domingo, 9 de diciembre de 2012

La historia secreta de "El Gran Simulador", que enamoró a una jefa policial de Varela, con chapa de falso comisario y terminó siendo un peligroso ex convicto




Por Jorge Joury




Ethelvina Zaracho se desempeñó durante casi 7 años al frente de la Comisaría de la Mujer en Florencio Varela. Se trata de una funcionaria abnegada y siempre dispuesta a ayudar al prójimo. De sus acciones en el distrito todos recuerdan el empeño que ponía en ayudar a las mujeres golpeadas y a sus hijos. Pero en las últimas horas, ella fue protagonista de una historia increíble, casi de película y recibió el peor de los golpes: el de la decepción. El hombre del que se había enamorado. El que había elegido para continuar por el resto de su vida y con el que estaba viviendo hace poco más de un mes en su casa de Ranelagh, no era otra cosa que un gran simulador. Un sujeto que decía ostentar el título de comisario inspector. Que vestía uniforme de esa jerarquía .Y hasta tenía la desfachatez de asistir a las ceremonias y los velorios de sus camaradas cuando caían en actos de servicio. Respetuoso, circunspecto y siempre dispuesto a ayudar al prójimo cuando era víctima de un ilícito, así era este ex convicto, indentificado con las iniciales E.J que había recuperado la libertad en agosto pasado y había decidido cambiar su fisonomía, para infiltrarse en el mundo de quienes lo habían mandado detrás de las rejas por delitos de violación, robos y a los que ahora se les adosarán los de tráfico de influencias y usurpación de títulos. ¿Hoy muchos se preguntan si este hombre buscó revancha o simplemente se trata de un mitómano?

La historia secreta que hemos podido reconstituir sobre este ex presidiario, da cuenta que por el mes de septiembre, el sospechoso, vestido de uniforme y con sus falsos galones de "comisario inspector", conoció a Zaracho en una reunión y se ganó su simpatía, con su aire solemne, su perfume importado y su buena charla. Dueño de una verba florida, este individuo de 1,70 de altura, unos 80 kilos, robusto, de cabello corto, tez morena, calva incipiente y ojos negros de mirada profunda, encaramada detrás de modernos y ovales lentes de aumento, en sus largas horas de presidio se dedicó a leer Derecho. Y precisamente por el lado del camino de la jurisprudencia fue donde buscó conciliar con Zaracho, dado que la funcionaria policial es una estudiante universitaria avanzada en esa especialidad.

Según comentó el jefe de la Distrital, el comisario Walter García, quien debo reconocer que fue una de las fuentes fundamentales para el armado de esta investigación con detalles inéditos, el individuo "adquirió su uniforme y galones, en una de las casas de vestimenta que se dedican a abastecer a personal del arma para reponer uniformes". García sostiene que deberían existir "mayores controles, para evitar que delincuentes después se hagan pasar por policías como pasó en este caso lamentable, donde le ha tocado el sufrimiento a una mujer buena, de una carrera intachable".

El jefe policial también manifestó que "por los datos que pudimos reconstruir, este sujeto en algunas oportunidades se hacía pasar por juez, donde estafaba a la gente para obtener gruesas sumas de dinero". El titular de la Distrital al ser consultado de cómo este individuo había obtenido un arma reglamentaria de la fuerza, indicó que "por lo que sabemos un día se presentó en el Centro de Estudios y Especialidades Policiales, en la calle 55 entre 13 y 14 de La Plata, arguyendo que quería averiguar por una de las carreras de perfeccionamiento. Fue allí, cuando en el descuido de uno de los empleados, se apropió de un arma reglamentaria calibre 9 mmque estaba en el cajón de un escritorio".

El comisario inspector García fue más allá para describir la osadía de este sujeto, agregando que "el automóvil C3 color gris que tenía en el momento de ser aprehendido y que es un modelo muy moderno, lo robó de la puerta del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y tenía pedido de captura. Ni siquiera le había adulterado la patente, moviéndose por la zona con absoluta impunidad".

También por otro conducto se supo que se las había ingeniado para obtener credenciales falsas. Por la descripción del prontuario que hace el jefe de la Distrital, el sujeto pasó por varias cárceles durante más de 10 años y en algunos de esos sitios se lo llamaba "El profesor". Se lo distinguía por sus modales refinados."Sabía ganarse la confianza de los presos y siempre daba algún consejo que los dejaba conformes. No olvidemos que tiene un antecedente por violación y en estos casos se cuidan de que los reclusos no tomen represalias con ellos.Por eso, cuando caen detenidos, lo primero que hacen es ganarse la simpatía de jefes y compañeros de celda", agregó otra de las fuentes consultadas.

Lo cierto es que después de conocerse durante un tiempo el ahora detenido y Zaracho decidieron ir a vivir juntos a la casa que tiene la funcionaria policial en las calles 42 entre 132 y 133 de Ranelagh, en el partido de Berazategui. Allí donde los pinos y los eucaliptus ponen una extraña y cautivante amalgama de aromas cautivantes en los atardeceres.

Se trata de una vivienda de clase media, bien cuidada y con un hermoso jardín que la comisaria Zaracho supo construir con el esfuerzo, a través de sus años de trabajo. Se trata de "una zona tranquila y de buenos vecinos", como sostiene Juan, quien añade que "a la señora la conocemos de hace años y es muy buena persona y muy servicial. Saber que la tenemos cerca y por su condición de policía, nos da seguridad. Pero a él, hace poco tiempo que lo vemos por aquí. No se daba con nadie. No saludaba y salía temprano con su auto. Solía regresar por la noche. Pocas veces se lo vio vestido de uniforme, pero se comentaba que era un capo de la bonaerense".

El jefe de la Distrital Florencio Varela, el comisario Walter García tiene la casi certeza de que "seguramente mientras vivía con Zaracho seguía cometiendo delitos a sus espaldas, ya que de alguna manera tenía que llevar dinero a la casa. Es lo que estamos investigando. Creemos que puede estar ligado a una banda de delincuentes y en esa dirección estamos profundizando la pesquisa".

Otra de las fuentes requeridas para reconstruir la historia de "El gran simulador", da cuenta que "hace poco tiempo cuando asesinaron a un policía en Berazategui, este hombre estuvo en el velatorio y hasta se mostró muy compungido. Si uno lo veía, por su manera de hablar y de conducirse, parecía un hombre de la fuerza. Hasta manejaba nuestro propio vocabulario técnico. Se nota que tenía un plan muy bien elaborado y lo cumplió al pie de la letra". García no quiso revelar como se descubrió este cinematográfico ardid, pero otro informante añadió que "uno de los jefes que tuvo la oportunidad de medirlo al tomar contacto con él, no le cayó bien. Olfateó que algo raro tenía entre manos y lo mandó a investigar. Y allí, saltó el prontuario".

Así fue como en las últimas horas los hombres de la Brigada de Delitos Complejos, los de la Comisaría Segunda de Ranelagh y los de la Departamental Quilmes, rodearon la casa de Zaracho y esperaron pacientemente ocultos, la llegada del "Gran Simulador".

Cuando este hizo su aparición en su automóvil C3, fue rodeado inmediatamente por los investigadores que venían de civil. Ethelvina Zaracho, que observó la acción desde la casa, salió gritando pidiendo ayuda a los vecinos, pensando que se trataba de un asalto a su pareja o un intento de secuestro. Este estado de confusión fue aprovechado por su el individuo en cuestión para correr hacia la vivienda y tomar de rehén a su pareja, colocándole un arma en la cabeza y amenazando con matarla, sino lo dejaban ir. Después de una hora de negociaciones y al verse rodeado, terminó entregándose a las autoridades. En el interior de la vivienda los policías secuestraron el uniforme del ex convicto. El individuo fue inmediatamente trasladado a una dependencia policial. En tanto, Ethelvina Zaracho fue contenida por sus pares, al prorrumpir en llanto después del traumático momento que le tocó vivir. Hay que decir que Ethelvina Zaracho se viene desempeñando desde noviembre del año pasado en la Distrital de Almirante Brown. El comisario inspector Walter García dijo que "por el momento ha sido apartada del cargo, por cuestiones administrativas, hasta tanto se aclare su situación, pero no se encuentra involucrada en la causa. Por el contrario, se trata de una buena funcionaria que siempre ha cumplido de manera abnegada su tarea al frente de la Comisaría de la Mujer en Varela, sobre todo en atinente a la lucha contra la violencia de género".

García recordó que "en los anales policiales hay muchas historias de presos que se relacionaron inclusive desde la cárcel con mujeres a través de la correspondencia privada y después cuando obtuvieron su libertad, terminaron viviendo con ellas. Algunos de ellos, hasta terminaron apropiándose de sus bienes".

Lo cierto es que el episodio del que dimos cuenta, es lo que se habla en todos los rincones de Varela. También ya ha trascendido a la esfera nacional. No es un caso común. Por el contrario, se trata de la historia de vida de una buena y respetada mujer que hizo una carrera policial con esfuerzo y abnegación. Y la de un delincuente que la sorprendió en su buena fe, la estafó moralmente y se ganó el título de "El Gran Simulador".

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