lunes, 5 de diciembre de 2016

Macri se puso un 8 en la gestión, pero economía tendrá que rendirla en marzo

Mostrando una sonrisa de dos plazas ante un grupo de periodistas, un Mauricio Macri exultante, se puso un 8 para puntuar sus primeros doce meses de gobierno. La calificación resulta marcadamente generosa, si se tiene en cuenta que la situación económica muestra aún una baliza roja titilando, mucha gente la está pasando mal y las expectativas sobre un posible despegue se postergaron sin demasiada euforia para marzo


Los sectores empresarios observan que las coincidencias que tenían con los candidatos el año pasado, sobre la necesidad de llevar adelante políticas de Estado y de largo plazo, no se cumplen. Todo vuelve a quedar supeditado a las elecciones del año que viene. Nadie duda, que el Presidente tomó un enfermo con 39 grados de fiebre, pero lo llevó a 41. Entonces, el 8 no es la nota adecuada, para calificar a un alumno que prometió pobreza cero y terminó eligiendo el camino de la devaluación, la inflación, recesión, tarifazos y 130 mil despidos, generando casi un millón y medio de pobres más. 
Ahora el jefe del PRO se apresta a dar los últimos pasos de un 2016 extenuante y duro. Ha ganado en gobernabilidad, pero enfrenta un diciembre cargado de las tensiones propias de fin de año. Después de un retiro espiritual frente al mar, donde oxigenó y sacudió el polvo de los uniformes de sus generales, la lista de exigencias para los 22 ministros de la súper estructura estatal, se amplió en la búsqueda de resultados. Resultados, fue la palabra que más atronó en los acantilados de Chapadmalal.
Frente al mar, hubo más que nada, un ajuste de tuercas y definición de objetivos. Para Cambiemos se termina un primer período caliente plagado de reclamos sindicales, de las quejas de las organizaciones sociales, de los piqueteros y trabajadores informales. El clamor es unánime: todos quieren más plata. Para lograr un brindis en paz, el Gobierno entonces debió olvidarse de la prolijidad de las cuentas públicas, abrir la billetera y volcar 20 mil millones de pesos para aplacar el malhumor social. Jubilados y beneficiarios de planes oficiales tendrán un plus para sidra y pan dulce y un 70% de los trabajadores privados recibirán un bono extra en busca de compensar los estragos que provocó la inflación. Sin embargo, todo es poco, porque al grueso de la gente no le alcanza para vivir. Ahora, los hombres del Presidente tendrán el enorme desafío de poner la rueda de la economía en marcha. Los tiempos, urgen. 
UNA DESPROLIJIDAD MANIFIESTA
Y por si algo faltaba para que el Presidente termine lejos del 8 que se puso en la nota de gestión del primer año, tomó una determinación que lo mandó al pasto.Volvió a convertir al Congreso en una escribanía. La decisión de modificar por decreto, cuatro meses después de haber promulgado la ley de Sinceramiento Fiscal y habilitar al blanqueo de capitales a familiares de funcionarios, desató una tormenta. Los cuestionamientos, brotaron de todo el arco opositor y por los propios aliados de Cambiemos como la UCRy la CC. 
Los diputados del FPV aprovecharon el dislate presidencial y presentaron una denuncia penal por abuso de autoridad. Allí sostienen que se viola"la voluntad expresa del legislador" y se abre la sospecha sobre la intención de favorecer a los funcionarios macristas y a sus familiares investigados por evasión mediante empresas offshore en paraísos fiscales. Pese a que la ley aprobada en el Parlamento lo prohibía expresamente, la nueva decisión de Macri vía decretazo favorece -entre otros- a Franco, su padre y la cabeza visible de la fortuna familiar del Presidente.
CON LA CABEZA PUESTA EN EL 2017
El año electoral está a punto de abrir sus puertas y el oficialismo, si tiene en mente la reelección, está obligado a jugar con ímpetu por la punta del campeonato, pero debe ser más prolijo y cauto. Si quiere una buena perfomance, debe apuntar como prioridad uno en mejorar los desgastados bolsillos de la gente. Vapuleado tanto por derecha y por izquierda, por la manera de dirigir la economía, el camino del medio elegido por el jefe del PRO se presenta como sinuoso y rodeado de precipicios. Macri no está en condiciones de hacer un ajuste severo del gasto fiscal, como le tiran de la manga los liberales. Ni tampoco podría como le pide la izquierda, seguir emitiendo sin respaldo de dólares, aunque éstos sean, como ocurre ahora, producto de créditos. 
Algunos señalan que el Presidente cometió un grave error. Enfrió la economía y después esperó que lloviera la recuperación por el solo hecho de ser Macri y venir del mundo empresario. Pero esa ecuación le falló. Los poderosos le dieron la espalda y ahora debe ponerle el pecho a los embates de la oposición.
Esperar que la situación repunte con base en un shock de expectativas, sin un plan integral de acuerdo con la clase política en general, es esperar que la economía resucite por arte de magia, algo que no va a suceder. Ello favorece que Sergio Massa, se aproveche de las defensas bajas de los hombres de Alfonso Prat Gay y acorrale al jefe de Estado, recordándole promesas incumplidas de campaña. Lo pone contra la pared en el Parlamento con medidas muy esperadas por los trabajadores como el impuesto a las ganancias. El líder del Frente Renovador cuenta  como cabeza visible de su escudería, con un alfil de lujo, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna. Es el que le patea el tablero a la Casa Rosada. Y en la medida que avance el reloj electoral, lloverán más dardos envenenados de su procedencia.
LAVAGNA Y ARROYO CON EL LATIGO
Massa le sugirió a Lavagna que pegue por donde más le  duele al macrismo. El padre del desendeudamiento alertó que si el país sigue tomando créditos a semejante velocidad, la economía puede colapsar y llegar a una situación similar a la del 2001. Lo que más caló hondo, es que comparó a la actual gestión con la de los gobiernos militares y el menenismo. Pero no es el único, Daniel Arroyo, el ex ministro de Desarrollo Social, disparó con munición gruesa en la misma dirección, aunque con otros condimentos. Señaló que : "Estamos ante un fenómeno de implosión social, de mucha gente que revienta para adentro. Hay mucha violencia contenida y tensión en los barrios", al tiempo que remarcó que "hace falta una escalada brutal en la obra pública para que se generen miles de puestos de trabajo".


El dirigente del Frente Renovador aseguró que le parece un "logro" que "el  Gobierno reconozca que estamos en emergencia social", aunque aclaró que es evidente que "hay un parate fuerte de la actividad económica y aumento de la pobreza". "Discutir un salario social en Argentina es una buena cosa. Hay que volcar recurso rápidamente para mover el mercado interno, sino vamos a estar como ahora, con mucha gente parada, con poca plata y endeudada", consideró.
PEÑA DEVUELVE GENTILEZAS
Macri recibe los golpes, pero no da el brazo a torcer y se mete en el juego. Se reunió con Lavagna en Olivos, escuchó sus consejos, pero no está dispuesto a dar un golpe de timón en la economía. Menos, en la despedida de un diciembre que como todos los años llega con el fantasma de los saqueos en la bolsa de las sorpresa.Por eso lo mandó a Marcos Peña, su jefe de Gabinete a bajarle el precio y recordarle con cierta malicia a la opinión pública que Lavagna cuando le tocó ponerse al frente del Ministerio de Economía, su antecesor, el platense Jorge Remes Lenicov, ya había hecho casi todo el ajuste, incluida la salida de la Convertibilidad. Dejó en claro que al asesor estrella de Massa,  le tocaron las mieles de una etapa de fuerte crecimiento, de la mano de un dólar competitivo y el auge de los commodities, en especial la soja. El ministro pudo así cumplir sin contratiempos con la histórica decisión de Néstor Kirchner de cancelar la deuda con el FMI en una sola operación y desligarse de la presión de ser monitoreado por el organismo multilateral.
MORENO ES UN VOLCAN EN ERUPCION
En lo que tiene que ver con la temperatura en el conurbano profundo, los temores no están del todo disipados. A la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, que dialoga y contiene permanentemente a las organizaciones barriales, le han advertido que en Moreno la preocupación es constante. No hay que olvidar que en 1989 y en el 2001, ese distrito de 600 mil habitantes, fue epicentro de los saqueos. Hoy es el segundo más pobre de la Provincia por arriba de Mar del Plata. Y otro dato inquietante es que de 42 comedores escolares, se fue a 100. Y además, como consecuencia de la crisis cerraron un centenar de comercios y las changas desaparecieron por la paralización en el rubro de la construcción.
Frente a este escenario, desde el Estado se proyecta un combo de medidas de seguridad en las zonas más calientes y con antecedentes críticos.El Ministerio de Energía también define un plan de contingencia para intervenir frente a eventuales apagones prolongados.El radar del Gobierno está focalizado en algunos puntos de GBA, el gran Rosario y  zonas puntuales de Tucumán. Se teme del factor narco, desbordes en el pasado reciente o escenarios sociales complejos. También se supo de una resolución de la Policía Federal, que suspendió todas las licencias anuales de oficiales superiores y jefes hasta nueva orden. El dato se interpretó como un indicio temerario, pero desde el oficialismo le quitaron visos dramáticos al señalarse que no se detectan hipótesis de conflicto. En la Provincia, la gobernadora María Eugenia Vidal ordenó ponerle el ojo a los más de dos mil policias apartados de la fuerza. Teme que puedan tomarse revancha.
LA CONSTRUCCION EN PICADA
En lo que tiene que ver con los indicadores económicos, la preocupación es grande. En el campo de la construcción, según el último informe del INDEC, la actividad cayó el 13,1% en septiembre, frente al mismo período del año pasado. En nueve meses, acumula una merma del 12,8%. Los primeros perjudicados fueron los trabajadores. Los números oficiales señalan que el empleo registrado en el sector pasó de 453.605 en agosto del año pasado a los 392.517 actuales. Quiere decir que se perdieron 61.008 puestos de trabajo. El secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, calculó que a ese número hay que sumarle unos 20 mil monotributistas, contratistas y cuentapropistas que quedaron desempleados. El Gobierno también equivocó el camino, en este campo. Tomó una polémica decisión que lo llevó a un callejón sin salida. Nuevamente paralizó la obra pública, que recién había tomado ímpetu a fines del invierno. El objetivo fue puramente fiscal, es decir planchar el gasto  en los últimos meses para evitar que el año cierre con mayor desequilibrio presupuestario. También hay que decir que por primera vez, el sector automotor no fue el ancla de la industria, aunque cayó 19,1%. Esta vez el rubro del tabaco cayó un 26,95, mientras que el bloque textil descendió un 26,7%. 
EL CONSUMO POR EL PISO
Pero lo que más preocupa a los expertos es que la producción de alimentos, altamente competitiva, siga cayendo. Esta vez bajó 3,5. Ello prueba, según una encuesta, que 8 de cada 10 argentinos redujeron el consumo durante el año. Al fenómeno que sólo aparece en momentos de crisis económica, se lo denomina "de a puchitos". Allí el cliente aumenta su frecuencia de concurrencia al supermercado, pero al mismo tiempo, achica las compras que realiza. Un estudio presentado por Juan Manuel Primbas, director para el Cono Sur de Kantar World Panel, plantea que la situación del actual del consumo es preocupante. Mirando el el corto plazo, "hay pocas señales de mejora". No obstante, según una encuesta realizada por American Express, el 75% de los consumidores están esperanzados en relación al futuro."No estamos bien, pero vamos a estar mejor", piensan hoy los argentinos.
Otro de los temas que encienden las alarmas es el desempleo en los jóvenes de 15 a 24 años, que creció del 19 al 26,4% en el segundo trimestre, frente al mismo período del año pasado. Son varios puntos más de lo que avanzó la desocupación a nivel general.De acuerdo a un estudio del Centro de Investigación para los Trabajadores CITRA-Conicet que funciona en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UME), los jóvenes más afectados son los que no terminaron la secundaria y en particular las mujeres. 
Resumiendo de cara al futuro, es probable que Macri acepte finalmente ceder ante los planteos de la oposición, para amortiguar el peso de Ganancias. Días pasados el Presidente destiló optimismo señalando que "diciembre es un mes maravilloso en la vida de los argentinos y para el reencuentro de la familia". El mensaje encierra optimismo, pero la candidez no puede suplantar a la cara adusta de la realidad. Sobre todo, en un país donde diciembre ha quedado etiquetado como el mes del estallido. Aunque no estemos al límite como otras veces, siempre es conveniente mantenerse con la guardia en alto.

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