domingo, 9 de diciembre de 2012

Miles de estafados en la región con nueva maniobra en los alquileres, con la firma de pagarés en blanco




Por Jorge Joury


Hoy podríamos decir que son una plaga. Una mafia que se aprovecha de quienes están urgidos de alquilar y les hacen firmar como garantía, pagarés en blanco, que luego terminarán dejando en la ruina a miles de familias. Las estadísticas marcan que en este negocio ilegal, al que Ricardo Tondo, director del Centro Argentino Para la Transparencia Inmobiliaria, llama como "vampiros del mercado inmobiliario", hay por lo menos más de 50 mil casos de estafas. De ellos dos mil fueron captados hasta el momento en la capital federal. Pero la gran mayoría se dan en el conurbano y específicamente en la región Sur, donde se cuentan por miles.

"Tan grave es esta cuestión, que estamos frente a la organizaciones criminales, donde quienes no pagan son amenazados de muerte con la intervención de matones", aclara Ricardo Tondo, quien además es investigador en antifraudes y narcolavado de dinero.

Tondo puntualizó que "estas organizaciones funcionan a través de inmobiliarias que no están matriculadas o de trampas que se tejen en las redes de internet, para captar a gente desesperada que no cuenta con una garantía para alquilar un inmueble".

Según el titular del CATI, "la maniobra se pone en marcha con pagarés en blanco, que a falta de avales propietarios les hacen firmar a los futuros inquilinos con engaños de que se les serán devueltos en la medida en que cumplan con sus obligaciones. Esto es una bomba de tiempo. Es como darle un cheque en blanco a un tipo y firmado, para que le ponga el número que se le cante", aclara Tondo.
El especialista se explaya que "en su mayoría los embaucados son gente de escaso nivel cultural y muy desesperados, que con tal de dormir bajo un techo firman cualquier cosa".Tondo ha investigado a fondo la maniobra y cuenta con decenas de documentos que luego son cursados a la justicia para desbaratar estas maniobras. Sostiene que "a mitad de contrato comienza un sistema de hostigamiento sobre el inquilino, bajo una presión insoportable con el objetivo de que se vaya. Muchas veces ejecutan los ilegales convenios de desocupación que suelen incluir los contratos".

La metodología que emplean "se torna tan asfixiante y plagada de maltratos, hasta que el inquilino harto del manoseo decide irse, sin saber que allí va a comenzar el camino de una larga pesadilla, ya que le comunican que el depósito caducó y no lo puede recuperar", añade Tondo.

En este largo vía crucis aparece como último acto del drama la ejecución de los pagarés en poder del propietario. Tondo lo marca muy bien durante la entrevista, al señalar que:"ahí se observa claramente la extorsión, teniendo en cuenta que los pagarés son títulos de fácil ejecución. Entonces al inquilino le quedan pocas defensas para rechazar la oferta de los inescrupulosos y termina pagando lo que les piden, con tal de recuperar esos papeles".

Tondo también señala que "estas organizaciones criminales cuentan con matones o apretadores, dispuestos a desfigurar a una persona a golpes, si fuera necesario o causarle una herida grave a un familiar, con tal de amedrentar a sus víctimas para que paguen las sumas que ellos quieren. No olvidemos que el cliente firmó un pagaré en blanco y es pasible de cualquier estafa. Lo tienen atado de pies y manos".

"Estos individuos siempre están cubiertos legalmente, porque trabajan con abogados de los denominados "caranchos", que también les hacen firmar a los clientes convenios de desocupación terribles que los dejan en la calle cuando ellos quieren. El accionar delictivo ha proliferado mucho porque no existe un registro de locaciones que audite de manera transparente quienes incursionan en el negocio inmobiliario, dejando espacio para que se inmiscuyan estos grupos mafiosos que terminan ensuciando una actividad lícita y llenándola de sospechas, de manera generalizada", añadió Tondo.

El especialista también indicó que "hoy un 10% del mercado inmobiliario se encuentra cautivo de estas maniobras. Esto se está dando con motivo de las restricciones cambiarias y la consiguiente retracción en la oferta de inmuebles para la venta. También hay que tener en cuenta que muchas inmobiliarias para sobrevivir tuvieron que reconvertir su actividad recurriendo al mercado de alquileres. Si recorremos el conurbano, hoy el paisaje comercial es otro. Cientos de inmobiliarias debieron cerrar sus puertas a raíz de la falta de operaciones por un mercado que se ha paralizado", aclaró el entrevistado.

Tondo habla de "una mala praxis masiva, donde la víctima terminó siendo el inquilino y además todo se agrava en esta época del año, cuando empiezan a pactarse las renovaciones". El especialista hizo una acuarela del cuadro de situación que hoy viven los inquilinos y los comparó "con los salmones, que para desovar nadan río arriba, donde los esperan los osos hambrientos luego del largo invierno".

Tondo está rodeado de carpetas de casos dramáticos y para aquellos que quieran consultarlo ofrece su página de internet: www.transparenciainmobiliaria.com."Que nos hagan llegar sus inquietudes que actuamos de forma gratuita, no queremos más gente embaucada porque los casos crecen día a día, sobre todo en un país tan necesitado de viviendas", aclara. Uno de los casos que Tondo exhibe como de los más emblemáticos, es el de Maximiliano Prado y su esposa Mirtha, que alquilaron una casa de dos ambientes en Merlo Norte. Al cabo de dos años y al tener que renovar el contrato, la mujer concurre a la inmobiliaria, donde por medio de engaños le hicieron firmar al menos 26 pagarés en blanco.

"Mi esposa firmó porque yo no estaba y la apuraron", explicó el desesperado marido, quien agregó que además con la excusa de evitar el impuesto a los sellos, destruyeron el primer contrato que acreditaba el depósito de garantía que no les devolvieron. Y como si fuera poco, luego ejecutaron la cláusula de desocupación y les enviaron una liquidación por diez mil pesos en concepto de indemnización por rescisión anticipada".

Tondo fue el que terminó poniéndole el sello a la manera en que culminó esta dolorosa historia, señalando que "ejecutaron los 26 pagarés, que sospechamos que pueden ser más. Está más que claro, que con esta metodología queda en evidencia que lo que hicieron fue cobrar el alquiler dos veces".

Después de este caso testigo, uno de los miles que hay, los delincuentes pusieron en práctica todo tipo de presiones. Desde amenazas de muerte, hasta de embargo de bienes. Todo vale al momento de apretar, pero afortunadamente Tondo logró juntar pruebas y puso el caso en manos de la Unidad Fiscal.

Finalmente director de CATI advirtió que "ahora hay que tener los ojos bien abiertos con los alquileres en el verano. En esta fecha se ofrecen alquileres por Internet de lugares inexistentes, a través de photoshop y se pide el 100% del monto en depósito para asegurar la vivienda. Después cuando los inquilinos llegan, son propiedades de otras personas y hasta se ha dado el caso de terrenos baldíos".

Por estos tiempos no solo hay que cuidarse de la letra chica de los contratos, sino de la imaginación de grupos delictivos que han encontrado otra variante del Cuento del Tío, pero en su versión más infame, jugando con el sueño de quienes quieren encontrar un lugar donde vivir dignamente.

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