Por Jorge Joury
Cristina ya empezó a armar su plan re-re. La presidenta de la Nación, que este martes cumple 60 años, esconde bajo siete llaves su proyecto, que tiene cuatro ejes dominantes. Los observadores políticos señalan que la puntada inicial CFK la dará el primero de marzo. Ese día inaugurará la Asamblea Legislativa en el Congreso y el objetivo es plantear la radiografía de la gestión para este año. La reforma judicial, que ya ingresó en el Congreso, es uno de los escalones más importantes de la pirámide. El gobierno nacional busca equiparar a los jueces con el resto de los ciudadanos. Espera que paguen como buenos cristianos, el impuesto a las ganancias y que rindan examen cada 5 años para revalidar sus cargos.
Otro de los frentes fundamentales es desmembrar al grupo Clarín, a través de la Ley de Medios, una de las obsesiones de Cristina, norma que se encuentra trabada en la Cámara Civil y Comercial. Pero la estocada fundamental, con la que la Presidenta piensa descolocar a la oposición carente de iniciativas, tiene que ver con la economía. La prolongación del congelamiento de precios es la piedra basal del plan, para mantener intacto el poder adquisitivo del pueblo en un año electoral donde el humor social es vital para ganar la contienda. La economía es lo que más preocupa a la jefa de Estado, porque tiene en claro que es el bolsillo de la gente es el órgano más sensible. Además, controlando la inflación, dejaría a los adversarios sin el principal argumento por donde hoy la atacan y le entran con fiereza.
Algunos hablan de un cambio de moneda.¿Será el Federal?.Suena con insistencia el rumor de algo similar al Plan Austral, que le permitió al gobierno de Alfonsín evitar la disparada de precios. Para quienes recorren a diario los pasillos de la Rosada, sostienen y juran que por este costado Cristina arma su estrategia para dar la madre de las batallas en las legislativas, para mantener de esta manera la mayoría en el Congreso y lograr así que se apruebe una reforma constitucional que le permita transitar por un tercer mandato.
Voceros dignos de crédito señalan que sin hacer olas, la jefa de Estado ha recibido en los últimos tiempos los consejos de numerosos economistas de primera línea que pasaron por Balcarce 54 adejar sus carpetas. Entre las propuestas figura la manera de acomodar el dólar para colocar al país como más competitivo a los ojos del mundo y de esta forma conformar a los sojeros que hoy no quieren vender, porque con las retenciones van a percibir el equivalente a un dólar de $3,50.
También hay que armar una estrategia con las paritarias, para que no se disparen los costos laborales para los empresarios y terminen transfiriéndolos a las góndolas. Pero además dentro de los objetivos, está la preservación del poder adquisitivo de los trabajadores. Hay que conciliar todo en un mix vigoroso que requiere de entendimientos y mucha muñeca con los sectores sindicales, hoy agitados por un Moyano que ya se prueba el traje de candidato para el 2015, con partido propio a estrenar este año en las legislativas. Hugo tiene un proyecto político y se mira en el espejo de Lula, quien antes de llegar a la presidencia perdió tres elecciones consecutivas, sostienen sus allegados.
Pero hoy por hoy, la verdad es que el jefe de los Camioneros no tiene garantizado ni siquiera el apoyo de los gremios. Muchos permanecen hoy encapsulados en el kirchnerismo. Otros apuestan a Daniel Scioli, a Sergio Massa o también al cordobés Juan Manuel de la Sota. Son los únicos sobrevivientes de la política, además de representar opciones no confrontativas. Hay que reconocer que hoy son mirados con simpatía, sobre todo por la clase media, que se ve en ellos representada.
Pero vayamos a lo que se cocina en intramuros para lo inmediato. Hay quienes sostienen con insistencia lo que adelantamos por diciembre desde esta columna. Tiene que ver con el primer aniversario de la tragedia de Once, que se cumple el próximo viernes. Más allá de la elevación de la causa a juicio oral, lo que perjudicará a ex funcionarios y empresarios allegados al poder, se cocina a fuego lento la eventual estatización de los ferrocarriles. Se trata de una de las jugadas clave que intentaría la Casa Rosada para atenuar el malhumor social.
En tal sentido conviene señalar que no pasó inadvertido en los últimos días el esfuerzo presupuestario que hizo el Gobierno en las líneas de trenes que comunican el Conurbano bonaerense con la Capital. De esta manera, volvieron a subir las acciones del ministro Florencio Randazzo. El hombre de Chivilcoy estaría ya en los primeros lugares de la lista de Cristina para convertirse en uno de los candidatos en las legislativas de la Provincia, para ayudar a Alicia Kirchner a traccionar más votos. Randazo, como dijimos desde esta columna en diciembre, trabaja desde hace meses con un equipo de más de 800 personas, entre técnicos y especialistas, en el rearmado de la red ferroviaria a nivel país, lo que en su momento de esplendor significó 37.500 kmde vías, hoy reducida a poco más de 8 mil.
Esto representaría devolver a la vida a cientos de pueblos fantasmas, achicar los costos del transporte para las empresas y reducir el poder de fuego de Moyano, que hoy con sus camiones puede parar el país cuando se le antoje.
Mientras los costureros de la política preparan el mejor traje para la re-re de Cristina, nadie pierde de vista los pasos del escurridizo Daniel Scioli. La difusión de la cena del mandatario con Julio Cobos hace más de un mes en La Ñata, dejó en carne viva el paladar del poder máximo. No hay que olvidar que aún hoy, Cobos ocupa el trono de los principales traidores al gobierno nacional, desde aquel voto en contra que favoreció las apetencias del campo. En la lectura K, la cena es una verdadera osadía que supera los contactos que mantuvo el mandatario con Roberto Lavagna, Hugo Moyano, Mauricio Macri y Sergio Massa, todos resistidos por la Rosada.
Quienes están cerca del gobernador de Buenos Aires, sostienen que los duros reproches y pedidos de explicaciones motivaron el enojo del ex motonauta, quien habría señalado:"me tienen harto. Soy un político y tengo derecho a reunirme con quien se me canta".
En la Gobernación sostienen que "Daniel se va a seguir reuniendo con todos, porque es su modo de ver la política". Pero Scioli deberá ser cauto en sus pasos, ya que la Provincia aguarda con impaciencia una señal de la Nación para obtener la ayuda financiera que le permita definir esta semana los sueldos de docentes y estatales, en un intento por ahora improbable de que el ciclo lectivo se inicie sin conflictos el lunes 25.
La grave situación financiera que atraviesa la Provincia para atender salarios, los problemas por la falta de insumos en los hospitales y los programas sociales jaqueados por la falta de fondos, también fueron motivo de análisis en la cumbre de intendentes oficialistas, celebrada el pasado jueves en La Matanza. Los barones del Conurbano observan con estupor de que el ajuste del gobierno de Scioli para poder pagar sueldos, está impactando fuertemente en las cuentas comunales, que se están financiando con recursos propios y la ayuda que viene de la Rosada. Lo que temen los intendentes es que en el arranque de la campaña electoral, aparezca una provincia incendiada, lo cual sería caldo de cultivo favorable para la oposición y la tumba del intento re-reeleccionista.
Una de las principales espadas que asistió al encuentro planteó que los alcaldes funcionen como una suerte de puente entre la Casa Rosada y la Gobernación, para evitar que la sangre llegue al río. La premura es absoluta. Más aún cuando los tiempos electorales aparecen en el corto plazo y el oficialismo tendrá que convertir a la provincia de Buenos Aires, en la madre de todas las batallas, para revertir el contrapeso de posibles reveses electorales en provincias clave como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, además de capital federal. Comenzó la cuenta regresiva para que empecemos a conocer lo que está por venir. Con el último hervor, en la cocina de Balcarce 54 se prepara el menú. Los gourmets trabajan a destajo, para ver si le encuentran el punto justo al gusto popular.
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