Por Jorge Joury
Para Martín Lescano, titular de la Comisión de Víctimas del Transporte, "en la autopista Buenos Aires-La Plata, todo vale en materia de robos y ataques. Allí los delincuentes han desplegado su imaginación de las formas más variadas e impredecibles, tanto para perpetrar sus acciones violentas, hacia los automovilistas, como direccionadas a los micros, cuyos pasajeros con frecuencia son víctimas de las lluvias de piedras, que generalmente parten de las zonas de Dock Sud, como de la parte de los asentamientos en Quilmes y que además generan decena de heridos. Por lo menos hay que contabilizar más de mil delitos por semana, a un promedio de más de 200 hechos por día, en lo que tiene que ver con robos o agresiones, que en algunos de los casos terminan de manera trágica".
Esta es la radiografía del terror que Lescano planteó cuando lo entrevisté en mil programa radial, "Te lo digo en serio", que va de 9 a 12 por la FM 97.7. Lescano calificó a los 55 kilómetros que separan la Capital Federal con la ciudad de La Plata y que se unen a través de la autopista," como una pesadilla o tierra de nadie, por la falta de vigilancia y una zona absolutamente peligrosa para cualquiera que realice el trayecto, en su totalidad o parcial, con un vehículo particular. Hoy los ciudadanos que la transitan viven un verdadero viacrucis, donde se juegan la vida todos los días, ya que la autopista está desbordada ante el exponencial crecimiento del mercado automotriz, lo cual genera múltiples accidentes por la falta de más carriles. Además, después de las 8 de la mañana, en la subida de Quilmes, se generan taponamientos, que a veces alcanzan kilómetros de autos en fila y lo peor, es que no se observa ningún tipo de inversión, porque cada vez es mayor el deterioro de la carpeta asfáltica.
El dirigente que encabeza la entidad de Víctimas del transporte puntualizó que "las metodologías de ataque meten miedo por su variedad: piedras, clavos miguelito, troncos, bujías o cualquier otro elemento que sirva para causar daños a los rodados, con el objetivo de frenar la marcha para concretar robos, son contundentes". Tal es así que al ser requerido por el periodista Jorge Joury sobre estadísticas recogidas en los últimos tiempos, Lescano reveló que "un estudio desarrollado durante los últimos tres años revela que se perpetraron 234.300 hechos, a un promedio diario de más de 200 episodios con estas características violentas".
Precisamente el relevamiento lleva la firma de la Comisión Nacional de Víctimas del Transporte Público (CNVTP), cuyo titular es el propio Martín Lescano, quien explicó en el programa radial que "el informe tiene su punto de origen en enero de 2010, y se extiende hasta lo que va de enero de 2013, es decir, abarcamos un período de poco más tres años", precisando que "la cantidad total de hechos registrados con ataques a automovilistas en la Autopista la Plata-Buenos Aires es de 234.300, con picos de promedio diario de 207 casos".
Consultado Lescano durante la entrevista en torno a los denominados "puntos calientes" de la autopista, reveló que "el concepto de ataque que utilizamos para realizar el trabajo se relaciona a hechos de extrema violencia, con personas que atentan directamente contra los automóviles. La mayoría de los hechos ocurren con la modalidad que incluye la utilización de proyectiles, en general piedras o cascotes, con el objetivo de destruir o dañar lo más posible los parabrisas de los automóviles. Se busca generar miedo en los conductores para que reduzcan la velocidad o directamente detengan la marcha, momento en que se cometen los robos, hurtos o secuestros exprés. Las crónicas policiales de los últimos tres años reflejaron estos casos sin parar", señaló.
Así, el titular de la organización que nuclea a familiares de víctimas del transporte, manifestó que "las estadísticas del estudio revelan que la peor zona está ubicada en Dock Sud, en el radio cercano a los monoblocks, con alrededor de 50 casos cada jornada. La Bajada 9, que cualquier conductor que transite ese sector sabe que debe evitar, ya que el riesgo es enorme. Luego, aparece el puente La Saladita, el espacio entre el peaje de Quilmes y Bernal, el triángulo, el sector cercano a la villa Kennedy, también al barrio de emergencia Rodrigo Bueno y la bajada en La Plata, una zona de bañados, con unos siete hechos cotidianos, a pesar de encontrarse a escasas cuadras del centro operativo policial de la provincia", indicó Lescano.El dirigente añadió que "esos son además los puntos neurálgicos que eligen los delincuentes para apedrear a los micros, donde muchos pasajeros han resultado heridos y también despojados de sus pertenencias de valor".
"Estas situaciones son de extrema violencia para las víctimas. Una de las metodologías más peligrosas, es cuando cuelgan bujías con hilos o cordeles desde los puentes, que terminan convirtiéndose en verdaderos bisturí, por la manera en que destruyen los parabrisas. Y hay que anotar además los daños que provocan en el rostro de las víctimas. Hay casos de vuelcos provocados por las agresiones, ya que se pierde el control del vehículo. También recordemos que recientemente provocaron un vuelco, utilizando la metodología de colocar una pila de troncos sobre la cinta asfáltica. Otro de los ataques son perpetrados arrojando bulones de hierro con gomeras, para destrozar los vidrios de los autos, tanto de frente como de costado, hecho que desconcierta a los pasajeros, algunos de los cuales han llegado a impactar con sus vehículos contra el guaraid".
Lescano además agregó que "las cifras se disparan en temporada alta, cuando por la autopista cruzan 2.800 autos por hora. Muy pocos casos trascienden a la opinión pública, y también son pocos los episodios denunciados en comisarías o ante la justicia. Para colmo, la empresa concesionaria emite un comprobante del reclamo, para el que utilizan una tinta que se evapora a los pocos días. Tal el grado de desidia", aseguró.
El dirigente además dio cuenta "de que otro de los peligros son los animales sueltos, principalmente unos kilómetros antes de llegar a La Plata, entre los kilómetros 24 y 31 y los 40 y 44, donde es fácil observar con frecuencia la presencia de caballos y vacas, merodeando la cinta asfáltica. También hay que acentuar la presencia de perros de gran porte por la zona de Quilmes, que han generado graves accidentes".
En este caso y ante la advertencia a la que además se sumó la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Coviares, la empresa concesionaria de la autopista, hoy bajo el contralor del Estado bonaerense, salió a explicar que "la presencia de animales es la consecuencia de la rotura de alambrados en diferentes puntos de la traza y que los propietarios de los campos no se encargan de reparar". Sin embargo, el organismo no se hizo cargo si intimidará a los dueños a través de la justicia a solucionar el problema, para no poner en riesgo vidas humanas.
Finalmente, Lescano manifestó que "es muchísimo lo que se puede realizar para proteger a los usuarios de la autopista, y muy poco lo que efectivamente se concreta en términos de seguridad. Los patrullajes deben ser intensivos, las 24 horas, ida y vuelta. Pero lamentablemente los vehículos policiales brillan por su ausencia. También que hay que analizar las zonas calientes para reforzar la presencia de efectivos allí. Y la respuesta tras el ataque debe ser rápida, efectiva. Además, otro hecho para resaltar es que muchas veces amplias zonas quedan por la noche en la penumbra por los cortes de luz y este detalle hace aún más tenebrosa la circulación. Hoy los conductores están absolutamente a la buena de Dios y el Estado provincial tiene la obligación de dar una respuesta y proteger a sus ciudadanos".
Esta es la radiografía del terror que Lescano planteó cuando lo entrevisté en mil programa radial, "Te lo digo en serio", que va de 9 a 12 por la FM 97.7. Lescano calificó a los 55 kilómetros que separan la Capital Federal con la ciudad de La Plata y que se unen a través de la autopista," como una pesadilla o tierra de nadie, por la falta de vigilancia y una zona absolutamente peligrosa para cualquiera que realice el trayecto, en su totalidad o parcial, con un vehículo particular. Hoy los ciudadanos que la transitan viven un verdadero viacrucis, donde se juegan la vida todos los días, ya que la autopista está desbordada ante el exponencial crecimiento del mercado automotriz, lo cual genera múltiples accidentes por la falta de más carriles. Además, después de las 8 de la mañana, en la subida de Quilmes, se generan taponamientos, que a veces alcanzan kilómetros de autos en fila y lo peor, es que no se observa ningún tipo de inversión, porque cada vez es mayor el deterioro de la carpeta asfáltica.
El dirigente que encabeza la entidad de Víctimas del transporte puntualizó que "las metodologías de ataque meten miedo por su variedad: piedras, clavos miguelito, troncos, bujías o cualquier otro elemento que sirva para causar daños a los rodados, con el objetivo de frenar la marcha para concretar robos, son contundentes". Tal es así que al ser requerido por el periodista Jorge Joury sobre estadísticas recogidas en los últimos tiempos, Lescano reveló que "un estudio desarrollado durante los últimos tres años revela que se perpetraron 234.300 hechos, a un promedio diario de más de 200 episodios con estas características violentas".
Precisamente el relevamiento lleva la firma de la Comisión Nacional de Víctimas del Transporte Público (CNVTP), cuyo titular es el propio Martín Lescano, quien explicó en el programa radial que "el informe tiene su punto de origen en enero de 2010, y se extiende hasta lo que va de enero de 2013, es decir, abarcamos un período de poco más tres años", precisando que "la cantidad total de hechos registrados con ataques a automovilistas en la Autopista la Plata-Buenos Aires es de 234.300, con picos de promedio diario de 207 casos".
Consultado Lescano durante la entrevista en torno a los denominados "puntos calientes" de la autopista, reveló que "el concepto de ataque que utilizamos para realizar el trabajo se relaciona a hechos de extrema violencia, con personas que atentan directamente contra los automóviles. La mayoría de los hechos ocurren con la modalidad que incluye la utilización de proyectiles, en general piedras o cascotes, con el objetivo de destruir o dañar lo más posible los parabrisas de los automóviles. Se busca generar miedo en los conductores para que reduzcan la velocidad o directamente detengan la marcha, momento en que se cometen los robos, hurtos o secuestros exprés. Las crónicas policiales de los últimos tres años reflejaron estos casos sin parar", señaló.
Así, el titular de la organización que nuclea a familiares de víctimas del transporte, manifestó que "las estadísticas del estudio revelan que la peor zona está ubicada en Dock Sud, en el radio cercano a los monoblocks, con alrededor de 50 casos cada jornada. La Bajada 9, que cualquier conductor que transite ese sector sabe que debe evitar, ya que el riesgo es enorme. Luego, aparece el puente La Saladita, el espacio entre el peaje de Quilmes y Bernal, el triángulo, el sector cercano a la villa Kennedy, también al barrio de emergencia Rodrigo Bueno y la bajada en La Plata, una zona de bañados, con unos siete hechos cotidianos, a pesar de encontrarse a escasas cuadras del centro operativo policial de la provincia", indicó Lescano.El dirigente añadió que "esos son además los puntos neurálgicos que eligen los delincuentes para apedrear a los micros, donde muchos pasajeros han resultado heridos y también despojados de sus pertenencias de valor".
"Estas situaciones son de extrema violencia para las víctimas. Una de las metodologías más peligrosas, es cuando cuelgan bujías con hilos o cordeles desde los puentes, que terminan convirtiéndose en verdaderos bisturí, por la manera en que destruyen los parabrisas. Y hay que anotar además los daños que provocan en el rostro de las víctimas. Hay casos de vuelcos provocados por las agresiones, ya que se pierde el control del vehículo. También recordemos que recientemente provocaron un vuelco, utilizando la metodología de colocar una pila de troncos sobre la cinta asfáltica. Otro de los ataques son perpetrados arrojando bulones de hierro con gomeras, para destrozar los vidrios de los autos, tanto de frente como de costado, hecho que desconcierta a los pasajeros, algunos de los cuales han llegado a impactar con sus vehículos contra el guaraid".
Lescano además agregó que "las cifras se disparan en temporada alta, cuando por la autopista cruzan 2.800 autos por hora. Muy pocos casos trascienden a la opinión pública, y también son pocos los episodios denunciados en comisarías o ante la justicia. Para colmo, la empresa concesionaria emite un comprobante del reclamo, para el que utilizan una tinta que se evapora a los pocos días. Tal el grado de desidia", aseguró.
El dirigente además dio cuenta "de que otro de los peligros son los animales sueltos, principalmente unos kilómetros antes de llegar a La Plata, entre los kilómetros 24 y 31 y los 40 y 44, donde es fácil observar con frecuencia la presencia de caballos y vacas, merodeando la cinta asfáltica. También hay que acentuar la presencia de perros de gran porte por la zona de Quilmes, que han generado graves accidentes".
En este caso y ante la advertencia a la que además se sumó la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Coviares, la empresa concesionaria de la autopista, hoy bajo el contralor del Estado bonaerense, salió a explicar que "la presencia de animales es la consecuencia de la rotura de alambrados en diferentes puntos de la traza y que los propietarios de los campos no se encargan de reparar". Sin embargo, el organismo no se hizo cargo si intimidará a los dueños a través de la justicia a solucionar el problema, para no poner en riesgo vidas humanas.
Finalmente, Lescano manifestó que "es muchísimo lo que se puede realizar para proteger a los usuarios de la autopista, y muy poco lo que efectivamente se concreta en términos de seguridad. Los patrullajes deben ser intensivos, las 24 horas, ida y vuelta. Pero lamentablemente los vehículos policiales brillan por su ausencia. También que hay que analizar las zonas calientes para reforzar la presencia de efectivos allí. Y la respuesta tras el ataque debe ser rápida, efectiva. Además, otro hecho para resaltar es que muchas veces amplias zonas quedan por la noche en la penumbra por los cortes de luz y este detalle hace aún más tenebrosa la circulación. Hoy los conductores están absolutamente a la buena de Dios y el Estado provincial tiene la obligación de dar una respuesta y proteger a sus ciudadanos".
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