lunes, 17 de diciembre de 2012

LA JUSTICIA PROSTITUYENTE EN EL CASO VERON




Por Jorge Joury

Creo que estamos todos mal. Bajoneados y sumidos en la desesperanza de sabernos SIN JUSTICIA. O lo que es peor, EN LA INJUSTICIA. Por estas horas somos mayoría los indignados por la absolución de los 13 acusados por el caso Marita Verón. Las expresiones de bronca, son tantas, que han hecho explotar las redes sociales, donde todos los sectores, incluidos políticos y celebridades han manifestado su perplejidad frente a lo que se califica como "la justicia prostituyente tucumana". Una bofetada que aún no tiene explicación racional, ni jurídica, que pueda sostenerla. Hasta los propios hackers de Anonymus, se manifestaron avergonzados y dieron a conocer por el torrente sanguíneo de Internet los datos personales de los tres jueces, sus direcciones, teléfonos y el estado de sus cuentas bancarias, para el escrache total. Bastó en este caso un bochornoso fallo judicial, para juntar a todos los argentinos en una sola dirección: condenar uno de los actos más osados de impunidad que se recuerden en el historial delictivo.

La propia Fabiana Túñez, titular de la Casa del Encuentro, una mujer que dedicó su vida a rescatar chicas de las entrañas de la esclavitud sexual, decía indignada: "el pueblo tucumano si se llega a cruzar con estos jueces por la calle, no puede hacer otra cosa que escupirlos en la cara".Es grave que hablemos así, invadidos por la intemperancia, pero a esto nos han llevado, sin siquiera darnos los argumentos absolutorios de la escandalosa medida judicial.

Osvaldo Tondino, presidente de la Federación de Instituciones de la zona Sur, otro hombre comprometido en la lucha contra los proxenetas, se sumó a la cadena de repudios, con otro hecho preocupante. Contó que en los días previos a las audiencias, una de las chicas rescatadas de los prostíbulos se negó a declarar cuando vio que en la grilla de jueces que iban a conformar el tribunal, figuraba el mismo que la había ultrajado en el prostíbulo donde la explotaban.

Por su parte el abogado y especialista en seguridad, el doctor Luis Vicat con una frase marcó en el termómetro la temperatura social:"hoy estamos de luto y me sumo emocionalmente al disgusto generalizado. La justicia tucumana, nos ha dejado un mensaje atemorizante: no se puede tocar al narcotráfico y la trata de personas".

Sin embargo, Vicat, se diferenció de otros colegas y llamó a la reflexión, "en no transformar esto en un linchamiento judicial, hasta conocer los fundamentos de la sentencia, que nos permitan saber con certeza si el expediente ha sido debidamente conformado y si los jueces tuvieron o no los elementos necesarios para aplicar las penas".

En cambio para el perito Roberto Locles, un hombre experimentado y reconocido también en el plano internacional, "lo que ha quedado en claro, es que la trata de personas está manejada por gente muy poderosa que manipula a la justicia como se le antoja, poniendo lo que hay que poner en la billetera de los jueces. Lo más dramático, es que después de este fallo, qué chica que sea liberada de un prostíbulo se va a animar a recurrir a la justicia sabiendo que hay jueces que no les van a creer y es más, las van a humillar y reírse de ellas, como fuimos testigos de lo que ocurrió en Tucumán. No eran carmelitas descalsas los trece imputados, sino todo lo contrario. Gente que conoce toda la sociedad tucumana como proxenetas reconocidos, lacras como la "Chancha" Alé. Hemos observado a través de la tele rostros siniestros, hasta con la cara cortada y encima sonreír y abrazarse.Es el peor mensaje de impunidad que ha recibido la sociedad en mucho tiempo.Nos han humillado a todos, no solo a Susana Trimarco. Y ahora, lo peor está por venir, porque de aquí en más y por represalias van a ir desapareciendo misteriosamente cada uno de los testigos que incriminaron a los mafiosos. No nos olvidemos que este negocio es el segundo que más recauda a nivel mundial.

Saque la cuenta: una chica le reporta por día a estos delincuentes de 3 a4 mil pesos. Multiplique esto a nivel mundial por millones de almas y verá cual es el negocio que compra las influencias que se le cantan".

Para Fabiana Túñez "estamos frente a otro caso María Soledad Morales. Lo que pasó en Catamarca es un calco de lo que hoy ocurre en Tucumán, donde la mafia está enquistada en lo más alto del poder político. Pero no vamos a parar frente a estos jueces corruptos de bolsillos abiertos. Si no logramos el jury de enjuiciamiento para ellos, apelaremos a los tribunales internacionales. Tenga la plena seguridad de que estos magistrados no van a poder dormir, ni volver a caminar por la calle".

Túñez destacó el trabajo realizado por Susana Trimarco, la madre de Marita Verón, "que en estos diez años logró liberar 129 chicas de los prostíbulos", pero preguntada sobre la posibilidad de hallar con vida a la muchacha, indicó que "existe una versión de que la habrían sacado del país y que podría estar en España, pero no hay certeza". En cambio, el perito Locles es más pesimista y esboza la hipótesis de que "a Marita Verón probablemente la hayan matado, porque era un caso que les quemaba y les pisaba los talones del negocio".

La trata es un problema mundial. No sólo patrimonio de la Argentina. Es una epidemia que viene de antaño, pero que se ha agravado y por algo la llaman "la peste del Siglo XXI". Incursionar en los meandros de este submundo de sombras, significa descorrer el telón hacia el negocio que más dinero mueve, después del tráfico de drogas y por encima de el de armas.

La corrupción y la complicidad, como ha quedado demostrado, son afinidades crueles que impiden detener estos crímenes. No olvidemos que en los días previos a la sentencia, Susana Trimarco confesó haber recibido un anónimo proveniente del Poder Judicial, donde le adelantaban que los jueces iban a fallar a favor de los detenidos.

Ahora tal vez las movilizaciones populares en reclamo de justicia, que se han registrado en las últimas horas en diferentes puntos del país, sirvan para apuntalar la dignidad de la mujer y la familia. Pero esto no basta. Hace falta que los poderes del Estado pongan todos sus esfuerzos en la rectitud moral, para dotar a la sociedad y a cada país, de los instrumentos jurídicos para detener este comercio, capturar y castigar duramente a quienes se benefician de él y contribuir a la rehabilitación de las víctimas en lugares adecuados. Tenemos que asumir el compromiso desde todos los frentes, de fortalecer la legislación y gobernar cuidando la vida, para que en la Argentina no haya más esclavitud, ni opresión de nadie. La trata de personas no es otra cosa que sometimiento, violencia y horror.

El enemigo a vencer es muy grande, ya que la esclavitud sexual es un delito económicamente organizado y sustentado en el aparato de seguridad, el poder político y judicial.

Tal vez en los oídos de Susana Trimarco aún esté resonando aquel último mensaje de Marita, aquella mañana del 3 de abril del 2002, instantes antes de partir de su casa rumbo a una consulta ginecológica en Tucumán."No compres nada mami, que vi que tenés de todo en la alacena. Yo cocino cuando vuelva"...

Pero lejos de compartir ese momento con su hija, a partir de allí Susana Trimarco tuvo que emprender un largo peregrinaje por la vida. Diez años buscando una hija. Perder un marido que falleció de tristeza y criar una nieta, Micaela Sol, la hija de Marita, a la que le enseñó a no perder la fe, "que a mamá la vamos a encontrar, cueste lo que cueste". En ese vía crucis, donde Susana Trimarco hasta tuvo que disfrazarse para entrar a los prostíbulos, rescató 129 mujeres explotadas sexualmente. Varias de ellas fueron las que dieron su testimonio frente al tribunal tucumano. Pero nada alcanzó por ahora para ir desenmarañando la trama de misterio.

Sin embargo las investigaciones que constan en el expediente llegaron a establecer que una de las imputadas, que fue absuelta, María Jesús Rivero, la morocha de pelo largo que sonreía a las cámaras, habría ordenado el secuestro. Luego Marita habría estado cautiva en varias casas de Yerba Buena, una coqueta y residencial zona tucumana y cuna de poderosos, al cuidado de Daniela Milhein, también absuelta. De Tucumán se cree que la trasladaron a prostíbulos de La Rioja, manejados por Lidia Irma "Liliana" Medina, también absuelta. Hasta allí llega la pista, pero nada se sabe que sucedió después. Una sola vez se habló de que Marita pudo haber sido sepultada en Córdoba, cerca de un prostíbulo. Pero en las excavaciones, nada se encontró, sólo algunos huesos de animales.

El dato que más llamó la atención, es que durante el juicio, una de las jóvenes rescatadas expresó bajo juramento que había escuchado a Liliana Medina burlarse: " estos boludos la están buscando en La Rioja y Marita está en España". El perito Roberto Locles me decía cuando lo entrevistaba en las últimas horas que en uno de sus viajes a La Rioja, mientras tomaba un refresco con colegas en un bar, un cantinero le dijo: "ve ese lugar, allí enfrente. Ahí la tuvieron cautiva a Marita Verón". Creer o reventar, por qué no se siguieron pistas, más cuando en el interior, la gente habla.

Lo cierto es que la geografía entre Tucumán y La Rioja, son lo suficientemente acotadas como para haberlas peinado a fondo, si hubiera existido voluntad política de encontrar a Marita Verón. Por el momento y después de 10 años de angustia, Susana Trimarco, recibió el peor de los cachetazos departe de la justicia. Pero se juramentó a muerte "no bajar los brazos, para dar respuesta al llanto desconsolado de Micaela Sol, su nieta, la misma que se crió durmiendo en los ventanales de tribunales, mientras su abuela clamaba justicia.

Tal vez este juicio marque un antes y un después. No sé si en el caso Marita Verón. Pero lo bueno tal vez, sería preguntarse si al menos servirá para que no haya otras Maritas.

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