martes, 8 de noviembre de 2016

La inquietante sospecha de la complicidad policial detrás del doble crimen de Gorina

En mis tiempos de editor, no permitía en la redacción del diario que ningún caso resonante quede en el olvido. Le hacíamos un seguimiento para mantener el tema caliente y obligar a su esclarecimiento. Pero las cosas han cambiado. Pese a ser uno de los hechos más espeluznantes que conmueven a la región, pasaron casi 40 días y ya casi nadie habla del asesinato del cirujano plástico platense, Guillermo Luna (65) y su esposa, la cosmetóloga Laura Favre (42)


Nada se sabe tampoco de la pareja prófuga sospechada por el sangriento caso. A la policía Flavia Silvana Rodríguez (32) y Ariel Maydana(39) es como si se los hubiera tragado la tierra. Por estas horas, una de las hipótesis que se barajan en medios confiables, es que ambos podrían estar resguardados detrás del escudo de la denominada "maldita policía". Hubo más de una docena de allanamientos, principalmente en viviendas ubicadas las afueras de la ciudad y en campos vecinos. Se peinaron llamadas telefónicas, se secuestraron documentos clave que prueban la relación de ambas parejas, pero todo misteriosamente se estancó y el caso desapareció de la tapa de los diarios. Es como si una espesa niebla impidiese descorrer el velo para desatar el paquete de enigmas de lo ocurrido la noche del 22 de agosto pasado en un descampado de Gorina. 
Como se sabe, los cuerpos de Luna y Favre fueron baleados en el interior de una camioneta  que apareció chocada y con las luces encendidas contra un poste en las calles 490 entre 136 y 137. En el interior de ese vehículo los peritos encontraron  vainas servidas calibre 45 y confirmaron lo que se sospechaba desde el primer día, es decir que el drama se desencadenó en ese habitáculo y se precipitó por razones que aún no están claras, pero que permiten establecer que hubo una lucha y se produjeron los disparos. Tampoco se descarta la posibilidad de una tercera persona en la escena del crimen, que con un vehículo de apoyo ayudó a escapar a los criminales. El caso está lleno de condimentos y más allá de la hipótesis de una venganza por cuestiones de intereses, también sobrevuela la sospecha de la droga. Hay quienes sostienen que el día del hecho, siete kilos de cocaína viajaban en el baúl de la camioneta, sin que las víctimas supiesen. Sin embargo, no se encontraron rastros, pero nada se descarta.
UNIFORMANDO COMPLICIDADES DE PESO
Entre las dudas que barajan en el Ministerio de Seguridad, se encuentra  la pregunta recurrente de que los fugitivos se estén moviendo con protección policial." No pueden permanecer tanto tiempo ocultos sin ayuda. Eso cuesta mucha plata y requiere de un anillo de protección. Creemos que no han abandonado el país, pero no lo descartamos. Es probable que Silvana Rodríguez, en su carácter de policía cuente con la ayuda de algún grupo de uniformados involucrados en asuntos oscuros y resentidos con la purga que se ha hecho en la fuerza", comentó una fuente confiable. El mismo informante no descartó que lo que se buscaría es "sembrar la sensación de impunidad, como parte de un plan para demostrar la vigencia de la maldita policía".
Lo último que se sabe del caso, es que Alejandro Vara, el defensor de los prófugos se notificó como tal ante la fiscal Leila Aguilar y  pidió  garantías de seguridad para que la pareja se entregue a la justicia. Pero de allí a hoy, no hubo avances en la investigación. Rodríguez y Maydana huyeron el mismo día en el que se cometieron los crímenes y sobre ellos pesa un pedido de captura a nivel nacional e internacional.
“Estos chicos no quieren ni arresto domiciliario, ni incorporación al régimen de testigo protegido, lo único que pretenden es estar alojados en un lugar de detención donde se garantice su integridad y la de su núcleo familiar”, dijo Vara luego de presentarse ante la fiscal de la causa. Aseguró que, “básicamente, ellos están prófugos porque entienden que no están dadas las condiciones de seguridad para presentarse”. Además, mencionó que sus clientes “han sido amenazados y sus padres también”.
ENTRE LA DROGA Y SIMPSON
También, se dieron a conocer dos audios de Whattsapp que Maydana le envió al abogado Vara para explicarle su relación con el fallecido Luna y negar su participación en el negocio de drogas, versión que había circulado y su relación con los asesinatos. El prófugo mencionó en los audios “el temor que le manifestó Luna en su momento por su seguridad”. Hay que decir que Maydana y Rodríguez eran amigos del matrimonio asesinado y hasta habían compartido vacaciones el último verano, pero el hallazgo de sus huellas dactilares en la camioneta Kia Sorento negra, patente HRK 440, en la que fueron encontradas las víctimas como otras evidencias que los comprometen, llevaron a que la fiscal Aguilar los acusara. La oficial de policía Rodríguez  antes de desaparecer denunció que no iba a ir a trabajar a la comisaría de Gonnet, donde cumplía funciones, porque le habían robado el arma reglamentaria y estaba amenazada de muerte por un ex barrabrava conocido como "El Simpson" y presuntamente vinculado al tráfico de drogas.
La cosmetóloga Favre y Luna se encontraban en pareja desde hacía casi 20 años, tenían una hija de 16 y trabajaban en dos clínicas de estética que dirigía el cirujano, una en el barrio porteño de Recoleta y la otra en la ciudad de La Plata. La sospecha de una venganza por una cuestión de intereses, es la principal carta de los investigadores, quienes sondearon a fondo en las vidas de los protagonistas de esta oscura historia. Pocas horas después del hallazgo de los cuerpos se  supo que el cirujano Guillermo Luna había estado detenido,  acusado por una estafa al Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA). 
EL "LOGATE" DE LUNA
Fue por el caso conocido como "Lolagate" que estalló en el 2001, a raíz de una denuncia por mala praxis radicada por una sargento de la Bonaerense cuando comenzaron los sobresaltos para Luna. La mujer acudió a la justicia para demandar a los cirujanos que le habían colocado unos implantes de siliconas que se le reventaron. Esa fue la punta de un ovillo que permitió descubrir una maniobra fraudulenta por una suma millonaria. 
Se ventiló entonces que los médicos habían fraguado la historia clínica de la paciente, para hacer pasar la operación por una de várices laterales. El motivo era la colocación de implantes mamarios que no eran reconocidos por la obra social mencionada. Con la incorporación de certificados médicos falsos, obtuvieron la autorización del IOMA y pudieron facturar la operación estética. Allí fue cuando se destapó la gran olla y se descubrió que unas 190 mujeres pertenecientes a la Policía bonaerense, al Servicio Penitenciario y a la administración pública, todas afiliadas al IOMA, se habían sometido a intervenciones como implantes de siliconas a liftings. En todos los casos fueron facturadas a la obra social como operaciones de várices, tumores o hernias. Las intervenciones se realizaban en diferentes centros médicos de La Plata. Allí fue que Guillermo Luna, junto a otros cinco cirujanos y anestesistas, fueron imputados por la Justicia por los delitos de "fraude en perjuicio de la administración pública y estafas". Luna estuvo detenido durante el 2001, hasta que fue beneficiado por una excarcelación extraordinaria y se le concedió una probation. 
UNA CUESTION DE INTERESES EN LA MIRA
Los antecedentes penales plantearon la hipótesis de que los asesinatos de Luna y su mujer, fueran una venganza vinculada con la causa judicial. Sin embargo, la fiscal que investiga el doble homicidio, Leyla Aguilar apuntaría más a una cuestión de una gruesa suma dinero en juego, aunque no perdería de vista otros oscuros entretelones.
Los antecedentes de Maydana conspiran en su contra. Se lo menciona como prestamista, vendedor de celulares y supuesto ñoqui de la actual gestión municipal platense, debido a su vinculo con el director de Nocturnidad, quien a su vez era amigo de larga data de Guillermo Luna. Algunos concejales de la oposición plantearon que las autoridades comunales deberían aportar datos sobre la relación del funcionario con Maydana y su mujer. Antes de profugarse, Maydana y su mujer, lo último que hicieron fue dejarle su beba de 5 meses a la abuela materna. La mujer aseguró a las autoridades ignorar dónde se encuentra la pareja. ¿Que madre se desprende de su hijo de esta manera, sino tiene una razón de peso para huír?, se preguntó uno de los investigadores.
A esta altura de la investigación, todo indicaría que Luna y el prófugo Maydana podrían haber manejado una "mesa de dinero", en la cual el primero aportaba el efectivo y el segundo conseguía los clientes, armaba los préstamos y cobraba los intereses. Alguna moneda habría quedado por el camino . Un amigo de ambos declaró en la causa que, al parecer Luna le reclamaba a Maydana una deuda millonaria. Ese pudo haber sido uno de los  detonantes del drama, pero aún hay espacio para el asombro.

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