martes, 19 de junio de 2018

La fórmula de Dante Sica, el economista platense que ilusiona a la Casa Rosada

Quienes lo conocen, comentan que durante su paso por la función pública, en medio de un país casi en llamas, Sica demostró mano firme para timonear el barco. Además, tiene una carrera profesional con pergaminos vinculados casi en su totalidad a la economía real. Esta definición lo coloca como una verdadera "rara avis" dentro del esquema de profesionales de Cambiemos, donde abundan los nombres vinculados a la más alta estirpe financiera.



Frente a una economía plagada de turbulencias, Mauricio Macri movió el tablero y desplazó a Francisco Cabrera del Ministerio de la Producción. Lo reemplazó por el economista platense Dante Sica, un jugador experimentado que durante la presidencia de Eduardo Duhalde, allá por 2002, se había desempeñado como Secretario de Industria, Comercio y Minería de la Nación. Quienes lo conocen, comentan que durante su paso por la función pública, en medio de un país casi en llamas, Sica demostró mano firme para timonear el barco. Además, tiene una carrera profesional con pergaminos vinculados casi en su totalidad a la economía real. Esta definición lo coloca como una verdadera "rara avis" dentro del esquema de profesionales de Cambiemos, donde abundan los nombres vinculados a la más alta estirpe financiera.  
La nueva esperanza macrista nació el 4 de septiembre de 1957, tiene 61 años y mantiene su domicilio en esta ciudad. Se recibió de Licenciado en Economía y Contador Público en la Universidad Nacional de La Plata. También fue Jefe Unidad Asesores del Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires. Le sobra curriculum. Brindó consultoría a organismos multilaterales como ONUDI, ONU, Banco Mundial y BID.También a la industria automotriz local y en Brasil, en especial a la Federación de Industriales de San Pablo (FIESP). Fue coordinador del Ciclo sobre Coyuntura Económica Argentina en el Instituto de Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA), profesor de la cátedra Macroeconomía I en la Universidad Nacional de La Plata, socio fundador y director de ABECEB, su consultora, además de director externo de la empresa PSA, Peugeot, Citroen Argentina.
Su arribo a los umbrales de la Casa Rosada tiene una explicación casi fulgurante. Si bien los análisis habituales de su consultora Abeceb son seguidos de cerca por Cambiemos y por varios legisladores, el economista tuvo un momento de conexión, casi sorpresiva, que lo llevó a posicionarse con este gobierno. Fue cuando participó en el segundo encuentro de creatividad o "tormenta de ideas", que el ministro coordinador Nicolás Dujovne abrió con economistas en el Palacio de Hacienda el miércoles 30 de mayo. En aquella mesa, que compartieron Marcos Buscaglia, Marina Dal Poggeto, Daniel Artana y María Castiglioni, Sica sacó chapa de seriedad con sus pronósticos y captó la atención de Dujovne. Fue optimista sobre la evolución de la economía real posdevaluatoria, y dio el panorama más positivo para las posibilidades de la industria argentina. Inmediatamente, el dato fue trasladado por Dujovne a Macri, quien, sin conocer personalmente a Sica, aceptó la recomendación de incluirlo en el equipo amarillo. 
En su hoja de ruta, Sica se comprometió a cumplir con tres meta fundamentales. Respetar lo firmado ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Mantener un nivel de crecimiento para este año de, al menos, 1%. Evitar que entre el segundo y el tercer trimestre del año el país caiga en recesión. 
A cambio, reclamó sólo dos condiciones: prioridad para trabajar en sectores sensibles y un tipo de cambio "competitivo". Sobre lo primero se le dio vía libre. Sobre lo segundo, se le aseguró que la cuestión del tipo de cambio "alto" es algo a lo que el país ya se comprometió ante el propio FMI en el capítulo referido a "no financiar corridas". No obstante, Sica tiene la visión de que  "un dólar de $ 28 o 29 está bien y deja cómodas a diversas actividades. Para algunas es un tipo de cambio muy bueno y a otras les da un espaldarazo para la salida exportadora. La preocupación más fuerte a futuro va a ser mantener este tipo de cambio, luego de este esfuerzo.La idea no es bajar importaciones, sino ampliar exportaciones, hay que vender más afuera. El empresariado tiene que mirar el mercado regional y conseguir dólares”, explicó. Según Sica, “el gran problema de las pymes para exportar sigue siendo su problema de competitividad o baja productividad”.  
A criterio de los observadores, Sica es de los primeros que a mitad de la corrida cambiaria iniciada en abril redujo las expectativas de manera importante. Sin embargo, a diferencia de muchos de sus colegas, aún sostiene que el alza del PBI puede ubicarse entre el 1,5% y el 1,7% para este año. Considera que el segundo trimestre del año será de los peores en 2018, pero que aún puede haber esperanzas de empatar en el tercero, con lo cual, técnicamente, el país no ingresaría en recesión. 
Si finalmente el último trimestre no es tan complicado y las primeras consecuencias del acuerdo con el FMI empiezan a reflejarse, la primera misión del flamante funcionario estará cumplida y no será un premio menor. Macri podrá mostrar dos años seguidos de crecimiento de la economía, lo que Argentina no logra desde 2011. Macri se entusiasmó al comenzar 2018 en que podría quebrar el triste récord de años impares de crecimiento y pares de caída en la economía. Hasta la semana pasada parecía que en la gestión de Cambiemos también se repetiría la historia. Sica promete rescatar la promesa. 
Aunque considera como crítica la actual situación, el especialista es de la idea que la caída del peso puede dar algún guiño positivo sobre los efectos en la economía real si el precio del dólar se mantiene. 
También tiene la convicción que  el valor actual de $28 debería sostenerse en el tiempo, y actualizado por inflación. Así se podrían producir mejoras en sectores concretos como los productores de bienes exportables y los altamente expuestos a la competencia externa. Dentro de los primeros menciona al agropecuario y algunas economías regionales. También a la minería, el sector energético y, en parte, la industria automotriz, un sector donde Sica es experto. Entre los que se favorecerían por una menor competencia externa se menciona a los textiles, el calzado y algunos alimentos. 
Según sus proyecciones, el turismo se vería beneficiado  y podría generar ya en las vacaciones de invierno más ingresos de divisas que salidas por viajes al exterior. Si todos estos rubros funcionaran con mejoras, para Sica sería el primer sostén en la evolución de la economía pos devaluatoria. Según el flamante ministro, el problema actual no es el nivel de importaciones, sino la falta de ingresos de divisas provenientes de las exportaciones. Los sectores que más se deberían potenciar en el corto plazo, dentro de la economía posdevaluatoria, es la de los que tienen más posibilidades de colocar bienes y servicios en el exterior. 
En lo que tiene que ver con la inflación, Sica observa para este año un alza en los precios de 27%, con la certeza que 2018 será peor que 2017. Sin embargo, en los próximos meses, se podría comenzar a trabajar rápidamente con el nuevo tipo de cambio en la economía real. De esa manera, el nivel de actividad del mercado interno estaría lo suficientemente tocado como para que no haya posibilidades de trasladar mucho el aumento del dólar a los precios al público, bajo el riesgo que desaparezca la demanda. 
En materia de déficit fiscal, Sica es de la idea de buscar el equilibrio como meta primaria de la economía, y de la obligación política de negociar acuerdos en el Congreso. Se menciona incluso que en muchas de sus recomendaciones a legisladores y dirigentes del peronismo con los que tiene contacto fluido, fue respaldar los términos del acuerdo con el FMI. Sostiene  que esta condición es vital. Un "sí o sí" hoy, ante la imposibilidad real de volver a colocar deuda en los mercados internacionales en el segundo semestre del año. Las metas que se impuso Sica son muy exigentes. Habrá que ver si lo dejan actuar con manos libres.

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