martes, 7 de marzo de 2017

Con su tropa golpeada, Macri encara las más fuertes turbulencias de su gestión

Las organizaciones sindicales y el peronismo huelen que Mauricio Macri está bajo de defensas. Y se aprestan a darle un sacudón que le quite el sueño. La movilización del martes, será el preludio de un seguro paro nacional proyectado para fines de marzo. Es el primero que sufrirá el Presidente y que por tratarse de un año electoral, se lo lee como la manera más drástica de marcarle la cancha y anunciarle que el crédito de la central obrera se terminó


En su discurso en el Congreso, de evidente tono electoral, el Presidente dejó flancos abiertos para la crítica. Se lo hizo saber la pensadora, Beatriz Sarlo. La escritora le entró por el lado más sensible, después de señalar que la alocución fue de muy baja densidad. " Macri repite la idea de pobreza cero, cuando eso no existe.Es como abrir una embajada en Júpiter. Alemania no tiene pobreza cero. Los países miden su pobreza respecto a sus ideales de buena vida, razonable, igualitaria o de la que fuera. Macri no necesita consejo, pero sería momento de dejarlo caer, porque ya no está en campaña presidencial.Debería dar indicadores objetivos de cuales son sus metas a alcanzar. Definir qué es pobreza y decir que piensa reducir la pobreza en cuanto al uso del agua, a la vivienda, en tantos puntos", ejemplificó la destacada intelectual. 
Aunque Macri haya intentado enfervorizar a su tropa con un relato optimista de sus logros, señalando además que lo mejor esta por venir y que vamos hacia el país ideal, sus aspiraciones están lejos de la realidad. Unir a los argentinos y dejar atrás la grieta, no se logra con la confrontación, como lo hizo el jefe de Estado, menos ironizando con las amenazas a Baradel, que es como mojarle la oreja a los docentes. Macri si quiere pacificar y ponerse el traje de estadista, primero tiene que bajarse del ring, más aún cuando los tarifazos, los despidos, la falta de empleo y el retaceo que se hace de los aumentos salariales en paritarias, son motivos más que suficientes para que el movimiento obrero, después de un año de tregua, se tizne la cara con pintura de guerra. 
PROMETEN UNA MOVILIZACION HISTORICA
Desde la CGT, se promete para el martes "una jornada histórica", colmando la Plaza de Mayo.No solo el sector sindical pondrá toda la carne en el asador, sino que los intendentes aportarán lo suyo. Según lo acordado en la última reunión del PJ, los caciques del conurbano sumarán a sus históricos ejércitos a la protesta. Será una forma de demostrar que el peronismo está vivo. También se incorporará el tridente de San Cayetano, tal como se conoce a los movimientos sociales que organizaron la multitudinaria movilización por el patrono del trabajo el año pasado."Compartimos el diagnóstico que nos presentó la CGT y es por eso que vamos a acompañar", prometieron los dirigentes con el titular del Movimiento Evita, Emilio Pérsico a la cabeza, en su visita a la sede de Azopardo.
En la previa, la  CGT  inundará las calles con un afiche que engloba en la convocatoria los costados más sensibles del andamiaje social: " a los abuelos, por la defensa del sistema previsional; a nuestros hijos por la defensa de la seguridad social; a nuestros nietos por la defensa de la educación y por nuestra industria nacional, porque defendemos la producción nacional". La CGT regional La Plata, Berisso y Ensenada, también anunció que más de 80 organizaciones sindicales manifestaron que se sumarán a la  marcha el próximo martes.
LA EPIDEMIA DE DESEMPLEADOS
Con casi 130 mil empleos formales pedidos el año pasado y reconocidos por el Indec, que podrían extenderse a 400 mil si se toman en cuenta los puestos informales y el cierre de 5 mil empresas, es difícil que haya alguien que no conozca a un nuevo desempleado. Ya sea que se trate de algún familiar, amigo, vecino o conocido. Si algo no se puede negar, es que la destrucción de puestos de trabajo fue una constante durante el primer año de Cambiemos y las perspectivas acerca de una recuperación del mercado para este 2017 continúan siendo negativas.
No es una reflexión antojadiza. Lo marcan las encuestas como la del Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (Cetyd) e Ibarómetro, que  señalan que seis de cada diez consultados conocen a alguien que perdió su empleo en los últimos meses y siete consideran tener bajas posibilidades de obtener un buen trabajo. Frente a este escenario, la convocatoria de la CGT para el martes tiene un escenario propicio para ganar masividad. El Gobierno lo intuye y por eso decidió salir a confrontar con los sindicalistas.
INSTALAR LA IDEA DE UN PARO POLITICO
 El propio jefe de Gabinete, Marcos Peña aseguró que "no sabemos de razones objetivas para convocar a un paro".El oficialismo trazó la misma estrategia que frente a la huelga docente: mostrar disposición al diálogo e instalar la idea de que la CGT persigue un objetivo político. Peña se aferró al libreto de que "esperamos que el año electoral no altere la vocación de diálogo, porque sería muy malo para este proceso de recuperación económica, generación de trabajo y de salir adelante para un país que necesita que todos tiremos para un mismo lado". También reclamó "honestidad intelectual, compromiso con la recuperación y el crecimiento" y agregó que "durante los últimos siete meses creció la generación de nuevos empleos". El triunvirato de la CGT en pleno, le salió con los tapones de punta. "Si los llegan a escuchar todos los desocupados, que cada día son más, van a creer que este es el gabinete de otro país y se van a querer ir de la Argentina para pedirle trabajo a este hombre. La verdad, es que están mintiendo, porque lo que realmente sucede, es otra cosa. No pueden venir con números ficticios porque la realidad es que se cierran empresas, le está yendo mal a todo el mundo y no es lógico que se afirme que se estén generando puestos de trabajo". El propio Macri, al abrir las sesiones ordinarias en el Congreso, eludió hablar de la economía y de planes concretos para el futuro, dejando así un costado propicio para que la oposición pegara donde más le duele.
LA CAMPAÑA DEL "NO AFLOJEMOS"
Macri sabe que su tropa está baja de defensas, tal es así que al día siguiente de utilizar la Asamblea Legislativa para dar comienzo a la disputa electoral lanzó a través de las redes sociales una campaña con el hashtag # "No aflojemos", sosteniendo un cartel escrito a mano con esa consigna (foto). De esa manera convocó a la ciudadanía a adherir y mandar su propia foto apoyando al Gobierno. Fue la misma frase que utilizó el miércoles pasado durante el discurso de apertura de las sesiones, en donde aseguró que durante sus recorridas por el interior del país, las personas supuestamente le piden: "no aflojes Mauricio". 
El Presidente, además mantuvo una reunión de gabinete ampliado. Fue con las primeras, segundas, terceras y hasta cuartas líneas de funcionarios nacionales, provinciales y distritales. Comentan que allí también hablaron a los asistentes la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete Marcos Peña; el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. La charla, que se extendió por una hora y media, fue de carácter motivacional y tuvo como principal eje la necesidad de "no volver a cometer errores" en un año electoral, donde la gran batalla será en la provincia de Buenos Aires.
LA SONRISA DE MANDELA PARA ENCONTRAR RESPUESTAS


Al cerrar el cónclave, Macri se dirigió hacia una tropa golpeada por los últimos traspiés de la gestión y buscó levantar el ánimo con un discurso positivo, sin menciones a las problemáticas de la agenda interna de cada gobierno. El Presidente, en un gesto de fortaleza política dijo que "liderar es transmitir la esperanza" y sugirió "canalizar el enojo para hacer más". En esa línea, les recomendó el libro "La sonrisa de Mandela". "Cada vez que yo quiero matar a alguien, agarro el librito y digo a ver Mandela cómo hiciste la puta madre’", ejemplificó Macri, en tono de broma.


Macri no aludió específicamente al kirchnerismo, pero sí hizo mención indirecta a la "pesada herencia". "Hay gente que celebra que le regalaron cosas, pero nosotros estamos para decirles que les regalaron presente, pero les robaron futuro. Les anularon la posibilidad de construirlo", aseguró. Y luego se lamentó: "Lo peor que logra el populismo es la resignación y conformarse a no tener cloaca pero si un plasma". En otra parte de su arenga, Macri llamó a recuperar el contacto "con la realidad", a través de timbreos y otras formas de acercarse a la gente. En ese sentido, dijeron: "Cuando nos volvemos racionales, fríos y tecnócratas, nos ponemos distantes. Hay que estar conectados con esa misión de ser la generación que cambie la historia del país". Y añadieron un mensaje bien concreto: "Este es un año electoral, nos jugamos la vida". Con el arranque de marzo, definitivamente, la campaña empezó para el PRO.
LA SOMBRA DE CFK SIEMPRE PRESENTE
Al finalizar la reunión, el  jefe de Gabinete, Marcos Peña fue consultado sobre el pedido que Cristina Kirchner le hizo a sus seguidores para que participen de la movilización del martes, el mismo día que ella tiene que declarar ante el juez federal Claudio Bonadio en el marco de la causa "Los Sauces". El funcionario respondió: "La ex presidenta se va a sumar a todo aquello que haga fracasar el cambio, lo hace desde el 10 de diciembre de 2015 hasta la fecha militantemente. Sabemos que es así y que su sector lo plantea así".


 En mucho tiempo, es la primera vez que desde el PRO hacen referencia a la ex presidenta públicamente. "Tienen que volver a la grieta, que les ha funcionado", sostienen fuentes vinculadas a la oposición que aseguran que la imagen de Cristina creció en sondeos recientes, en parte, por el debilitamiento de la figura presidencial a raíz de las múltiples causas judiciales en las que se ha visto involucrado Macri. Mejor ahora que tarde, la cumbre de Gabinete ampliado le sirvió a Cambiemos para volver a las fuentes. Deben cargar pilas y tomar impulso. Prepararse para un año clave, donde el peronismo, paradójicamente, ha vuelto a crecer por obra y gracia de los desaciertos del Gobierno.

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