martes, 29 de marzo de 2016

Ola de secuetros express: Vidal sospecha que es un nuevo mensaje de la Bonaerense


Primero, fue la cinematográfica Triple Fuga de los autores la masacre de General Rodríguez. Luego, una cadena de ataques casi sincronizados contra tres intendentes, incluído el de La Plata, Julio Garro. Y ahora, una ola de secuestros exprés en pocos días crean un marco de zozobra. Demasiadas coincidencias, vuelven  a instalar la sospecha de que detrás pueda esconderse un mensaje de la mafia policial. En el entorno del ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, no descartan que la denominada Maldita Policìa haya abierto nuevamente las puertas del infierno y desatado una escalada de secuestros en represalia por la reforma que el Gobierno pretende llevar adelante en la fuerza para erradicar la corrupción. No hay que olvidar, que hace pocas semanas uno de los hijos de Ritondo casi cae en la telaraña de un secuestro virtual.
En lo que va del año ya se produjeron 45 episodios de estas características en el área metropolitana. No obstante, también están en foco, una serie de robos violentos ocurridos en viviendas de La Plata, en su mayoría entraderas, donde las víctimas dieron cuenta que en lineas generales los malvivientes eran personas mayores de 40 años y experimentadas, por la forma en que se movían e impartían instrucciones.
UNA ESCALADA QUE HUELE MAL
A las primeras espadas de Ritondo les preocupa que en apenas cuatro días se desencadenaron una seguidilla de cinco secuestros extorsivos. Los episodios se sucedieron entre el domingo y el miércoles en la zona oeste del Conurbano y en el partido de Tres de Febrero, aunque el listado de casos sería aún más extenso. "Es como si pretendieran instalar una ola de miedo colectivo y dejar el mensaje que el GBA se ha convertido nuevamente en tierra de nadie", admitió una de las fuentes consultadas. El común denominador, es que en casi  todos estos hechos los familiares tuvieron que negociar y pagar un rescate a los captores para que las víctimas fueran liberadas. Uno de los casos más dramáticos tuvo por protagonista a un chico de 16 años, hijo de un comerciante, a quien los delincuentes arrojaron desde un auto en movimiento. En Adrogué otro joven evitó su secuestro arrojándose al piso y oponiendo tenaz resistencia. Reveló además que sus atacantes parecían policías por la metodología y el lenguaje que usaron. 
Las alarmas policiales sobre esta espinosa cuestión, comenzaron a dispararse el domingo 20 del corriente, cuando siete personas, integrantes de dos familias distintas, fueron secuestradas en un country de la localidad bonaerense de Tristán Suárez por una banda que liberó a uno de los padres para que fuera a Capital Federal a reunir los 50 mil dólares que se pagaron como rescate.
DESAFIARON LA VIGILANCIA
El múltiple secuestro extorsivo, que tuvo a dos parejas y tres niños de entre 2 y 5 años como víctimas, se inició en Cissab, un tradicional club de la comunidad judía ubicado en Blas Parera 1301, de la mencionada localidad del partido de Ezeiza, y terminó con el pagó del rescate en la autopista Ezeiza-Cañuelas y al menos tres secuestradores prófugos. Paradójicamente, el territorio donde se desencadenó esta verdadera pesadilla, es donde se desempeña como intendente el ex ministro de Seguridad de Scioli, Alejandro Granados. Algunos consideran que este episodio fue un mensaje mafioso para leer entre líneas. Además,  llama la atención la versatilidad delictiva de la banda, que desafiando los controles policiales se coló por alguna parte del cerco perimetral. Así llegaron a la casa donde amenazaron a las dos parejas con armas largas. Primero empezaron a desvalijar la propiedad, Pero, no conformes con el botín, los asaltantes decidieron arriesgar la variante del secuestro extorsivo exprés. Y secuestraron a las dos familias, las dos parejas y sus tres hijos, lo que en sí mismo pasó a ser un caso inédito. Las siete víctimas fueron subidas a la camioneta Ford Ranger de la familia invitada junto a los tres asaltantes. Todos salieron de ese modo por la puerta de ingreso del country, donde habitualmente el personal de seguridad privada revisa el interior de los vehículos cuando ingresan, pero no cuando egresan.
EL CORREDOR DEL DELITO
También el domingo, en Villa Urquiza, una joven y un amigo fueron secuestrados. El pago del rescate se concretó en Villa Madero, partido de La Matanza.
Al día siguiente, un padre, su hijo y su pareja fueron tomados como rehenes en Liniers. Los delincuentes liberaron al hombre y a la mujer pero retuvieron al niño, a quien abandonaron en Sáenz Peña, a la madrugada y en plena calle. Se llevaron entre 100 y 120 mil pesos.
Otro hecho ocurrió en Adrogué cuando una banda capturó a un empresario, a su hermano de 12 años y a su hijo de 2 años. Fueron liberados tras el pago de 14 mil dólares y 28 mil pesos.
Frente a esta mutación inquietante del delito, tanto la Policía Bonaerense y la Federal de la Ciudad de Buenos Aires trabajan por estas horas de manera conjunta para frenar los ataques. Ya tomaron nota que las bandas suelen pasar los límites de las jurisdicciones para secuestrar y liberar. Además, los investigadores están detrás de dos organizaciones especializadas que tendrían su radio de acción en la  zona sur, preferentemente en Banfield y Lomas de Zamora, así como en el Oeste, moviendose entre Morón, Castelar e Ituzaingó. Una de las fuentes consultadas admitió que "la modalidad casi siempre es similar. En general interceptan un vehículo de alta gama, dato que marca el poder adquisitivo de las víctimas y luego las privan de la libertad. Son violentos y van armados”. La suma de dinero que obtienen es menor, pero los delincuentes corren menos riesgo al estar en movimiento constante por calles y autopistas.
ESTADISTICA PREOCUPANTE
En lo que va de este año, se registraron  por lo menos 45 casos de secuestros exprés en el área metropolitana. La cifra salta de las fiscalías federales porteñas y del Gran Buenos Aires y entre jefes policiales de los departamentos judiciales de Quilmes, Lomas de Zamora, La Plata, San Martín, Morón, La Matanza, San Martín y San Isidro.
La mayoría de los secuestros exprés se registraron en el denominado "corredor oeste", formado por los partidos de La Matanza, Morón. Ituzaingó y Merlo, donde hubo 13 casos en los primeros dos meses y medio del año, y la zona comprendida por los partidos de San Martín, San Miguel, Hurlingham y Tres de Febrero, donde se registraron diez denuncias. Los 27 hechos restantes se repartieron en los partidos de Almirante Brown, Lomas de Zamora, Ezeiza, Quilmes, Avellaneda y La Plata, en la zona sur; en la Capital y en la zona norte del Gran Buenos Aires. También hay que decir que durante el último mes, el sector sur del conurbano sufrió un importante recrudecimiento de esta modalidad delictiva.
UN PLAN CON MAYOR TECNOLOGIA
Los ministerios de Seguridad de la Provincia y de la Ciudad, a cargo de Cristian Ritondo y Martín Ocampo respectivamente, se hallan abocados a implementar un plan para combatir este y otro tipo de delitos. Apuestan a la tecnología y las tareas de inteligencia conjunta de las fuerzas de seguridad. Se trata del AMBA, donde efectivos de la Policía Federal, la Metropolitana y la Bonaerense se concentran en controlar diez puntos clave de ingreso y egreso de la Ciudad. Con el nuevo presupuesto para la fuerza, tendrán patrulleros con un sistema de lectura de patentes y lectores biométricos con el sistema Morpho Touch, que permitirá detectar autos robados, con pedido de captura o sospechosos.
Los investigadores no creen en las coincidencias. Sí, en la mutación permanente del delito, que se recicla temporariamente para seguir recaudando mediante la sorpresa. De todas maneras, el momento elegido para los secuestros exprés, en medio de la reforma policial que quiere imprementar el gobierno bonaerense, es un dato a tener en cuenta. Siempre está latente la sospecha de un nuevo coletazo de la Maldita Policía.

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