los dos últimos años de gestión.
No hubo pausa durante el fin de semana largo. Los funcionarios trabajaron a destajo en los despachos. Los analistas políticos ya hablan de 100 días clave hasta marzo. Dicen que ese es el plazo que le dio Cristina a Jorge Capitanich para enderezar el rumbo de la economía y así ella poder volver full time a retomar las riendas del poder. Por el momento, el jefe de gabinete será una suerte de presidente virtual, siempre bajo los dictados de la jefa de Estado, pero con poderes para hacer y deshacer rápidamente.
El chaqueño se juega además su futuro político. Sabe que si le van bien, será presidenciable para el 2015. Caso contrario, Cristina tendrá que volver a mover el banco en busca de otra alternativa. Mientras tanto, después de trabajar todo el fin de semana en contacto con Axel Kicillof y el equipo económico, se cree que a partir de hoy podrían comenzar a conocerse una nueva batería de medidas, parte de las 200 metas que se fijó el “Súper Coqui”, como hoy lo llaman.
El objetivo será frenar la inflación y detener la caída de las reservas. En los pasillos cercanos al poder se habla de recorte de subsidios, acuerdos de precios, mayores impuestos a bienes suntuarios, como el que se proyecta para los autos cuyo costo supera los 170 mil pesos, motos, aviones y embarcaciones de lujo; un plan de obras públicas de proporciones; medidas para contrarrestar la pérdida de competitividad de la economía argentina y un ajuste cambiario que se juzga impres- cindible, así como detener la sangría de dólares por la importación de energía. También se habla de la búsqueda de un esquema de precios escalonados para las naftas.
Algunas fuentes empresarias consultadas por AGENHOY sostienen que existen fuertes expectativas en que hoy durante la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción, haya algún adelanto de parte de Kicillof y Capitanich, quienes participarán del evento. Lo cierto es que ayer, en su habitual contacto con la prensa, Capitanich volvió a sorprender al anunciar la convocatoria al inicio del diálogo multipartidario para la semana próxima de dos representantes de la oposición, como lo son Mauricio Macri, líder del PRO y Antonio Bon- fatti, el gobernador de Santa Fe que responde a Hermes Binner.
También hay que decir que Capitanich acordó con empresarios tra- bajar en las cadenas de valor de las distintas industrias, prometió financiamiento para los sectores que más lo requieran y propuso nuevos acuerdos de precios. Como parte de la iniciativa para contrarrestar la inercia inflacionaria, el Gobierno también prepara una renovación del desacreditado Instituto Nacio- nal de Estadística y Censos (Indec), presentar un nuevo índice de precios más creíble y volver a la carga con el recorte de subsidios.
Se espera que además para mantener a raya la inflación y darles sentido a los acuerdos de precios, el Gobierno busque actuar sobre las paritarias, algo que ya deslizó entre sindicatos amigos. Aquí seguramente el camino ya observa una serie de escollos que habrá que sortear, como la intransigencia del camionero Hugo Moyano, quien ya metió presión manifestando que no va a aceptar cual- quier acuerdo “si no hay un beneficio real para los trabajadores”. Hay quienes sostienen que Moyano irá por un piso del 30% de aumento para poder equiparar el bolsillo de los trabajadores frente al impacto inflacionario, lo cual podría volver a disparar los precios, algo que el gobierno quiere evitar.
Nada es casualidad en la vida política de un país, sobre todo cuando se da un golpe de timón como el que estamos observando en lo más alto del poder. Lo que se comenta en Olivos, es que la primera dama articuló este cambio de frente, después de leer el mensaje de las urnas y asimiló que la cuestión económica fue determinante en la pérdida de votos de parte del oficialismo. Por eso el primero de noviembre se gestó la primera reunión con Capitanich. Allí la presidenta le pidió: “me tenés que acompañar para asegurar la continuidad del modelo, más allá del 2015”.
También hay quienes sostienen que la dupla Capitanich-Kicillof no se conformó de casualidad. El joven economista hizo dos viajes secretos al Chaco luego de aquel encuentro entre la Presidenta y el Gobernador en Olivos. Allí ambos se metieron de lleno en el laboratorio a plani- ficar una serie de medidas que se irán aplicando de aquí a fin de año. Lo cierto es que uno de los primeros objetivos está logrado, como es haber sacado de la tapa de los diarios y desdibujado el triunfo de Sergio Massa. La Presidenta ha conseguido en la última semana acaparar la tapa de los diarios a partir de su regreso efectivo y de los cambios en el Gabinete, principalmente con el alejamiento del polémico secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Lo principal ya comenzó: ordenar las piezas en el tablero económico y darle previsibilidad a los dos últimos años de gestión.
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