sábado, 29 de junio de 2013

Las fotos del diario Muy y el otro "asesinato" de Angeles Rawson





Por Jorge Joury

La publicación de las fotos que muestran cómo fue encontrado el cuerpo de Ángeles Rawson en el predio de la Ceamse en la edición del diario MUY, perteneciente al grupo Clarín, ha provocado en las últimas horas un importante revuelo en todos los frentes. Además de generar un intenso debate en las redes sociales.Es que lo que está en juego son los límites del periodismo y el factor ético, tan rico como indispensable, para asegurar la supervivencia de un buen producto editorial. Y de esto puedo dar fe, porque me ha tocado en varios momentos de mi larga historia de editor tener que hacer frente a estos desafíos. En el DIARIO POPULAR, del cual fui uno de sus fundadores, tuve varias veces que caminar por un camino de cornisa, donde la tentación de la primicia a veces le gana al sentido común y nos puede llevar hasta el fondo del abismo. Para defenderme de estas cuestiones, fabriqué una frase de cabecera que no me cansé de transmitir a mis colegas: la noticia entra por la piel, se calienta en el corazón y se enfría en el cerebro.



Si me preguntan que hubiera hecho , de mi parte les aseguro que no hubiera publicado esas fotos, a no ser que hubieran aportado algo sustentable a la causa. Lo importante hubiera sido merituar si servían como documento periodístico para llegar a la verdad de los hechos. Pero por lo que se ve, la secuencia no aporta nada, más allá de ser una postal macabra. Luego les contaré algunas instancias que fueron verdaderos desafíos en mi carrera profesional y de qué manera las resolví. Siempre, sin tener que arrepentirme hasta el día de hoy, porque lo primero que hay que mirar, más allá de la primicia, es el daño colateral que se causa, tanto a las familias afectadas por esta historia, como al propio diario, que tarde o temprano pagará con el descenso de venta de ejemplares. Hay que tener en cuenta que hace rato que la gente ya no compra "basura", como ocurría con el perimido amarillismo de los años 70 y que la dictadura militar se encargó de superar en todos los planos del horror, haciéndonos perder a los argentinos, la capacidad de asombro.

Pero volviendo al diario MUY, la polémica se disparó horas antes de la publicación, cuando los propios responsables se encargaron de comunicar a los medios que las fotos serían difundidas, para asegurar el negocio en lo que tiene que ver con la venta de ejemplares.Eso en periodismo se llama "calentar la cancha". Lo cierto es que todos nos desayunamos, algunos con más estupor que otros, que. el material ofrecido como “las fotos del horror”, terminó siendo tapa del matutino, dejando en claro que la desesperación por vender no tiene límites y deja al descubierto la poca llegada de ese medio en materia de venta en los kioscos.

Pero vamos a los detalles de la entretela de la decisión editorial. En la página 2, Horacio Convertini, editor general del diario justificó la publicación. Dijo que estuvo precedida por un “intenso debate entre los editores”, en el que se discutieron tres puntos centrales: “1) Si las fotos aportaban algo. 2) Si había que publicar todo, parte o nada del material. 3) Cuál era la repercusión que podía llegar a tener la nota”. Y aquí viene el primer punto en cuestión.

Punto uno, cuando el editor debe explicar al público lo que está haciendo, debo pensar que algo le remuerde en la conciencia. Pero, si la evaluación fue tan amplia y minuciosa, evidentemente se perdió el foco de las consecuencias, porque las fotos no aportan nada periodísticamente, más allá del mal gusto y la ofensa que representa para los familiares de la víctima.

Horacio Convertini, un profesional de alto vuelo, que en sus inicios trabajó como cronista de quien escribe este artículo. Por aquel entonces era el "pibe" Convertini, hoy convertido en un hombre creo que cincuentón. Imagino para su bien, sin entrar a hacer periodismo de periodistas porque lo aprecio, que hoy todavía se estará reponiendo de los golpes que le habrán provocado este porrazo editorial. Y conociéndolo, pienso que tal vez la orden de hacer la publicación vino desde arriba y era cosa juzgada. De todas maneras, yo suelo calificar a estas cuestiones, como pelotazo en contra.

Pero avancemos un poco más, para comprender de qué manera ha subido el termómetro en las redes sociales.. En la página 8 del diario incluye imágenes en las que se ven partes de cuerpo de Ángeles mezcladas entre la basura. “Las fotos que publica MUY, desde su dureza, le ponen un marco al hecho : estamos hablando de una adolescente salvajemente asesinada, acaso en su propio edificio, y no de un capítulo estreno de CSI”, argumentó Convertini, quien añadió que no todo el material que llegó a la redacción fue publicado “porque su truculencia podía ser ofensiva para el lector, para la familia de la víctima y hasta para la memoria de la propia Ángeles”.

Resulta pobre el argumento para justificar la osadía . Yo le recomendaría al grupo editorial que prepare la billetera para hacer frente a la demanda judicial que se le viene de parte de los familiares de Angeles Rawson. Y en estas cuestiones, hay un caso emblemático en la jurisprudencia en materia de lo que se denomina "delitos de prensa". Y esto tiene que ver con algo ocurrido allá por la década del 80, cuando la revista Gente fotografió en la sala de terapia intensiva al líder radical Ricardo Balbín agonizante, con el rostro lleno de cables y una máscara de oxígeno.En aquel momento como hoy, la opinión pública reaccionó de manera adversa, repudiando la actitud de la revista. Y luego vino la caída en las ventas.El después del "hallazgo" fotográfico, fue estrepitosa.Pero lo más "doloroso" para el grupo editorial, fue el pago de la indemnización millonaria que fijó el juez y con la que hubo que resarcir los efectos devastadores que provocó la publicación en la familia Balbín.

Otro de los ejemplos de los mal gusto más recientes, tuvo por protagonista al diario CRONICA, cuando publicó en tapa e interior, las fotos de la modelo Jazmín de Gracia, fallecida por una sobredósis de cocaína y desnuda en la bañera de su departamento.También aquí el golpe bajo del diario, fue castigado de manera inexorable por sus lectores.

Lamento la situación que debe estar viviendo el colega Convertini.Es una lástima que en el momento de tomar la decisión de publicar esas fotos en el diario que hoy dirige, no haya recordado cuando lo envié a Mar del Plata por el DIARIO POPULAR a cubrir el crimen de Alicia Muñiz, la mujer de Monzón . El fue testigo de uno de los hechos cruciales en mi vida de editor. Fue cuando me mandaron la foto del cuerpo de Alicia Muñiz en la morgue .Me tomé dos días de discusión con los otros jefes, antes de publicarla. Era riesgoso. Había que tener en cuenta varios factores. Que estaba en juego un ídolo como Monzón, que las cosas en ese momento aún no estaban claras y el público se nos podía poner en contra. Pero luego descubrí que Alicia Muñiz tenía un ojo morado.Lo cual hablaba de la posibilidad de haber recibido un golpe de nocaut.Entonces la fotografía, más allá de su aspecto macabro, estaba marcando una nueva línea de investigación.Es decir, sugiriendo que algo violento podía haber sucedido aquella madrugada en la casa de la calle Pedro Zanni de Mar del Plata. No obstante ello, con prudencia, hice cortar la foto, colocando solo en primer plano la parte del rostro con el ojo en compota y la publiqué en la página central del diario, con un epígrafe muy sugerente cuyo título señalaba a modo de pregunta: ¿Qué paso?.El resto de las conclusiones, corría por cuenta del lector.Pero no había nada tétrico y macabro en aquel documento periodístico que hoy puedo decir con todo orgullo, terminó condenando al campeón de boxeo de todos los tiempos y convirtiéndolo de por vida en un hombre golpeador. Recuerdo que con el DIARIO POPULAR batimos récord de ventas y los lectores nunca nos cuestionaron. Es más, valoraron nuestra actitud editorial.Yo les aconsejaría a quienes de aquí en más se vean sometidos a estas "tentaciones"por vender más, que no pierdan de vista el rol que tienen de editores responsables. Por algo se los denomina RESPONSABLES. Porque si de algo no se vuelve, es del ridículo. Lo que hizo el diarIo MUY es algo así como haber cometido el segundo asesinato de Angeles Rawson y eso el público no lo perdona.

No hay comentarios: