lunes, 17 de diciembre de 2012

Se viene la Ley contra la Trata de Personas, pero quién nos garantiza que no haya otras Marita Verón






Por Jorge Joury

Dicen que la presidenta de la Nación puso el grito en el cielo y hasta golpeó el escritorio, cuando se enteró del fallo absolutorio de los 13 acusados por el caso Marita Verón. Llamó a uno de sus asesores y preguntó qué pasaba con la Ley de Trata, con media sanción del Senado y un año y medio cajoneada en el Congreso.

Habló con Susana Trimarco inmediatamente y le prometió toda su ayuda. Pero una vez más, ya el "muerto" estaba encima de la mesa. Y lo peor, con el efecto cascada de una sociedad indignada dispuesta a no dejarse manipular nuevamente por la injusticia. Vale preguntarse entonces qué poderes supremos actuaron en las sombras durante todo este tiempo, para que los legisladores sufrieran amnesia y dejaran al borde de perder estado parlamentario una ley que el país pedía a gritos.

Porque más allá de todo, la sensación que bajó desde el Poder Judicial tucumano, es que puede haber muchas más Marita Verón, porque después del fallo quedó la sensación de que los proxenetas y tratantes tienen el camino libre para que exploten y maten a gusto.

Es que su hija, la mía y porque no, nuestras nietas hoy están en peligro. Cualquiera las puede secuestrar en las calles y nunca más sabremos de ellas. Setecientas mujeres desaparecen anualmente en la Argentina, como si se las hubiera tragado la tierra. En Florencio Varela mismo hay dos casos emblemáticos, el de Nataly Gonzalo, la joven hipoacúsica, desaparecida el 4 de marzo de este año. Y el de una estudiante del interior que vino de paseo al distrito y se la llevaron durante un festejo patronal. Han pasado tres años de este episodio y no hay siquiera una pista de su paradero.

En medio de toda esta maraña de angustias de gente que busca gente y no la halla, las señales de corrupción que brotan desde las entrañas del más tenebroso negocio de esclavitud humana, son aterradoras. Horacio Verón, hermano de Marita, que vive en Santa Cruz sospecha y lo dijo a tambor batiente en los medios, que cada uno de los miembros del tribunal tucumano cobraron dos millones de dólares, no sabe si con dinero o con propiedades. Y lo más indignante, es que a estos jueces los hemos visto hablar por los medios con la naturalidad de los impunes, sin siquiera inmutarse de que están sospechados de sobornos que son como una lluvia de lodo que salpica el noble ejercicio de administrar justicia.

Y en el centro de la escena de este efecto dominó que ha provocado el caso, hasta la propia Hebe de Bonafini exhortó al gobernador Alperovich "a que ponga las bolas para cerrar los prostíbulos, porque él sabe donde están". Y si uno se pone a pensar en el efecto colateral y el alcance de los dichos de la titular de las Madres de Plaza de Mayo, no puede dejar de reflexionar que la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, es Rojkés de Alperovich, la esposa del gobernador tucumano y la tercera en la sucesión `presidencial, después de Amado Boudou ¿Es todo como raro, no?

La Ley de Trata fue aprobada por el senado y paradójicamente hace un año y medio que duerme en Diputados, donde Rojkés de Alperovich ahora no tendrá otro camino que ponerse al hombro su tratamiento en Extraordinarias. Dicen que Cristina K marcó la cancha: "quiero la ley antes de fin de año". Pero lamentablemente esto es como la tragedia de Once, el tren ya chocó y nadie pudo evitarlo, aunque sabíamos que podía suceder.

Vale entonces preguntarse si ¿se podrá corregir el dislate de la justicia tucumana o aprobada la ley, dejaremos de hablar de ello? ¿Hasta dónde la memoria ciudadana se mantendrá fresca, para que no dejemos que nos arrebaten más vidas?. Raro es que socialmente todavía no nos hayamos comprometido a acabar con este tipo de esclavitud que ofende lo más íntimo de la condición humana. ¿O no estamos hablando también de derechos humanos?

Después del malhumor presidencial, todo hace presumir que el próximo miércoles tendremos Ley de Trata. Pero hay que decir que la norma abarca más delitos que la explotación sexual. Involucra también al trabajo clandestino, otro negocio que mueve millones en la Argentina y que tiene a muchas de las principales marcas de plaza como protagonistas. Las mismas que contratan mano de obra esclava en los talleres textiles del Gran Buenos Aires o en la capital federal. O la feria La Salada de Lomas de Zamora, la más grande del continente y que también se nutre de la misma veta esclavizante.

Lo principal en la nueva ley es que si las víctimas dieron su consentimiento, esto no será causal de eximisión de responsabilidad penal, civil o administrativa. La ley actual hace una diferencia en este punto, entre victimas mayores y menores de edad. En el caso de las mayores, tienen que demostrar que no dieron su consentimiento para ser explotadas.

La reforma además aumentará las penas, castigando con prisión de 4 a6 años al que explote económicamente el ejercicio de la prostitución de una persona y al que promueva o facilite la prostitución. Y aclaremos que las penas serán de cumplimiento efectivo. Además serán tenidos en cuenta como agravantes el empleo de la violencia, amenazas o cualquier otro medio de intimidación o coerción, si el autor es familiar, pareja, responsable de la educación o guarda de la víctima, una autoridad o ministro de cualquier culto, funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad.

También habrá una red de prevención y contención, ya que la ley crea el Consejo Federal Para la Lucha Contra la Trata de Personas y la Protección y Asistencia a las Víctimas. Todo un titulazo, que esperemos que no termine en un sello. Esto significa algo que no existe, es decir, diseñar estrategias de prevención y brindar apoyo médico y psicológico a quienes han sido víctimas de este delito, así como contenerlos y albergarlos en lugares especiales, donde sus vidas no corran peligro.

Además se prevén penas de 5 a15 años de prisión para los responsables, cuando las víctimas queden embarazadas o sean menores, señala el especialista en seguridad, el abogado Luis Vicat.

Desde el punto de vista de Vicat, hay que tener en claro que prostitución no es lo mismo que trata. Uno es un negocio que está organizado y hasta admitido socialmente, no solamente aquí, sino en los países más avanzados del mundo que tienen sus zonas rojas para los clientes del sexo. La trata -según Vicat- es privar de la libertad a las personas y esclavizarlas para el más aberrante de los negocios.

Para el caso de las fuerzas de seguridad, Vicat sugiere poner mucha atención. Y de manera irónica señaló que "hay que obligar a los policías a hacer un curso de entrenamiento visual, para que sepan divisar los lugares donde se maneja este negocio y además para que aprendan a rechazar coimas y negocios, sobre todo los comisarios, a quienes los trasladan sino entran en la cadena de corrupción".

En cuanto a los juicios por jurados, que están avanzando en el ámbito legislativo en la provincia de Buenos Aires, Vicat sostuvo que "si se hubiera dado esta situación en Tucumán, seguramente hubiéramos tenido otro fallo, con condenas a los responsables. Pero cuidado, cuando esto sea ley, habrá que buscar ciudadanos probos para los jurados, no personas sobornables para condenar o absolver a tal o cual persona, para hacer favores al político de turno, porque en ese caso será un retroceso". El abogado ponderó la manera en que funcionan estos juicios por jurados en países desarrollados como EE.UU, pero se trata de ciudadanos elegidos después de muchos filtros y de probidad absoluta".

Mientras tanto nos vamos acomodando en el nuevo escenario de la polémica, a pocos días del fallo, en Tucumán hay una mujer que lucha en soledad contra los más poderosos. Y lo hace con el hilo de voz que le ha quedado después del juicio. Susana Trimarco admite que "me he quedado sin voz, pero no sin palabras. Si no saco esto que tengo encima, me va a explotar el corazón", le comenta a la prensa en general.

Desde su fundación no deja de apunta al corazón del Poder Judicial."Hubo más de 100 testigos, mujeres víctimas de los peores horrores que miraron a esos jueces a la cara y contaron todas las torturas que padecieron. Sin embargo no las escucharon". Lo más indignante y a lo que se refiere Susana Trimarco, es que esos jueces abrieron el camino a otros tratantes y proxenetas para que sigan secuestrando chicas, explotándolas y matándolas. Es más, las que se animaron a hablar durante el juicio, hoy temen por sus vidas.

Susana Trimarco reveló que su nieta Micaela, la hija de Marita, lloró mucho. La mujer que hace 10 años peregrina cascoteando despachos en los tribunales, se pregunta quien le garantiza hoy que no le pase lo mismo a su nieta que lo que le sucedió a Marita. Mientras tanto, el Clan Alé sigue manejando los hilos del poder en Tucumán, con la misma impunidad de siempre. Hasta hace una semana, la trata no era un problema visibilizado en la Argentina. ¿Lo será de aquí en más?.¿O les entregamos nuestras mujeres?

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